Chet Walker, campeón de la NBA con los Philadelphia 76ers y miembro del Salón de la Fama del Baloncesto, ha muerto a los 84 años, informó este sábado la Asociación de Jugadores Retirados de la NBA. Siete veces All-Star, Walker ganó el anillo con los Sixers en 1967.
“En sus 13 temporadas en la NBA, Walker anotó 18.831 puntos y capturó 7.314 rebotes con unos promedios de 18,2 puntos y 7,1 rebotes por partido”, detalló la NBA en su web oficial.
Apodado The Jet, Walker jugó para los Syracuse Nationals, los Sixers y los Chicago Bulls.
Chet Walker, durante una entrevista en el Salón de la Fama en Springfield en 2012.Jessica HillAP
“Walker dejó un impacto profundo en nuestra ciudad y en nuestra liga”, afirmaron los Sixers en la red social X.
Por su parte, los Bulls le recordaron como “una figura legendaria” y “un verdadero icono” de la franquicia de Chicago.
Se van agotando las fechas y crece el sentido de urgencia y necesidad en muchos de los partidos de la ACB, llegando la tensión a su máximo, en la jornada de ayer, con el último partido, el de Málaga: tras haber vencido el Real Madrid en Zaragoza por la mañana, el Unicaja debía ganar para recuperar el primer puesto de la clasificación, pero aún llegaba con mayor presión el Baskonia, noveno y amenazado de exclusión de los 'playoffs', algo inusitado
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web
Hacía años que el Real Madrid no experimentaba un lavado de cara semejante y de ahí los interrogantes. Que la Supercopa Endesa, donde no perdía un partido desde hacía siete años, no ha servido para mitigar. Los blancos arrancan el curso hoy (18.30 h.) en La Coruña ante el recién ascendido Leyma y el jueves visitan al Bayern en el comienzo de la Euroliga. La trituradora de partidos en la que desde hace tiempo devino el baloncesto continental ya está en marcha y la exigencia, evidentemente, no mengua. Aunque, de momento, el mensaje que traslada Chus Mateo mientras pide un refuerzo es claro: "Necesitamos tiempo".
Un mercado abierto para el Madrid porque, cuando ya estaba su plantilla a punto perdió de forma inesperada a Guerschon Yabusele, pieza clave. El francés dejó un buen pellizco en la caja con su vuelta a la NBA después de su impresionante despliegue en los Juegos, pero también un hueco enorme. Antes, los blancos, que nada más terminar el curso tuvieron que solventar el culebrón Hezonja, habían perdido a tres de los veteranos sin los que nada se entendería, Sergio Rodríguez, Rudy Fernández (ambos retirados) y Fabien Causeur. Pero también al crecidísimo Vincent Poirier (Carlos Alocén, que apenas contó tras superar su grave lesión, ha fichado por el Gran Canaria).
En su apuesta por la continuidad desde que ya hace 13 años comenzara la era Laso, que después ha mantenido de manera brillante Chus Mateo, cada verano la plantilla sufría un par de pinceladas. Sin ir demasiado lejos, hace un año apenas Facundo Campazzo fue la única cara nueva, aunque en realidad no lo fuera, pues regresaba tras su experiencia fallida en la NBA. Por eso no es que se perciban alarmas en el club, pero si expectativas y quizá ciertas dudas por cómo va a funcionar todo ahora. "Este año no va a ser tan fácil como el pasado porque hay cambios", avisa el entrenador. "Hemos perdido a jugadores importantes", lanzó un Alberto Abalde del que sin duda se aguarda un paso adelante (fue renovado).
Feliz, Abalde y Llull, durante la Supercopa.ACB Photo
Hubo cuatro fichajes y en ellos recaen las incógnitas. Porque, menos el veteranísimo Serge Ibaka, los otros tres nunca han experimentado la exigencia de competir al máximo nivel Euroliga. Andrés Feliz, que hace apenas tres temporadas estaba jugando en LEB Plata y que protagonizó un asombroso estallido en el Joventut, y Xavier Rathan-Mayes, un norteamericano de 30 años bajo el radar (en las últimas siete temporadas ha estado en 14 equipos) que se hartó de meter puntos el año pasado en el Enisey Krasnoyarsk de la liga rusa, ni siquiera han debutado en la máxima competición continental, el destino imposible de esquivar por el Madrid, que perdió la pasada final contra el Panathinaikos. Usman Garuba, otro de vuelta de una NBA en la que pasó desapercibido, llegó a disputar 53 partidos de 2019 a 2021.
Evidentemente, ellos no van a tener la responsabilidad de ser el core del equipo de Mateo. "No necesitamos héroes, sino gente que nos ayude", ha admitido el técnico, que usó la palabra "piernas", es decir, energía y frescura. La responsabilidad de mantener la pujanza del equipo blanco recae, básicamente, en cinco jugadores a los que sumar la sabiduría y la excepcionalidad del capitán Llull. Son Campazzo, Tavares, Musa, Hezonja y Deck. "Se fueron jugadores importantes y nos toca mantener el legado", admitía el argentino, MVP del pasado título ACB.
A sus 33 años, el Facu es el motor (lo volvió a demostrar en Murcia) pero también ya ocupa el vacío dejado por el Chacho y Rudy en cuanto a carisma. Antes de la Supercopa valoró a cada una de las caras nuevas. Y ninguna mejor descripción que la suya.
Rathan-Mayes: "No lo conocía tanto, aunque me había enfrentado a él. Me acuerdo de que nos costó mucho defenderlo. Cuando se rumoreaba su fichaje, me puse algún vídeo de él y, después de verlo entrenarse aquí, es un jugador de tremenda calidad, con muchos puntos, que la pasa bien y puede llevar la pelota. Defiende intenso y dispone de muchos recursos".
Andrés Feliz: "Me encanta porque es supercompetitivo y ganador, pone al equipo por encima de la individual, lo que encaja perfecto en el Madrid. Es duro en los entrenamientos y eso me gusta mucho, quiere ganar, se le ve".
Serge Ibaka: "Es un profesional, está 24/7 en el club para entrenarse, para ayudar a los jóvenes... para todo. Sabe lo que representa jugar en el Madrid".
Usman Garuba: "Es un conocido de la casa que le ha pasado lo mismo que a mí, que ha regresado y se ha encontrado con la dinámica anterior. Eso le ha resultado fácil, aunque quizá le cueste en los primeros meses porque después de dos o tres años en la NBA las cosas son diferentes. Su energía y juventud son valiosas".
También está Hugo González, que debería disponer de los minutos que demanda su calidad, aunque las perlas no siempre tienen su espacio en el Madrid. Y ese fichaje para el que no paran de salir rumores (el último, el de Dylan Osetkowski), aunque Mateo sigue valorando dónde necesita su equipo reforzarse: "No hay prisa".
Al Barça se le apagaron las luces en El Pireo, donde el baloncesto coral del Olympiacos acabó con una racha de cinco victorias consecutivas en la Euroliga del conjunto dirigido por Joan Peñarroya, que, pese a la derrota, se mantiene en la parte alta de la clasificación. [Narración y estadísticas (95-74)]
"Han jugado mejor que nosotros en ambos lados de la pista, con más energía en defensa, en ataque y en rebotes. No hemos controlado el rebote en nuestra zona. Hemos jugado el peor partido de la temporada", admitió el técnico azulgrana. "En esta pista, es necesario jugar al 100%. Si no lo haces es imposible competir contra Olympiacos", añadió, en referencia a las facilidades ofrecidas.
El conjunto griego destrozó las virtudes visitantes. Sin acierto desde la línea de 6,75 metros (4 aciertos de 17 intentos) y muy débil bajo los aros -capturó 24 rebotes por los 40 de su rival-, el Barça, fatigado tras los dos últimos desplazamientos en la pista de Unicaja y Anadolu Efes, siempre fue a remolque.
Circulación hipnótica
Y es que en el Pabellón de la Paz y la Amistad, donde el Olympiacos aún no conoce la derrota, brillaron todas sus estrellas. Evan Fournier (19 puntos) dinamitó el partido en el tercer cuarto, Sasha Vezenkov (18 puntos) confirmó su condición de jugador diferencial y Nikola Milutinov (12 puntos y 8 rebotes) impuso su ley en la zona.
El conjunto de Georgios Bartzokas neutralizó con su rocosa defensa las ansias de correr del Barça, al que le costaba frenar a los griegos, que cocían a fuego lento sus canastas con una circulación de balón hipnótica. De nada sirvieron los 18 puntos de Kevin Punter o las ayudas de Chimezie Metu (12 puntos, siete rebotes).
El Barça no se esforzó para maquillar el resultado en los últimos minutos y acabó perdiendo de 21 puntos. De este modo, los azulgrana finalizan particular 'Tourmalet' con dos derrotas -en Málaga y Atenas- y una victoria en Estambul.