El pívot Bill Walton, ganador de dos anillos de la NBA y miembro del Salón de la Fama, falleció este lunes a los 71 años a causa de un cáncer, informó la NBA.
“Bill Walton era realmente único. Como miembro del Salón de la Fama, redefinió la posición de pívot”, describió el comisionado de la NBA, Adam Silver, en un comunicado. “Como querido miembro de la familia de la NBA durante 50 años, Bill será profundamente extrañado por todos aquellos que llegaron a conocerle y a quererle”.
Elegido en el primer puesto del draft de 1974, Walton conquistó un anillo de campeón con los Portland Trail Blazers (1977) en unas finales de las que fue nombrado MVP (Jugador Más Valioso).
El pívot, de 2,11m de altura, fue un año después elegido MVP de la temporada de la NBA y en 1986 alcanzó otro campeonato en un rol más secundario con los Boston Celtics.
Walton, que ingresó en el Salón de la Fama en 1993, era más grande que la vida, dentro y fuera de la cancha. Tras jugar 10 temporadas en la NBA (Portland Trail Blazers, San Diego Clippers, Los Angeles Clippers y Boston Celtics), Walton se retiró de las pistas con promedios de 13,3 puntos, 10,5 rebotes, 3,4 asistencias y 2,2 tapones. Sus cifras no batieron ningún récord pero su impacto en el juego fue muy importante.
Todo ello, tras una carrera universitaria en la que fue dos veces campeón en UCLA y tres veces jugador nacional del año. Su partido más famoso fue el del título de la NCAA de 1973, UCLA contra Memphis, en el que encestó un increíble 21 de 22 en tiros de campo y llevó a los Bruins a otro campeonato nacional.
“Uno de mis jugadores dijo: ‘Vamos a intentar otra cosa’ “, contó su entrenador de entonces, John Wooden, a The Associated Press en 2008 para una retrospectiva con motivo del 35º aniversario de aquel partido. La respuesta de Wooden durante ese tiempo muerto: “¿Por qué? Si no está roto, no lo arregles”. Siguieron dándole el balón a Walton, y él siguió cumpliendo en una actuación para el recuerdo.
“Es muy difícil expresar con palabras lo que ha significado para el programa de UCLA, así como su tremendo impacto en el baloncesto universitario”, ha dicho el entrenador de UCLA Mick Cronin este lunes. “Más allá de sus notables logros como jugador, es su energía implacable, su entusiasmo por el juego y su franqueza inquebrantable lo que ha sido el sello distintivo de su personalidad más grande que la vida”.
“Como apasionado ex alumno de la UCLA y locutor, le encantaba estar cerca de nuestros jugadores, escuchar sus historias y compartir su sabiduría y consejos. Para mí, como entrenador, era honesto, amable y siempre tenía el corazón en su sitio. Le echaré mucho de menos. Es difícil imaginar una temporada en el Pabellón Pauley sin él”, ha manifestado Cronin.
“Bill trasladó su entusiasmo contagioso por el juego a las retransmisiones, donde compartió comentarios llenos de conocimiento y de color que entretuvieron a generaciones de aficionados al baloncesto”, ha destacado el comisionando de la NBA, Adam Silver, sobre la trayectoria de Bill Walton como comentarista.