Mundial de Fútbol Femenino
La andaluza, que marcó el gol que dio el Mundial a España, se enteró después del partido de que su padre había fallecido. En Sídney estaba su madre.
Olga Carmona, heroína de la selección española femenina en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, ha conocido después de la final contra Inglaterra, en la que marcó el gol decisivo, que su padre había fallecido antes del encuentro. La terrible noticia se la ha contado su madre, que había acudido a los últimos días del torneo para acompañarla junto con su hermano mellizo. Habían estado en la fase de grupos, después volvieron a España y decidieron volar de nuevo a Oceanía para estar con la futbolista en el partido de su vida. Tanto la Federación como su club, el Real Madrid, han emitido sendos comunicados para expresar sus condolencias nada más saberse lo que había ocurrido.
En el minuto 28 del encuentro, Olga, lateral de 23 años del Real Madrid, se inventó un zurdazo endiablado. Una carrera enloquecida. Un gol, el único, que convirtió a España en campeona del Mundo.
En la celebración, la sevillana se levantó la camiseta y enseñó otra con un nombre: ‘Merchi‘. Era el nombre de la madre de una amiga, fallecida también durante esta última semana. Olga, en un detalle precioso con un ser querido, no sabía nada de su padre.
Al marcar el gol no se acordó de cumplir con su ritual de besarse el tatuaje de la muñeca que comparte con su madre. No le importó. Se la comió a besos igual, pensando en qué de bueno ha deparado el empeño de la niña por dejar el flamenco y la natación para seguir los pasos detrás del balón de su hermano Fran y de su mellizo Tomás, que estaba en la grada del estadio australiano. Tiempo tendrá de recordarle que el ‘carmonazo’ le costará cumplir la promesa de comprarle un coche a su madre.
Olga creció en la cantera del Sevilla FC, debutó en la Primera Iberdrola y entró en la selección por la puerta grande. Ella es mujer de golazos y en el Europeo Sub-19 de 2018, marcó por la escuadra un tanto que se coló entre los 11 mejores de la temporada. España acabaría proclamándose campeona. En la edición de un año después, pese a caer en semifinales con Francia, se logró la clasificación para el Mundial Sub-20 que debía celebrarse en Costa Rica y que la FIFA suspensión por la pandemia. «Me quedé con la espina de haber podido jugar ese mundial», ha reconocido siempre Olga, cuyo primer recuerdo de una Copa del Mundo es el de Francia 2019 con aquella apabullante selección de Estados Unidos liderada por Rapinoe. Hoy se cobró esa deuda y lo hizo como gran protagonista.
Ante los retos, esta menuda jugadora se crece. En junio de 2020, apenas liberados del confinamiento, Carmona tomó la decisión más difícil de su vida. Su progresión había llamado la atención del Real Madrid, recién volcado en el fútbol femenino, y la sevillana se alejó del confort del entorno familia y del deportivo que se había labrado durante 13 años para apostar por su sueño. «Cuando uno se va de casa, la sensación es que siempre se trata de un hasta luego», firmó en su carta de despedida. En Madrid, la adaptación no fue fácil.