Desencanto, tristeza y casi Turquía mata el récord de la selección milagro. Un empate paupérrimo y también hasta una alarma, porque la selección fue cabeza de turco. Hizo un mal partido y llegó a recordar la tontería de De la Fuente en Glasgow, la última derrota de su selección.
Este equipo es también vulnerable. Se le pueden hacer goles. Incluso dos y casi tres. Aunque sólo cuatro minutos había tardado Olmo en marcar, como precipicio de la goleada (?). Pero lo que ocurrió después es que la selección era una pura caricatura de otros partidos.
Menudo repaso táctico le dio Montella a nuestro seleccionador. Con jugadores suplentes y con el lujo de reservar a Güler. Su defensa de cinco deslomó la pretenciosidad y la falta de ambición de España.
De la Fuente alineó mal, muy mal. Sólo hizo cuatro cambios, pero destrozó todas las coordenadas de su grupo. Se hacía muy mal la presión para amargar a los turcos.
Así que los turcos salían con facilidad de vez en cuando y había excesivos metros entre el centro del campo y los defensores. ¿Por qué? La clave fue que el péndulo de esta selección, Zubimendi, no puede ser sustituido por un mediocre Aleix García, que provocó un agujero en el equipo.
Yeremi Pino fue un patinazo, que incluso molestaba las incursiones de Llorente. Fabíán Ruiz parecía un fantasma en el centro del campo. Ni presionaba ni creaba. Encima desaprovechó una oportunidad de las que no se fallan, nunca. Desde la lesión es otro jugador.
De la Fuente presume que ve todos los partidos de los españoles en Europa. Pues no debido de ver mucho a Aleix, que está siendo un fracaso en el anterior equipo de Xabi Alonso. Aleix no hacía lo que tenía que hacer. Y parecía un jugador perdido, como si estuviera en Leverkusen. No era el día , porque hasta a Oyarzabal se le veía muy cansado y falló dos ocasiones fáciles. Si estuvo entonado Olmo, que era el mejor.
Además, a la selección se la vio cansada, rígida, poco centrada en lo que jugaba, con la desesperación de ser villanos en esa isla maldita para su entrada y salida.
Ignoro y me sonrojo que no apareciera Barrios en el medio del campo. Y Fermín demostró que debería ser insustituible. Hay otros jugadores que son para el seleccionador como su guardia pretoriana, pero le fallan.
España se ha clasificado, aunque el empate turco fue como una señal de alarma. Un arañazo al corazón de esta selección. Una preclaro aviso si De la Fuente vuelve a destrozar a la columna cerebral del equipo.
Se dirá que ha arrasado en esta fase clasificatoria, pero con Bulgaria y Georgia no se puede presumir mucho. Fue una noche nefasta, con la tristeza de no llenar ni medio campo de La Cartuja, como una dormida en el limbo en una pesadilla de la que ni se puede entrar ni salir. Te vuelves un cartujano como lo que vivían en esta Cartuja.



