El italiano celebra la victoria con su compañero Enea Bastianini detrás mientras Fabio Quartararo salva el Mundial con un tercer puesto
¡Ay!¡Uy!¡Ay!¡Uy!, y así vueltas y más vueltas, en una definición perfecta de este Mundial. Venció ‘Pecco’ Bagnaia en Malasia y durante toda la carrera hubo un compañero suyo, Enea Bastianini, que no quiso adelantarle. Ya pasó en Tailandia y en Australia. El dominio de Ducati esta temporada es directamente proporcional al espectáculo ofrecido. El título de campeón estaba en juego y apenas hubo tensión, adelantamientos, entretenimiento. Lo mejor: que el campeonato sigue vivo. Lo peor: que en la última carrera en Cheste, el domingo 6 de noviembre, será muy, muy, muy difícil que se dispare la emoción.
Los números están en contra de la incertidumbre. ‘Pecco’ Bagnaia aventaja con 23 puntos a Fabio Quartararo así que será campeón salvo desastre. Sólo habrá sorpresa si el francés gana y el italiano finaliza decimoquinto o peor. Una quimera. No tanto por el posible fallo de Bagnaia, una opción, los nervios siempre traicionan, ya le pasó a Valentino Rossi en 2006. Más por las dificultades de Quartararo, que no gana una prueba desde junio, que padece mucho en Cheste y que está avasallado por la superioridad de Ducati.
Este domingo en Malasia su éxito fue sobrevivir. Tres pilotos de Ducati se escaparon por delante, Jorge Martín, Bagnaia y Bastianini y Quartararo, después de adelantar a Marc Márquez, sólo tuvo una misión: escapar de más pilotos de Ducati, sobre todo de Marco Bezzecchi. Si le superaba, alirón de Bagnaia. Si le superaba, se acabó el año. Pero aguantó, aguantó el francés pese a su lesión en la mano y la caída por delante de Martín evitó un último favor de un compañero a Bagnaia. El Mundial está vivo, aunque al mismo tiempo ya casi, casi, casi no lo está.
“Ha habido nervios, ha habido nervios”, reconocía el director deportivo de Ducati, Paolo Ciabatti, en DAZN después de la tensión en el muro de la marca. Las cámaras enfocaban allí antes que a la pista: era más interesante. En un instante, a falta aún de siete vueltas, Bastianini rebasó tímidamente a Bagnaia y los representantes de Ducati enloquecieron para tranquilizarse poco después, con el regreso de Bagnaia al primer puesto. Luego, empezó la celebración. Y así hasta el domingo 6 de noviembre en Cheste.