Rafael Nadal y Carlos Alcaraz se enfrentarán el próximo 3 de marzo de 2024, en ‘El Slam de Netflix’, un acontecimiento deportivo organizado para los amantes de este deporte que emitirá la plataforma en riguroso directo.
Tanto Nadal, ganador del Grand Slam individual masculino en 22 ocasiones, como Alcaraz, que ocupa actualmente el segundo puesto del ranking de la ATP, se enfrentarán cara a cara en uno de los encuentros más anhelados por los aficionados de este deporte.
Organizado por MGM Resorts, ‘El Slam de Netflix’ se celebrará el domingo 3 de marzo de 2024 en el Michelob Ultra Arena del Mandalay Bay de Las Vegas a las 21.00 h CET. Este apoteósico pabellón en el que se celebran mundiales de boxeo e incluso, conciertos de primer nivel con capacidad para nada menos que 12.000 personas, acogerá el gran duelo entre Nadal y Alcaraz. Y se retransmitirá tanto en inglés como en español.
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La plataforma ha lanzado una suculenta imagen del evento con el que ya ha puesto los dientes largos a los amantes del tenis con un Nadal sonriente al lado de su potente rival, Alcaraz, plenamente concentrado, mientras al fondo puede apreciarse en todo su esplendor el Michelob Ultra Arena del Mandalay Bay de Las Vegas.
“Estoy muy emocionado con mi primera visita a Las Vegas, una de las ciudades más icónicas y entretenidas del mundo. Jugaré con mi compatriota y actual campeón de Wimbledon Carlos Alcaraz. Será una gran noche de tenis”, aseguraba Nadal en declaraciones a la plataforma.
Pero este prometedor acontecimiento podría ser la ocasión en la que Alcaraz se imponga finalmente a Nadal, después de que este se alzase con la victoria por dos sets en el Open Madrid 2021. Y, de hecho, asegura que se siente “honrado y muy feliz de compartir pista con Rafa en Las Vegas”. Por si esto no fuese suficiente, Netflix también ha desvelado que más adelante, anunciarán a otros jugadores y enfrentamientos.
Inquieta Carlos Alcaraz cuando nadie lo espera, en las rondas iniciales de torneos lejanos, ante rivales que no protagonizan anuncios, pero llegados hasta este punto, a las semifinales de un Masters 1000, casi nunca falla. Este sábado, en Montecarlo, venció a Alejandro Davidovich por 7-6(2) y 6-4 para clasificarse para su segunda final de esta temporada. Jugará contra el ganador del duelo entre Alex de Miñaur y Lorenzo Musetti, pero sobre todo jugará a su nivel.
Después de tres partidos realmente extraños, con demasiados errores y demasiadas preocupaciones, Alcaraz por fin desplegó su tenis ante Davidovich. Hubo momentos para todo, pero en los instantes decisivos apareció el campeón del último Roland Garros, el tenista que más brilla sobre tierra batida. "¡Así sí!", gritaba al certificar la victoria en dirección a su palco, con el entrenador Samuel López estos días al frente.
"Ha pasado mucho tiempo desde mi última final de Masters 1000 [fue en Indian Wells 2024, hace 14 meses]. Necesitaba ser paciente, tenía que creer que volvería a disfrutar de un momento así. Los aficionados quieren que llegue a la final de cada torneo así que estoy contento también por ellos. Voy a disfrutar del partido", comentó Alcaraz después de una semifinales en la que estuvo más serio que nunca.
Si en los días anteriores se había descontrolado, entre el cabreo y la risa, entre la decepción y la euforia, esta vez se mantuvo sereno durante las dos horas y los nueve minutos de juego. De hecho, pese a que hubo golpes de mérito, apenas lució ese gesto tan suyo, el dedo a la oreja pidiendo aplausos para el público. En sus celebraciones ante Davidovich se permitió un "¡Vamos!" y nada más. Ni un alarde, ni una distracción. Desde que saltó a la pista quedó en evidencia que su objetivo era mantener la calma el máximo de tiempo posible. Incluso cuando se amontaron los errores y crecieron las dudas a su alrededor, Alcaraz siguió tan tranquilo.
Ángel Hidalgo, el jugador que hace un año sorprendió al mundo en el Club de Campo Villa de Madrid, derrotando en un desempate al mismísimo Jon Rahm, ha vuelto a ser protagonista. Esta vez en uno de los salones de Hacienda Golf Links, donde el domingo se coronó junto a su equipo como el gran vencedor de la primera edición del Gasol Foundation Golf Invitational. "El Rey, Pau Gasol y Rafa Nadal, los tres tíos más importantes de España", gritó Hidalgo mientras el salón, con cerca de 300 participantes, estallaba en una ovación atronadora, la más ruidosa de todo el fin de semana.
Probablemente la reacción de la gente es el reflejo de una sociedad hastiada del día a día de la política, que ha encontrado en los deportistas a sus verdaderos referentes. Porque Gasol y Nadal no sólo son embajadores de nuestro país. Son también personas normales que han compartido una fin de semana con amigos y patrocinadores por una buena causa. EL MUNDO estuvo allí como testigo privilegiado de la histórica primera edición de un evento que es ya referencia y que ha recaudado una suma importante para pelear contra la obesidad infantil. "Queremos seguir creciendo en el impacto de los hábitos saludables de los niños", asegura Gasol.
Sólo 250 privilegiados disfrutaron durante tres días del renovado resort Hacienda Golf Links y el casi recién inaugurado hotel Fairmont La Hacienda, entre la Línea de la Concepción y San Roque. En el grupo, deportistas, celebridades y empresarios más importantes, todos reunidos en torno a la figura de Pau Gasol, cansado pero feliz, que hace balance de una primera edición que ha superado todas las expectativas. Tanto él como su mujer Catherine han sido los anfitriones perfectos, pendientes de cada uno de los participantes. Da igual que tuvieras 22 majors como Nadal o una mediana empresa del mundo de los helados.
De Augusta a The Players
Nadal quiso dejar toro el protagonismo a su gran amigo Pau, en una esquina del salón, junto a su mujer Xisca, su amigo de toda la vida Tomeu, o su jefe de prensa. Seguía discretamente la presentación del evento en el cóctel del jueves por la noche. Entre foto y foto, el tema estrella de conversación era el golf. Rafa confesaba no echar nada de menos el tenis. "Comencé a jugar al golf porque era el único deporte que podía practicar sin riesgo de lesión", y ahora lo disfruta siempre que puede. En un corrillo con algunos de los golfistas profesionales comentó su reciente viaje a Augusta National con Ana Patricia Botín o al TPC de Sawgrass, sede del The Players invitado por el PGA Tour. Rafa está encantado en Hacienda Golf Links, de hecho fue el lugar escogido hace solo unos meses para preparar su retirada en la Copa Davis y de paso organizar una "Ryder Cup" con sus mejores amigos.
El salón era un devenir de leyendas e hitos; te movías a la derecha y cruzabas con el internacional Álvaro Morata, un poco más adelante, Luis Milla, el futbolista del Getafe, o Marcos Alonso, del Celta de Vigo, o el ex-delantero del Athletic Aritz Aduriz. Rudy Fernández disfrutaba de uno de sus primeros eventos como golfista, junto a su mujer Helen Lindes, también haciendo sus pinitos en el golf. El chef José Andrés se paseó durante todo el fin de semana repartiendo puros. Los golfistas más veteranos Manuel Piñero o Marta Figueras-Dotti, leyendas de nuestro golf, junto a Álvaro Quirós o Gonzalo Fernández-Castaño tampoco quisieron perderse el torneo y poner su granito de arena en la lucha contra la obesidad infantil. Los más jóvenes, Adri Arnaus, Ángel Ayora o Hidalgo, alucinaban con la sencillez y naturalidad de Gasol y Nadal. "Me preguntó ayer qué tal había ido la ronda", sorprendido nos contaba Hidalgo sobre su encuentro con Nadal. En otro rincón, tampoco quiso perderse el torneo el torero Manuel Escribano, junto a su pareja la modelo Laura Sánchez, horas antes de su encerrona ante seis victorinos en Alicante.
"Nos conocimos hace 22 años", Gasol tira de memoria para recordar su primer encuentro con Rafa. "Tenía 15 años y yo 23 y coincidimos en un evento de Nike en Barcelona, me dijeron que era una futura promesa del tenis, era tímido, callado", continúa con el relato. "Luego nos fuimos conociendo más a medida que fui a Roland Garros, he estado en 11 de sus 14 finales, y él en muchos de mis momentos especiales. Somos muy buenos amigos y su presencia aquí es refrendo de esta amistad".
Rudy Fernández, en uno de los 'greens'.Gasol Foundation
"Lo hablamos hace unos meses", comenta Nadal, "conseguimos cuadrarlo en la agenda y estoy apoyando a Pau y su Fundación. Las personas que hemos tenido la suerte de tener una vida privilegiada y de vivir mejor de lo que hubiéramos soñado, no sólo tenemos que contribuir, sino inspirar a que otros lo hagan", sentencia Rafa en su primer día como marqués de Llevant de Mallorca.
-"Buenos días señor marqués", bromeaba Pau. "Mi primer día como marqués ha sido igual que el anterior", respondía Rafa, aunque ya en tono serio evaluaba positivamente la distinción. "Me hace mucha ilusión y estoy muy agradecido al Rey".
Nerviosas, Paula Martín, flamante reciente ganadora del Women's Amateur, y Andrea Revuelta, otra de las perlas de la cantera, han sido las agraciadas y jugarán los primeros 18 hoyos formando equipo con la dupla histórica Gasol-Nadal. "Ha sido una experiencia increíble, y he aprendido mucho, en mi vida hubiera soñado estar aquí", resumía Paula. "No dudamos ni un segundo, estamos rodeadas de gente que nos inspira", destacaba Revuelta. Ambas estudian en Stanford, la prestigiosa universidad americana muy cerca de donde vive Pau. Fue precisamente Gasol quien contactó con ellas para compartir esta experiencia.
"Algo que sea muy especial"
Morata jugó 18 hoyos con Aduriz. "Los dos somos delanteros y se nota, nos hemos tirado a por todas las banderas", bromeaba. "Estoy bien y si me necesitan para la selección ahí estoy, puedo fallar como lo hice el otro día, pero soy español y de los más españoles que hay", no eludía el delantero del Galatasaray ninguna cuestión. Al lado guardaba sus palos Juanma Morales, conocido empresario que se postuló para presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Muy cerca del ex-futbolista Miguel Ángel Ferrer Mista.
Sin duda es esta la época de los eventos golf, recientemente Nadal fue protagonista en Mallorca de la Batalla de las estrellas, Bernd Schuster también organizó el suyo en Salamanca y Pep Guardiola reunió a un selecto grupo de amigos en el PGA de Cataluña. Gasol mira ya a los grandes eventos que se celebran en Estados Unidos como los proams de celebridades donde la estrella de los Lakers ha tomado parte. "Me gustaría que el evento fuera como un major, algo que sea muy especial y de lo que todo el mundo quiera formar parte", explica.
Los comentarios de todos fueron unánimes, la organización es perfecta; de la mano de la agencia ASG liderada por Pablo Neira. Un despliegue de flota de coches de cortesía están pendientes de los participantes, en el lujoso Fairmont cuidan todos los detalles y miman a cada uno de los participantes y la calidad del campo de Hacienda Golf Links rivaliza con unas espectaculares vistas sobre el peñón y el mar, son postales únicas que no se pueden ver en ningún otro lugar del mundo. "Hemos puesto el listón muy alto", reconoce Gasol, satisfecho.
José Andrés, en un carrito, camino de un hoyo.Gasol Foundation
A última hora aparece Ron Artest, su nombre de nacimiento o Metta World Peace (Mega Paz Mundial, como decidió rebautizarse durante un tiempo). Sus dos metros y corpulencia no pasan desapercibidos: jugó 19 temporadas en la NBA, donde coincidió en los Lakers con Gasol. Artest es tristemente conocido por protagonizar la pelea más salvaje en la historia, cuando defendía la camiseta de Indiana y se enzarzó en una reyerta, subiendo a la grada y repartiendo maporrazos con quien se cruzaba en su camino. Le sancionaron durante 86 partidos. Metta vestido con ropa deportiva se paseaba entre los diferentes grupos de participantes en el cóctel de entrega de premios con una copa de champán en la mano. "Hola qué tal, soy Metta, de Estados Unidos", se presentaba tendiendo la mano". Todo un personaje.
Durante el fin de semana, una subasta contribuyó a recaudar más dinero para la causa, desde unas entradas para ver a los Lakers en primera fila, hasta una raqueta de Carlos Alcaraz o Nadal o una camiseta de Pau Gasol con la posibilidad de jugar 18 hoyos con la estrella española, fueron los artículos más demandados.
Los resultados deportivos fue en este caso lo de menos. Pau reconocía que lo más importante es haber cerrado una primera edición con un éxito rotundo. "La gente ha disfrutado, han hecho conexiones y han vivido una experiencia única". El torneo tendrá continuidad y se postula como uno de los grandes eventos sociales y deportivos que será una referencia cada año. Mientras llega la segunda edición y gracias al empuje de la primera, la Fundación Gasol podrá seguir contribuyendo a hacer que la vida de nuestros niños sea un poco más saludabl
Se gritaba, clamaba al cielo, se encogía de hombros, desesperaba. No, no y no. Hasta Carlos Alcaraz sufre días de esos en los que nada funciona, todo se tuerce y lo mejor es irse a la cama a esperar el amanecer siguiente. Este martes lo hizo ya eliminado en segunda ronda del Masters 1000 de París por el británico Cameron Norrie, por 4-6, 6-3 y 6-4. Fue su peor partido del año, un desastre. Fue una tortura, mejor olvidarlo rápido.
Si llevaba nueve finales seguidas, su eliminación fue la constatación de que es humano. Hay que remontarse muy atrás en su carrera para recordar un partido en el que estuviera tan perdido, pero sobre todo hay que forzar mucho la memoria para dar con un encuentro suyo con tantos errores. Sumó hasta 54 fallos no forzados, algunos difíciles de creer, como un remate que lanzó directamente a la red. Era un superhéroe confuso y perdido sin sus poderes.
"Esto es peor que Montecarlo; esta pista es más lenta que la tierra batida", le aseguraba Alcaraz a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, con quien mantuvo una constante comunicación durante su crisis. El número uno del mundo no entendía nada. Pero nada de nada. No entendía cómo botaba la bola. No entendía por qué siempre estaba mal colocado. No entendía qué tenía que hacer.
Una pista incomprensible, un rival incómodo
Desde su último partido oficial, en Tokio a finales de septiembre, se había preparado durante un mes entero para domar la velocidad de vértigo del cemento indoor y, de repente, se encontraba sobre la superficie más lenta de la historia. El Masters 1000 de París trasladó este año su sede de Bercy a La Défense, el precioso pabellón donde se disputó la natación en los últimos Juegos Olímpicos, y en la transición la pista cambió radicalmente. La victoria obligaba a Alcaraz a borrarlo todo y jugar como en Roland Garros: con bolas altas y ángulos, con mucha paciencia. Pero el cambio resultó demasiado exigente.
A estas alturas de la temporada, con 75 partidos en sus piernas y en su cabeza, el número uno no estaba para ese ejercicio y, poco a poco, minuto a minuto, fue perdiéndose. En el primer set se impuso pese a sus problemas con el juego, pero después la angustia se comió su confianza. "No estoy haciendo nada bien", le soltaba a Ferrero, que le reclamaba una positividad imposible.
YOAN VALATEFE
Tampoco ayudaba Norrie, un rival incómodo que siempre hizo lo que tenía que hacer. En los primeros puntos sorprendió por sus piernas, devolviéndolo todo de lado a lado de la pista, y en los instantes finales se hizo una estrella. Con su zurda dominó la derecha torcida del español e incluso se atrevió a vencerle en esos highlights en la red tan suyos. En el último set, de hecho, sólo existió Norrie, que amenazó una y otra vez con el break hasta que se lo llevó junto al triunfo.
Objetivo: mantener el número uno
"Es un éxito enorme para mí, muy importante. Es mi primera victoria contra un número uno. Sólo intentaba disfrutar de mi tenis. Sabía que tenía que presionarle, que luchar, que crearme oportunidades y estoy muy contento de haberlo hecho", proclamó el británico, el número 31 del ranking ATP, poco después de que Alcaraz se marchara alicaído a los vestuarios.
Desde que levantó el US Open, su objetivo era terminar este 2025 con mejores resultados que en los cierres de 2024 y 2023 y todavía está a tiempo de conseguirlo. Pese al traspiés en París, aún le quedan dos torneos para celebrar un final de temporada por todo lo alto, literalmente. Antes de la Copa Davis, en las ATP Finals de Turín que se disputarán entre el 10 y el 16 de noviembre el español debe asegurarse el número uno ante la amenaza de Jannik Sinner. Si el italiano vence en el Masters 1000 francés regresará a la cima, pero a Alcaraz le bastarán con 500 puntos en la Copa de Maestros para recuperar ese honor y mantenerlo hasta Año Nuevo.
Para obtenerlos necesitaría ganar los tres partidos de la fase de grupos o alcanzar la final. Para obtenerlos necesitará borrar la zozobra ante Norrie y recuperar la alegría que le llevó a tantos éxitos. Fue su peor partido del año, un desastre. Fue una tortura, mejor olvidarlo rápido.