Un gol en el último segundo y desde el centro de la piscina le da España el bronce en el Mundial

Un gol en el último segundo y desde el centro de la piscina le da España el bronce en el Mundial

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Desde trece metros, sin portera y sobre la bocina. El tanto de Elena Ruiz que le dio la victoria y el bronce a España ante Grecia (10-9), seguramente el resumen de lo ocurrido en el torneo mundialista femenino de waterpolo, una montaña rusa de juego y de emociones que tuvo final feliz.

Con 9-9 en el marcador, Judith Forca no acertó para decidir el partido a ocho segundos del final. Grecia pidió tiempo muerto, decidió jugársela con ocho jugadoras, sin portera, pero esta cometió un error de bulto, al situarse por detrás de la línea de dos metros.

Recuperó España a cinco segundos del final. No había portera, Paula Camus lo intentó, en una acción reclamada como penalti; recuperó el balón Elena Ruiz que desde doce o trece metros lanzó, el balón voló y entró en la meta helena para el definitivo 10-9.

Un bronce sufrido, el primero que consigue el equipo de Miki Oca en su historia, la decimotercera medalla entre Juegos (2 platas), Europeos (4 oros, 2 platas) y Mundiales (1 oro, 3 plata, 1 bronce); lo que demuestra el potencial de las españolas.

Un arranque acertado

Dio la impresión de que España salió todavía en estado de ‘shock’ después de la derrota ante Estados Unidos. Las de Miki Oca no acababan de entrar en el partido. Su ataque no funcionaba y, como ocurre en estos casos, se sostuvo en la defensa y en Martina Terré, que mantuvo al equipo en los momentos complicados.

La buena noticia es que las lanzadoras aparecieron pronto. Judith Forca y Bea Ortiz fueron las goleadoras del primer cuarto. Las griegas anotaron por medio de Plevritou, en una acción en superioridad.

Parecía que mejoraba España en el segundo cuarto. Anotó de nuevo Forca, y también Maica García. Ninou descontó de penalti (4-2) y las griegas entraron en el partido con un parcial 0-2, con tantos de Xenaki y de Plevritou (4-4).

Al descanso se llegó con 6-5 para las de Oca, después de una buena resolución de Paula Crespí en otra superioridad; y el tercer cuarto se abrió con un nuevo tanto, ahora de Paula Camus, que abrió más el partido (7-5).

La remontada griega

Terré paró un penalti entonces, pero España no acaba de estar fluida en ataque, con muchas dudas en el lanzamiento. Además poco a poco su efectividad en las superioridades fue disminuyendo y el final del partido se preveía muy equilibrado.

Y así fue, Xenaki puso el 7-6 y España, en la última posesión del cuarto, no pudo materializar una doble superioridad. Así que todo quedó abierto para los ocho minutos finales.

Prácticamente en la primera acción, Maica García cazó un rechace del palo y forzó un penalti, que Judith Forca transformó y se anotó su particular triplete (8-6).

La brecha la hizo aún más grande Paula Leitón, con una gran gol de revés para el 9-6, que le dio mucha tranquilidad a las de Oca a 6:27 para el final después del 2-0 de parcial.

Pero fue un espejismo. Que no iba a ser nada fácil lo demostraron las griegas con tres tantos en poco menos de dos minutos para igualar el partido (9-9), a 2:50 del final.

Y en la montaña rusa de emociones final; Grecia no acertó su ataque a 2:21 del final; España tuvo dos superioridades a 1:46 y a 53 segundos, sin resultado. Oca pidió un tiempo muerto para planear una jugada que tampoco salió (a 26 del final) y Forca no acertó a ocho segundos del final.

Se la jugaron las griegas con portera-jugadora, con la suplente Stamatopoulo, porque la titular Diamantopoulo se había lesionado en una acción anterior, y se equivocó al situarse por detrás de la línea de dos metros, un fuera de juego.

Recuperó España. No había portera, intentó chutar Camus, se le echaron encima dos jugadoras griegas, en una acción que pareció penalti. Hasta que apareció Elena Ruiz, 22 años, jugadora del Sant Andreu para cazar el balón y marcar a puerta vacía, un tanto que no olvidará nunca.

kpd