¿Qué tienen en común Madonna, Arnold Schwarzenegger, Sting, Will Smith, Peter Thiel, Howard Stern y Toni Nadal? Que juegan al ajedrez por internet. Humphrey Bogart y Stanley Kubrick también lo habrían hecho si hubieran podido. El juego milenario, que
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"Javier Habans tiene derecho a soñar", asegura desde Brasil el gran maestro Jesús de la Villa, entrenador del joven navarro, que acaba de ganar en Florianópolis el Campeonato del Mundo sub 16. El propio ajedrecista admite que no se había planteado demasiado la posibilidad de vencer: "Es muy bonito soñar, pero solo pensaba en hacerlo bien, aunque empecé fenomenal y vi que se ponía cada vez más cerca. Comencé a creérmelo y a concentrarme aún más. Llegado a ese punto, no quería que se me escapase de ninguna manera".
Habans es el tercer español que se cuelga un oro en un Mundial por edades, después de Paco Vallejo (campeón sub 18 en el año 2000) y Pedro Ginés (sub 14 en 2018). Nuestro ajedrez culmina así un año espectacular, con una buena colección de metales, aunque Habans es quien más ha salido en las fotos: fue miembro del equipo campeón sub 18 en el Europeo celebrado en agosto en Praga, donde también fue bronce sub 16 individual.
En Brasil, el jugador navarro se impuso casi con comodidad, con nueve puntos en 11 partidas. Ganó las seis primeras y luego empezó a dosificar los riesgos, para terminar con siete victorias y cuatro tablas. Hubo dos momentos clave. El primero se produjo en la sexta ronda, cuando ganó con negras al gran favorito, el noruego Aksel Bu Kvaloy. "Su rival cometió un error y Javier lo aprovechó inmediatamente. Ahí empezamos a pensar que podríamos conseguir el oro", cuenta De la Villa. «Todo salió muy bien. Si hubiera empatado alguna de las primeras partidas, algo que podía suceder perfectamente, tendría que haber arriesgado más, pero en ese caso unas tablas estaban bien, aunque planteamos una partida abierta por si acaso».
El equipo español en Brasil.FEDA
Lo cierto es que antes del torneo, entrenador y jugador ya practicaban un poquito ese derecho a soñar que Habans se ganó después con su triunfo. "Yo siempre uso una frase de mentalización un poco antes de los grandes torneos", cuenta De la Villa: "Dentro de dos semanas, puedes ser campeón del mundo o nuestra vida puede seguir igual. Era una oportunidad y él se veía fuerte, aunque luego en un sistema suizo (formato parecido al elegido para la Champions este año) te tiene que salir todo bien".
El segundo momento crítico se produjo en la novena ronda. Jugar con mayor prudencia no le sentó bien y "sufrió más de la cuenta", según De la Villa, para conseguir las tablas. "El polaco se estaba acercando en la clasificación y en esa partida sufrí mucho", reconoce Habans. "Incluso llegué a estar perdido y me puse un poco nervioso, porque se me podía escapar el título. Después de la décima, que gané más o menos fácil, ya me había asegurado el segundo puesto y la última sí la jugué más tranquilo". En esos momentos, el empate le daba la medalla de oro y el español lo amarró sin perder nunca el control.
Una década con De la Villa
De la Villa conoce muy bien a su pupilo, al que vio por primera vez cuando aún no había cumplido los cinco años y ya se quedó asombrado de su talento y determinación. Luego, empezó a trabajar con él de manera regular desde los seis, por lo que ya llevan una década juntos. "Tiene muchas virtudes. Es muy sensato, es valiente y no se arruga en la competición, ni siquiera en las partidas importantes, pero lo que me impresionó desde pequeño es su fortaleza. Algunos lo aprenden con el tiempo; él desde pequeño ya estaba atento a lo que su rival está pensando, no solo en sus jugadas. Luego, tiene una memoria espectacular, imaginación... lo tiene todo".
¿Está preparado para llegar a la élite? "Sí, yo me lo imagino, pero también podría ser que no se produzca nunca. Debe seguir trabajando, dar paso a paso, e iremos viendo. El siguiente objetivo será el de convertirse en gran maestro. Veremos cuánto tarda y de qué forma lo consigue, con qué autoridad y contundencia. Hay que ir poco a poco, pero me gusta una frase de Jonah Lomu: 'Me atreví a soñar'. ¿Quién puede criticarme por eso? Javier tiene derecho a soñar".
Javier Habans, durante un torneo.Vivian PassigFIDE
El protagonista tiene la lección bien aprendida: "Llegar a la élite es superdífícil, pero quedar campeón juvenil te da mucha ilusión y no lo descarto. Ahora no voy a estar ansioso por ser gran maestro. En un mes jugaré en Llobregat, que es un torneo muy fuerte y donde puedo intentar la primera norma (hacen falta tres), pero si no lo consigo habrá oportunidades de sobra".
Cabe la duda de si Habans llega tarde a una carrera en la que vemos a grandes maestros cada vez más jóvenes, algunos con 12 años. «Eso es una tontería. Muchos baten un récord y luego se quedan por ahí", dice De la Villa. "Carlsen no consiguió ese récord y ese enfoque me gusta mucho desde que Javier era pequeño. Eso sí, quería que fuera a campeonatos de España, luego europeos y mundiales. Es fundamental, porque te fortalece el carácter, te pone a prueba".
"Es una locura que haya grandes maestros con 12 o 13 años", apunta Habans. "Desde muy pequeños le echan un montón de horas, pero hay niños prodigio que parece que van a comerse el mundo y luego no llegan a ser tan buenos y no se acercan al título de campeón del mundo".
"Es una generación mejor"
El éxito de Javier Habans no debe empañar del todo la gran actuación de otros españoles en Brasil. Diego Macías, excampeón mundial sub 14, quedó cuarto en el sub 18 de este año, empatado a puntos con el tercero, el polaco Jan Klimowski. El valenciano solo perdió una partida, contra el kazajo Aldiyar Ansat, que acabó segundo.
En sub 14 no había españoles inscritos, pero en sub 16, además del oro de Habans, Lorenzo Perea acabó noveno y Daniel Tabuenca undécimo, ambos con 7 puntos. La única participante femenina, Paula Suárez, ocupó el puesto 14 en el Mundial femenino sub 18.
"Está claro que es una generación mejor y que hemos avanzado", apunta De la Villa. Recuerdo que en mi primera Olimpiada como jugador, en 1994, estábamos felices si terminábamos en el puesto 15. Ahora queremos quedar entre los 10 primeros y buscamos las medallas en estos mundiales. España ha progresado, pero todavía hay países bastante por delante".
Una chica en la categoría absoluta
En el torneo sub 18 hay que resaltar la participación de la argentina Candela Francisco. En ajedrez, existen las categorías femenina y absoluta. Las chicas pueden participar en cualquiera de las dos, pero es muy raro que una jugadora se apunte al torneo más exigente, donde es más difícil conseguir medalla.
Candela, campeona mundial femenina el año pasado, no tenía esa inquietud y lo hizo. Su actuación fue buena y logró 6,5 puntos, con los que terminó entre los 20 primeros. Se vuelve a Argentina con una subida de 36 puntos Elo, además de una experiencia impagable, a cambio de renunciar a un probable segundo oro.
Un psicólogo, un experto en Inteligencia Artificial y ciberseguridad, un superordenador y un gran espíritu de equipo propiciaron el mejor resultado de España en la Olimpiada de ajedrez. En Budapest se lograron tres medallas individuales y un cuarto puesto del equipo femenino, además de la quinta plaza combinada. Los protagonistas nos explican que no fue solo fruto de la casualidad o la inspiración. El gran salto de España en la Olimpiada de ajedrez: dos platas y un bronce | Más deporte
Las novedades más llamativas son las técnicas, aunque el factor humano fue clave. La Federación Española de Ajedrez (FEDA) adquirió a principios de año un superordenador. Un móvil barrería al campeón del mundo, pero no todas las máquinas son iguales. Las necesidades de cálculo son tan altas que los mejores grandes maestros suelen alquilar servicios en la nube.
Además de contar con el equipo apropiado, hacen falta exprimir sus recursos. Aquí aparece Isaac Lozano, doctor e investigador de la Universidad Rey Juan Carlos, experto en IA y ciberseguridad. Además de poner a punto el servidor, que supuso «un gran ahorro, porque unos servicios así en la nube cuestan 6.000 euros al mes», regaló un tiempo valiosísimo a los capitanes. Minutos después de conocerse los rivales de España en cada jornada, Lozano les pasaba un informe de todos los jugadores, con sus puntos débiles, aperturas habituales y dónde solían equivocarse. También analizaba cómo administran el tiempo. "A veces decíamos: mira, esta jugadora lo utiliza mal y falla en esta fase, hay que mantener la tensión", comenta Iván Salgado, capitán del equipo femenino.
"Era un lujo tener ese servicio", afirma. "En años anteriores, a mitad de torneo ya no tenía energía y aquí pude aguantar hasta las últimas rondas, que son decisivas. Isaac era un jugador más del equipo". En términos casi idénticos se expresa el maestro internacional David Martínez, capitán del conjunto absoluto: "Nos ayuda a cualquier hora y día de la semana. Gracias a él tenemos bien configurado el servidor, que permite a los jugadores dar un salto de calidad. Es uno más del equipo". El gran maestro Alan Pichot, bronce en el cuarto tablero, no es menos entusiasta: "Fue fundamental, un factor decisivo".
Nombres falsos
Lozano también investigaba otros datos, sin hacer nada ilegal ni cuestionable. La mayoría de ajedrecistas juegan por internet partidas de prueba, con nombres falsos para no dejar rastro. Lozano localizaba sus nicks, una información valiosísima. Son secretos que pueden poner en juego incluso un Mundial. Le ocurrió a Fabiano Caruana contra Magnus Carlsen y al actual campeón, Ding Liren, en su duelo contra el ruso Nepomniachtchi. El primer consejo de Lozano fue que nadie analizara conectado ni usara el wifi del hotel.
¿Otros países también tienen estas armas? "En innovación no lo tengo claro", responde Salgado. "En superordenadores, seguro, aunque suelen trabajar en la nube. Pero gastan más en entrenadores. Algunos tenían hasta tres de primer nivel y yo estaba allí solo con mi psicólogo".
Salgado se refiere a Carlos Martínez, a quien contrató de su bolsillo. "Fue una apuesta que copié de los franceses. Lo pagué yo después de tener una conversación con mi mujer. '¿Creéis que podéis ganar?', me preguntó. Si estoy solo, imposible. A la mierda: apuesto por él porque va a funcionar. Ahora la FEDA tendrá que tomar una decisión, si les parece que ha servido. No logramos la medalla por mala suerte".
Salgado destaca que, por primera vez, ninguna española perdió dos partidas seguidas. "Sabrina Vega —medalla de plata— sufrió su única derrota contra Francia y estaba destruida, pero charlamos mucho y volvió como un toro". "Tuvimos un error de planeamiento", cuenta ella. "Los primeros minutos fueron dramáticos, porque estaba fuera de la preparación y además yo cometí un error. Fue una derrota dura, pero saqué conclusiones muy buenas. No perdí la confianza y el equipo me arropó. El capitán contaba conmigo y tenía a Carlos, esencial en la parte psicológica y emocional".
Respaldo anímico
Sara Khadem, nuestra número uno y la otra medallista española, está en el top 20 mundial. En la selección ha encontrado "apoyo emocional y técnico", aunque cree que "queda mucho por hacer, como tener más de una concentración al año". Su llegada a Budapest no fue fácil: "Antes de la Olimpiada quedé última en un Grand Prix, pero gracias al equipo, a Iván y a Carlos recuperé la confianza". Sara Khadem, la estrella del ajedrez que huyó de Irán: "No pueden detener a todo el mundo" | Más deporte
David Martínez también conoce bien a Carlos, aunque en Budapest no trabajara con el equipo masculino. "Sabe escuchar y aconsejar, debería trabajar todo el año con nuestros jugadores de élite. En una Olimpiada ves claramente quién es fuerte mentalmente y quién no, y los puntos que eso te proporciona".
El propio psicólogo nos explica su trabajo, que empezó meses antes de la competición: "Iván y yo hicimos un estudio individualizado de cada jugadora y de sus rivales para armar las alineaciones". "Luego, tocaba fortalecer el grupo", añade Martínez, "algo que trabajamos antes y durante la Olimpiada. Hacía falta que fueran al unísono, dispuestas a sacrificar sus resultados individuales si hacía falta. Fue esencial la comunicación. Yo trabajé con algunas, pero casi todos los mensajes los mandaba Iván, para ajustarlos bien". "Al final, son ellas las que juegan y han conseguido un resultado fantástico. Se merecen todo lo bueno que les ocurra".
A Sabrina Vega se le quedó grabada una frase antes de su mayor éxito, el subcampeonato de Europa en 2016. "Yo ya me había clasificado para la Copa del Mundo, mi primer objetivo, pero él me dijo: 'La vida te ha regalado una ronda más. Disfrútalo, es tu momento, no tienes presión'. Hablando con nosotras o a través del capitán, Carlos ha sido el motor de coherencia y estabilidad emocional".
La ajedrecista canaria también destaca el refuerzo de Khadem: "Es una grandísima jugadora. Ha sido un refuerzo básico y, después de su adaptación a una nueva etapa de la vida, ahora puede centrarse. Tiene potencial, talento y calidad. Ojalá la veamos en los puestos más altos".
¿Qué nos falta? "La FEDA tiene limitaciones porque depende del dinero público", responde Salgado, "pero me parecería increíble que una empresa privada potente no quiera apoyar a la selección y a Sara, que puede ser campeona del mundo. Es prácticamente seguro que se lograrán resultados. No es una apuesta difícil". "Es una pena lo difícil que es encontrar apoyos privados para el ajedrez, no solo para la selección", añade Martínez.