La Unidad Antisecuestros y Extorsión de la Policía Nacional de Ecuador ha logrado liberar al conocido futbolista Pedro Pablo Perlaza en tiempo récord, tras su secuestro el pasado domingo. El antiguo lateral derecho de la sección tricolor fue entregado a su familia en el comando policial de Esmeraldas, tras una operación en la que también obtuvo la libertad su amigo Juan Carlos Morales, conocido como Loco Abreu.
El comandante regional de la Policía, Diego Verastegui, aseguró que sus unidades ingresaron en el lugar donde permanecían secuestrados “fueron recibidos a bala por los delincuentes, nuestros agentes respondieron y huyeron del lugar. Lo más importante era sacar con vida a los dos futbolistas, y ahora se los entregamos a los familiares y a la sociedad”.
La policía ecuatoriana peina la zona donde permanecían secuestrados, ya que están convencidos de que hirieron a los delincuentes durante el enfrentamiento armado.
Perlaza, Morales y sus familiares no pudieron contener las lágrimas durante el reencuentro. Ambos fueron golpeados por los secuestradores. PPP, como también era conocido el lateral derecho que jugó en el Barcelona, Liga de Quito e Independiente del Valle antes de recalar en su actual equipo, Delfín Sporting de Manta, portaba una gorra de la Policía y vestía una camiseta blanca ensuciada.
El secuestro de Perlaza conmocionó a un Ecuador sobrecogido por la guerra desatada por el narcotráfico contra el Estado. El país andino, un tradicional destino turístico en América del Sur, se ha convertido en uno de los más peligrosos del mundo desde que las múltiples bandas locales, aliadas a los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, multiplicaran el narcotráfico, la industria del secuestro y la extorsión.
El presidente Daniel Noboa decretó a principios de año el “conflicto armado interno”. Casi un año después hay zonas del país que permanecen bajo estado de excepción y con toques de queda nocturnos.