Mbappé y un hattrick ante la sonrisa de Zidane y con el legado de su ídolo Cristiano en la cabeza

Mbappé y un hattrick ante la sonrisa de Zidane y con el legado de su ídolo Cristiano en la cabeza

Zinedine Zidane sonreía en la grada mientras Kylian Mbappé celebraba el 2-0 del Real Madrid. Ante el City. En Champions. En el Bernabéu. Se podría decir que era el sueño de ambos. El hombre obsesionado con aquel adolescente que crecía sin parar en el Mónaco. El entrenador enamorado del futbolista que se convirtió en icono en el PSG y en la selección de Francia. Zizou, porque así es el fútbol, lo vio desde su palco y no desde el banquillo, pero su sonrisa era la de todo el madridismo.

Ese 2-0 es, hasta ahora, el momento cumbre en la temporada del conjunto blanco más allá de la Supercopa de Europa y la Intercontinental. Una obra de arte que empezó en los pies de Courtois y terminó en un movimiento de cadera extraordinario de Mbappé ante Gvardiol. Una jugada en la que participaron todos los jugadores del Madrid menos Asencio y Ceballos y que culminó en el gol 1.100 del conjunto blanco en la Copa de Europa.

Cristiano Ronaldo había metido el 800 y el 900, Benzema el 1.000… Y quién mejor que Mbappé, nueva cara de esta década en Chamartín, para añadir su nombre a la historia del club.

Todo después de un 1-0 madrugador y tranquilizador, con un genial pase de Asencio y una vaselina perfecta de Mbappé, que abría el marcador para el Madrid por 12º vez en el curso: seis en Liga, tres en Champions y una en Copa, Supercopa de España e Intercontinental.

Un doblete para confirmar una racha sobresaliente del francés, que acumula cuatro partidos seguidos marcando y 12 tantos en los últimos 11 duelos disputados, 25 en todo el curso.

El primer triplete de Cristiano

Pero quería más. Cómo no va a querer más en la Copa de Europa alguien cuyo ídolo es Cristiano Ronaldo. Mbappé consiguió su primer hattrick con el Madrid en Champions, el tercero de su carrera tras los conseguidos ante Brujas y Barcelona, e hizo estallar la Castellana. El portugués anotó su primer triplete continental en octubre de 2012 contra el Ajax, con 27 años, tres después de fichar por el Madrid y nueve cursos más tarde de su debut europeo con el Manchester United. Mbappé lo ha logrado a los siete meses.

En el horizonte, acercarse a un legado continental casi imposible de igualar. Cristiano marcó tres goles o más en un partido de Champions en ocho ocasiones (una de ellas un póquer) y es el máximo goleador de la historia de competición con 140 tantos. El galo lleva ahora 55 y tiene 26 años. Le quedan temporadas suficientes por delante, pero el reto es mayúsculo.

Tchouaméni y Ceballos, imperiales

El duelo reflejó la continuación de la era madridista en manos de un Ancelotti pletórico, superior a Guardiola en lo táctico, en los nombres y en el ritmo del equipo a estas alturas de la temporada. El italiano recuperó a Rüdiger y devolvió a Tchouaméni al centro del campo. Al lado de ambos, Asencio y Ceballos, capitales en este momento del curso para el vestuario dentro y fuera del campo.

El canterano se ha ganado un hueco en el once y volvió a repetir una actuación colosal, secando a Marmoush, sustituto de Haaland, y mostrándose impoluto en cada corte. En el centro del campo, Ceballos volvió a demostrar que su nivel actual cambia por completo la temporada del Madrid. El conjunto blanco adolecía de juego en el primer tramo del curso, tenía talento en ataque con sus cuatro estrellas, pero le costaba un mundo la creación. El andaluz ha solucionado eso.

Entre Ceballos, Tchouaméni y Valverde, lateral pero también centrocampista en salida, movieron al Madrid a la perfección, cuajando el mejor partido del año ante un City incapaz. Los tres superaron el 90% de acierto en el pase.

El Madrid esperará ahora al sorteo de este viernes para saber contra quién jugará los octavos de final. Sólo dos opciones: Atlético de Madrid o Bayer Leverkusen, ambos con la vuelta fuera y con Bellingham sancionado para la ida.

kpd