El entrenador del equipo olímpico de boxeo de Samoa, Lionel Elika Fatupaito, murió el viernes en la Villa Olímpica de París-2024 a los 60 años después de haber sufrido una parada cardíaca, confirmó el sábado la fiscalía de Bobigny (cerca de París).
La Federación Internacional de Boxeo (IBA) presentó “sus más sinceras condolencias a la familia, a los amigos y a los colegas”, en un comunicado en su página web.
El entrenador se encontraba en su habitación con un deportista cuando sufrió el ataque cardíaco, hacia las 10:20 de la mañana de este sábado (hora de la Península y Baleares)
A pesar de que la intervención de los servicios de emergencia, se decretó su muerte “por causa natural”, precisó la fiscalía, añadiendo que no se decidió imponer ningún obstáculo médico-legal para su inhumación. La investigación sobre esta muerte fue confiada a la policía judicial del departamento de Seine-Saint-Denis (región parisina).
Estamos en 2016, David Feldman se siente atrapado en un enorme sufrimiento que le lleva incluso a planear su muerte . Hay 282 dólares en su cuenta corriente y le habían diagnosticado un cáncer hace unos meses. Entonces, el joven luchador y promotor se acuerda de cómo su madre, pese a estar tetrapléjica anclada en una silla de ruedas, seguía luchando.
Así que Feldman, tras abandonar la idea del suicidio se pone a perseguir el sueño que le inspiró el púgil canadiense de boxeo sin guantes Bobby Gunn, con el impresionante récord de 73-0. No se trata sólo de promocionar peleas, algo que ya hacía y que le había llevado a la ruina, se trataba de crear algo nuevo. Algo violento y, a la vez, muy atractivo. Nacía Bare Knuckle Fighting Championship, el deporte de combate con el crecimiento más rápido del mundo, según su propio slogan.
La empresa creada por David Feldman y a la que se ha sumado recientemente Connor McGregor tenía unos 500.000 euros de beneficio en 2018, año de su fundación, hoy está valorada en más de 400 millones de euros. De los tres eventos que celebró aquel año, se han pasado a los 42 previstos en ocho países alrededor del mundo. Este sábado llega a España. "Bare Knuckle es la forma más pura de pelea. No solo respaldo el producto, también a la gente que está detrás. Es un deporte que está creciendo y con mi ayuda subirá como un cohete a la luna", contó McGregor en la presentación de la velada en nuestro país.
David Feldman (izq.) en la plaza de toros de Marbella.Instagram
El Bare Knuckle, nudillos desnudos en castellano, es un tipo de boxeo en el que los púgiles se enfrentan durante 5 asaltos de dos minutos en un ring circular de cuatro cuerdas. Lo hacen, claro, con las manos descubiertas o, como mucho, con un mínimo vendaje. Y el tiempo de recuperación tras besar la lona es de 10 segundos como en el boxeo tradicional. "Recibir el primer golpe es como ser apuñalado con 1.000 cuchillos", decía Shaun Smith, uno de los promotores de este deporte en Reino Unido.
Son, precisamente, las islas británicas las originarias de este boxeo a finales del siglo XVII y el primer campeón de la modalidad fue James Figg en 1711. Lo que pasa es que el deporte desapareció a finales del XIX hasta que volvió, de manera oficial, al Reino Unido en 2015 y lo popularizó Feldman a partir de 2018.
Fue un proceso muy difícil el que siguió Feldman para convertir este deporte en lo que es hoy en día. En sus inicios en Estados Unidos estaba terminantemente prohibido, por lo que muchos inversores no confiaron en la idea del otrora púgil. Entonces, Feldman encontró un resquicio en el estado de Wyoming y el resto es historia.
"No conseguirás sacarlo adelante", asegura que le dijo Dana White, promotor de la UFC, sobre esa modalidad tras la primera pelea que promocionó Feldman. "No es lo mismo que te dijeron a ti", dice el actual magnate del Bare Knuckle que le respondió sobre el nacimiento de la la liga de MMA que hoy disputa el campeón hispanogeorgiano Ilia Topuria.
Franco Tenaglia, campeón europeo de peso ligero.Bare Knuckle
En Bare Knuckle Boxing tienen contrato más de 350 luchadores contando todas las categorías. En la cita española de esta noche, destaca el enfrentamiento entre el argentino, español de adopción, Franco Tenaglia, campeón europeo con un récord de 3-0, y el estadounidense Tony Loco Soto, con 6-0. Ambos se disputan el cinturón del peso ligero. Tenaglia, por cierto, comparte gimnasio, el de los hermanos Climent, con Topuria en Alicante. "Yo vengo de las calles. Represento a España y Argentina. Le voy a hacer sufrir", explicó el luchador en la presentación del combate.
Este evento en Marbella es solo el primer paso que David Feldman y Connor McGregor quieren dar en España. El siguiente, y no pequeño, es aterrizar en la capital y se especula el Santiago Bernabéu en 2025. "Estamos buscando algo grande para junio del año que viene en Madrid. Pensamos que tendremos 50-60.000 espectadores", apuntó Feldman previo a la velada.
Desde las 19.00 de la tarde la sangre volverá a la plaza de toros de Marbella, pero no será la de un astado sino la de los púgiles que se pegarán durante 10 minutos con las manos descubiertas. Tenaglia y Soto es la contienda principal, pero habrá hasta 11 peleas en las que habrá seis luchadores representando a nuestro país.
Fue uno de los pegadores más temibles que jamás subió a un ring. Un deportista que redifinió la longevidad, capaz de proclamarse campeón mundial de los pesos pesados más de dos décadas después de la primera vez. George Foreman murió el viernes a los 76 años en un hospital de Houston (Texas), rodeado de sus seres queridos. Con él se marcha una de las figuras más ilustres de la historia del boxeo. El gigante que derribó seis veces a Joe Frazier antes de noquearle, el que llevó al límite a Mumammad Ali en Kinsasha y el que en 1994 sorprendió a Michael Moorer con su victoria más improbable, la que le devolvía a la cima a los 45 años.
Big George, una mole de 191 centímetros, sumó 68 de sus 76 victorias por KO (89,5%) con sólo cinco derrotas, la última en noviembre de 1997, ante Shannon Briggs en Atlantic City. La constatación de que aquella vez sí, su tiempo había terminado. Desde entonces podría dedicarse a los negocios. A vender millones de tostadoras para la cocina (The George Foreman Grill) y a protagonizar una breve serie (George) sobre su figura en la cadena ABC.
Había nacido y crecido en Houston, dentro de una familia con seis hermanos. A los 14 años dejó la escuela y formó, junto a un grupo de amigos, una banda de atracadores. Sólo el Job Corps, un programa gubernamental destinado a la ayuda de los adolescentes, le permitió salir de las calles y aprender las reglas del noble arte. En los Juegos de México dio su primer aldabonazo como amateur, colgándose el oro olímpico tras derrotar al soviético Jonas Cepulis.
"Down goes Frazier!"
Su gran bautismo de fuego llegaría en 1976, cuando noqueó a Joe Frazier tras un brutal acometida al título de los pesados. Smokin' Joe, con su aura de eterno perdedor, logró levantarse tres veces de la lona en el primer round y otras tres en el segundo, antes de que el árbitro, conminado por las lágrimas de Angelo Dundee, el preparador de Ali, detuviese la pelea. El delirio para los 36.000 asistentes en Estadio Nacional de Kingston (Jamaica) y la inmortalidad para Howard Cosell, comentarista de la ABC, autor del grito "Down goes Frazier!"
Tras llevar tres veces a la lona a Ken Norton en Caracas, había llegado el turno de defender su corona ante Ali. Aquel 30 de octubre de 1974, en el Estadio 20 de mayo de Kinsasha acogió el Rumble in the Jungle, una de las veladas que definieron la historia del boxeo. Con un asombroso invicto de 40-0, Foreman se presentaba como favorito ante aquel deslenguado, que venía de derribar dos veces a Norton y otra a Frazier. La astucia de Ali, su fabulosa agilidad de pies en torno a las cuerdas, terminaron por desesperar a Foreman, que encajó varias derechas fuera del conteo y no pudo pasar del octavo asalto.
Aquella derrota, le sumiría en una tremenda crisis personal y casi dos años de travesía por el desierto. En enero de 1976 acabó con la feroz resistencia de Ron Lyle en el Caesars Palace de Las Vegas y aquel mismo junio volvió a tumbar dos veces a Frazier en el quinto asalto. No obstante, una derrota ante Jimmy Young, definida tras 11 toques de campana, le llevó a la retirada. Según su propio testimonio, aquella velada en el Coliseo Roberto Clemente de San Juan (Puerto Rico), le hizo conectar con su yo más espiritual.
Foreman, con la zurda ante Moorer en Las Vegas.AP
Aquella vía mística duró lo que duraron los ahorros, así que en julio de 1987 tuvo que volver a enfundarse los guantes, quitándose de encima a rivales de escaso fuste, atemorizados aún por su aliento de pegador. En abril de 1991, cuando Evander Holyfield puso en juego los cinturones de la Federación Internacional (IBF) y el Consejo Mundial (WBC), Foreman se llevó una soberana paliza. Aún hoy resulta asombroso cómo, siendo 14 años mayor, pudo aguantar en pie los 12 asaltos.
Superada la cuarentena, la oronda figura de Foreman ya no inspiraba rechazo entre las familias de bien. Se mostraba amable, calmado. Ya no era un portento físico, pero sabía esperar su momento, dentro y fuera del ring. De ese modo, tan insólito, pudo sorprender a Moorer en una pelea organizada por Bob Arum en el MGM Grand de Las Vegas. El campeón asomaba con un récord de 35-0, pero Foreman aguantó con temple hasta conectar el golpe definitivo en el décimo asalto. "¡Sucedió!", exclamó su gran amigo Jim Lampley, con quien entre 1992 y 2004 compartiría espacio televisivo en la HBO. Foreman se había consagrado, a los 45 años, como una de las mayores leyendas de la historia del boxeo.