Caso Negreira
La Federación admite que un árbitro no ha colaborado con la investigación interna que ha puesto en marcha, desvela que UEFA le ha pedido información y dice que se personará si el caso se judicializa.
La puesta en escena fue digna de la gravedad de las sospechas. En un auditorio Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de las Rozas completamente repleto, el Secretario General de la Federación Española (RFEF), Andreu Camps, y el Presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Luis Medina Cantalejo, acompañados por más de 200 árbitros y árbitras, en activo y retirados, intentaron explicar este jueves la postura oficial sobre el caso Negreira. Un golpe de efecto que dejó un titular y que apunta al Gobierno.
“Esta Federación ha tenido conocimiento de que existiría una persona que, conociendo los hechos, no los denunció cuando tenía responsabilidades gubernamentales. Estamos estudiando presentar una denuncia o querella”, afirmó Andreu Camps, que no quiso detallar más. Desde ese momento, todos los nombres de los últimos Secretarios de Estado para el Deporte sobrevolaron la sala. Un periodista dio un paso más y preguntó a Camps por un nombre concreto: el de Albert Soler, que fue Director General de deportes del CSD (Consejo Superior de Deportes) desde 2008 hasta 2011, que llegó a ser durante seis meses Secretario de Estado en ese 2011, que después ocupó diversos cargos importantes en el Barça (2014-2021) y que entre 2021 y este mismo enero estuvo, de nuevo, en el CSD. “No daré ningún nombre”, insistió Camps ante la pregunta, directa.
Para saber más
Pero si hubo un nombre señalado durante toda la comparecencia, sin pronunciarlo, fue el de Xavier Estrada Fernández, el árbitro del VAR que de motu propio se ha querellado contra el ex número dos de los colegiados, José María Enríquez Negreira. “Todos los árbitros menos uno han contribuido a la investigación interna, aportando informes y datos. Un árbitro no ha contribuido, pese a que se la requerido por escrito. Nada aportó ni contestó en los dos plazos, desafortunadamente. Se está estudiando cómo proceder”, manifestó el número dos de Luis Rubiales en la Federación. “Tenéis que estar tranquilos. Como en cualquier vestuario, siempre hay alguien que prefiere posturas egoístas. Se publicó lo que habíamos dicho. Alguien la filtró”, denunció el presidente del CTA.
La Federación, por medio de Camps, se afanó en mostrar los detalles de la investigación interna que pusieron en marcha al día siguiente de conocerse los hechos del caso Negreira. Ha contado el secretario general que las conclusiones de esa investigación, ahora en manos (una vez recabados todos los datos) de su departamento de Integridad, serán puestos a disposición de cuantas instituciones los reclamen, y ha citado directamente a la Agencia Tributaria (organismo que originó todo con su investigación a las empresas de Negreira), a la Fiscalía, que espera la admisión o no a trámite de la querella de Estrada Fernández, y hasta a la UEFA. “UEFA nos ha pedido información acerca de este caso”, reveló Camps, sin explicitar que eso podría ser una puerta abierta a un castigo deportivo al Barcelona, pues en la jurisdicción UEFA no impera la Ley del Deporte española, que considera prescrito todo lo ocurrido.
La Fiscalía, de hecho, preguntó a la Federación por el sistema de designación de árbitros para los partidos. Eso ocurrió en junio y octubre del año pasado. Hacienda, un año antes, en 2021, también requirió información sobre el sistema de retribución del CTA. Todas las peticiones de información fueron satisfechas. “Ahora sabemos los motivos de aquellas peticiones”, dijo Camps.
A las 13.59 horas comenzó el desfile de árbitros y árbitras, la mayoría en activo pero también retirados, más de 200 en total, ocho minutos después comenzó el acto. Se trataba de intentar hacer imperar la honestidad sobre un colectivo al que el mayor escándalo de la historia del fútbol español ha puesto, todavía más, bajo el foco. “Es el día más triste de la historia del arbitraje. Con esto transmitimos imagen de unión”, afirmó un Medina Cantalejo que se llegó a emocionar cuando pronunció: “Soy nieto, hijo y padre de árbitro y no soy corrupto. Y vosotros tampoco. Vamos a luchar hasta el final para que esto se aclare”.