La semana pasada, Dani Olmo salió a charlar con los medios. Alguien le preguntó por su futuro, un mantra que cada verano se repite con el futbolista todavía del Leipzig. La respuesta fue tal que así: «Estoy abierto a posibilidades que puedan surgir, pero te voy a soltar un topicazo: estoy centrado en el primer partido de la Eurocopa». Hubo risas en la sala de prensa de Donuaeschingen, igual que con otros portagonistas que han ido pasando por el m
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La manera más cruda de darse cuenta de algo es ver un ejemplo en directo. Todo el mundo sabe que la Federación Española se mueve bajo parámetros puramente clientelares, pero observar a Pedro Rocha, un tipo sin discurso (es difícil identificar su voz, pues no habla nunca), sin proyecto (no se sabe qué quiere hacer en la Federación) y acosado por las sospechas en tanto que mano derecha de Luis Rubiales, observar, decíamos, cómo alguien así es capaz
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La noche estaba montada en torno a Vinicius, en una especie de reivindicación brasileña y disculpa española por los inadmisibles gritos racistas que ha recibido en varios campos de este país. Ocurre que la figura del futbolista del Real Madrid ha llegado a un punto de desencuentro en el que no se admiten matices. Ni sus detractores reconocen la gravísima, y obvia, realidad que sufre siendo objeto de insultos racistas, ni sus defensores asumen su otra realidad, incuestionable, esa que habla de un deportista inaceptable por su actitud ante rivales, árbitros y aficiones contrarias. Reflejo probablemente de una sociedad, la española, proclive a la polarización extrema, Vinicius no admite diálogo. O se le elogia todo, o se le censura todo. Da igual. [Narración y estadísticas].
Conviene no olvidar tampoco que él mismo se ha atribuido, o alguien se lo ha asignado, un papel, el de icono contra esta lacra, para el que quizá no esté preparado. Un chico tan joven, al que le pasan tantas cosas y tan rápido, difícilmente está capacitado para asumir el liderazgo en algo de semejante envergadura. Bien haría él, o quien está cerca de él, en orientarle para que la lucha que ha emprendido, legítima, necesaria, imprescindible, se ajuste a la realidad de un chaval de 23 años que, simplemente, juega muy bien al fútbol. Sus lágrimas, como su fútbol, no admiten matices, por muchas cámaras de televisión, y de cine, que le apunten desde hace bastante tiempo.
Asumidas todas las aristas de Vinicius, tomadas las fotografías con el lema Una sola piel y habiéndole sido otorgado el privilegio de ser capitán en su partido, fue el turno de la pelota, escenario del que parte Vinicius y al que, cuando vuelve, entrega una versión, esta sí, única e indiscutible. Es un jugador fantástico, por mucho que ayer estuviera, como el resto de su equipo, con la tensión por los suelos. Una carrera por su banda, salvada por Le Normand, a la media hora, fue todo lo que pudo ofrecer.
En medio de un ambiente amable, casi pasota con lo que ocurría en el terreno de juego, el brillo fue para Lamine Yamal, otro futbolista distinto, descomunal. Un tipo diferencial de esos que no sobran y menos a un equipo como el español. Suya fue la noche, un rosario de regates y amagues, de fintas y mentiras, de engaños y de ilusionismo. Un show que terminó en empate gracias a dos penaltis para los locales inventados por el árbitro, un portugués de nombre Antonio que colaboró lo suyo y que en el último instante compensó un poco a los brasileños señalando otra pena máxima para dejarlo todo en tablas.
Vinicius agradece la ovación del público.PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP
España puso más porque era su obligación, jugaba de local y aunque fuese por aquello del qué dirán, debía mostrarse al menos interesado. Dispuso Luis de la Fuente un equipo que se parece mucho al titular que iniciará la Eurocopa y entre eso, la dimisión brasileña y un árbitro amigo, firme al señalar el punto de penalti en un piscinazo de Lamine Yamal, la selección se puso muy pronto por delante. En el aire, sin embargo, siempre flotó la sensación de que no es lo mismo contragolpear con Rodrygo o Vinicius que con Nico Williams o Morata. Sin desmerecer a nadie, la calidad individual en el último tercio del campo vestía de amarillo, salvo Lamine. A esta España no le va a costar dominar los partidos porque tiene jugadores de mucho talento en el medio, pero sí va a sufrir cuando los partidos los decidan los grandes jugadores. Ella sólo tiene uno. Muy bueno, pero uno.
Quiso Dani Olmo desmetir esto último con un gol increíble, fruto de un caño y un recorte deliciosos en un par de metros, con una definición perfecta al palo largo en el 2-0. Tiene calidad España, sí, pero no tiene esa calidad diferencial que da títulos más allá del juego, salvo, conviene insistir, mirando de reojo al DNI, a Lamine. Un regateador puro, de una calidad sublime, capaz de salir por los dos costados, de amagar, de engañar, de driblar... Un jugador diferencial de verdad.
En todo caso, con dos goles de ventaja era el momento de la selección, a la que sin embargo se acercó Brasil sin querer, gracias a un exceso de confianza con Unai Simón, que se marchó al vestuario sonriendo, quitándole importancia o asumiento que esto, regalarle un balón a Rodrygo, forma parte del juego. El caso es que ese gol, poco antes del descanso, dio paso a otro, poco después de ese descanso, que dio el empate a Brasil, un equipo, ahí sí, mucho más intenso, más agresivo, con toda la viveza que le había faltado en el arranque. Acertó Endrick, otro de esos niños deslumbrantes. Tras ese impetuoso inicio de segundo tiempo, la cosa se calmó y todo devino en el mundo al revés, con pitos a Morata, dueño de una noche nefasta, y aplausos a Vinicius, que tras 70 minutos de intrascendencia decía adiós a su partido bajo una ovación intensa. Se quedaba en él, en el partido, Lamine Yamal, eclipse de todo lo que ocurrió anoche, menos del racismo.
La peor noticia para las aspiraciones de Pedro Rocha se ha confirmado en la tarde de este lunes. El TAD (Tribunal de Arbitraje Deportivo) ha comunicado al Consejo Superior de Deportes (CSD) una resolución en la que expresa su decisión de incoar expediente sancionador por una posible infracción "muy grave" al candidato a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol, Pedro Rocha, y a la Comisión Gestora.
Fuentes del CSD han confirmado a este periódico que sus servicios jurídicos ya están analizando la resolución, de 39 páginas, para estudiar los movimientos a realizar. Otras fuentes cercanas al caso dan por hecho que el Consejo reunirá a su Comisión Directiva para que valore una posible suspensión cautelar, lo que impediría a Rocha ser presidente de la RFEF. La convocatoria de esa Comisión Directiva del CSD se hace, por estatutos, con 48 horas de margen, por lo que, si se convocase este lunes, cosa difícil pues el estudio de la resolución puede llevar más tiempo, el miércoles podría ser el día en el que Rocha sea suspendido cautelarmente.
La decisión de abrile expediente la tomó el TAD el pasado viernes, pero no ha sido hasta este lunes cuando ha cumplido con el trámite de enviar su resolución al CSD y poner así en marcha el mecanismo de suspensión cautelar. En concreto, considera el TAD que tanto Rocha como la Comisión Gestora que presidía se han extralimitado en sus funciones, por ejemplo, en la amplicación de contrato de Luis de la Fuente como seleccionador absoluto masculino o, también por ejemplo, en la contratación de Markel Zubizarreta como director de fútbol femenino.
La situación se agrava porque la falta "muy grave" se le asigna a Rocha y a todos los miembros de la Comisión Gestora, de modo que todos podrían quedar inhabilitados, empezando por el actual presidente, Rafael del Amo. Si eso sucediera, se produciría un vacío de poder de consecuencias imprevisibles.
Al mismo tiempo, se ha conocido que la la comisión electoral de la Federación, que debía haberle proclamado presidente este mismo lunes, ha aplazado la decisión porque ha dado traslado al TAD de una impugnación de, quién si no, Miguel Galán, presidente de CENAFE, que considera los avales de Rocha no son válidos. Pese a que en la Federación, el núcleo duro del único candidato considera que la impugnación llegó fuera de plazo, la comisión electoral ha decidido aceptarla y trasladarla al TAD, que tiene encima de la mesa media docena de impugnaciones y peticiones de inhabilitación para Rocha.