GP de Japón
Ocho años después de la muerte del joven piloto francés, la irrupción de otro tractor tras el accidente de Sainz provoca la ira de Gasly, Pérez y Vettel.
El empapado asfalto de Suzuka complicó la salida del GP de Japón y en plena recta, poco después de abandonar los tacos, Sebastian Vettel se marchó por la hierba tras un ligero contacto con Fernando Alonso. Los neumáticos intermedios no parecían suficientes para que los coches mantuvieran el control y Carlos Sainz sufrió un trompo a su llegada a la curva 12 que propició su abandono en la primera vuelta. Con el Ferrari detenido en una zona peligrosa para el resto de competidores, la situación empeoró aún más, por lo que el director de carrera ordenó la salida del safety car.
En el momento en que aparecieron las banderas rojas en pista, una grúa salió de forma precipitada al asfalto para retirar el SF-75 de Sainz. En ese momento, Pierre Gasly aparecía por la zona, pasando muy cerca del vehículo extractor, en una escena que trajo a la memoria la tragedia de Jules Bianchi, fallecido en 2014 tras un incidente similar en este mismo circuito.
El SF-75 de Sainz había arrancado una valla publicitaria que terminó llevándose por delante Gasly. Camino de los boxes, con la idea de retirar tan pesado impedimento, el francés lanzó un furioso mensaje por radio. “¡Esto es inaceptable! ¿Qué ha pasado? No puedo creerlo”, exclamó el piloto de AlphaTauri. Y su indignación fue compartida por algunos compañeros de parrilla.
Investigación a Gasly
Sergio Pérez, ganador el pasado domingo en Singapur, envió otro mensaje similar a Hugh Bird, su ingeniero de pista. “¿No está claro que no queremos ver nunca una grúa en la pista?”, preguntaba el mexicano de Red Bull. A las críticas se sumaba Vettel. “La próxima vez deberían informarnos si hay un maldito tractor en la pista”, comentó el tetracampeón mundial.
Pese a estas evidencias, la primera reacción de la FIA fue abrir una investigación a Gasly. A juicio de los comisarios, “durante el periodo de bandera roja, el coche 10 alcanzó velocidades de hasta 250 km/h a su paso por el lugar del accidente”.
El parón en Sukuza, que se prolongó durante más de una hora, sirvió también para que Philippe Bianchi enviase un crudo mensaje en sus redes sociales. “No hay respeto por la vida del piloto. Ningún respeto por la memoria de Jules. Increíble”, comentó el padre del que fuera gran esperanza del automovilismo francés.