La Guardia Civil interrogó hace varias semanas al ex director financiero del FC Barcelona, Pancho Schröder, por los pagos a José María Enríquez Negreira. Según ha podido saber EL MUNDO, la Unidad Central Operativa (UCO) tomó declaración en calidad de testigo durante varias horas al responsable de las finanzas del club azulgrana durante la presidencia de Josep Maria Bartomeu para aclarar el protocolo interno que se siguió para abonar las facturas que expedía el ex vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA) y quiénes fueron responsables de materializar estas operaciones en el seno de la entidad.
Según fuentes próximas a las pesquisas que dirige el juez Joaquín Aguirre, Schröder explicó en detalle el protocolo de desembolsos existente en el FC Barcelona y desplegó una explicación técnica de la relación con los proveedores en el club catalán. Quien fuera el responsable financiero azulgrana contó a la Guardia Civil que en ningún momento advirtieron en su departamento que tras las sociedades Nilsad, Dasnil o Soccercam se encontraba el número dos del estamento arbitral y que se procedió al abono de las facturas por asesorías arbitrales al constatar que los contratos eran validos, vigentes y que el Área Deportiva del club confirmaba la recepción de los trabajos contratados.
La Guardia Civil requirió a este antiguo directivo por qué no saltaron las alarmas en el Departamento de Compliance al estar contratando con un dirigente arbitral en activo y Schröder indicó que dicho departamento se crea bajo la presidencia de Bartomeu y que al tratarse de una contratación muy antigua, que se remontaba a unas dos décadas atrás, y que en casos de renovaciones contractuales como esta los informes favorables de Compliance no eran una condición previa. Por lo que, abundó, el Área de Compliance no habría entrado a analizar estas empresas como sí lo hacía habitualmente con proveedores que se habían incorporado recientemente a trabajar con el club.
Nunca sospecharon de la empresa de Negreira
Schröder detalló la tramitación que siguen habitualmente los pagos a empresas externas en el Barça, subrayó que en su departamento se limitan a constatar que los trabajos se amparan en un contrato vigente, que los trabajos se han realizado y a librar los pagos. Asimismo, recalcó que el FC Barcelona facturaba en su época en torno a 1.000 millones de euros y que contaba con cientos de empresas proveedoras de servicios, por lo que en ningún momento las de Negreira les despertaron sospecha alguna.
Por último negó haber recibido indicación alguna del presidente del club en referencia a estos pagos; haber tenido contacto con Negreira o con su hijo, que también facturó al club; y aseguró haberse enterado de que el Barça lo había tenido contratado cuando estalló el escándalo hace más de un año.
El interrogatorio a Schröder se enmarca en la orden del juez a la Guardia Civil de determinar qué mandos del club tenían "dominio del hecho" sobre estas operaciones económicas. Tal y como reveló este diario, la intención del instructor del caso Negreira con la toma de testificales de mandos intermedios del club, pasa por determinar si amplía o reduce la relación de investigados al tiempo que pretende profundizar en la dinámica interna para averiguar si medió una orden de los presidentes para que los pagos a Negreira eludieran los controles internos de la entidad azulgrana.
No conocían el destino del dinero
El ex responsable financiero también aseguró desconocer el destino final del dinero cobrado por el ex número dos de los colegiados españoles, que como ha acreditado la investigación, sacó la mayor parte de los fondos de sus cuentas en efectivo.
El juez Aguirre mantiene en estos momentos como investigados en la causa a los ex presidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu así como a ex altos directivos como Óscar Grau al advertir indicios de un delito de corrupción deportiva. El instructor ya ha documentado que el Barça pagó en torno a ocho millones de euros a Negreira durante 20 años y sostiene que la intención del club era la de influir a su favor en los resultados deportivos.