Con la conciencia muy tranquila y orgulloso de la labor que ha llevado a cabo en el Barça. Así es como Xavi quiere despedirse, otra vez, del club de su vida. Dejando, eso sí, la puerta abierta para un posible regreso y deslizando también que no acaba de estar de acuerdo con la decisión que ha tomado el presidente, Joan Laporta, por mucho que tenga que respetarla. “El presidente me transmitió por qué cree que el club necesita un cambio de rumbo, en este caso de entrenador, y no me queda otra que aceptarlo. Soy un hombre de club y siempre estaré a disposición de lo que necesite el Barça. Deseo lo mejor a todos, sobre todo a los jugadores, que deben ser los protagonistas para que esto siga rodando”, señaló.
“Hasta el día de hoy, seguía motivado, ilusionado y con la ambición intacta. Creía en la plantilla, en que podíamos hacer cosas interesantes, cambiando pequeñas cosas, pero no ha podido ser”, recalcó un Xavi al que, a pesar de todo, le gustaría poder volver al banquillo azulgrana en un futuro. “¿Por qué no? Me gustaría, claro. Es el club de mi vida. Lo he disfrutado y también lo he sufrido, hemos pasado una montaña rusa de emociones, pero no me cierro la puerta, ni mucho menos. Ojalá se dé la posibilidad de volver“, apuntó el técnico, quien apostilló que sigue dispuesto a renunciar a cobrar su último año de contrato. “Lo que dije en su momento, así será. Sois periodistas, buscadlo, no lo voy a repetir”, aseguró. Hace prácticamente un mes, en una rueda de prensa muy diferente, en la que se confirmaba su continuidad, dejó claro que, si se iba, no iba a cobrar ni un euro y que ese dinero podía destinarse al nuevo entrenador.
En su discurso, dejó entrever que está algo dolido por las formas, por mucho que respete la decisión del presidente. “Soy un hombre de consenso ,y ,sobre todo, un hombre de club. Me he adaptado a las circunstancias que, por desgracia, tenemos ahora. El presidente me dio sus razones y no me queda otra que aceptarlas. Laporta es el que toma las decisiones”, insistió, para recalcar poco después que es el máximo dirigente quien debe exponer sus motivos. “Las razones son suyas, no mías, y, a partir de aquí, sólo me queda aceptarlas. Creo que debería explicarlas él mismo”, apuntó. “No he de valorar si es justa o no esta decisión, saben mi opinión, he sido muy claro siempre. No es bueno que opine de si es bueno o malo, quiero marcharme en paz, agradecido. La palabra es agradecimiento por haber podido servir al club que quiero”, zanjó.