La leonesa Marta García logró la medalla de bronce este viernes en los 5.000 metros de los Europeos de Roma, en los que además registró un tiempo de 14:44.04, récord nacional.
Marta García, de 26 años, refrendó su progresión deportiva en el momento clave, en la final de los 5.000 metros en el Estadio Olímpico de Roma, con una carrera perfecta.
La atleta española, pupila del alemán Thomas Dreissigacker, aguantó el ritmo de carrera durante gran parte de la prueba hasta que a falta de un kilómetro se marcharon en solitario la italiana Nadie Battocletti y la noruega Karoline Bjerkeli Grovdal. Entre ellas dos la que más entera llegó al tramo final fue Battocletti, que en la última recta cambió el ritmo y pegó un esprint para entrar en meta en solitario con 14:35.29, tres segundos menos que la noruega.
Marta García, por detrás, afrontó los últimos metros en una dura pelea con la neerlandesa Maureen Koster y la finlandesa Nathalie Blomqvist, alternándose entre la tercera y la quinta posición. En la última recta, por centésimas, la española fue la más rápida, que paró el crono en 14:44.04, por delante de Koster (14:44.46) y Blomqvist (14:44.72).
El tiempo de Marta García permitió a la leonesa, aunque afincada en Palencia, batir el histórico récord de 5.000 metros que poseía Julia Vaquero desde 1996 con 14:44.95.
“He pensado que las medallas estaban ahí, luego que no estaban, no he querido perder ninguna posición y al final sí se puede. El récord es un extra porque si no crees que puedes nunca lo haces. Estoy flipando. He visto mi 5.000 de Múnich 2022 y era otra persona. Era mi primer Europeo absoluto y estaba muy lejos de pensar en las medallas. Hoy sabía que si lo daba todo estaría satisfecha, fueran medallas o no, pero sabía que si daba todo había opciones”, dijo Marta García, al terminar la carrera.
La otra española en competición, la joven onubense María Forero, de 21 años, fue decimotercera con 15:19.69, récord nacional sub23.
"En el último kilómetro estaba desesperada por parar y caminar, pero sabía que no podía hacerlo o no lo lograría". Esa frase de Jasmin Paris, una ultra corredora de 40 años que ha hecho historia en la Barkley Marathon, es la que define perfectamente el reto mental y físico que tiene esta prueba de ultra trail.
Paris consiguió completar esta carrera en 59 horas, 58 minutos y 21 segundos. La primera mujer que se cuela en el límite de 60 horas, única obsesión de quien toma la salida. Alcanzar la meta, hasta entonces sólo al alcance de 19 hombres, fue su hazaña. 99 segundos más tarde y no lo hubiera logrado. Ese pensamiento le hizo continuar para no tener que "empezar todo de nuevo".
"Los últimos 100 metros no podía ver nada, estaba todo borroso", cuenta la británica, habitante de Midlothian (Escocia), que tuvo que recorrer cinco vueltas de 32 kilómetros con un desnivel de unos 18.000 metros, una distancia similar a subir dos veces el Everest desde el nivel del mar. La carrera se desarrolla en el Parque Estatal Frozen Head del estado de Tennessee, con un recorrido que cambia cada año.
De hecho, los participantes deben encontrar entre nueve y 14 libros en todo el itinerario de los que arrancan una página para demostrar que han completado todas las partes del mismo. Lo hacen por un terreno inhóspito de zarzas y montañas. Los brazos de la británica, totalmente inundados de arañazos, son una buena muestra de ello. "Es como si te estuvieran cortando en un loop sobre las mismas cicatrices", contó a BBC News. Para rematar, a lo largo del recorrido sólo hay dos puntos de hidratación.
La ocurrencia de Cantrell
Jasmin Paris llevaba tres años intentando terminar una carrera en la que sólo participan 35 corredores al año y en la que conseguir plaza es una auténtica casualidad del destino. Debes tener la suerte de que respondan con una especie de pésame a tu mail de inscripción. De hecho, por seguir con esa incertidumbre incentivada por uno de sus creadores Gary Lazarus Lake Cantrell, ni siquiera se conoce el momento exacto de la salida, sino que la carrera empieza cuando Cantrell se enciende su famoso cigarro, una hora después de un toque de corneta. Una locura.
Un momento de Paris en la carrera.MARCA.
La idea de este evento parte de Cantrell y de su socio Karl Henn a raíz de la fuga de James Earl Ray, el asesino de Martin Luther King Jr, de la penitenciaría estatal de Brushy Mountain en 1977. El reo consiguió eludir a la Justicia durante 55 horas en las que se alejó unos 20 kilómetros de la prisión. Cantrell dijo en alguna ocasión, con bastante sorna, que él podría haber realizado 100 millas (160 kilómetros) en ese tiempo. Y ahí nació todo.
Jasmin tardó algo más, pero consiguió una meta personal tanto para ella como para "todas las mujeres del mundo", según admitió, y no sólo las corredoras. Dice que esto puede ayudar a cualquier mujer que quiera realizar algo y no encuentre la confianza para hacerlo. "La idea de inspirarlas para creer en ellas es gigante y especialmente a las más jóvenes, a las que es complicado conseguir que se interesen por el deporte", confesó.
Paris es, además, madre de dos niños, y la crianza de uno de ellos fue otro de los hechos que la hizo entrar en los libros de historia. En 2019, la británica batió el récord de la Montane Spine Race, otra de las carreras más duras del mundo, tras aprovechar los parones de avituallamiento para extraerse leche para alimentar a Rowan, su bebé de 14 meses. Recorrió 430 kilómetros en 83 horas, 12 minutos y 23 segundos, rebajando en 12 horas el anterior récord.
Paris, exhausta tras hacer historia.MARCA
El libro de historia de esta veterinaria e investigadora de la Universidad de Edimburgo continúa abierto. Su idea es seguir con retos como la carrera por los picos de las islas escocesas en mayo (160 millas por mar y 60 por montañas) o el Tor des Géants (330 kilómetros en 150 horas) en Italia en septiembre. Hasta entonces se conforma con recoger a sus hijos de la guardería y descansar.
EFE
Johannesburgo
Actualizado Viernes,
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