El Manchester City se miró al espejo y, por primera vez en la temporada, se reconoció. Apareció para descoser al Newcastle el equipo arrollador y letal capitaneado esta vez por Omar Marmoush. El egipcio, recién llegado a la Premier, mostró galones con un hat-trick en 14 minutos que puso cuesta abajo el partido.
Sólo jugó ocho minutos ante el Real Madrid y fueron para ver cómo su equipo perdía la ventaja en los instantes finales del partido y se veía abocado a otra derrota, el sino que marca la temporada que a él no le pesa. Acaba de llegar al Etihad y no tiene lastre mental. Le costó solo media hora encarrilar un duelo que, aunque en otras temporadas podría darse por liquidado, en esta, para tortura de Guardiola, nunca parece que haya ventaja suficiente.
El egipcio comprobó que nada le costaba quebrar a la defensa del Newcastle y avisó con un disparo por encima del larguero. El siguiente balón que pasó por sus botas acabó en el fondo de la red. Lo vio Ederson y le puso una asistencia para que se colara a la espalda de la defensa, el ganara el duelo a Trippier con solo buscar mejor el bote de la pelota y la picó por encima de Dubravka. Bello primer gol en Premier League, que no fue suficiente. Explotó el filón de medirse con el lateral apenas cinco minutos después. Esta vez la asistencia fue de Gündogan, un pase filtrado entre defensas para que se hiciera hueco y cruzara un disparo imparable.
Desató entonces el City un vendaval ofensivo bajo el equilibrio que en el centro del campo le dio Nico González. Era la pausa que necesitaba un equipo que no tenía en el campo a dos de sus baluartes en defensa: Ruben Dias y Akanji, diez semanas de baja por una lesión en el aductor que le lleva al quirófano. También protegió Guardiola a Ake y a Grealish para el duelo en el Bernabéu o la visita del Liverpool el próximo domingo.
Nadie los echó en falta en los primeros 25 minutos, como tampoco a Haaland, que apareció para poner un centro buscando a Foden que casi se mete en propia puerta Burn para desesperación de un Newcastle que apenas pudo pisar área rival. A la media hora emergió un gris Isak para aprovechar un error de Gvuardiol que acabó un disparo demasiado cruzado que se paseó por la portería ante la mirada de Ederson.
Lejos de dar un paso atrás, el City creció aún más por la orilla de Savinho, convertido en un puñal imparable para Lewis Hall. El brasileño se coló hasta la línea de fondo y servir el tercer gol a Marmoush, que apareció en el corazón del área sin que nadie le detectara.
En el descanso quiso Eddie Howe activar a las urracas fortaleciendo el lateral derecho, con Livramento por Trippier, y el centro del campo. Logró que se estirara su equipo y que el tiro de Milley retara a Ederson, pero sin conseguir discutir el mando del partido.
El susto de Haaland
El Newcastle fue capaz de hacer ningún daño, más bien se le vio aliviado porque los locales frenaron su ímpetu. Levantaron el pie recostados en un marcador muy favorable, en un dominio claro e indiscutido que redondeó Mcatee en el minuto 83 rebañando al segundo palo una peinada de Haaland en un saque de córner.
Ya podían permitirse poner la mente en el reto Champions cuando el noruego dejó sin respiración a todo el estadio: sin contacto pero en un giro se tiró al césped con la mano en la rodilla. Fue atendido y volvió en pie sin cojear, pero Guardiola lo sacó del campo. En una temporada donde la suerte no ha estado de cara, no iba a tentarla.