80-70 en el Palau
El base checo, escoltado por Vesely y Higgins, derriba la resistencia de uno de los grandes animadores del torneo (80-70).
La calidad de Tomas Satoransky (15 puntos, 16 de valoración) y las apariciones tan puntuales como oportunas de Jan Vesely (12 puntos, 20 de valoración) y Cory Higgins (12 puntos) fueron los argumentos a los que se agarró el Barça para lograr un más que trabajado triunfo frente a un tremendamente combativo Mónaco. Los visitantes, lejos de dejarse intimidar por el rival, llegaron a colocarse sólo a tres puntos de distancia de los locales en el último cuarto gracias, sobre todo, a la garra de Mike James (14 puntos, 15 de valoración) y los zarpazos lanzados por Jordan Loyd y Alpha Diallo, quienes acabaron el duelo cada uno con 13 puntos en su zurrón. [Narración y estadísticas (80-70)]
El Barça, inicialmente, supo sobreponerse a un arranque un tanto irregular, en el que el Mónaco llegó a ponerse brevemente por delante, gracias, sobre todo, a su acierto desde más allá de la línea de 6,75. Álex Abrines, autor de las dos primeras personales favorables para un rival que tuvo sus mejores argumentos en este primer periodo en Diallo y Okobo, se destacó en esta faceta, a la que sumaron también su granito de arena Satoransky y Kalinic. De nada le serviría al rival recortar a uno una máxima ventaja barcelonista de siete puntos. Los de Jasikevicius, pese a la rocosidad de su contrincante, acabarían por llevarse el cuarto por 24-18.
La tremenda combatividad de los visitantes quedaría aún más patente en un segundo cuarto en el que el Barça supo aprovechar su mayor efectividad ofensiva para compensar unas lagunas en defensa que no debieron gustarle nada a Jasikevicius. Jokubaitis revolucionó en gran parte el ataque azulgrana y Vesely se destacó castigando el aro rival.
La amenaza de James
El Mónaco, lejos de dejarse impresionar, quiso el acierto en los triples de Loyd y la entrega de John Brown para mantenerse lo más cerca posible en a pesar de la máxima ventaja de 12 puntos lograda por los locales (42-30). Con escaso éxito. A la postre, los azulgrana sabrían mantener su inspiración ofensiva para marcharse al descanso con una distancia aparentemente cómoda (50-39).
La efectividad en ataque barcelonista, no obstante, se resintió tras el descanso,a pesar de que llegaron a atesorar muy pronto una máxima diferencia de 15 puntos (56-41) tras dos triples consecutivos de Sanli y Abrines. El Mónaco, encomendado en gran parte a la garra de James, se las arregló no sólo para volver a estrechar las cosas, sino también para marcharse al último cuarto ocho puntos por debajo (65-57) y con unas sensaciones mucho mejores. Así lo demostrarían nada más arrancar unos últimos 10 minutos en los que al Barça le costó Dios y ayuda encontrar el camino de la canasta rival y en los que los visitantes llegaron a ponerse a tres puntos (65-62).
Los de Jasikevicius, quizás en el momento más delicado, lograron dar con la tecla para acabar con su aparente apagón ofensivo y volver a ponerse hasta 11 puntos por arriba. Gracias, sobre todo, a la inspiración de Satoransky y Higgins. El californiano, una vez más, insistió en demostrar que el balón no le quema en las manos cuando peor pueden pintar las cosas para los suyos. Los azulgrana, aunque con cierto suspense, acabaron por llevarse una al final más que trabajada victoria por 80-70 que les permite resarcirse al menos un poco del descalabro firmado en la Copa hace poco más de una semana.
