El Barcelona, en plena economía de guerra, venderá las sillas y el césped del Camp Nou

El Barcelona, en plena economía de guerra, venderá las sillas y el césped del Camp Nou

Actualizado

El club azulgrana, que se despide del viejo Camp Nou el próximo domingo mientras prepara su exilio a Montjuïc, sacará a la venta el mobiliario del estadio mientras trata de recortar 200 millones de euros

El Barcelona dirá adiós al viejo Camp Nou el domingo.

El romanticismo se paga. Y más en este Barcelona de economía de guerra donde cada partida suma para alcanzar los objetivos económicos que se ha marcado la directiva de Joan Laporta. Concretamente, el de recortar un mínimo de 200 millones que LaLiga de Javier Tebas debe creerse.

Este domingo los socios del club azulgrana y los hinchas que hayan podido hacerse con una entrada se despedirán, con el partido de Liga frente al Mallorca, del viejo Camp Nou, que comenzará a ser remodelado este verano y que obligará al primer equipo a exiliarse a Montjuïc hasta noviembre de 2024. Los abonados que pretendan llevarse algún recuerdo del estadio, aunque sea su propio asiento, tendrán que pasar por caja. El recuerdo no es gratuito.

Así, y según ha hecho oficial el Barcelona ante las dudas planteadas por una masa social que pretendía hacerse con su trozo de estadio, “los asientos, la hierba y otros elementos que forman parte del actual estadio” podrán adquirirse en un proceso que el club azulgrana ha bautizado como de “economía circular”. La directiva del Barça, al menos, ofrece a sus socios “prioridad” y “un precio reducido” en la compra de dicho material respecto al resto de coleccionistas e interesados.

El ahora llamado Spotify Camp Nou, visiblemente deteriorado pese a las actuaciones hechas por la junta de Laporta para que el equipo pudiera al menos completar esta temporada sin poner en riesgo a sus aficionados (en el último partido frente a la Real Sociedad las moscas invadieron una de las cafeterías, y los servicios presentaban un aspecto deplorable), sufre su larga vida. De hecho, fue inaugurado el 24 de septiembre de 1957. Pero sobre todo paga la inacción y las dificultades con las que fueron encontrándose las directivas desde la época del ex presidente Josep Lluís Núñez para acometer una remodelación integral del estadio.

Aprobada por fin la financiación del Espai Barça con 20 inversores que prestan 1.450 millones de euros, y con la constructora turca Limak como responsable de la obra -“la única de las empresas concursantes que asumió el compromiso de volver al Camp Nou en noviembre de 2024 y de concluir la obra antes de junio de 2026”, según Laporta-, al barcelonismo ya sólo le queda despedirse de su viejo estadio. El próximo lunes, de hecho, se llevará a cabo el acto de inicio de la remodelación del Camp Nou con la colocación de la primera piedra.

El Barcelona tiene previsto perder con su traslado a Montjuïc 55 millones de euros, pese a que en febrero el club defendía que la pérdida sería de 93 millones. Esperaba el club azulgrana alcanzar ese objetivo cargando sobre el socio un alto coste (un 25% más caro) por poder ocupar un asiento en el Estadio Olímpico de Montjuïc, decisión controvertida que el club ha tenido que rectificar reduciendo en un 50% sus expectativas de cobro al socio. Sólo podrán acudir a Montjuïc 27.385 abonados, quedando fuera unos 56.000.

“Cuando vayamos tres o cuatro veces a Montjuïc, descubriremos que no se ve tan mal el fútbol”, afirmó este jueves la vicepresidenta institucional del Barcelona, Elena Fort, que insistió en que el plan de viabilidad azulgrana pasa por el “reajuste de presupuesto de todas las áreas, deportivas y no deportivas”.

Por lo pronto, el Barça tratará de hacer negocio con sillas y trozos de césped. El escudo, por ahora, sigue en su sitio.

kpd