El Valencia inicia su blindaje como Bien de Interés Cultural ante la deriva de Peter Lim

El Valencia inicia su blindaje como Bien de Interés Cultural ante la deriva de Peter Lim

¿Cómo atar las manos a Peter Lim para que no acabe con el Valencia CF, su patrimonio material y sentimenal y sus 104 años de historia? La llegada del empresario de Singapur ha supuesto la jibarización deportiva, con el equipo en puestos de descenso, la fractura con la masa social, con continuas manifestaciones de protesta, y también con las instituciones públicas ante la falta de cumplimiento de los compromisos adquiridos, como acabar el nuevo estadio que solo es un esqueleto de hormigón desde hace una década. El objetivo de los valencianistas es encontrar la forma de forzar al máximo accionista a salir del club, algo que manifiesta que no va a hacer. Mientras, la afición piensa que lo estrangula hasta poner en peligro su supervivencia.

En este camino, la asociación Libertad VCF, promotora de las últimas protestas, ha encontrado una fórmula poco explotada en el fútbol español y con un único precedente. Obligados a convertirse en empresas con dueños, los clubes no han dejado de tener un papel vertebrador en sus sociedades, con arraigo histórico y cultural y, por tanto, con valores dignos de proteger como manifestación que son del patrimonio cultural de una ciudad o una región. Son susceptibles, en consecuencia, de ser declarados Bien de Interés Cultural (BIC), lo que les otorga una protección por interés general.

En el caso del Valencia, es la entidad civil valenciana más importante por número de seguidores y relevancia internacional. «El Valencia CF es más que una sociedad mercantil; es un bien inmaterial, expresión de la tradición del pueblo valenciano en su manifestación deportiva». Así lo recoge esta asociación, que busca que la Generalitat declare al club BIC inmaterial y ha logrado que el pleno del Ayuntamiento de Valencia, por unanimidad de todos los grupos políticos, impulse la catalogación. Arranca así un proceso de puede durar, según fuentes consultadas, entre 12 y 18 meses y que acabará con un decreto del Gobierno valenciano.

El precedente de la expropiación

Esto impondría a Lim una obligación «de conservación y protección» del Valencia, y debería impedirle adoptar «decisiones o posturas que comprometan el futuro del club o pongan en peligro su supervivencia», pero abre aún una puerta más interesante: «Se podría recurrir a herramientas legales como es proceder a la expropiación de las acciones del máximo accionista en base al artículo 21 de la precitada Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano».

«Puede parecer que es un brindis al sol, pero ya existe un precedente», recuerda el presidente Libertad VCF, José A. Pérez, a El Mundo. Es el Recreativo de Huelva. En agosto de 2016, la Junta de Andalucía declaró al Recreativo de Huelva como Bien de Interés Cultural y eso amparó la expropiación que, poco antes, había hecho el Ayuntamiento de Huelva de la mayoría accionarial en manos de la empresa Gildoy España, que tenía sumido al club en una situación de impagos a empleados y futbolistas, Hacienda y la Seguridad Social.

La declaración como BIC sustentó su supervivencia, o así lo describe el periodista onubense Juanma Garrido en su libro No quiero verte llorar (Pábilo Editorial, 2017). «No hay dudas de que Recreativo es para Huelva como la Semana Santa o el Rocío», explica. Gestionado por una empresa pública municipal desde la conversión en SAD, a la contribuyó el consistorio con la venta de los terrenos del estadio, vivió sus mejores años en la década de los 2000, con siete temporadas en Primera y una final de Copa. El descenso complicó su economía y en 2012 fue vendido al empresario Pablo Comas.

Manifestación contra el máximo accionista del Valencia.EFE

Decisiones deportivas muy cuestionadas dieron origen a mayores problemas económicos y los aficionados, a través de la asociación Recre Supporters Trust, dieron la alerta. El club estaba al borde de la liquidación y sin poder inscribir jugadores. Campañas como ‘Líberos del Decano’ recaudaron un millón de euros “entre aficionados de pie”, recuerda Garrido, para saldar deudas con AFE y seguir compitiendo. En octubre de 2015, miles de seguidores salieron a la calle pidiendo la marcha de Comas del club. Y el Ayuntamiento tomó nota y, lejos de temer consecuencias políticas, el nuevo equipo de Gobierno, con el socialista Gabriel Cruz a la cabeza, inició la expropiación. Los tribunales le han dado varias veces la razón.

La decisión del pleno municipal garantizó que el decano del fútbol español no desapareciera y hoy sigue, en Segunda División RFEF, con el Ayuntamiento como máximo accionista pese a la recomendación del interventor de ponerlo en venta. Dos veces lo han intentado y nadie ha cumplido con las exigencias del pliego de condiciones.

“Por si la situación va a peor”

¿Estarían las instituciones valencianas dispuestas a llegar tan lejos? De momento, no. Ximo Puig no quiere oír hablar de expropiación. Aún no consideran la situación dramática. Lim, hasta el momento, siempre ha aportado «respiración asistida» al club para no dejarlo morir. La Conselleria de Cultura impulsará esta declaración, como también la del Levante UD, y solo hay un precedente de bien inmaterial: la paella.

Sin embargo, hay quien ve en esta protección una vía para maniatar al propietario «por si la situación va a peor». En el Ayuntamiento ya lo han hecho con el convenio del nuevo estadio, que condiciona los beneficios urbanísticos de la recalificación del viejo Mestalla a la reanudación de las obras y la construcción de un polideportivo. De momento, no hay firma. La intención era impedir que Lim pudiera comercializar el suelo y no invertirlo en acabar el nuevo campo.

La declaración BIC es un paso más. «Tendremos más cobertura legal para que no pueda tomar decisiones que perjudiquen al interés general. El Valencia tiene en juego su supervivencia y hay que establecer estos principios para evitar tener un final indeseado», admite el concejal de Hacienda, el socialista Borja Sanjuán. Si cuando haya BIC, llegado el caso, las autoridades flaquean, desde Libertad VCF les recuedan que les exigirán como hoy lo hacen a Lim.

kpd