El Mundial de Australia y Nueva Zelanda dibuja el auge del fútbol femenino: 32 selecciones y un escaparate planetario

El Mundial de Australia y Nueva Zelanda dibuja el auge del fútbol femenino: 32 selecciones y un escaparate planetario

El fútbol femenino, en crecimiento exponencial, alcanza una cima con motivo del Mundial que arranca mañana con el partido entre Nueva Zelanda y Noruega (9:00 horas), en Auckland. Por primera vez, 32 selecciones, más de 700 jugadoras y un millón de entradas vendidas. La expectación que despierta en las antípodas, al celebrarse en Australia y Nueva Zelanda, supera a cualquiera de las citas anteriores. De todas las participantes, la mejor es una española, Alexia Putellas que, aunque saliendo de una grave lesión, es doble ganadora del Balón de Oro y se sitúa al frente de una España que restaña heridas internas y busca demostrar la imparable progresión del fútbol femenino en nuestro país.

Esta novena edición del Mundial tendrá, por primera vez, a dos países como anfitriones que, curiosamente, forman parte de diferentes confederaciones. Australia pertenece a la asiática y Nueva Zelanda a la de Oceanía. El crecimiento a 32 selecciones muestra, asimismo, el salto del fútbol femenino. En los dos primeros Mundiales, celebrados en China (1991) y Suecia (1995), compitieron 12 equipos. En los cuatro siguientes, que tuvieron lugar en Estados Unidos (1999 y 2003), China (2007) y Alemania (2011), participaron 16, y en los dos más recientes fueron 24: Canadá (2015) y Francia (2019).

El torneo crece, asimismo, en seguimiento. Según ha comunicado la FIFA, para el partido entre Australia e Irlanda se ha colgado el cartel de «no hay billetes». Se han vendido más de 80.000 localidades. El exceso de demanda para este partido obligó a la FIFA a tener que cambiar la sede. La idea inicial era que tuviera lugar en el Sydney Football Stadium, pero finalmente se disputará en el Stadium Australia, con capacidad para 83.500 espectadores.

Venta de entradas

Y es que, tal y como anunció Gianni Infantino hace poco más de un mes, se habían vendido 1.032.844 localidades. Una cifra que supera a la registrada en la pasada edición, en Francia 2019, que a estas alturas había vendido unas 750.000.

Aunque los números hasta el momento son buenos, hace unos días la FIFA anunció que regalará 20.000 entradas para los partidos que se celebren en Nueva Zelanda, ante la preocupación por la lentitud de las ventas en ese país, al contrario que en Australia. Sarai Bareman, directora general de fútbol femenino de la institución, afirmó que en dicho territorio es más difícil atraer espectadores a los estadios. Es por ello que alguno de los patrocinadores, como Xero, ofrece 5.000 entradas de cortesía para los partidos en las cuatro ciudades anfitrionas.

Otro dato que revela el auge que está experimentando el fútbol femenino es la cantidad de países que retransmitirán el evento. Hace cuatro años, el Mundial se emitió en 135 países; este año lo harán en 189. Además, la FIFA espera que la audiencia ronde los 2.000 millones de telespectadores. Una cifra que prácticamente duplicaría a los 1.089 millones de personas que vieron al menos una hora el torneo disputado en Francia.

El rival a batir

La más firme candidata al título es Estados Unidos. Se ha coronado cuatro veces como campeona del mundo (1991, 1999, 2015 y 2019), y teniendo en cuenta que sólo se han celebrado ocho, es una tasa de éxito del 50%. Impresionante.

Además, las estadounidenses pueden hacer historia en esta competición al convertirse en la primera selección, de todos los Mundiales, que consigue levantar tres trofeos consecutivos. Ha participado en todas las ediciones, y si piensan que en alguna de ellas ha quedado por debajo del tercer puesto, se equivocan. Las chicas de Vlatko Andonovski han logrado, además de los títulos, tres bronces y una plata.

Estos excelentes resultados hacen que Estados Unidos sea el gran rival a batir, aunque no el único. Otro equipo con muchas posibilidades es Inglaterra. En las últimas dos ediciones, las inglesas han quedado terceras y cuartas, respectivamente. Tal vez este año sea el suyo. Tienen como punto a favor la consecución de dos campeonatos consecutivos: la Eurocopa 2022 y la Finallissima 2023. Pero, a pesar de estos buenos resultados, la realidad es que Inglaterra llega a este Mundial con dos bajas sensibles: la capitana Leah Williamson y la delantera Beth Mead.

España debuta el viernes

Por último, está Alemania. No atraviesa su mejor momento, ya que lleva una década sin ganar ningún título. Sin embargo, ocupa la segunda posición en el ránking FIFA y exhibe un gran palmarés, con ocho Eurocopas y dos Mundiales.

¿Dónde queda España? Pues, las jugadoras de Jorge Vilda, que se alojan en Palmerston North, una ciudad a 59 kilómetros del sitio habitado más lejos de Madrid, no parten en una mala posición. Ocupan el sexto puesto en el ránking FIFA y cuentan entre sus filas con la mejor jugadora del mundo en la actualidad, aunque Putellas haya llegado con problemas físicos.

Es la tercera vez que España participa en el Mundial. En la anterior edición cayó en octavos, aunque claro, el rival era Estados Unidos. Tampoco logró un gran puesto en Canadá, en 2015, ya que no pasó de la fase de grupos. El balance hasta el momento indica que de los siete partidos disputados, España ha ganado uno, ha empatado dos y ha perdido cuatro. Números que las jugadoras de Vilda esperan mejorar en el Mundial, en el que España debuta el viernes (9:30 horas, Teledeporte), frente a Costa Rica. Los partidos ante Zambia, el día 26 (9:30 h.) y Japón, el 31 (9:00 h.), cerrarán su primera fase. A partir de ahí, si se clasifica, a soñar con cualquier cosa.

kpd