España recibirá en Málaga a Noruega el 25 de marzo y visitará a Escocia en Glasgow el 28. Sólo 11 mundialistas repiten.
Luis de la Fuente, durante la rueda de prensa de este viernes.EFE
Luis de la Fuente ha convocado a 26 futbolistas para los dos primeros partidos de su etapa y tras un primer vistazo, la conclusión es que ha puesto patas arriba la selección española. Kepa en la portería, Nacho y David García en la defensa, Zubimendi y Ceballos en el centro del campo y Bryan Gil, Aspas y Joselu en la delantera con las principales novedades, que no las únicas, para medirse a Noruega y Escocia.
La dimensión de la revolución se puede explicar con un dato. Apenas 11 futbolistas de los que estuvieron en el Mundial repiten hoy. Robert Sánchez, David Raya, Balde, Laporte, Carvajal, Rodri, Gavi, Pedri, Morata, Olmo y Nico Williams son los que se mantienen en el equipo después de la cita de Qatar. Especialmente llamativa es la ausencia de Jordi Alba, al que Balde también le ha quitado el puesto en la selección, no sólo en el Barça.
Tampoco están Unai Simón, Azpilicueta (lesionado), Pau Torres, Eric García, Guillamón, Busquets (por decisión propia), Soler, Llorente, Koke, Ferran, Yeremi Pino, Asensio, Sarabia y Ansu Fati. El portero o el delantero del Barça, también los dos centrocampistas del Atlético, eran fijos para Luis Enrique.
Si hablamos de debutantes propiamente dichos, sólo David García, el central de Osasuna, y Joselu, el delantero del Espanyol, se pondrán por primera vez la camiseta. Nacho no era convocado desde marzo de 2018, y Aspas desde junio de 2019.
La lista completa
Porteros: Kepa, Robert Sánchez y David Raya
Defensas: Gayá, Balde, Laporte, Iñigo Martínez, Nacho, David García, Pedro Porro y Carvajal
Centrocampistas: Rodri, Zubimendi, Gavi, Fabián, Merino, Ceballos y Pedri
Una de las grandes noticias que dejó la tarde en Berlín fue la ruptura de una racha de 16 años. Una racha de 136 partidos. La ruptura, en fin, de un tema casi tabú en España desde que la gran España encontró un camino para ganar entre 2008 y 2012. Pareció durante muchos años una herejía pensar en otro modo de jugar, insinuar que no había que tener la pelota para ganar partidos... Pues bien, esta España no necesita el balón para ganar partidos y eso, que ya se intuía, se confirmó contra Croacia.
España dispuso del balón un 46% del tiempo, por el 54% de los croatas. Y España ganó 3-0. Hacía esos 16 años que algo así no ocurría. La última vez que el rival tuvo más tiempo el balón que España fue la final de la Eurocopa de 2008, aquel 29 de junio donde Torres inició una era ¿irrepetible? Desde entonces, la selección ha jugado 136 partidos y siempre ha ganado eso tan poco útil que es la posesión, escrito así de forma aséptica. Por el camino, sesiones tan inverosímiles como los octavos de final contra Marruecos, resuelto, en contra, en los penaltis.
"No tenía ni idea de lo de la posesión. A ver, aquí al final lo que cuenta es ganar los partidos, no la posesión, y nosotros estamos muy felices porque hemos ganado", resolvía ayer Fabián, uno de los jugadores que representan ese fútbol no tan ortodoxo que ha tenido atrapada a la selección desde 2014, año del cataclismo en el Mundial de Brasil, hasta la llegada de Luis de la Fuente, un tipo práctico.
Carvajal, de Wembley a Berlín
Hay pocos jugadores en el vestuario de la selección que entiendan tan bien eso de "lo que importa es ganar". Dani Carvajal, quizás, es el que ha vivido esa expresión más de cerca. No es fácil ganar seis Copas de Europa de la misma forma. En unas sufrió, en otras disfrutó, a veces dominó y en algunas sobrevivió como pudo, pero ganó. Eso es lo importante. Y quizás por eso, el de Leganés es un capitán sin brazalete en la concentración de España.
No acumula tantas internacionales como otros compañeros, pero tiene el peso de los títulos y la experiencia, algo que necesita De la Fuente, que le permitió hablar en el corrillo previo al partido. "He sido uno de los que ha hablado. Soy un jugador que siempre intenta alzar la voz y motivar a los más jóvenes", explicó el defensa en los pasillos del Estadio Olímpico.
Fue una tarde especial para Carvajal, una más en un mes de junio que no va a olvidar. Después de marcar el primer gol de la final de la Champions de Wembley, el canterano del Real Madrid disputó en Berlín su primer partido en una Eurocopa. Las lesiones no le habían dejado estar en las convocatorias hasta ahora.
Carvajal, en la acción del 3-0 ante Livakovic.AFP
Y claro, alguien que puso la primera piedra de Valdebebas y terminó con seis 'orejonas' no le hace ascos al destino. En su estreno continental, Carvajal repitió gol. Su primero con España 44 partidos después, insistiendo en eso del destino. Movimiento al primer palo y remate ante el portero.
"Es un gol de killer, ¡de killer absoluto!", bromeaba en zona mixta. "De momento soy Pichichi de la Eurocopa, porque nadie ha metido dos goles", añadió entre risas.
El cuerpo técnico de Luis de la Fuente ha copiado la idea del de Carlo Ancelotti. Carvajal no es el más alto, pero sí es inteligente a la hora de buscar el espacio en el área: "En el balón parado hay que estar listo, hay que tener determinación y hoy pues me he anticipado al primer palo y sólo la he tenido que empujar. Estoy muy contento de que confíen en mí para el balón parado", explicó.
Ayoze Pérez es uno de esos futbolistas que, si dieran un paseo por la Gran Vía de Madrid, o cualquier otra calle comercial de (casi) cualquier ciudad española, no atraería demasiadas miradas. No le reconocería mucha gente. Ayoze Pérez, el delantero hoy del Villarreal y antes del Tenerife (donde jugará mañana), Newcastle, Leicester y Betis, es la útima incorporación de Luis de la Fuente a un puesto, el de delantero centro, donde, detrás de Morata, no hay nadie fijo. La actuación del canario ante Dinamarca (volvió loca a la defensa e hizo el segundo gol), unido a su temporada a las órdenes de Marcelino García (10 goles en este arranque de curso) le sitúan como el hombre de moda para ese puesto.
Dice el seleccionador que tiene hasta cuatro jugadores por puesto con el nivel suficiente para jugar con España. En este concretamente, en el de delantero centro, la figura incuestionable es la de Álvaro Morata. Por fútbol, claro, pero también por ser quien porta el brazalete. El capitán es muy querido en el grupo y mientras mantenga el nivel no tendrá problema para ser el titular. Ocurre, sin embargo, que tiene 32 años y faltan casi dos para el Mundial, de modo que la obligación del cuerpo técnico es ir viendo opciones. Objetivos no le faltan a Morata, a solo un gol de igualar a Fernando Torres como tercer máximo anotador de España. Lleva 37, y aunque algo lejos, Raúl, el segundo en esa lista con 44, tampoco es un imposible.
Pero detrás de Morata hay pelea. Ayoze, visto estos últimos meses, y visto lo del viernes por la noche en Copenhague, es ahora mismo el meritorio número uno. Pero no es el único. De hecho, el siguiente podría ser Samu Aghehowa, la gran novedad de esta convocatoria, un chico que también ha empezado la temporada como un avión, marcando 12 goles con el Oporto y cuatro en el último partido con la sub'21, en octubre. Con una tipología completamente distinta a todo lo que hay (alto, fuerte, potente y rápido), es una opción de futuro pensando en ese Mundial de México, Estados Unidos y Canadá. Jugará mañana frente a Suiza y será el momento de empezar a calibrar su incorporación a un grupo que ahora mismo va sin freno por la vida.
El tercer nombre, que no ha venido a esta llamada, es Joselu. Fue uno de los fijos con De la Fuente desde que llegó, en marzo de 2023, y se mantuvo, pese a marcharse a jugar a Qatar, en los partidos de septiembre y octubre. No está aquí, pero De la Fuente ya ha demostrado que hay pocas decisiones irrevocables (la de Sergio Ramos, y poco más). Por ejemplo, llamó a Jordi Alba para jugar la fase final de la Nations League en el verano del 23. De modo que tampoco es descartable que vuelva a recurrir al ex delantero del Madrid.
Otras opciones menos probables pasan por jugar con Mikel Oyarzabal como falso delantero (algo que no convence mucho a De la Fuente, mucho más partidario de delanteros puros y duros, con las características que tengan) o seguir de cerca a Mateo Joseph, el delantero que está brillando en la sub'21 (cuatro goles en cuatro partidos). Futbolista del Leeds, cántabro pero salido de la cantera del Espanyol, es otra vía para el futuro.
Rodrigo Hernández, Rodri, está de vuelta en Manchester (con algún mínimo permiso por Navidad). El mejor jugador del mundo, al menos según la UEFA y France Football (Madrid, 28 años), el Balón de Oro de este 2024 que se marcha, es lo que dice Tina Turner: "You're simply the best". Y eso que está cerrando un año agridulce entrando en la que todos los expertos señalan como la parte más difícil de la recuperación de un ligamento cruzado roto. Aunque con cuidado, ya camina bien, y los ejercicios van aumentando en intensidad, incluso ya trabaja en la piscina. Pero el objetivo está todavía lejos. Lejísimos, de hecho. Y, sin embargo, el trabajo ha de ser diario, intenso, con avances apenas imperceptibles. La mente, cuentan quienes han pasado por ahí, es casi tan importante en esta fase como la rodilla.
«Por eso no habrá problema», dicen en el entorno de Rodri. «Por eso» es por cómo va a gestionar emocionalmente una de las lesiones más graves que ha de afrontar un futbolista alguien que atravesaba, sin duda, el mejor momento de su vida deportiva. Fue el 22 de septiembre, a los 16 minutos del City-Arsenal, cuando al intentar rematar un córner, en una levísima pugna con Thomas Partey, su rodilla derecha se quebró.
Curiosamente, cinco días antes, él, un tipo que habla muy claro, había puesto voz a los futbolistas hablando sobre lo inviable del calendario. Le preguntaron por la posibilidad de que se pusiese en marcha una huelga. Y respondió: «Sí, creo que estamos más cerca de ello. Si le preguntas a cualquier jugador, te dirá que es una opinión general entre los futbolistas, no es sólo una opinión mía». La mala suerte quiso que tanto él como Dani Carvajal, otro de los que más contundente fue al rechazar el número de partidos al que están siendo sometidos, se vayan a pasar el año en la enfermería.
Ambos charlaron durante un buen rato con Luis de la Fuente el pasado día 28 de noviembre, cuando la Federación organizó un pase privado del documental sobre la Eurocopa ganada el pasado verano. Son dos de los líderes del vestuario de esa España que levantó su cuarta Eurocopa en Berlín el 14 de julio. Y de hecho, el de Carvajal fue uno de los primeros mensajes que recibió el centrocampista cuando ganó el Balón de Oro, el 28 de octubre en París, pese a que horas antes Vinicius y el Real Madrid habían teatralizado la (pen)última patochada a cuenta de los premios.
Rodri, con el premio en París.EFE
Porque, pese al mal sabor de boca con el que va a concluir el año, para Rodri el 2024 será inolvidable. Fue el líder de la selección campeona de Europa, y eso que tuvo que ver la segunda parte de la final con una bolsa de hielo en la parte posterior del muslo porque se había roto en la última jugada del primer tiempo contra Inglaterra. Fue también el año en que el mundo del fútbol se rindió a un jugador clásico, un chico que juega con los pantalones por dentro, que no tiene tatuajes y que no dice «en plan», ni «obvio» ni ninguna de esas palabras tan comunes entre los más jóvenes del vestuario. Alguien que sí lee prensa y que, cuando está de vacaciones con Laura, su pareja desde hace muchísimos años.
Al jugador que descartó el Atlético porque era muy bajito, y que explotó en el Villarreal de la mano de Marcelino, le llegó otra Liga con el City, pero sobre todo los trofeos a mejor jugador de la Eurocopa y el Balón de Oro, al que acudió con muletas pues habían pasado pocas semanas desde la operación, semanas que pasó en Madrid, en un centro de fisioterapia de su confianza en el Barrio de Salamanca. «Esto es un reconocimiento al fútbol español, pues hubo muchos jugadores antes que yo que lo merecieron», dijo después de recibir el trofeo en París.
Estudios
Ha sido, pues, el año de la consagración para este madrileño, graduado en ADE (Administración y Dirección de Empresas), un título que cuyo TFG (Trabajo de Fin de Grado) defendió online desde Las Rozas entre el primer y el segundo partido de la Eurocopa de 2021. A la sombra de Sergio Busquets en la selección durante muchos años, el paso adelante del equipo tiene mucho que ver con él.
Este cierre amargo de 2024, entre dolores e inflamaciones, tendrá su continuidad en 2025. Quienes le conocen vaticinan que no le veremos en lo que queda de temporada jugar un partido. No quiere correr ni el más mínimo riesgo quien sabe que, camino de los 29 años, una recaída sería algo casi definitivo. La falta de objetivos del City, que arrastra una racha sin Rodri que asusta (de los 19 partidos que ha jugado desde el 22 de septiembre apenas ha ganado siete), cuando llegue el mes de mayo ayudarán a no precipitarse en un jugador que tampoco va a morir por ganar la Liga de Naciones con España. No por nada, sino porque una recuperación mejor, más lenta, más segura, enfoca directamente el Mundial de 2026. Y claro, no hay debate.