Fútbol femenino
Montse Tomé elogió cómo recuperó su mejor juego en el duelo ante Suecia. Fue la más votada para ser capitana, pero cedió el brazalete a Paredes. Su abrazo con Athenea, otro símbolo
A Alexia Putellas el fútbol se lo negó todo cuando la rodilla le falló aquel verano de 2022 y, desde entonces, poco ha podido disfrutar, al menos con la selección. En el Gamla Ullevi se sacudió todos los demonios, los de la batalla por la recuperación física y la que le tocó librar en nombre de todas las jugadoras, empezando por su amiga Jenni Hermoso. Putellas, cansada y agotada mentalmente después de un caótico mes, apareció ante Suecia para liderar a España, dominar el juego, permitirse hasta caños a las suecas y demostrar que este equipo tiene estrella, en el pecho y en las botas de la catalana.
Debía haber llevado el brazalete de capitana, como informó la UEFA, pero ejerció el papel sin él. «Ella fue la más votada en el vestuario, pero ya sabéis cómo es y me dijo que lo llevara yo», desveló Irene Paredes. A Alexia ese símbolo no le hace falta. Se ocupó del fútbol, de la pancarta previa, que ella desplegó, y hasta de abrazar a Athenea del Castillo tras el primer gol, todo un símbolo de unidad.
«Hoy he visto una Alexia diferente, ha disfrutado. Es una profesional 10 y, en cuanto ha podido centrarse en el fútbol, ha demostrado todo lo que nos da». Son los elogios que le dedicó Montse Tomé. La seleccionadora se estrenó con victoria, tan inesperada como merecida. Se abrazó antes y después del partido con todo su staff. Saben que toman aire. «Tenía mucha confianza en mí. Sólo necesitaba que me dejaran trabajar. No sentía presión, sino ganas de empezar a hacer lo que queremos: entrenar y pensar en fútbol. Sobre todo me alegro por ellas», puntualizó antes de recordar que le había preguntado varias veces a las jugadoras durante el partido por su estado físico y aclarando que ella no es Jorge Vilda, algo que se visualizó con la apuesta por Laia Aleixandri como central y como pareja de Irene Paredes.
Para la veterana jugadora, la victoria sólo hizo aflorar lo que son. «No era el mejor momento ni estamos en las mejores condiciones, pero saltar al terreno de juego es lo que nos libera. Es para lo que estamos y lo mejor que sabemos hacer, así que hemos disfrutado», aseguró la veterana central del Barça, muy contenta con los tres puntos que las ponen al frente de un grupo donde deben acabar primeras para soñar con ser olímpicas.
El penalti de Mariona las empuja. «A nivel mental estábamos agotadas, pero el partido se nos dado bien incluso hemos hablado de que es uno de nuestros mejores partidos. Jugar así como equipo es una satisfacción muy grande después de la semana que llevamos», aseguró la mallorquina no sin humor. «Hemos sufrido porque hemos encajado en el 90 y hemos ganado en el último instante. Antes estas cosas nos solían pasar al revés».
Esta victoria no sólo tiene una lectura deportiva, que pone a España en ventaja, sino también social. «Puede que haya gente queriendo que perdamos, pero hay mucha más que nos apoya», advirtió. En Córdoba lo notarán, aunque ayer también pese a ser el equipo rival. «Hemos sido aplaudidas al salir a calentar y hemos visto muchas pancartas. Cada vez está más claro que, aunque las suecas ha sido muy sensibles y nos han apoyado, es que todo el mundo ha comprendido que nuestra lucha es la de todas», recordó Paredes.
A tres de ellas le tocará recordarlo en la Audiencia Nacional, donde comparecerán como testigos en la causa que se sigue contra el expresidente Luis Rubiales por el presunto abuso a Jenni Hermoso en la final del Mundial.