La extraña fascinación de Indurain por el desierto: “Lo pasas mal y a la vez quieres volver”

La extraña fascinación de Indurain por el desierto: "Lo pasas mal y a la vez quieres volver"

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Las dunas, los tramos de piedra, la montaña, los contrastes del desierto en su extensión inabarcable, con 600 kilómetros y 7.000 metros de desnivel acumulado repartidos en seis etapas. El menú de la Skoda Titan Desert 2024, que atravesará Marruecos, ha vuelto a convencer a Miguel Indurain, que tomará la salida al frente del equipo Kosner – Saltoki Home, donde también figuran ciclistas de la talla de Óscar Pereiro, Luis León Sánchez, Sylvain Chavanel y Pruden Indurain. “Será mi primera participación en la categoría de más de 60, pero mi objetivo será intentar acabar y disfrutar del equipo. Con no pasarlo muy mal, ya me vale”, aseguró el pentacampeón del Tour durante la presentación del equipo en Madrid.

¿Por qué ha vuelto Indurain si en 2023, tras alcanzar la meta, prometió que una y no más? “Aún no lo sé a ciencia cierta. El caso es que hicimos una cena de fin de año con el equipo y a la semana, nos volvimos a apuntar todos”, explicó Miguelón, fascinado por los inhóspitos paisajes del Sáhara y por la convivencia en el pelotón “para que todo el mundo acabe”.

La Titan Morocco, donde se bordean los límites físicos y mentales, arrancará el 28 de abril en Boumaine Dades y pondrá su punto final en la tradicional meta de Maadid el 3 de mayo. “Será una edición con un poco de todo, con presencia en la cordillera del Atlas, dunas y alguna novedad en cuanto a los avituallamientos”, avanzó Cristian Llorens, máximo accionista de la Titan World Series. Ima aventura que trasciende los límites deportivos para convertirse en un viaje interior, donde los valores de compañerismo pesan sobre los demás.

“El GPS no va conmigo”

“Lo pasas mal y a la vez quieres volver. A ver si este año encuentro el motivo de apuntarme de nuevo”, adelantó Indurain, consciente de sus limitaciones sobre el abrasador sol marroquí, donde han llegado a alcanzarse 48ºC. “En la arena voy mal, el GPS no va conmigo, así que me limito a seguir a quien tengo delante. No he usado nunca el navegador y ahora no voy a aprender. Con lo fácil que sería colocar una señal, avisando de cuántos kilómetros quedan”, bromeó el navarro. Te tienes que buscar la vida como puedes.

Óscar Pereiro, en cambio, cuenta con mucho más experiencia en el uso del GPS, dado que su primera participación en la Titan se remonta a 2011. “También os digo que aquel año parecía Paco Martínez Soria en el desierto. En esta carrera, si no sabes navegar no tienes nada que hacer para luchar por la victoria”, admitió el ganador del Tour 2006, que iniciará el jueves los entrenamientos tras tres meses sin tocar la bicicleta. “No se trata sólo de la dificultad con la arena, las rocas o las subidas sobre escalones. Creo que lo peor es el sufrimiento psicológico de alzar la vista y no ver nada en el horizonte”, analizó el ciclista de Mos.

Aún más opciones de rodar en cabeza cuenta Luisle, de 40 años, que se toma la Titan como una fase del complejo proceso de la retirada, concretada el pasado septiembre. “Queremos aprender lo más rápido posible y a ver si podemos aguantar a los de delante. Soy el novato del equipo y tengo que ir día a día. En Marruecos va a ser todo nuevo para mí”, advirtió el ganador de cuatro etapas del Tour, entre 2008 y 2012, que el curso pasado ya se fogueó en el mountain bike por etapas en la NEOM Titan Desert de Arabia y la Titan Almería.

kpd