¿Es la Liga Endesa la mejor de Europa, la segunda mejor del mundo después de la NBA? O, mejor dicho, ¿lo sigue siendo? La puesta de largo de la ACB tuvo lugar el lunes en la sede madrileña de su principal patrocinador. A cuatro días de la Supercopa en Murcia -con un Real Madrid-Barça en la primera semifinal para abrir boca- y a dos semanas de la primera jornada, de repente se ha disparado un debate que parecía enterrado. Por obvio.
Fue un jugador random el que ha avivado el fuego y pronto le ha llegado la respuesta a Juan Toscano Anderson. Durante la celebración de la Copa Intercontinental en Singapur este fin de semana, el mexicano, parte del combinado de la liga de desarrollo de la NBA que perdió la final contra Unicaja (campeón de la Champions League de la FIBA) fue claro: «Creo que la G League es la segunda mejor liga del mundo y queremos demostrarlo». Después, mientras su equipo caía ante los de Ibon Navarro, intentó revitalizar a sus compañeros con un arenga en un tiempo muerto que no hizo otra cosas que hurgar más en la herida: «Nuestro sueño no es jugar en la puta ACB. Nuestro sueño no es jugar en la puta Euroliga. Nuestro sueño es jugar en la NBA y ganar cientos de miles de dólares. Lo que nos están haciendo es vergonzante, inaceptable».
Los tiempos del baloncesto global han ido acentuando una tendencia en las últimas décadas en cuanto a ligas domésticas, la del dominio abrumador, mediático, económico y deportivo, de la NBA. Ahí están las cifras, las estrellas y los sueños de los niños de todo el planeta. Y la G-League no es otra cosa que una de las puertas de entrada a ese cielo. Otro asunto es que esa competición que nació en 2001 con ocho equipos (ya va por 28) pueda mirar a los ojos a las grandes de Europa.
Dejando al margen la Euroliga (competición continental, con los mejores de las mejores ligas), la Liga Endesa sigue siendo las más potente a nivel doméstico de Europa. Así ha sido durante las últimas décadas -según el ranking que elabora cada temporada la web Eurohoops, por ejemplo- y así lo demandan los jugadores. Especialmente los de clase media. Porqué ahí es donde realmente se marcan las distancias con, por ejemplo, el campeonato turco, el italiano, el francés, el griego o el alemán, uno de los que está al alza últimamente. Atrás quedó la pujanza de la VTB rusa, cercenada por la invasión de Ucrania y el estallido de la guerra.
No es que la ACB esquive los problemas, desde su repercusión mediática al dominio tiránico que ejercen Madrid y Barça (de las últimas 14 ligas han ganado 12, de las últimas 15 Copas, 14). Pero sigue marcando tendencia en Europa e incluso a nivel global (pese al auge de competiciones como la japonesa o la australiana). Ayer, en su presentación en la sede de Endesa, sus protagonistas no tenían dudas en respuesta a ELMUNDO.
"Exigencia"
«Creo que es la mejor. Después de la NBA, obviamente, es un de las mejores ligas domésticas. Por el nivel, porque hay muchos equipos que te pueden ganar, como local o como visitante. Año a año va subiendo. También en Europa: este año ha sido el que más jugadores NBA se vinieron», admitía Facundo Campazzo, aunque bien es cierto que muchas de esas estrellas de vuelta acabaron en Panathinaikos (Cedi Osman), Olympiacos (Evan Fournier, Sasha Vezenkov), Efes (Jordan Nwora, Stanley Johnson) Partizan (Aleksej Pokusevski, Frank Ntlikina)... Su ex compañero Juan Núñez, ahora en el Barça tras dos años en la Bundesliga con el Ulm, compartía opinión: «Yo creo que sí. Pero no he vivido todas las ligas. De lo que he visto, sí es la mejor».
En idéntica línea Jean Montero, uno de los fichajes del verano (segundo máximo anotador del pasado curso), refuerzo para el Valencia. «Para mí es la primera. Me encanta la ACB, me siento cómodo. Es una liga que siempre te exige. Siempre tienes que estar concentrado y mantener la exigencia física y mental. Un día puedes meter 30 y otro cero», razona el dominicano. Y también otro base, Rafa Luz, del Morabanc Andorra: «Sólo tienes que ver los jugadores que quieren jugar en la Liga Endesa. Todos quieren estar aquí, buscan priorizar venir a España antes que a otros países». El brasileño apunta una de las claves, la económica: «Puede que un jugador top cobre más si es referente en un gran equipo de otro país, pero seguro que no va a ser tan competitivo ni tener objetivos colectivos tan importantes. Creo que de los 18 equipos ACB, 12 juegan en Europa. No hace falta decir nada más».