Juego de tronos en el Torneo de Candidatos de Toronto

Juego de tronos en el Torneo de Candidatos de Toronto

Actualizado

Este miércoles empieza en Toronto la principal cita del ajedrez mundial en 2024. Dieciséis ajedrecistas competirán por dos puestos: el ganador y la ganadora del torneo de Candidatos se convertirán en retadores oficiales de los respectivos campeones del mundo, los grandes maestros chinos Ding Liren y Ju Wenjun. Ajedrecistas de al menos dos generaciones lucharán a muerte por conseguir el billete al olimpo, en una competición donde la plata y el bronce no valen nada. El gran ausente es Magnus Carlsen, número uno del mundo, ajeno a las veleidades del trono pero aficionado a los pronósticos: sus favoritos son los treintañeros estadounidenses Hikaru Nakamura (36) y Fabiano Caruana (31).

Después de cargar con la presión a Alireza Firouzja y de señalarlo como posible sucesor en la anterior cita (Madrid, 2022), ahora el triunfo del francés de origen iraní, de 20 años, le parecería una sorpresa absoluta. Y si ganara alguno de los otros cuatro aspirantes, incluido el tridente indio, Magnus admite que entraría «en shock».

Por primera vez, la Federación Internacional (FIDE) celebrará los torneos de Candidatos absoluto y femenino en las mismas fechas y en la misma sede. Es una decisión arriesgada, con el objetivo de dar realce al torneo reservado a las mujeres, que sin embargo podría quedar eclipsado. Al fin y al cabo, el nivel del torneo absoluto es muy superior y a la mayoría del público todavía le interesan lo justo las competiciones femeninas, salvo cuando hay duelos mixtos que aportan algo de morbo.

Llegadas tardías

Aquí la bolsa de premios también marca las diferencias, dado que los candidatos se repartirán el doble de dinero que las candidatas: 500.000 dólares frente a 250.000. Pese a lo controvertido del reparto, no es tan fácil hablar de discriminación: en ajedrez no hay un torneo masculino y otro femenino, sino uno de mujeres y otro absoluto, o mixto, en el que ellas también pueden participar siempre que se clasifiquen.

En los años 80 el panorama era muchísimo peor: la húngara Susan Polgar se clasificó en 1986 para el torneo zonal absoluto, en una fase previa al Candidatos, y la FIDE no permitió que jugara porque la competición formaba parte del ciclo del Campeonato del Mundo masculino. Así, se llamaba, «masculino», porque nadie pensaba que una mujer pudiera acabar entre los elegidos. Cuando la mayor de las Polgar lo consiguió, no tuvieron la decencia de rectificar sus normas, algo que sí pudo aprovechar su hermana pequeña, Judit, la mejor jugadora de la historia.

Canadá, por otro lado, ha vivido con zozobra los preparativos del Candidatos debido a la tardía llegada de varios ajedrecistas. El motivo eran las trabas del departamento de inmigración canadiense a los ciudadanos de países como India y Rusia. Saltó la alarma y se llegó a especular con que el torneo podía acabar otra vez en Madrid, pero un llamamiento desesperado de la FIDE a través de las redes sociales dio sus frutos. El Gobierno de Justin Trudeau agilizó las gestiones justo a tiempo, pero la crisis de los visados puso en evidencia la delicada relación de la FIDE, presidida por el ruso Arkady Dvorkovich, con un país que condena sin ambigüedades la invasión de Ucrania.

El espectáculo de los indios

En Toronto habrá tres ajedrecistas rusos: Ian Nepomniachtchi, Alexandra Goryachkina y Kateryna Lagno (nacida en Ucrania pero rusa desde hace una década). No faltan quienes critican que los jugadores de esta nacionalidad puedan participar, por lo que supone de posible apoyo a los intereses propagandísticos del gobierno de Vladimir Putin. La postura de la FIDE ha sido hasta ahora no castigar a los deportistas y permitir que jueguen en sus competiciones bajo bandera neutral, salvo algún caso extremo de entusiasmo bélico desaforado, como el de Sergey Karjakin, que le costó la expulsión del anterior Candidatos.

Pero los verdaderos protagonistas en Canadá serán los ajedrecistas indios, que aunque no partan como favoritos darán espectáculo. Como destaca el excampeón mundial Viswanathan Anand, durante 30 años él fue el único jugador de su país invitado a esas fiestas.

En Canadá serán cinco, dos mujeres y tres hombres, un dominio que marca la tendencia hacia la que apunta el ajedrez mundial para la próxima década. Una disciplina extrema, grandes entrenadores y un ídolo al que seguir son un caldo de cultivo idóneo para que la fábrica de jóvenes prodigios no se detenga. Por si fuera poco, es un país con una población abrumadora, volcada con uno de los deportes más baratos que existen.

Cinco horas de media

El formato de la competición será una liga a doble vuelta entre los ocho participantes de cada categoría. Serán 14 jornadas de ajedrez clásico, del 3 al 22 de abril, en partidas de cinco horas de media, apasionantes para los aficionados y un espectáculo algo más discutible para los no iniciados, que no saben lo que se pierden.

Estos son los candidatos: el ruso Nepomniachtchi, los indios Rameshbabu Praggnanandhaa, Dommaraju Gukesh y Vidit Gujrathi, el francés Firouzja, los estadounidenses Nakamura y Caruana y el azerbayano Nijat Abasov, que ocupa el puesto del autoexcluido Carlsen. Las participantes del Candidatos femenino son las rusas Goryachkina y Lagno, las chinas Lei Tingjie y Tan Zhongyi, la ucraniana Anna Muzychuk, la búlgara Nurgyul Salimova y las indias Humpy Koneru y Rameshbabu Vaishali (hermana de Pragg, que juega el torneo absoluto).

kpd