Era la Copa del Rey de la igualdad, decíamos aquí la semana pasada. Y tanto. Tras una competición sin precedentes, ni Real Madrid, ni Barcelona, ni Baskonia ni el equipo anfitrión, Joventut, en la final, que ha sido este enfrentamiento Unicaja-Teneri
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La carrera de Juancho Hernangómez ha tenido mucho de tobogán, como él reconoce, de «montaña rusa». De expectativas, ilusión, apuestas, éxitos y también desengaños. Al madrileño Berlín le trae recuerdos inmejorables. Aquí se produjo el punto cumbre de su carrera hace dos años. En el ahora llamado Uber Arena asestó siete triples (27 puntos) a Francia por el oro de un Eurobasket mágico para los Hernangómez, -"aún se me pone la piel de gallina", reconocía este jueves en la misma pista-MVP del torneo Willy, MVP de la final Juancho. Este viernes (18.00 h., Movistar) disputará la primera Final Four de su carrera en el año que regresó a Europa tras tantos zigzagueos en la NBA.
El atribulado y millonario proyecto del Panathinaikos AKTOR ha conseguido el objetivo de mínimos, volver, 12 años después, a la lucha por esa Euroliga que no hace tanto dominaron con Zeljko Obradovic (seis títulos entre 1996 y 2011) y en semifinales se las verá con el Fenerbahçe BEKO de Sarunas Jasikevicius. Juancho fue uno de los fichajes estrella junto a Kostas Sloukas, Mathias Lessort o Kendrick Nunn para reflotar a un equipo que el curso pasado acabó penúltimo, pero su impacto a las órdenes del histriónico Ergin Ataman no ha sido el esperado. «Había grandes expectativas, nadie tiene quejas sobre su esfuerzo. Pero la impresión es que que el dinero que recibe es demasiado», cuentan desde Atenas del español, que ha ocupado un puesto en la segunda unidad verde.
Sus números en Euroliga son pobres. Hay siete compañeros con mejor valoración. En poco más de 16 minutos de juego, 4,3 puntos, 3,6 rebotes y apenas un 27% en triples. Mucho trabajo en la sombra que Juancho acepta de buen grado. En la Liga griega, algo mejor (8,8 puntos). Y eso que arrancó con fuerza: su noche más plena en Europa fue la primera, 13 puntos y 10 rebotes en el derbi ante el Olympiacos en la jornada inicial. "Es un año de aprendizaje, tras siete en la NBA. Estoy adaptándome. Pero estoy feliz y contento", valoraba este jueves.
Segunda unidad
«Ha tenido algunos problemas después de tanto tiempo en la NBA. Juegan menos allí, no asumen mucha responsabilidad. Juancho tiene muy buen carácter, trabaja duro. Pero a veces comete errores clave durante el partido», se quejó su entrenador durante la temporada.
Juancho, durante un partido en Belgrado con el Panathinaikos.ANDREJ CUKICMUNDO
Y, para colmo, en el momento clave le visitó la mala fortuna. Durante la ajustadísima serie de cuartos de final contra el Maccabi, Juancho sorprendió a todos con una extraña imagen en el primer partido. El rostro visiblemente hinchado. Aún así, atrapó nueve rebotes y batalló. Después viajó de urgencia a España y se confirmó que sufría una fuerte sinusitis. «Estuve muy enfermo durante toda la semana. Jugué ese partido como con siete kilos de más. Pero jugué a pesar de todo», ha comentado estos días ya en Berlín. Estuvo 10 días ingresado en el hospital y regresó para el quinto y definitivo. En la fiesta del OAKA aportó 11 puntos. "El equipo ha vuelto con mucha ilusión. Es un histórico y llevamos muchos años sin estar en una Final Four. Toda la ciudad está volcada", cuenta el ex colegial.
Así que Juancho, al que también visitan los rumores de un posible cambio de aires a pesar de tener un año más de contrato, regresa a la ciudad que ha visto su versión más decisiva a las órdenes de Sergio Scariolo. «Juego todo el año para estos momentos. Tengo grandes recuerdos. Ojalá acabemos igual que entonces». Después le aguarda un ajetreado verano con la selección, con el importantísimo Preolímpico de Valencia a comienzos de julio.
Un parcial de 17-0 en el segundo cuarto se llevó por delante al Barcelona en el Palacio de la Paz y la Amistad, donde cosechó su peor derrota a domicilio en este siglo en la Euroliga. El equipo de Roger Grimau, muy inferior en el rebote (47-31) y negado desde el perímetro (22% en triples), se jugará el miércoles su billete para la Final Four en el quinto partido ante Olympiacos. [Narración y estadísticas (92-58)]
"Se podía dar la derrota, pero la forma en la que se ha dado, no. No es agradable, no ha sido un buen día y como entrenador asumo la responsabilidad", aseguró Grimau en la sala de prensa. "No hemos sido capaces de igualar su físico. Nos han sacado de la pista a nivel ofensivo y defensivo", añadió, antes de reiterar que la manera de perder no había "sido buena", aunque el equipo deba ahora "levantar la cabeza y seguir adelante".
Shaq McKissic, autor de 21 puntos y seis rebotes, lideró la ofensiva del campeón griego, abriendo el mencionado parcial. Del 21-23 con el que se había cerrado el primer cuarto, el equipo de Georgios Bartzokas pasó a dominar con absoluta impunidad en ambos lados de la pintura. El acumulado de 35-9 despejaba ya cualquier duda acerca de cómo se cerraría la noche.
Poderío de Fall y Milutinov
Jabari Parker, decisivo en el tercer partido con sus tiros libres en el último segundo, fue el único jugador del Barça en cifras dobles (10 puntos). Ricky Rubio sólo pudo marcar el ritmo durante los primeros minutos, mientras Willy Hernangómez vivió intimidado por el poderío de Moustapha Fall (12 puntos, cinco rebotes) y Nikola Milutinov (ocho puntos, 11 rebotes).
Según desveló Grimau, Nico Laprovittola, quien sólo pudo lanzar cuatro veces en 16 minutos, viene arrastrando un "proceso vírico" que le obligó a un "gran esfuerzo" para saltar a la pista.
En su regreso tras perderse los tres primeros partidos de la serie por enfermedad, el capitán Kostas Papanikolaou anotó tres triples en el tercer cuarto para frenar definitivamente cualquier intento de remontada azulgrana.