El club británico se pone último con cuatro puntos y corre peligro de descender a la Championship, algo que no ocurre desde 1951
Liverpool y Everton en el derbi de la ciudad.Peter PowellEFE
La Premier League ha sancionado al Everton con 10 puntos menos por saltarse el fair play financiero. La liga inglesa considera que el club de Liverpool se había sobrepasado el límite salarial durante los últimos tres años en más de 20 millones de euros y ha tomado esa dura e histórica determinación.
Esto comienza por una queja oficial de la liga que trasladó a una comisión independiente para su estudio a principios de año, según cuenta la propia Premier en un comunicado. El club de Liverpool admitió haber sobrepasado el fair play la temporada 2021/22, pero rechazó haberlo hecho en otros periodos.
Tras una vista el pasado mes de octubre, que duró cinco días, la comisión concluyó que el Everton había tenido pérdidas por 124,5 millones de libras, en torno a 142 millones de euros, cuando la propia liga solo permite 105 millones de libras, 120 millones de euros. Así que la comisión decidió sancionar con efecto inmediato al club con la pérdida de 10 puntos.
Esta rebaja sitúa al Everton con 4 puntos tras 12 jornadas, los mismos que el Burnley, que es el último clasificado. El club de Liverpool, que no pasa por su mejor temporada, podría así descender a Championship este año aunque la salvación, en estos momentos, se sitúa tan sólo a cinco puntos.
El Everton sólo ha descendido en dos ocasiones en toda su historia a Championship, o Segunda División inglesa, la última vez que ocurrió fue en 1951.
En el club, no piensan quedarse de brazos cruzados y ya han anunciado que recurrirán la sanción. En un reciente comunicado aseguran sentirse “consternados y decepcionados” por una sanción “desproporcionada e injusta”.
El Everton mantiene su inocencia y advierte de que ha sido “abierto y transparente”. No reconocen en absoluto la imputación de que “no actuaron con la máxima buena fe” y creen que la sanción impuesta por la comisión no es un reflejo “justo ni razonable de las pruebas presentadas”.
En el comunicado también mencionan que seguirán “con gran interés” las decisiones que se tomen en los otros casos abiertos relacionados con las Reglas de Beneficios y Sostenibilidad de la Premier League en clara referencia a las investigaciones que se están llevando a cabo respecto al Chelsea y al Manchester City.
Algo ha debido de ver Simeone para abandonar su clásico "partido a partido" en Champions. El técnico argentino dice que el objetivo en Europa es la final, aunque la primera valla fuera un Top 8, que certificaron ante un débil Salzburgo. Este Atlético se ve guapo y lo es. Tiene equipo e individualidades y no se despista ni ante los grandes ni ante los pequeños. Hizo cuatro, pero pudo caer alguno más.
No es baladí quitarse dos partidos europeos en un apretado calendario. El Cholo lo sabía y quiso salir con todo a por el encuentro. Lo hizo con un once que ya la parroquia se sabe de carrerilla salvo las obligadas ausencias y una actitud que no daba pie a las sorpresas. Un gol y dos disparos en cinco minutos. El tanto inicial, por cierto, fue para Giuliano, el primero en Europa para el hijo del técnico, que logró con un buen disparo cruzado tras un pase de Julián Álvarez.
El segundo llegó en los siguientes cinco minutos. Lo protagonizó, aunque no lo marcó el mismo jugador. Giuliano se adelantó a la salida de un lento Schlager y puso en bandeja el tanto para la llegada de Griezmann. El duelo estaba encarrilado y el top-8 asegurado. La noche se ponía de transistores y de chatgpt. Tocaba preguntar a la inteligencia artificial los posibles rivales del Atlético en este endiablado nuevo formato.
Lejos quedan las épocas de los Qarabags y otros débiles rivales que se encontraban, muchas veces, un equipo desconcentrado. La fiabilidad de este equipo está a prueba de bombas. Ganó lo obligatorio e hizo los deberes tras el titubeo inicial igualando su mejor racha de victorias seguidas en Europa con cinco.
Tras la primera media hora y con 0-2 en el marcador, el Salzburgo se quiso estirar hacia la portería de Oblak. El Atlético que conoce ambos oficios, el de la posesión y el de la contra, se siente igual de cómodo con cualquier papel que le asigne el encuentro. Así que era cuestión de esperar, con las flechas que tiene Simeone arriba, que los austríacos se confundieran.
Casi caza otra Giuliano en un balón rebotado en la que Schlager, esta vez sí, llegó antes que el argentino. Era el gran partido para el Cholito. Con gol, como le había pedido su padre en varias ruedas de prensa. Sin embargo, no le estaba saliendo a De Paul, acompañado de Koke en la medular por la sanción a Barrios, perdía demasiados balones el argentino y le costaba sujetar el centro del campo rojiblanco sin el físico del canterano y Gallagher.
Perdonó Griezmann en primera instancia el tercero antes del descanso tras una jugada de vértigo. El pie de Schlager impidió inicialmente el doblete del francés, que conseguiría solo unos minutos más tarde. Una contra de tres pases, de esas que tanto le gustan al Cholo, dio otra oportunidad al galo ante el portero del Salzburgo que aprovechó con un buen disparo cruzado.
Descanso a Julián
La segunda parte comenzó con un Salzburgo más respondón, como queriendo dar una última alegría a su parroquia, pero se le apagaban las ideas cuando pisaban el área de Oblak. Simeone, mientras, quiso dar descanso a su estrella, Julián Álvarez, que lo había jugado todo o casi todo. Y casi sin querer, justo después de los cambios, Llorente hizo el cuarto.
Volvió Sorloth a jugar con el conjunto rojiblanco tras tres duelos fuera por una lesión muscular. Se le vio activo y con ganas de continuar su racha goleadora, nueve goles en trece partidos, y la gran mayoría como suplente. Necesita Simeone al noruego para desatascar partidos como el último ante el Villarreal o los que vengan en esta Champions. Pero el equipo estaba más en contemporizar y de hecho encajó el de la honra del Salzburgo. El camino a la final va a ser duro y con muchos baches. Esa final a la que aspira Simeone. Esa en la que espera el argentino tener mejor suerte.
Son las 21.30 y los padres de Diogo José Teixeira da Silva, Diogo Jota, y André Silva abandonan el tanatorio de Puebla de Sanabria. La madre no puede contener el llanto, mientras que el padre aguanta serio la tragedia que ha sacudido a su familia hacía menos de 24 horas. Junto a ellos salen los coches fúnebres de dos jóvenes de apenas 28 y 26 años que jugaban al fútbol. A la comitiva la acompaña también el representante de Jota, Jorge Mendes, el único que brinda unas palabras a los medios allí apostados. "Todavía no me lo creo. Esro es muy, muy difícil", declara para, poco después, romper a llorar cuando sube a su vehículo.
Había sido una tarde dura en esta pequeña localidad zamorana de apenas 1.100 habitantes. Desde el tanatorio, situado al pie de las huertas medievales, se escuchan lamentos que quiebran el silencio cuando algún familiar de los fallecidos sale a hablar por teléfono o fumar un cigarro. En torno a cinco horas velaron a los dos jóvenes, mientras la burocracia seguía su lento curso para poder repatriar a los dos futbolistas, fallecidos en un terrible accidente en el fatídico punto kilométrico 63,300 de la A-52.
En el pequeño parking de tierra detrás del tanatorio se acumulan varios coches con matrícula de Portugal. Eran de los familiares que han venido a tomar conciencia de la tragedia. "Estamos esperando el permiso de repatriación, aún no sabemos donde será el funeral de los chicos", contaba uno de los trabajadores de la funeraria portuguesa a EL MUNDO, aunque ya se conoce que se celebrará en Gondomar, localidad en la que crecieron.
La instrucción la estaba llevando el Juzgado de Primera instancia de Puebla de Sanabria, cuya titular es Elena Rubio González. En la puerta del juzgado, mientras salía un trabajador de la funeraria con los papeles del deceso, estaban algunas señoras interesadas por lo ocurrido. Una de ellas contaba que era seguidora del Atlético de Madrid, club al que perteneció Diogo Jota durante dos años, aunque no pudo llegar a debutar oficialmente. "Qué pena que estos chicos hayan venido a morir aquí", lamenta.
Una pareja de la Guardia Civil, frente a los coches con los féretros de Diogo Jota y su hermano.CESAR MANSOAFP
Había sido un desafortunado accidente que está siendo investigado por la Brigada de Tráfico de la Guardia Civil, pero que llevará tiempo porque "la superficie quemada ha eliminado muchos de los indicios que podían indicar el motivo del siniestro", según confirmó el Instituto Armado. En el kilómetro 63,300 de la vía que une Pontevedra y Benavente se produjo, en sentido a la localidad zamorana, el trágico suceso.
A primera hora de la tarde aún quedaban los restos del siniestro. El frenazo en el carril derecho, una marca de unos 50 metros de largo, anunciaba la tragedia unos 100 metros después. En aquel punto de la mediana seguían los restos del Lamborgini Huracán esparcidos en un cerco de superficie quemada. Una aleta desprendida del coche que se salvó de las llamas dejaba el único resto que indicaba el color verde fluorescente de un coche que terminó reducido a cenizas, según la Guardia Civil. "Muy frustrante", expresaba un miembro del servicio de emergencias de la localidad sobre la asistencia que no pudieron brindar a los fallecidos.
Los restos mortales de los dos jóvenes fueron trasladados horas después del siniestro, tras confirmar su fallecimiento, al Instituto Anatómico Forense de Zamora para certificar su identificación y realizarle un análisis postmortem. El estado de los mismos obligó a realizar una prueba de ADN para confirmar sus identidades, aunque la matrícula del vehículo y los enseres personales que se pudieron salvar de las llamas ya apuntaban la identidad de las víctimas.
Mientras el mundo lloraba por la trágica pérdida del futbolista del Liverpool y su hermano, jugador del Pennafiel, de la Segunda División Portuguesa, los familiares esperaban impacientes el permiso que debía conceder la Delegación del Gobierno de Valladolid para repatriar los restos mortales de los jóvenes, que llegaría a última hora de la tarde.
Un viaje frustrado
Diogo Jota y su hermano se dirigían de vuelta a Inglaterra vía ferry desde Santander, según apunta la prensa portuguesa. El futbolista del Liverpool había asistido a la boda del compañero de selección José Sa y Raquel Jacob y al enlace de otro amigo en el norte de Portugal. Antes de partir hacia el ferry había almorzado con su mujer, Rute Cardoso, y sus tres hijos, de cinco y dos años y un bebé de meses, en Leça de Palmeira, cerca de la playa portuguesa de Matosinhos.
La idea era parar en Benavente a hacer noche y de ahí partir a la localidad cántabra a coger el ferry que les llevara a Inglaterra para conducir directos a Liverpool, donde el lunes el futbolista comenzaba la temporada con los reds. A Jota, que recientemente había sido operado de un problema pulmonar, le habían desaconsejado los médicos coger un avión por los problemas de la presurización de cabina. Al final, el drama le alcanzó a él y a su hermano en una carretera de la España despoblada.
Fue David Silva, el ex futbolista y no precisamente escandaloso en sus declaraciones, quien lanzó el dardo a la situación que vive la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en estos últimos tiempos. "La imagen que hemos transmitido fuera del terreno de juego es lamentable. Sentí vergüenza y no lo dudé ni un minuto".
Lo que no dudó ni un minuto el ex jugador canario es lo de unirse a la candidatura de Juanma Morales a presidir la Federación, que se presentaba este lunes en la Universidad Camilo José Cela en Madrid. Junto a él, también estarán otros jugadores profesionales como Luis Milla, Virginia Torrecilla y Amanda Sampedro.
"Esto no es la presentación de un candidato sino de una candidatura", lanzaba el propio Morales para poner en valor los nombres que componen su equipo entre los que también hay ex jugadores de fútbol sala como Julio García Mera, ex árbitros como Jose María García Aranda y hasta ex jugadoras de baloncesto como Raquel Ros. "Nos habeis tachado de locos o dicho que somos muy valientes, pero estamos convencidos de que un cambio es lo que necesita el fútbol", apuntaba Morales.
"Pasión y gestión" es el lema de su campaña, pero quizás esta segunda palabra es la que más valor adquiera respecto al currículum del propio Morales como directivo de Coca Cola, CEO del Grupo IFA y, además, presidente de Eurocommerce. "Juanma tiene una capacidad probada para navegar en dos niveles: lo internacional y lo local", presentaban al candidato y añadían: "También de escuchar a todos".
Con un programa de 40 páginas y más de 200 propuestas, Juanma Morales asegura que ha venido a "traer un cambio al fútbol, que lo necesita, y poner la RFEF a la altura de los deportistas que es donde siempre debió estar". "Quiero dignificar la máxima institución del fútbol español tanto en nuestro país como fuera de él", comentaba el candidato.
Sin querer valorar los diferentes escándalos que ha vivido la RFEF en los últimos tiempos, Morales no busca entrar en la institución "como un elefante en una cacharrería" y ha admitido que ha habido cosas que se han hecho bien como es la dirección deportiva. "Lo que parece manifiestamente mejorable es la gestión y la reputación", apuntaba. De hecho, el candidato ha expresado la importancia de mantener al seleccionador Luis de La Fuente porque "es el seleccionador de todos".
Basado en tres pilares: Buen Gobierno, Impacto Social y Desarrollo Económico, la candidatura de Morales quiere abanderar el cambio que, según él, han pedido las federaciones territoriales. "Hay bastantes que quieren el cambio y lo tienen clarísimo, pero el ser humano puede tener pánico a lo desconocido", apostillaba para luego añadir: "Si buscan una candidatura de consenso es la nuestra. Van a tener más recursos".
Avales
Las va a necesitar para obtener los 21 avales imprescindibles para estar presente en las elecciones a la Asamblea de la Federación que se realizarán el próximo 16 de diciembre. Unos comicios para los que no hay, todavía, ninguna candidatura alternativa y tiene a Pedro Rocha pendiente de si obtendrá la cautelar para poder concurrir, tras ser inhabilitado por el TAD. "Hemos trazado una línea entre el pasado y el futuro y sólo miramos hacia delante", declaraba Morales.
Con claro perfil empresarial, Juanma Morales quiere llegar a la Federación con referentes en gestión deportiva como Florentino Pérez, al que alaba su capacidad para exportar principios de la gran empresa al fútbol y tener éxito.
El candidato ha insistido mucho en la importancia de dotar de recursos al fútbol base para apuntalar el crecimiento del deporte, sobre todo en su vertiente femenina. Y ha concretado en que su gestión podría traer 100 millones de euros más para el año 2028, "en moneda futbolística construir más de 550 campos de fútbol".
Su otro gran reto será liderar la organización del Mundial 2030, por el que la FIFA se preocupó recientemente al no tener la RFEF cabeza visible. "La gestión de la Copa del Mundo es fundamental porque hace marca país", desarrollaba.