España agiganta su leyenda y jugará la final del Mundial Femenino

España agiganta su leyenda y jugará la final del Mundial Femenino

Mundial Femenino


España 2 Suecia 1

Actualizado

El equipo de Jorge Vilda desenarboló a Suecia con maestría, se adelantó con el gol de Paralluelo en el minuto 81, se sobrepuso al empate de las suecas y cerró la victoria con el zurdazo de Olga Carmona desde la frontal

Las jugadoras de España celebran la victoria ante Suecia y el pase a la final del Mundial.EFE

El poder de la rabia para salvarse de uno mismo, para agigantarse y tocar el cielo, para hacer historia. España decidió estar muy viva en este Mundial Femenino, desterrar fantasmas, dudas, rencillas y volcarse en seducir y ganar. Eso es lo que hizo casi siempre, pero con más brillantez ante Suecia. Las derrotó con más sabiduría, con mejor fútbol y más fe, con la certeza en la mente de cada jugadora de Jorge Vilda de que la historia del fútbol español les tiene un hueco reservado. No pesó llegar al minuto 80 sometiendo a las suecas pero sin gol, que Paralluelo apareciera para empujar pero Blomqvist marcara el camino de la prórroga antes de que Olga Carmona descargara en una pelota en la frontal la obsesión de todo un equipo por ser de momento, finalistas de un Mundial. El domingo, a las 12 de la mañana hora española, pelearán por todo. [Narración y estadísticas]

Nunca se asustó España del pedigrí de sus rivales. Al fin y al cabo las estadísticas se rompen con descaro y las suecas podían ser un equipo temible, pero cargaban con su propia losa de haber dejado escapar sus grandes ocasiones. Desde el primer minuto, las españolas se agrandaron, respondieron a la asfixia que le plantearon las nórdicas con intensidad y buscando una fluidez que les costó porque apenas lograban aparecer Aitana Bonmatí y Alexia Putellas, a quien Vilda le dio la titularidad para que fuera una inquietud más para las escandinavas. Ahogar a las dos futbolistas más talentosas de España debía abrir agujeros en las bandas por donde debían colarse Alba Redondo y la incombustible Olga Carmona.

Avisó Mariona en el primer minuto con un centro que atrapó Musovic, volvió a la carga Aitana con una diagonal buscando la carrera de Alba Redondo y la levantinista volvió a aparecer en el área para cazar un centro al segundo palo de Carmona tras una brillante recuperación de Alexia en el centro del campo. Si las suecas estrechaban el campo con una presión alta, la salida era robarles la pelota y lanzarse en velocidad. La grieta de un equipo tan físico y disciplinado aparecía en las orillas. Pegaditas a la banda y a la carrera, sufrían.

Tan envalentonadas estaban las españolas, con más pelota y sin que las rivales pisaran el área de Cata Coll, que Olga Carmona a punto estuvo lograr el primer gol con un derechazo desde 25 metros que acarició, desviado por una defensa, el poste. Hasta Aitana sentó con un quiebro de cintura a Rubensson sin poder encontrar a Jenni Hermoso en buena posición de cabecear. Encontraban la manera de romper el control que, aunque incómodas, imponían las jugadoras de Peter Gerhardsson.

España, con paciencia y tratando de estirar el campo y el juego, incluso iniciando sin miedo desde la defensa y con Teresa Abelleira como incombustible ancla, iba picando en la fortaleza sueca. Faltaba encontrar a Hermoso o que Bonmatí o Putellas aparecieran cuando Hermoso oxigenaba el centro del campo. Lo hicieron al filo del descanso, cuando pisaron área con un recorte de la Balón de Oro y un disparo desde la frontal desde la talentosa jugadora azulgrana.

El cambio de Vilda

La reacción de Suecia llegó antes del descanso, con centro de Björn que cazó de volea en el segundo palo Rolfö y tuvo que salvar casi a bocajarro Cata Coll. Primer disparo y primer saque de esquina. España había logrado evitar que las suecas pudieran hacer valer su idilio con el balón parado que le ha reportado siete de sus once goles en el campeonato.

Se sostuvieron las nórdicas en ese crecimiento en la segunda parte. Querían mucha más pelota, morder la salida de España, ya no tan suelta, y rondaban el área con más facilidad. Iba a tocar arremangarse y Vilda lo detectó. Sacó del campo a Alexia Putellas, a medio gas en esta semifinal, para ponerle más picante al ataque con Salma Paralluelo. Ese cambio aplacó a las suecas, las acercó a Musovic y volvió a recordarles que son vulnerables con dos carreras de la extremo del Barça.

Fue una tortura y sometió a las nórdicas en juego y ocasiones. El gol lo rondó Alba Redondo en una doble ocasión tras un centro de Jenni Hermoso que remató mordido, salvó Paralluelo en la línea de fondo ese balón muerto y, a puerta vacía desde suelo, la levantinista rebañó fuera de la red.

Demasiado perdón cuando hay una final en juego, así que Paralluelo se vistió de superheroína, otra vez, para ver que antes que Ilestedt y Schough que el centro de Jenni rechazado por Andersson al segundo palo lo iba a colocar de un derechazo en el fondo de la portería.

La cita de España con su leyenda pareció que iba a dejarla en suspenso Blomqvist en un despiste en ataque que nació de un saque de banda. Ese empate encorajinó a España y Olga Carmona, de un zurdazo desde la misma línea frontal del área, firmó un gol histórico.

kpd