En su regreso al Mundial, el líder de Honda sólo pudo colocarse decimotercero en la parrilla tras llevarse un susto
“No se lo cree ni él, viene a ganar”, abrió Pol Espargaró. “Sé que aquí, en este circuito, puede ganar”, añadió Fabio Quartararo. Y así todos y cada uno de los pilotos del paddock. Marc Márquez se presentó el jueves en Alcañiz con un discurso precavido y nadie le tomó en serio. “Estoy lejos del podio, no es mi objetivo”, avanzó, pero siendo Marc Márquez era difícil hacerle caso.
Aquí, en Alcañiz, ganó cuatro años consecutivos y la temporada pasada, con el húmero derecho desviado y el correspondiente dolor, terminó segundo. Pese a los meses de ausencia sus rivales le recibieron como uno de los favoritos a la victoria de este domingo (14.00 horas, DAZN), pero resulta que era sincero. Márquez no está para ganar, no está para el podio, difícilmente se acercará a los cinco primeros.
En los entrenamientos libres acabó regazado; en la clasificación no logró estar entre los mejores. Es más, acabó este sábado con un susto en el cuerpo. En la tercera sesión de test, perdió el control de su Honda en la curva 7, cayó a alta velocidad e impactó contra el hombro malherido. Por fortuna, no fue un accidente violento y pudo deslizase junto a la máquina hasta la grava. De inmediato se levantó. De inmediato movió el brazo para descartar problemas mayores.
En unos minutos pudo regresar a la actividad y se presentó entero a la Q1, aunque allí se le escapó su objetivo. Durante buena parte de la sesión estuvo en uno de los puestos que daban acceso a la Q2, pero finalmente Johann Zarco le arrebató el honor. Y no pudo remontar. La mala suerte de Pol Espargaró, que se fue al suelo e obligó a una bandera amarilla, impidió que Márquez mejorara su tiempo y le condenó al decimotercer puesto de la parrilla.
Desde la quinta fila tendrá que remontar, aunque es improbable que arriesgue de más para mejorar uno o dos puestos. No le vale la pena. Más cuando por delante esta vez sí habrá tensión. Como en las carreras anteriores, ‘Pecco’ Bagnaia saldrá como favorito, desde la pole, con Aleix Espargaró cuarto y Fabio Quartararo sexto. El Mundial de MotoGP en juego con Marc Márquez como mero espectador.