La atleta castellonense Alba Cebrián Chiva, que defendía los colores del club de atletismo Celtíberas de Soria, ha fallecido este lunes en la UCI del hospital La Plana de Villarreal, tras sufrir el pasado jueves una parada cardíaca cuando entrenaba en la pista de atletismo de Vall dUxo.
Cebrián, de 23 años y natural de Les Alqueries, defendía desde hace tres años al Club Atletismo Celtíberas de Soria, de división de honor, en pruebas de 3.000 metros obstáculos, su especialidad, y en 1.500 metros.
“Todas las personas que formamos parte del Club Atletismo Celtíberas de Soria estamos desoladas por tener que comunicar el fallecimiento de nuestra compañera Alba Cebrián Chiva. Nos unimos a toda su familia en estos dolorosos momentos. Te recordaremos siempre Alba “, ha escrito el club en las redes sociales.
El Ayuntamiento de Soria también se ha sumado al dolor de su familia, amigos y compañeros de “zancadas” y ha transmitido un “abrazo sentido” a las celtíberas que “sabemos que mantendrán vivo su recuerdo eternamente”,
La atleta sufrió una parada cardíaca el pasado jueves cuando estaba realizando series en las pistas de atletismo de Vall deUxo.
Un médico que se encontraba cerca de la pista de atletismo fue el primero en atender a la joven atleta, a quien realizó un masaje cardíaco hasta que llegó la ambulancia del SAMU, cuyo equipo médico continuó con la reanimación cardiopulmonar avanzada y otras técnicas de soporte vital.
Los trabajos de reanimación dieron sus frutos y lograron revertir la parada, trasladando a la joven atleta hasta el hospital La Plana donde ha permanecido ingresada las últimas jornadas en estado muy grave, hasta el fatal desenlace.
En otoño Ana Peleteiro lo cambió todo, pero quiso cambiarlo todo, todo, todo, todo. Después de los Juegos Olímpicos de París 2024, dejó atrás a su entrenador en la última década, Iván Pedroso, y su casa de Guadalajara, para irse a su Galicia a prepararse con los consejos de su marido, Benjamin Compaoré. La mudanza, con razones profesionales y personales, ya era atrevida, pero la saltadora quiso llevarla más allá. A la misma pista, al mismo foso. De la mano de Compaoré, Peleteiro intentó modificar su pierna de batida, de la derecha, que había utilizado toda la vida, a la izquierda, para colmar así un viejo anhelo. Pese a que Pedroso lo desaconsejaba, Peleteiro siempre había pensado que con la otra pierna podría saltar más fácil y saltar más lejos y las primeras semanas le dieron la razón.
La que fuera bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 realmente volaba con su nueva técnica y soñaba con un futuro de marcas imposibles, quién sabe si más allá de los 15 metros. Pero empezaron los dolores en la pierna izquierda, la rodilla se quejó, y el doctor Pedro Guillén, especialista entre especialistas, mandó parar. Si quería seguir sana, tenía que volver a su batida de siempre.
Hace menos de un mes, aún curándose de esas molestias, Peleteiro regresaba a su técnica antigua en el Campeonato de España y triunfaba y se ganaba un lugar de privilegio en el Europeo indoor, donde este viernes (desde las 18.50 horas, Teledeporte) buscará el oro, pero al mismo tiempo se guardaba un secreto. Tiene que batir con la derecha como antes, pero ya no salta como antes. Si su estilo se basaba en unos brincos exagerados, arriba, muy arriba, ahora se impulsa sin coger altura. La revolución de Peleteiro se mantiene: consistir en volar bajo.
Peter DejongAP
"Estoy intentando saltar de forma más horizontal y mejorando de una vez por toda la técnica, que al fin y al cabo era algo que se me atravesaba desde hace años. La parte técnica es muy importante para ganar sobre todo en salud y longevidad. Benjamin es un crack planificando y confío mucho en su criterio. Las cosas están fluyendo muy bien y me encanta como entrenador", aseguraba este jueves, en la primera jornada del campeonato en Apeldoorn, Países Bajos, donde sólo hubo una final.
España, cuarta en el 4x400 mixto
En el nuevo relevo 4x400 mixto, España acabó cuarta por detrás de los Países Bajos de Femke Bol, de Bélgica y de Reino Unido. Fue un día con decepciones, como la eliminación de Mohamed Attaoui e Ignacio Fontes en los 1.500 metros y también con alegrías como la clasificación para la final de Esther Guerrero en los 1.500, de Jaime Guerra y Lester Lescay en la longitud y, claro, de Peleteiro en el triple salto.
Su clasificación fue breve. En el primer intento no consiguió el pase directo porque se dejó demasiada distancia en la tabla -36 centímetros-, pero en el segundo lo logró sin apuros. Campeona ya en el Europeo indoor de 2019 y subcampeona en 2021 -en la última edición estuvo ausente por maternidad-, pocas rivales parecen capaces de rebasarla. Con Patricia Mamona y Maryna Bekh-Romanchuk fuera de las pistas, su éxito depende de ella misma. Deberá observar a la turca Tugba Danismaz, campeona hace dos años, y a la finlandesa Senni Salminen, y esquivar sorpresas.
En todo caso, con su espíritu competitivo, parece más que preparada. "Estoy en un remanso de paz absoluto. Creo que la cabeza es un 80% y estar bien mentalmente me ha ayudado a estar bien físicamente. Me siento en el mejor momento de forma de toda mi carrera. Entreno todos los días al máximo y creo que aún no he tocado ni mucho menos mi techo", proclamaba Peleteiro en plena revolución.