Verdeliss, una influencer sobre maternidad en la frontera de las tres horas en maratón: “Hace cuatro años no corría nada”

Verdeliss, una influencer sobre maternidad en la frontera de las tres horas en maratón: "Hace cuatro años no corría nada"

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Estefanía Unzu acaba el maratón de Berlín en un tiempo notable y quiere completar 12 en 12 meses. “No tengo sponsor, lo hago a mi bola, para disfrutar”, dice, con dos millones de suscriptores en Youtube

Unzu, este agosto, en un maratón australiano.EM

Una influencer está haciendo un reto deportivo. Qué sorpresa, ya ves. En cada maratón, en cada cicloturista y en cada Ironman ya hay alguien grabándose con una GoPro para publicar después un vídeo para Youtube, un reels o un corto de TikTok sobre la experiencia. Una influencer está haciendo un reto deportivo. ¿Qué hay de nuevo? Que Estefanía Unzu no se presenta en redes como runner, ciclista o triatleta, que en su reto está dejando marcas admirables para cualquier popular y que no lo hace como parte de una campaña publicitaria. Estefanía Unzu, más conocida como Verdeliss, está haciendo un reto deportivo y con un éxito sorprendente, sin ver un euro por ello, le está cambiando la vida:12 maratones en 12 meses.

La última, la sexta de la lista, fue el 24 de septiembre en Berlín, en 03:05:28, un tiempo destacable y la próxima, la séptima, será en Ciudad del Cabo el domingo que viene. Hasta el confinamiento no corría y ahora se encuentra en la tan ansiada frontera de las tres horas.

¿Dónde está el truco?
No lo sé, me estoy sorprendiendo a mí misma. Ni de lejos me habría imaginado rozando las tres horas. El primer maratón, en abril, en Viena, lo acabé en 3:41 y ahora, mira. Yo era bastante sedentaria, no corría nada y fui una de esas personas que en la pandemia empezó a hacer más deporte. Mi padre es entrenador del Club de Atletismo Ederki de Pamplona, mi madre es la presidenta y yo fui atleta hasta los 18 años, pero la presión de la competición me impidió disfrutarlo. Para mí, de pequeña, era una obligación. Con el tiempo lo dejé y, después del confinamiento, cuando empecé a correr, me di cuenta de cuánto me evadía. Supongo que me beneficia haber corrido de niña y que la resistencia se me da bien.

Unzu forma parte de la primera generación de influencers en España, aquellos que abrieron un canal en Youtube en 2006 o 2007 y empezaron a crear comunidades de seguidores sin querer, sin intención de hacer negocio. Auxiliar de enfermería en Madrid, «sin conocimientos en marketing o audiovisuales», como reconoce, empezó hablando sobre maternidad y crianza -tiene ocho hijos- y más tarde, mucho más tarde, llegó el boom influencer. En 2015 una cadena de supermercados le escribió para que hiciera una publicidad y, poco después dejaba su trabajo, volvía a Pamplona, manejaba su propio negocio junto a su marido e incluso montaba una línea de cosméticos, Green Cornerss.

Hoy, con 2,12 millones de seguidores en Youtube, 1,4 millones en Instagram y un paso por Gran Hermano VIP, puede permitirse el lujo de escoger en qué campañas participar y, por ejemplo, el lujo de recorrer el mundo -de momento, Viena, Ottawa, Estocolmo, San Francisco, Queensland y Berlín- corriendo maratones sin tener que responder ante un patrocinador.

Hay influencers patrocinados por grandes empresas deportivas con una décima parte de sus seguidores y a usted viste de Nike, de Adidas, de Brooks o incluso de Decathlon.
Estoy yendo a mi bola, tengo esa suerte. Es un proyecto que he querido desvincular de todo, lo hago con la pura intención de disfrutar. No me hace falta trabajar para llevarlo a cabo y no quiero estar pensando en qué publicaciones haré al cruzar a meta. Empecé porque me animó mi marido y estoy encantada. Hay una parte de mi comunidad algo frustrada, me dicen: ‘Ya no eres lo que eras’. Pero mi contenido es lifestyle y la vida cambia. Quizá ahora recelo de mostrar cosas de mi vida privada y me apetece más mostrar cómo hago deporte. También es contenido que puede inspirar a mucha gente a moverse y eso me gusta, me motiva.

En el reto de Unzu lo más complicado, claro está, es la recuperación. Con los consejos de su padre para las sesiones de fuerza, pero sin un entrenador fijo, la influencer administra los descansos antes y después de cada maratón de una manera natural. «Dos o tres días antes de un maratón dejo de entrenar y, después, cuando veo que me siento mejor, vuelvo a correr. No sigo un plan, un programa, voy más o menos rápido según me encuentro ese día», explica Verdeliss, todo energía, que acumula muchas jornadas en la cinta. Una influencer está haciendo un reto deportivo, sí, pero qué influencer, qué reto y a qué ritmo.

kpd