La reaparición de Jordan Díaz, que cumplía 23 años, se saldó con un magnífico registro de 17,52 en el triple salto. Con una venda en el muslo que evidenciaba sus problemas de lesiones de los últimos tiempos, el plusmarquista nacional encantó al público que llenaba el pabellón. Díaz, para no forzar en su aún tierna condición, no agotó todos sus intentos en un concurso en el que ningún rival llegó a los 17 metros.
El mitin de Gallur, que cerraba el World Indoor Gold Tour, sembró la pista de muy buenas marcas. En especial la conseguida por Devynne Charlton en los 60 metros vallas. La bahameña, un bólido de 1,60, reciente plusmarquista mundial de la distancia con 7.67, igualados, en una especie de turno de réplica, por la estadounidense Tia Jones, se impuso con 7.68, justamente a una centésima de su compartida plusmarca.
Los 800 tuvieron un alto nivel global. El italiano Catalin Tecuceanu se convirtió en el líder mundial del año con 1:45.00. Dio buena cuenta del excelente trío de españoles: Mohamed Attaoui (1:45.67), Adrián Ben (1:45.72) y un resucitadoÁlvaro de Arriba (1:45.88).
El jamaicano Rajindra Campbell (22,16) y el neozelandés Tom Walsh (22,03) se disputaron el lanzamiento de peso por encima de los 22 metros. Y el duelo fraternal-fratricida en los 60 vallas entre Asier Martínez y Enrique Llopis se saldó con la preponderancia del primero (7.50) frente a los 7.51 del segundo. Pero… ambos fueron batidos por el italiano Lorenzo Simonelli (7.46).