Fútbol femenino
Nations League
Destroza Suiza (1-7) y, con el empate de Suecia ante Italia pone un pie en la ‘final four’. La selección no pierde un partido desde que cayó ante Japón el 31 de julio
Un 31 de julio en Wellington (Nueva Zelanda) España se transformó. Aquel varapalo ante Japón fue la espoleta que impulsó a la selección hacia la historia. Lo hizo conquistando el Mundial y cogiendo carrerilla para volver a escribir otra página, la de los Juegos Olímpicos. El camino hacia París lo complicó la UEFA con una Nations League exigente, pero el vendaval de España no hay quien lo pare. Con la estrella en el pecho, después de que lo malo se revolviera con lo bueno, este equipo encadena una victoria tras otra y, ante la más mínima debilidad de sus rivales, las goleada. Bien lo sabe Suiza, a la que ha endosado 12 tantos en poco más de un mes. La selección de Montse Tomé -invicta al frente del banquillo- pone un pie en la ‘final four’ y podrá cerrar la clasificación en el primer partido de diciembre tras el empate de Suecia con Italia (1-1).
A las helvéticas, que se habían conjurado, las hizo temblar en cinco minutos sin que apenas se hubiesen ubicado en el campo. El primer saque de esquina lo puso Tere Abelleira al segundo palo donde apareció sola Oihane Hernández para marcar el primer gol. Suiza cayó en la trampa de apelotonarse al palo corto y la lateral del Real Madrid se encontró cómoda para cabecear.
Cuando aún no se habían repuesto del primer golpe, llegó Alexia Putellas para asestarles el segundo. Ala capitana la encontró en el corazón del área el centro de Salma Paralluelo desde la línea de fondo. Suiza sabía lo que se le venía encima y las jugadoras, sobre el mismo césped, se reunieron sobre el mismo césped para evitar una humillación.
Se espesó el juego de las campeonas del Mundo y Misa, titular en este duelo, vio cómo Lehmann primero y después Piuler la ponían en apuros antes de irse al descanso. Tenía que ajustar Tomé y activar a sus futbolistas para que volvieran a morder. Lo hicieron a raíz del tercer tanto, un cabezazo de María Méndez a otro córner telegrafiado por Abelleira. Después llegaría el penalti de Calligaris para frenar la explosiva Salma Paralluelo que transformó Alexia y la mirada al banquillo que dio piernas y volvió a España voraz. Y eso que Suiza aprovechó un agujero a la espalda de la zaga para disimular algo la derrota. Era imposible.
Las españolas querían más y lo tuvieron. Robó Alexia en el área y la colgó para otro testarazo, esta vez que Athenea. También se aprovechó del temblor de las suizas Salma, que cazó una pelota en el área pero su remate sin ángulo lo escupió el larguero. Se consoló asistiendo a Athenea para que su zurdazo engordara un marcador grosero que redondeó Maite Oroz.
Un once condicionado
A la fiesta no se pudo sumar Irene Paredes con su partido 100. A Tomé le condicionó su once un un error informático impidió a la Federación poder subir a la plataforma de la UEFA en tiempo y forma la convocatoria de la seleccionadora para el partido y se repitió la de Italia, en el que la central fue baja y en la que incluso estaba Amaiur, que tras el partido en Salerno abandonó la convocatoria por lesión. “Me han explicado lo que pasaba en el hotel y he tenido que adaptarme para hacer el once”, admitió la entrenadora.
Para Paredes era un partido perfecto para recordarlo por siempre, pero el homenaje podrá recibirlo el 1 de diciembre en Pontevedra ante Italia. Para María Méndez, que ocupó el eje de la zaga, una oportunidad que endulzó con un gol.