Un Alcaraz explosivo supera a Kecmanovic por la vía rápida y ya está en cuartos de Australia

Un Alcaraz explosivo supera a Kecmanovic por la vía rápida y ya está en cuartos de Australia

Llegarán adversarios que exijan más, pero en su camino hacia los cuartos de final del Open de Australia Carlos Alcaraz ya ha mostrado las piernas, el brazo derecho y la mirada de un campeón. Ante Miomir Kecmanovic, un rival con recursos, el número dos del ranking volvió a galopar y a golpear, veloz y feroz, para llevarse la victoria en sólo tres sets, 6-4, 6-4 y 6-0, y en sólo una hora y 49 minutos.

Ausente el año pasado en Melbourne, quizá sólo en el último Wimbledon se había visto un Alcaraz tan fuerte y tan preciso, en un estado de forma tan óptimo. En la siguiente ronda le espera Alexander Zverev y en el horizonte asoman otros dos tenistas en estado de gracia, Novak Djokovic y Jannik Sinner, pero Alcaraz ya se ha proclamado preparado.

Después de su duelo de entrenamiento ante el chino Juncheng Shang, un jugador demasiado joven y dolorido, Kecmanovic suponía la prueba perfecta para calibrar las opciones del español en Australia. Ya maduro, sin defectos y en clara progresión, dos años atrás había forzado a Alcaraz a un super tie-break en cuartos de final del Masters 1000 de Miami. En un buen día del número dos del ranking, podía servirle como resorte para la fase decisiva del Grand Slam; en un mal día, podía vencerle o, como mínimo, generarle dudas. Al final, resultó lo primero.

Desde el primer minuto del partido, Alcaraz fue un ciclón y, al contrario que en otras ocasiones, no paró hasta que terminó el encuentro. Más consistente que nunca con su servicio -no concedió ninguna bola de break-, fue más agresivo que nunca con su derecha -18 golpes ganadores desde el fondo – y se metió en la pista siempre que pudo -nueve winners en la red-.

Su efectividad en las opciones de break -cinco de nueve- demostró que, a medida que avanza el torneo, su concentración aumenta: ya está con todo. Incluso tuvo tiempo para divertirse, como en una jugada en el segundo set, cuando se entretuvo en un intercambio de dejadas con Kecmanovic para disfrute del público del Rod Laver Arena.

“Ha sido un muy buen partido, todo ha funcionado. Mionir había jugado muchos partidos a cinco sets y probablemente no estaba físicamente al 100%. Desde el principio sabía que tenía que moverlo, que llevarle al límite y ha salido bien”, analizaba Alcaraz al concluir el partido más completo en lo que va de Open de Australia.

“Estoy muy orgulloso de mi nivel, de no tener altibajos. Es algo en lo que estoy trabajando y hoy ha salido bien”, añadía el español, que desvelaba que la mayor exigencia de su entrenador, Juan Carlos Ferrero, es precisamente esa: que mantenga siempre la intensidad. De momento lo ha hecho. Alcaraz ya ha mostrado las piernas, el brazo derecho y la mirada de un campeón en Melbourne.

kpd