La estrella británica del tenis Cameron Norrie se disculpó y evitó la descalificación cuando una raqueta que lanzó al aire golpeó a una espectadora este martes en el torneo del ATP Tour en Auckland.
Norrie, nacido en Auckland, afrontaba un punto de partido contra el argentino Facundo Díaz Acosta cuando lanzó ligeramente su raqueta al aire. La raqueta golpeó a una mujer que se encontraba en el palco de la pista, que resultó ilesa.
Norrie recibió una advertencia del juez de silla y perdió por 6-2 y 6-3 en la primera ronda del torneo. Había llegado a la final de este torneo en 2023.
"No era mi intención hacerlo, pero sigue sin ser lo ideal y nunca he hecho algo así", dijo Norrie. [La espectadora] se estaba riendo y yo le dije 'lo siento, no quería hacer eso'. Y ella dijo 'sí, estoy completamente bien'", explicó.
"No fue para tanto. Me disculpé rápidamente y quiero disculparme en general. No estoy contento con mi comportamiento", añadió Norrie.
Novak Djokovic fue descalificado del US Open de 2020 tras golpear accidentalmente a un juez de línea con una pelota y en el Abierto de Francia de 2023 Miyu Kato y Aldila Sutjiadi fueron expulsadas del dobles femenino después de que una pelota golpeada por Kato golpeara a una recogepelotas.
También en 2023, el tenista australiano Marc Polmans fue expulsado de la última ronda de clasificación del Masters de Shanghai tras golpear una pelota en la cara del juez de silla.
El serbio Novak Djokovic pidió el domingo más transparencia alrededor de las suspensiones por dopaje en el tenis y consideró que los jugadores con un ranking alto parecen recibir un trato diferente a otros.
El vencedor de 24 torneos Grand Slam dijo estar de acuerdo con el australiano Nick Kyrgios, quien afirmó el sábado que la integridad actual de su deporte era "horrible".
Los dos jugadores se referían a los casos de violaciones de las reglas antidopaje por parte de los dos números 1 mundiales, el italiano Jannik Sinner y la polaca Iga Swiatek, a lo largo del año 2024.
Sinner dio positivo en clostebol (un anabólico) dos veces en marzo de 2024, y recibió breves suspensiones por cada caso, pero el italiano alegó una contaminación involuntaria y fue completamente blanqueado por la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA). Sin embargo la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) recurrió esa decisión ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que todavía no ha emitido un veredicto.
Meses más tarde del caso Sinner, la polaca Iga Swiatek, actual número 2 pero entonces en la cima del ranking, también fue suspendida un mes por dopaje tras dar en agosto positivo a la a la trimetazidina (TMZ). En este caso, la ITIA aceptó también la excusa de una contaminación.
Según Djokovic, de 37 años, quien jugará en dobles con Kyrgios en el torneo de Brisbane esta semana, los jugadores de alto nivel como Sinner o Swiatek son tratados de forma diferente a los que ocupan puestos más bajos en el ranking ATP y WTA.
"Creo que Nick (Kyrgios) tiene argumentos válidos en lo que respecta a la transparencia y coherencia de los protocolos y de las comparaciones caso por caso", destacó el serbio. "Tenemos jugadores que esperan desde hace más de un año que sus casos sean resueltos".
Si bien Djokovic dice creer a Sinner cuando asegura que la contaminación al clostebol se produjo por medio de su fisioterapeuta, el serbio afirmó haber "estado muy frustrado, como la mayoría de otros jugadores, por haber estado en la ignorancia durante cinco meses", indicó.
"(Sinner) recibió la noticia (de los positivos) en abril y el anuncio no se hizo hasta agosto, justo antes del US Open. La ATP no ha explicado realmente en profundidad las razones por las que guardó este caso oculto del público", lamentó.
"Luego tuvimos los casos de (Simona) Halep y el de Swiatek en el circuito WTA y no es una buena imagen para nuestro deporte", explicó en referencia al caso de la rumana, exnúmero 1 mundial inicialmente suspendida a cuatro años en 2022 por un control positivo y una irregularidad en su pasaporte biológico, sanción reducida a nueve meses en marzo de 2024.
"Simplemente me pregunto sobre cómo funciona el sistema", añadió Djokovic. "¿Por qué no son tratados de la misma forma que otros? Quizás porque hay razones del ranking detrás o quizás porque otros cuentan con más apoyo financiero detrás de ellos o de equipos jurídicos más fuertes".
«No lo pensé mucho. Sólo publiqué una foto de los dos juntos». El pasado 7 de diciembre, el brasileño Joao Lucas Reis da Silva subió a Instagram un selfie frente a la playa de Copacabana de Río de Janeiro junto a su novio, Guilherme Ricardo, con un mensaje sencillo: «Feliz aniversario. Feliz vida. Te amo muito». Un hecho corriente: un joven felicitando a su pareja. Un hecho histórico: el primer tenista en activo que hace pública su homosexualidad.
Sólo unos minutos después de su Stories, Reis da Silva, actualmente el 367 del ranking ATP, recibió el apoyo de leyendas del tenis, como Billie Jean King, activista LGTBI y de famosos de su país como el cantante Lulu Santos, protagonista de los últimos Latin Grammy. «No lo esperaba. Pensé: 'Voy a escribir algo a Guilherme'. Y después, de repente, ¡boom!», explicaba Reis da Silva a 'The Athletic' en su primera entrevista tras el tsunami. De ser un completo desconocido incluso en el tenis a aparecer en los medios de comunicación de todo el mundo. ¿Cómo lo lleva?
Una victoria después de la publicación
«No tengo ningún problema. Sé que voy a recibir mucha atención, ahora soy el mejor tenista gay de la historia. Pero no quiero hablar sobre ello todo el rato», reclamaba el tenista a quien la atención realmente ha sentado bien. El pasado domingo ganó su primer torneo desde el anuncio, el Procopio de Sao Paulo, una especie de clasificatorio para el ATP 500 de Río de Janeiro del año próximo. De 24 años, Reis da Silva empezó a jugar en su ciudad, Recife, siguiendo los pasos de su hermano mayor, a los 13 años se mudó a Sao Paulo para entrar en una academia y a los 18 años vivió el que seguramente sea su mejor momento en una pista de tenis.
Clasificado para el Roland Garros junior, venció en los exteriores de la Philippe Chatrier al argentino Juan Manuel Cerúndolo -el hermano de Francisco- y cayó eliminado en segunda ronda. A partir de entonces, su carrera ha sido una concatenación de torneos Challenger en Sudamérica, con tres finales disputadas como mejor resultado, siempre fuera del Top 200 del ranking mundial. Después de un periodo de lesiones, el año próximo intentará ganar su primer partido en ATP -ha jugado dos veces en el ATP 500 de Río con dos derrotas en primera ronda- y seguir escribiendo su historia.
Sin precedentes en el tenis masculino
Pese a que en el tenis femenino ha habido numerosas campeonas que han declarado ser homosexuales, como la propia Billie Jean King, Martina Navratilova o Amelie Mauresmo, en el tenis masculino el muro todavía es alto. En los años 40 el número uno Bill Tilden fue detenido acompañado de un joven -era delito en Estados Unidos- y posteriormente, jugadores de ranking modesto como Bobby Blair, Brian Vahaly o Francisco Rodríguez han hablado de su sexualidad una vez retirados. Pero ningún Top 100 en activo ha dado el paso.
«Un solo tenista de entre los mejores puede abrir la puerta a los demás», analizaba Reis da Silva en The Athletic, donde también relataba su experiencia en los vestuarios. «Alguna vez he escuchado comentarios que me molestaban, pero cuando empecé a explicar a todo el mundo que soy gay esos comentarios de mierda desaparecieron. Al haber una persona gay cerca tenían que ser más respetuosos», aseguraba Reis Da Silva que pasará la Navidad con la familia de su novio, conocido actor en Brasil.
«El 99,9% de los comentarios que he recibido son positivos. Cuando yo tenía 15 o 16 años me costaba aceptarme y ahora mucha gente me dice que les estoy ayudando a eso, que me admiran, que les inspiro. Es un gran honor», finalizaba el tenista que el pasado 7 de diciembre hizo historia con un gesto rutinario: publicar en Instagram una felicitación a su pareja.
Iga Swiatek, tenista polaca de 23 años que actualmente ocupa el segundo puesto en el ránking de la WTA, ha aceptado un mes de sanción tras dar positivo por trimetazidine (TMZ) en una muestra tomada el pasado mes de agosto durante un periodo sin competición, según ha anunciado la Agencia Internacional para la Integridad en el Tenis (ITIA, por sus siglas en inglés).
El organismo, después de entrevistarse con la jugadora y su entorno y de llevar a cabo investigaciones y análisis en dos laboratorios acreditados por la AMA, acepta que el positivo se produjo de manera no intencionada al contaminarse Swiatek debido a la ingesta de un medicamento que había estado tomando para combatir el 'jet lag' y los problemas de sueño.
Al haber sido suspendida provisionalmente del 22 de septiembre al 4 de octubre, perdiéndose tres torneos en Seúl, Pekín y Wuhan a la jugadora, que además perderá el premio económico del Abierto de Cincinnati que se celebró justo después de la toma de la muestra, solo le restan ocho días de castigo por cumplir.
"Este caso es un recordatorio importante para los jugadores de tenis sobre la importancia de que consideren cuidadosamente el uso de suplementos y medicamentos. Es vital que se lleve a cabo la debida diligencia para minimizar el riesgo de infracciones involuntarias como ésta", señaló al respecto Karen Moorhouse, CEO de la ITIA.
La poderosa Italia, ya campeona de la Billie Jean King Cup, defenderá su título de la Copa Davis este domingo frente a Países Bajos. Como se presumía, el equipo que capitanea Filippo Volandri, dejó atrás a Australia con sendas victorias en los encuentros individuales. Matteo Berrettini superó a Thanasi Kokkinakis por 6-7 (5), 6-3 y 7-5. Jannik Sinner derrotó a Alex de Miñaur por 6-3 y 6-4. No se disputó el partido de dobles.
Nadie cuenta con los recursos del equipo transalpino, dispuesto a señalar una época si los jugadores mantienen su compromiso. El leve sobresalto de la primera jornada, cuando Lorenzo Musetti, un joven y talentoso jugador que no acaba de encontrar el punto a esta competición, cayó ante el argentino Francisco Cerúndolo, quedó pronto solventado con la aplastante victoria de Sinner frente a Sebastián Báez en el segundo single de la serie y su improvisado concurso junto a Berrettini para el decisivo encuentro de dobles. Volandri cambió la formación inicial para ir con todo en busca de las semifinales.
Escasa resistencia
Australia presentó poca oposición en un Martín Carpena aún huérfano de la presencia de Rafael Nadal, tras la temprana eliminación de España ante Países Bajos el pasado martes. Sólo aguantó hasta el desempate del primer parcial. Berrettini, un ex top ten que llegó a disputar la final de Wimbledon y cuya carrera se ha visto alterada por las lesiones, cuenta con un inesperado protagonismo en el equipo. La Copa Davis tiene estas cosas: puede comprometer a jugadores con buenos resultados en el circuito y rescatar a otros que pelean por buscan volver a sus mejores días.
Sinner ni se inmuta. Ganador del Abierto de Australia y del US Open, reciente campeón en las ATP Finals e indiscutible número 1 del mundo, tiene todos los visos de cerrar hoy el curso a lo grande, del mismo modo que lo empezó, cuando se llevó su primer major en Melbourne. De igual forma a cómo clausuró 2023, devolviendo a Italia al centro del escenario tenístico masculino 47 años después.
El martes había colas por toda Málaga, para salir del metro, para entrar al pabellón Martín Carpena, para sentarse en las gradas, para mear en el baño, para pedir una hamburguesa o para pedir un taxi de vuelta, y en los últimos días ya no hay ni una. La misma Copa Davis, pero otra Copa Davis. La eliminación de España ante los Países Bajos fue un duro golpe para la competición, que había previsto una semana de un lleno absoluto y ahora debe trabajar para llamar el interés.
Si la retirada de Rafa Nadal fue capaz de atraer las miradas de todo el mundo y disparar las audiencias televisivas en España pese a que fuera en la televisión de pago -214,000 espectadores lo vieron en Movistar Plus+-, en su desenlace el atractivo será mucho menor. De hecho el resto de eliminatorias de cuartos de final no llegaron a los 20.000 espectadores, el mínimo para aparecer en el cómputo de audiencia.
THOMAS COEXAFP
Los aficionados, especialmente extranjeros, que pagaron miles de euros en la reventa para ver despedirse al ganador de 22 Grand Slam finalmente asistieron este viernes a una semifinal entre Países Bajos y Alemania con protagonistas fuera del Top 50 de la ATP como Botic van de Zandschulp o Daniel Altmaier. En el pabellón andaluz estaba prevista la presencia de leyendas del deporte como Roger Federer, Pau Gasol o Tiger Woods e incluso de personalidades como Bill Gates, pero finalmente ninguno apareció. Con esas bajas, en la gran carpa alquilada por la organización para hospitality sobraba espacio.
Sinner, la salvación
Desde el cambio de formato firmado por la Federación Internacional de Tenis (ITF) y la empresa de Gerard Piqué, Kosmos, la competición parece arrastrar un mal fario, que sólo disipó momentáneamente la victoria de España en Madrid en 2019 y las semifinales entre la Serbia de Novak Djokovic y la Italia de Jannik Sinner del año pasado. Ahora es precisamente el mismo protagonista, Sinner, quien está llamado a levantar los ánimos, la afluencia a las gradas y las audiencias televisivas; si él cae, el desastre. Su Italia se enfrenta este sábado en semifinales a Australia y se ven muchos seguidores suyos por Málaga, eufóricos desde la victoria de Italia el miércoles en la Billie Jean King Cup.
Manu FernandezAP
Un segundo triunfo consecutivo de Sinner vestiría la Copa Davis y elevaría su repercusión mundial, cualquier otro escenario sería menor. En la parte baja del cuadro, la suerte ha sido la presencia de Países Bajos y su capacidad para arrastrar afición. El millar de 'oranjes' que llenaron el Martín Carpena ante España y superaron en ruido al público local se multiplicó este viernes en las semifinales para regocijo de la economía local.
Fue un pequeño alivio para los hoteleros de Málaga, que el miércoles registraron numerosas cancelaciones, para los restaurantes del centro y especialmente para todos los servicios ofrecidos alrededor del Martín Carpena. Con el tirón de España y de Nadal, se habían montado numerosos stands -uno de ellos de la academia del propio Nadal-, y en los días posteriores el bajón había sido evidente.
Hubiéramos deseado una última, real y simbólica, victoria de Nadal en su apoteósica y merecida despedida sentimental. Pero ya era imposible, incluso frente a jugadores sepultados en las profundidades del ránking. Su adiós, postergado en exceso entre la tristeza, la comprensión y la gratitud de un país entero, suscita de nuevo una reflexión acerca de los deportistas que no se retiran «a tiempo».
El deportista muere dos veces. Y la primera ocurre cuando se retira (o le retiran). Se trata de una muerte biológicamente provisional, pero profesionalmente definitiva. Y el afectado no la acepta porque abre un abismo bajo sus pies. Así que, con frecuencia, y aunque, como en el caso de Nadal, haya proyectado un futuro confortable, experimenta una especie de horror vacui. No es raro. Después de todo, el deporte es la única actividad en la que la jubilación se produce en la juventud. El deportista tiene todavía por delante, en un territorio desconocido, amenazante por ignoto o incierto, incluso por extenso, la mayor parte de su existencia física. Le entra miedo, vértigo, inseguridad y trata de demorar el momento del adiós.
Autoengañándose acerca de sus, todavía, capacidades, o estirándolas con más o menos dignidad, permanece en activo, con frecuencia en un ámbito individual o, sobre todo, colectivo distinto e inferior del de sus mejores días. No lo hace por dinero, o sólo por eso, sino por mantener una ficción de permanencia.
Un tiempo innecesario
El caso de los futbolistas es paradigmático: Pelé, Cruyff, Beckenbauer, Maradona, Michel, Hugo Sánchez, Guardiola, Iniesta y un interminable etcétera alargaron impropia e innecesariamente sus carreras. Hoy siguen en activo Cristiano, Messi, Luis Suárez, Busquets, Alba y otro largo etcétera. Pero el fútbol sabe que este tiempo les sobra. No son Zidane, Kroos o como Rijkaard, que, en la celebración en el vestuario, después de ganar con el Ajax la Champions de 1995, anunció que ese había sido su último partido. O, cambiando de deporte, como Alberto Contador, que dio sus últimas y crepusculares pedaladas ganando en el Angliru.
No se retiraron a tiempo, entre nosotros, Alfredo Di Stéfano, Severiano Ballesteros e incluso un Alejandro Valverde en su longevidad digna... Ni, volviendo al tenis y al exterior, el mismo Federer. Y quizás Djokovic debe pensar en parar, ahora que está «a tiempo» de mantener su mejor recuerdo. Tampoco Serena Williams se fue cuando debía. Ni Usain Bolt. Existen «retirados en activo», valga la paradoja. Oficialmente aún en la brecha, pero en la práctica fuera de foco, Sergio Ramos o Mireia Belmonte siguen erróneamente la senda de Nadal.
Bolt, en los Juegos de Río 2016.AP
Si un bel morir tutta una vita onora, un mal morir, metafóricamente hablando, no estropea un pasado merecedor de elogio y agradecimiento. Tampoco hace añicos una imagen que se reconoce irrompible. Pero sin borrarla en absoluto, la empañe un tanto por ser la última. Saber retirarse oportunamente, es, no sólo en el deporte, una virtud casi teologal, incompatible a menudo con la ciega y sorda naturaleza humana.
En el lado opuesto de quienes se resisten en vano a los odiosos imperativos de Cronos figuran quienes se retiran «a tiempo» por el procedimiento de hacerlo «antes de tiempo». A «destiempo», en suma. Son sobre todo nadadores, debido a la precocidad de su deporte con relación a otros. La australiana Shane Gould (Gold), que este 23 de noviembre cumplirá 68 años, tuvo en 1972 todos los récords en todas las distancias del estilo libre. Insólito. Apabullante. En los Juegos de Múnich se llevó tres oros, una plata y un bronce. Y le «faltó tiempo» para retirarse. Tenía 16 años. En los mismos Juegos, Mark Spitz conquistó siete oros estableciendo siete récords del mundo. Y se despidió de las piscinas a los 22 años. Le quitó «tiempo al tiempo».
Nadie en el tenis femenino se merecía tanto una alegría este 2024 como Jasmine Paolini. La italiana, una jugadora contracultural, absoluta lucha desde sus 1,63 metros, había perdido en sus últimas finales de Roland Garros y Wimbledon y para más inri en el Grand Slam parisino también cayó en la lucha por el título en dobles. Su oro en el dobles de los Juegos Olímpicos de París 2024 ya fue consuelo, pero si había herida quedó cerrada este miércoles con su primera Billie Jean King Cup.
Como referente de Italia, Paolini venció a Rebecca Sramkova por un incontestable 6-2 y 6-1 y aseguró la victoria en la final de su país sobre Eslovaquia por un también incontestable 2-0. En el encuentro previo su compatriota Lucia Bronzetti superó a Viktoria Hruncakova por 6-2 y 6-4 y dejó a Paolini a un paso de la cima. En semifinales, ante Polonia habían superado el principal escollo al título: este miércoles todo parecía más sencillo.
La afición italiana presente en el Martín Carpena de Málaga se lanzó a una celebración que puede ser muy larga. Si entre 2006 y 2013 la generación que encabezaba Flavia Pennetta ya sumó cuatro títulos, ahora con Paolini habrá indudablemente más alegrías. A sus 28 años, después de mucho trabajo para alcanzar la cima, tiene varias temporadas de éxitos por delante. Como la tienen sus compatriotas.
En la Copa Davis, después de la victoria de este miércoles de Alemania sobre Canadá por 2-0, este jueves le toca el turno a las mejores eliminatorias de cuartos de final, con el duelo entre Estados Unidos y Australia -con Taylor Fritz y Alex de Miñaur sobre la pista- y especialmente con la ronda entre Italia y Argentina. El número uno del mundo, Jannik Sinner, entrará en acción bien acompañado por Lorenzo Musetti, pero enfrente tendrá la pelea de Sebastián Baez o Francisco Cerúndolo.
Rafael Nadal se acostó a las tres y media de la madrugada de este miércoles en su habitación del Hotel Higuerón de Fuengirola, el que acogió al conjunto español y a otros de los participantes en la Copa Davis, tras una despedida que todo el mundo hubiera deseado diferente. Amaneció tarde y emprendió el regreso a su domicilio en Mallorca, donde pasará los próximos días.
El desencanto era indisimulable en el precipitado homenaje, cuyo rango se había elevado exponencialmente en caso de victoria ante los Paises Bajos. No sólo fue el bajo rendimiento en su partido ante Botic van de Zandschulp sino que la derrota del doble formado por Carlos Alcaraz y Marcel Granollers le privó del tributo que constaba en el guion.
El escenario ideal del adiós era, como pronto, este viernes, cuando estaba prevista la aparición, entre otros, de Roger Federer y Pau Gasol, además de la llegada de muchos periodistas acreditados que contaban con que España estaría al menos en semifinales.
La ausencia de su tío Toni
Estuvo rodeado de toda su familia y de todo su equipo, al que se reincorporó para la ocasión Francis Roig y se sumó su dietista, Nuria Granados, además de Joan Forcades, quien esculpió su físico desde los inicios y ha preferido permanecer siempre en el anonimato, ambos poco habituales en los desplazamientos.
En su entorno mediático, donde se percibe un evidente malestar, prefieren no hablar de la clamorosa ausencia de su tío Toni, que tenía compromisos de trabajo en Roma y ya advirtió que sólo podría acudir si España llegaba a la final del próximo domingo.
No hay agenda inmediata para el ya ex jugador de tenis más allá de algunos actos con patrocinadores y con la Unversidad Alfonso X el Sabio. Nadal tenía previsto seguir en Málaga y sentarse a pensar con calma una vez que terminase su carrera, pero no esperaba que se precipitase de este modo el desenlace. La Federación Internacional de Tenis había planificado el homenaje para este viernes, ganase o perdiese España en semifinales. Tiene un acto en Madrid el día 4 de diciembre y una larga lista de peticiones de entrevistas en la agenda de su jefe de prensa, que se tomará su tiempo para atender.
El sueño roto de la final
Había entrenado en su academia de Manacor con Roberto Bautista el lunes y el martes de la pasada semana y lo hizo antes de la eliminatoria con Países Bajos con Alcaraz, percibiendo nuevas sensaciones. Todo resultaba alentador. La derrota entraba dentro de sus posibilidades, pero nadie lo esperaba, menos aún ante el 80º del mundo, un jugador al que había superado con comodidad en sus dos enfrentamientos previos, eso sí, en 2022, año en el que ganó el Abierto de Australia y su decimocuarto Roland Garros.
Se soñaba con una final el domingo ante la Italia de Jannik Sinner, la hipótesis idílica para una adiós a lo grande, con el lujo de un enfrentamiento entre el número 1 del mundo y Alcaraz, los dueños del futuro.
Dice Eric Bruna, que cubre el tenis para el rotativo Le Parisien desde hace 24 años, que la nostalgia empezó con el adiós de Roger Federer en la Laver Cup de 2022, se acentúa ahora con la marcha de Rafael Nadal y dejará aún más rengos emocionalmente a muchos periodistas y aficionados cuando se marche Novak Djokovic, que tiene 37 años y no tardará en hacerlo. «Como comentó Nadal cuando acudió al homenaje a RogerFederer en Londres, con la jubilación del suizo se iba un poco del propio Nadal. Diría que con la salida del español también se va un poco de Djokovic».
Hay una generación de periodistas que han acumulado trienios siguiendo las andanzas del denominado Big Three y que difícilmente van a disfrutar del mismo modo de lo que venga, de lo que ya está aquí, léase Carlos Alcaraz y Jannik Sinner. «Tengo 52 años. Me he hecho mayor con ellos. Hay una relación de corazón con los tres. Seguro que Alcaraz y Sinner ganarán muchos títulos, pero dudo que veamos un período semejante a éste. Ha sido la época dorada del tenis».
Philippe Bouin, retirado desde hace tiempo, es un referente en el mundo del tenis y nos deleitó en L'Equipe con su visión incluso de años pretéritos a los protagonizados por estos tres jugadores que suman 66 títulos del Grand Slam. «Todo alrededor del juego de Rafa, de sus récords, de sus habilidades físicas y de su fortalezas, ha sido escrito millones de veces. Añadiré el que es para mí el mayor de sus logros: a pesar de su éxito y de la fama consiguiente, de la adoración que suscita en el mundo, ha sido capaz de permanecer como una persona normal a lo largo de toda su carrera. Uno de mis sobrinos pequeños es recogepelotas en Roland Garros y le adora por su amabilidad, tanto dentro como fuera de la pista. Es un complemento increíble a pesar de su fama mundial».
"Nos vamos poniendo viejos"
Benjamín Benzaquén, la voz de Radio ADN de Chile, con muchos torneos a sus espaldas, entre ellos 37 Roland Garros, se siente también personalmente concernido por la retirada de Nadal. «El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, dice una canción que entonaba maravillosamente la gran Mercedes Sosa. Pasó, tan rápido pasó, que se nos hace una distancia muy grande con aquel junio de 2005, cuando lo vimos ganar su primer Roland Garros con aquellos pantalones pescadores, esa camiseta sin mangas, la vincha, el pelo largo, el ir y venir de una a otra punta de la cancha, sosteniendo los pelotazos que le ponía otro zurdo con más veteranía y experiencia que él llamado Mariano Puerta».
Hay una inclinación lógica a volver a la génesis de Nadal. Su final empuja la vista hacia un largo trávelin retrospectivo, a los momentos en los que sentó las bases de su carácter. «Fue un gladiador que trituraba rivales con la mente. Con su optimismo y capacidad competitiva desmoralizaba hasta al más optimista de todos. Más allá de su gran talento y su fuerza, lo que me maravilló de él fue que nunca se le pudiera dar por vencido hasta el último punto, por más abajo que estuviera en el score, él se encargaba de encender la luz de la esperanza. Humilló con su espíritu y con cada latigazo de drive acompañado por un grito intimidante. Ganar 14 veces en la tierra de París es una de la mayores hazañas de todos los tiempos en el deporte», agrega Sebastián Torok, especialista del diario argentino La Nación y de ESPN Latam.
Bruna también proclama su asombro ante tal registro en la arcilla del Bois de Boulogne, antes de elegir el mejor recuerdo de todo este tiempo concluido. «A lo largo de mi trayectoria profesional, no he visto nada que se pueda comparar con la final de Wimbledon 2008 frente a Federer. Reunió todos los ingredientes de un espectáculo sublime, incluido ese final en la noche, cuando apenas se veía la pelota, y cómo Nadal ascendió depués por la tribuna para saludar al Rey. Lo tuvo todo».
"Una forma de entender el juego"
«Era el jugador que necesitaba Federer para mejorar y subir un escalón más, porque al resto que intentaban jugar con su estilo los pasaba por arriba», apunta Benzaquén. «Nadal fue una barrera que impidió que el suizo siguiera arrollando a sus rivales de aquella época. Marcó un estilo y una forma de entender el juego, tanto en lo técnico como en lo competitivo, que no ha tenido parangón. Para nosotros, los argentinos, aunque uno viva en Chile, un zurdo nos trajo siempre remembranzas de un gran Vilas, pero también de un gran McEnroe. Nos daba la impronta de ese estilo único que tienen los zurdos».
Sugiere la imagen que acompaña este artículo conversar con Bruna sobre algunos trances de la renuente acogida que dispensó a Nadal el público galo. «Al principio a la gente le gustaba, porque lo ganaba todo, pero llegó un momento en el que empezó a ganar demasiado. De algún modo, en Francia mucha gente tiene debilidad por competidores como Poulidor, que suelen tener que conformarse con el segundo lugar. También influía la relación especial del público con Federer, a quien quería ver gana al menos un Roland Garros y veía cómo era Nadal quien se lo impedía un año tras otro».