El jugador de los Dallas Maverics Luka Doncic es la última estrella del deporte norteamericano al que roban en su casa, según comunicó, Lara Beth Seager, socia del base esloveno a varios medios de comunicación, este sábado. Seager dijo que no había nadie en casa en el momento del incidente la noche del viernes, y Doncic presentó un informe policial.
Se robaron joyas valoradas en aproximadamente 30.000 dólares, informó el diario Dallas Morning News, según un informe policial interno que obtuvo.
Doncic, de 25 años, originario de Eslovenia, es el sexto deportista profesional conocido en Estados Unidos cuya casa ha sido robada desde octubre. Entre ellos están los destacados quarterbacks de la NFL, Patrick Mahomes de Kansas City y Joe Burrow de Cincinnati, junto con el tight end de los Chiefs, Travis Kelce.
Los otros fueron el alero de los Bucks de Milwaukee, Bobby Portis, y el base de los Timberwolves de Minnesota, Mike Conley Jr.
La NFL y la NBA emitieron alertas de seguridad a sus jugadores después de los robos, algunos de los cuales ocurrieron cuando los jugadores estaban fuera con sus equipos para juegos de visitante.
La alerta de la NFL indica que las casas de los deportistas profesionales de varios deportes se han convertido en “objetivos cada vez más frecuentes de robos por grupos organizados y hábiles”.
Burrow lamentó la pérdida de privacidad al tener que reconocer que fue víctima de un robo.
El incidente en la casa de Doncic ocurrió dos días después de que el jugador que ha sido cinco veces All-NBA sufrió una lesión en la pantorrilla izquierda en la derrota el día de Navidad contra los Timberwolves. Se espera que la lesión mantenga a Doncic fuera de las canchas durante aproximadamente un mes.
Los Boston Celtics conquistaron este lunes el título de la NBA tras derrotar a los Dallas Mavericks por 106-88 (4-1 en la serie) y sellar su anillo número 18.
Los Celtics son ahora el equipo con más títulos de la historia de la NBA ya que este nuevo éxito les permitió desempatar con sus eternos rivales: Los Angeles Lakers (17).
Los de verde no ganaban un anillo desde 2008 cuando Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen alcanzaron el número 17 venciendo precisamente a los Lakers.
Dieciséis años después, la legendaria franquicia de Bill Russell, Larry Bird, Red Auerbach y muchos otros mitos del baloncesto ya tiene a nuevos dioses para su panteón con un conjunto liderado por Jayson Tatum y Jaylen Brown (MVP de estas Finales) que, del principio al final de la temporada, ha sido el imparable dominador de la liga.
Primeros del Este con el mejor balance de la NBA (64-18), los de Joe Mazzulla aplastaron a todos sus rivales de conferencia y tampoco dieron opción en las Finales a los muy meritorios Mavericks de un Luka Doncic con un físico tremendamente castigado.
El anillo supone además la ansiada redención de los "Jays", que habían llegado cinco veces a la final del Este y una a las Finales -sin contar esta- quedándose siempre al borde de la gloria, sobre todo en aquellas perdidas ante los Golden State Warriors en 2022.
Nunca más tendrán que escuchar las críticas que aseguraban que no estaban preparados para brillar en los momentos más importantes.
Quinteto
Al lado de Tatum y Brown, los Celtics han disfrutado del quinteto más completo y apabullante de la temporada.
Kristaps Porzingis -quien regresó este lunes tras perderse dos partidos por lesión- y Jrue Holiday fueron dos fichajes de lujo y un Derrick White multiusos redondeó ese heroico quinteto ya inolvidable.
Desde el banquillo, el primero en salir siempre fue otro de los grandes protagonistas de esta velada apoteósica: el dominicano Al Horford, que a sus 38 años y tras 17 temporadas por fin tocó el cielo de la NBA.
Porzingis celebra con champán el 18º anillo de los Celtics.AP
Ese espléndido juego colectivo apareció en su plenitud en el definitivo encuentro : Tatum rozó el triple-doble en su mejor partido de las Finales (31 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias); Brown consiguió 21 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias; Holiday aportó 15 puntos y 11 rebotes; White sumó 14 puntos y 8 rebotes; Horford logró 9 puntos y 9 rebotes. Y también el rebote de equipo (51 por 35) y la defensa estuvieron a la altura (29,7 % en triples de Dallas).
Los Mavericks, que extendieron a 0-157 el balance histórico en la NBA de equipos con 3-0 en contra (nadie jamás lo ha remontado), acabaron con sabor amargo una campaña por otro lado fantástica en la que Doncic e Irving volaron de la mano, Dereck Lively destacó como novato y los fichajes de Daniel Gafford y P.J. Washington les permitieron reinar en el Oeste.
Rotundamente inferiores a estos majestuosos Celtics a lo largo de la serie, los Mavericks contaron en su despedida con 28 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias de Doncic mientras que Irving volvió a apagarse en Boston con solo 15 puntos y 9 asistencias.
Gloria de verde
Como niños temblorosos el primer día de escuela entraron al partido los dos conjuntos. Los nervios, las imprecisiones y los errores se acumularon sin pausa en un primer cuarto más emocionante que brillante.
El TD Garden, con un ambiente extraordinario, era un volcán verde desde mucho antes del salto inicial. Pero su erupción llegó al máximo con la entrada de Porzingis, recibido ya como un auténtico héroe de Boston pese a estar claramente mermado.
Sin apenas rastro de Doncic (5 puntos) y con Irving perdido en combate (0), Josh Green dio oxígeno a los Mavericks con dos triples.
Pero en medio de la incertidumbre y las manos vacilantes emergieron Brown y Holiday, con 6 puntos cada uno y un rabioso compromiso defensivo. Precisamente esa dureza atrás y varios contraataques seguidos propulsaron a los locales con un sensacional parcial de 9-0 para cerrar el primer cuarto con la moral en alto (28-18).
El segundo periodo fue el de ajustar cuentas pendientes: si Boston no había brillado en los triples hasta ahora y a Tatum le faltaba explotar en anotación ambas cosas se dieron la mano en ese cuarto.
Tatum se lució con 12 puntos y un tramo pletórico y los Celtics maravillaron desde el perímetro con un gran 7 de 11 en triples hasta anotar 39 puntos solo en ese segundo capítulo.
Los Mavericks empezaron a derretirse sin que sus estrellas pudieran remediarlo y la puntilla la puso Payton Pritchard en uno de esos momentos mágicos de la NBA: el pequeño base deslumbró con un triple sobre la bocina y desde el centro del campo, exactamente idéntico al alucinante tiro que ya había clavado en el segundo partido en esas condiciones imposibles.
Con 67-46 y todo a favor se fueron los Celtics al vestuario. Tatum (16 puntos y 9 asistencias), Brown (15 puntos) y Holiday (11) marcaron el paso mientras Derrick Jones Jr. (10 puntos) era el sorprendente máximo anotador de unos Mavericks huérfanos de Doncic (9 puntos) e Irving (5).
No había indicios de que los Mavericks pudieran orquestar una remontada ni que pudieran acercarse a su magnífico nivel del cuarto partido.
Ni siquiera un mal tercer cuarto de los Celtics (29,2 % en tiros) les permitió estrechar una diferencia que ya no bajó de los 17 puntos por mucho que Doncic lo intentara con 9 puntos en ese periodo.
El último cuarto arrancó con un incontestable 86-67 y los fans de Boston ya solo tuvieron que descontar los segundos para lograr el anillo 18 en una memorable noche de gloria verde.
Los Dallas Mavericks, en uno de los movimientos más impactantes de la historia de la NBA, han decidido este sábado de madrugada traspasar a su gran estrella, Luka Doncic, a Los Angeles Lakers de Lebron James. La operación, a tres bandas, implica la salida no sólo del esloveno, sino también de Maxi Kleber y Markieff Morris hacia California. A cambio, el equipo de Texas recibirá a Anthony Davis, se hará con Max Christie y una selección de primera ronda del draft de 2029. Además, y según ESPN, que adelantó la decisión, los Utah Jazz recibirán a Jalen Hood-Schifino, una selección de segunda ronda de los Clippers de 2025 y una selección de segunda ronda de los Mavericks de 2025.
La decisión, en mitad de la noche, ha provocado un terremoto, especialmente en el entorno del ex jugador del Real Madrid, de apenas 25 años y que ha hecho toda su carrera en EEUU en el mismo equipo. Según han podido verificar medios especializados, Doncic no había pedido irse, y de hecho estaba negociando una extensión de su contrato de cinco años por una cifra descomunal, casi 350 millones de dólares. Sin embargo, los Mavericks, en un giro completamente inesperado, han decidido que el futuro de la franquicia no pasa por las manos de uno de los pocos jugadores que podría ser MVP en un futuro próximo. Y, con una crítica nada velada a su estilo de juego que prima la parte ofensiva, afirman que ahora tienen más oportunidades de ganar.
"Creo que la defensa gana campeonatos", señaló el director general de los Mavs, Nico Harrison, a ESPN, explicando su motivación para cambiar a Doncic por Davis. "Conseguir un pívot entre los mejores defensores de la liga, un all star con una gran mentalidad defensiva nos da una mejor oportunidad. Estamos preparados para ganar ahora y en el futuro", afirmó el ejecutivo.
Doncic ha sido informado por el club cuando estaba cerrado el traspaso, lo que implica su salida inmediata. El equipo no estaba satisfecho con su estado de forma, las continuas lesiones y lo que consideran una falta de compromiso y de disciplina para hacer los cambios necesarios, incluyendo en su alimentación. Y querían a Davis casi a cualquier precio. Shams Charania, el autor de la exclusiva, ha explicado que según todas sus fuentes, ni Doncic, todavía en shock, ni Davis ni Lebron tenían idea de la operación.
El esloveno sólo lleva jugados 22 partidos esta temporada debido a una amplia variedad de lesiones. Se ha dañado dos veces el gemelo izquierdo desde que regresó a Dallas antes del campamento de entrenamiento a fines de septiembre, y lleva fuera prácticamente desde Navidad.
Según recopila el portal deportivo de cabecera, "si bien Doncic estaba relativamente esbelto según sus estándares cuando se presentó al campamento, su peso se disparó a 120 kilos a principios de esta temporada". Se perdió cinco partidos a finales de noviembre, cuando los Mavs lo incluyeron en la lista de lesionados por un esguince en la muñeca derecha. Una baja similar a la de principios de la temporada 2022-23.
"Un reproche a Doncic"
La ventana de fichajes se está cerrando y aunque no había rumores sólidos, algunos comentaristas habían barajado la posibilidad de que Doncic hiciera las maletas, pero pensando en destinos como San Antonio, para formar dupla con una de las estrellas jóvenes, Victor Wembanyama. Ahora formará equipo con James, que en sus últimos compases quiere volver a ganar un anillo. Ambos son los dos únicos jugadores que han promediado 20 puntos, cinco rebotes y asistencias en todas sus temporadas. A sus 40 años, el jugador franquicia de los Lakers está promediando casi 24 puntos, 9 asistencias y más de siete rebotes, y sólo se ha perdido tres partidos de los primeros 47.
"No se trata de los Lakers, ni siquiera de LeBron. Se trata de los Mavs y Doncic... Uno de los traspasos más grandes e impresionantes en la historia de la liga... Mi teléfono explotó esta noche. Esto es básicamente un reproche a Doncic. Los Mavs dicen que no creen que puedan ganar con él por la defensa, su estado físico, su incapacidad de concentrarse en los momentos más importantes. Luka estaba comprometido con los Mavericks y son ellos los que están tirando del enchufe, Ni siquiera obtuvieron el paquete completo de los Lakers, que se reservan una selección de primera ronda en el draft. LeBron ha soñado con esto", ha valorado Brian Windhorst, uno de los analistas de referencia de la liga.