Mundial de Baloncesto
Segunda fase
España se enfrenta este viernes a Letonia, una de las sorpresas del Mundial, arropada por 3.000 aficionados en las gradas del Indonesia Arena. Rolands Smits, Davis Bertans y Arturs Zagars hacen olvidar a Porzingis. “Es un partido casi decisivo”, avisa Scariolo, que tiene la duda de Joel Parra
A Rolands Smits un día Svetislav Pesic, su técnico en el Barça, le dijo que parara de entrenar. “Tu novia te dejará”, le advirtió medio en broma, medio en serio, sobre su obsesiva entrega al baloncesto, ese que le trajo a España con 15 años. Concretamente a Fuenlabrada, donde en el Aula de Enlace del Instituto Público Salvador Allende aún recuerdan a aquel gigantón al que sus compañeros de clase llegaban por la cintura y que no sabía ni una palabra en castellano. El ahora jugador del Zalgiris es una de las amenazas de la sorprendente Letonia, que eliminó a Francia en la primera fase y este viernes reta a España (11.45 h., La 2) en el Indonesia Arena.
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“Las sensaciones son buenas, hay mucha química. Estamos bien”, pronuncia Rolands, confirmando lo que avisan sobre él los que mejor le conocieron. Es tan tímido y parco en palabras como fiero en la pista. Desarrollado en la cantera del Fuenla -“¡todavía tengo amigos allí!”, donde le costó adaptarse, hasta brillar en ACB en el primer equipo, en 2017 dio el salto al Barça. Ahora, con sus casi 220 metros de envergadura, su versatilidad y su dureza, mantiene su pujanza en Euroliga en Kaunas y es uno de los líderes de esta Letonia que invadió Yakarta. Viajaron más de 3.000 aficionados que hoy apretarán en la grada -“les aúpan, les animan y han sido un realmente un sexto hombre en la cancha”, destaca Scariolo-, porque, simplemente, como dice Rolands, “en Letonia le gusta el baloncesto”.
También en las tribunas del Indonesia Arena estará Kristaps Porzingis, la estrella del país, que finalmente no pudo llegar físicamente a la disputa del Mundial, pero que no abandona a los suyos. El de los Celtics observa con entusiasmo el despliegue de la selección que dirige el italiano Luca Banchi, que sólo cedió en la segunda parte ante la intratable Canadá. “Tienen mucho ritmo, están muy bien entrenados, con mucha calidad perimetral, con capacidad de tiro, con capacidad táctica para ponernos en dificultad”, analizada el seleccionador español sobre un equipo al que comparó por forma de juego con la Finlandia del pasado Eurobasket.
Letonia, que también perdió por lesión al ex ACB Dairis Bertans, vive del perímetro y del frenesí. Tira poco de dos, pero con gran acierto (66,3%, la tercera del Mundial). En triples, sólo Canadá les supera en intentos por partido (14), con sólidos porcentajes (39,6%). Y entre todas amenazas, casi ninguna como Smits, el letón de Fuenlabrada, 15,3 puntos y 4,3 rebotes por partido. Sorprende la osadía a los mandos del ex Joventut Arturs Zagars (12,3 puntos y 6,7 asistencias), los centímetros de Anzejs Paseckiks (ex Gran Canaria y Betis, ahora Palencia), pero sobre todo, la solvencia defensiva del joven Rodion Kurucs -“somos luchadores, es nuestro carácter”- y la calidad de su referente, el NBA Davis Bertans.
“Es un grandísimo talento, grandísimo tirador, de lo mejor de la NBA y un jugador muy peligroso”, avisaba ayer Juancho Hernangómez sobre el nuevo alero de los Thunder con el que tantas veces se emparejó, un especialista desde el perímetro con un 40% de acierto en sus siete temporadas NBA.
Quizá no haya partido más importante para la selección en el presente Mundial. Donde debería estar Francia está Letonia y casi todo lo que no sea ganar sería un verdadero problema para estar en cuartos. “Es un partido casi decisivo y tenemos que enfrentarlo sin olvidarnos que muchos de nuestros jugadores ya han pasado por esto, pero que también hay otros que no, así que con la curiosidad de ver cómo reaccionarán los que se enfrentan en sus primeras veces a este tipo de experiencias”, comentó Scariolo tras el entrenamiento, en el que no participó Joel Parra por una sobrecarga en la pierna derecha que le hace ser duda. De los 10 precedentes, nueve victorias españolas y sólo una derrota, la primera, en la final del Eurobasket… de 1935 (18 a 24).
