Alexia Putellas confirma con un gol que da la victoria ante Suecia que España estará en la final de la Nations League

Alexia Putellas confirma con un gol que da la victoria ante Suecia que España estará en la final de la Nations League

Hay equipos que no necesitan jugar bien para ganar, ni siquiera para pelear por títulos. El talento siempre aparece cuando más lo necesitan y los impulsa, los salva. Eso fue lo que le ocurrió a España en el Gamla Ullevi de Gotemburgo. En un partido gris, con Suecia incapaz de encontrar la forma de dañarle, superó su falta de chispa con la aparición de Alexia Putellas para certificar que España sigue saltando de final en final. Desde agosto de 2023, y con la única excepción de la final de los Juegos de París, la selección disputa todas las finales de las competiciones que disputa. Ganó el Mundial, venció en la primera edición de la Nations League femenina, se le escapó la Eurocopa en los penaltis y a finales de noviembre defenderá título en una final que, por primera vez, se jugará a doble partido.

No fue un partido con el sello que suele imprimirle España. El juego fue espeso y las ocasiones pocas y no muy claras, como si el 4-0 de La Rosaleda se interpretara como una renta suficiente que evitaba tener que forzar en el frío estadio de Gotemburgo. Sonia Bermúdez mandó al césped a las mejores jugadoras, intentando evitar que se manejara el marcador, lo que pasa es que Suecia le invitó a hacerlo.

Su seleccionador, Thomas Gustavsson, consciente de que ante la mejor selección del mundo necesitaba poco menos que un milagro para remontar, se tomó el partido como un test para sus jóvenes talentos, las que tendrán que llevar a Suecia al Mundial de Brasil de 2026. En esa tarea están las nórdicas tras verse lejos de la pelea por los títulos, en reconstruirse para volver con más fuerza. Ese ímpetu complicó que España arrollara como lo hizo en La Rosaleda.

Dominaba el juego lo suficiente para no verse sorprendida, pero con imprecisiones y sin la fluidez que acostumbra. Rondaba el área, aunque sin ocasiones claras hasta que, en el minuto 11, apareció Mariona con un remate forzado que se perdió por encima del larguero, y en el 18, otra vez a balón parado, Mapi León colgó una falta que Irene Paredes cabeceó buscando portería. Ni eso aceleró un duelo, que volvió a languidecer hasta que Schröder, rondando el minuto 40, se plantó ante Cata Coll para calentarla.

Buscó Bermúdez tras el descanso la amenaza en el área de Martín-Prieto y la frescura de Jana Fernández en la banda, incluso del debut de la jovencísima Clara Serrajordi al mando de la sala de máquinas, pero no sirvió de mucho. Tampoco a las suecas la mayor amenaza que supuso ver en el campo a Rolfö y, sobre todo, a Blackstenius, que mostró colmillo nada más saltar.

Sin embargo, se escapó por la orilla derecha de Clàudia Pina para rasear un balón al punto de penalti donde aparecía Alexia. Gol, tercero en esta ventana, que daba la segunda victoria de España en Gotemburgo en toda su historia. Un tiro de Jana que salió rozando el palo pudo ser el segundo, pero la corta ventaja en el partido la salvó Cata Coll con una doble parada a tiro de Angeldahl que no pudo atrapar y al rechazo que cazó Holmberg. Una noche gris que acaba con victoria, redondeando una eliminatoria con 5-0 y en una final.

El mal presagio de las lágrimas de Salma Paralluelo: lesión en el ligamento medial de la rodilla izquierda

Actualizado Sábado, 25 octubre 2025 - 16:48

No se habían jugado 15 minutos de la semifinal de la Nations League cuando España, ya con el marcador a favor, recibió un varapalo. La sueca Amanda Ilestedt derribó a Salma Paralluelo en el área con una fea entrada a la altura de la rodilla. Su grito resonó en La Rosaleda, se alzó asustada y trató de seguir, pero unos minutos después se echó a tierra tras pedir el cambio. Las lágrimas con las que se marchó al vestuario eran ya un mal presagio.

Afeó Sonia Bermúdez a la colegiada rumana la "agresividad" que había permitido y la decisión de no expulsar a la central por lo que ella consideraba una "agresión", pero el mal ya estaba hecho y empañó la goleada de España.

Las pruebas médicas a las que se ha sometido a la futbolista del Barça esta mañana en Las Rozas han confirmado que tiene una lesión en el ligamento medial de la rodilla izquierda. Sus sensaciones eran malas porque sabe lo que es dañarse la rodilla. En 2021, cuando vestía la camiseta del Villarreal, se rompió el cruzado anterior de la misma rodilla. Le costó recuperarse y no pudo dar su mejor versión hasta el Mundial de Australia en agosto de 2023. De hecho, esa dolencia le ha dejado alguna secuela posterior.

Paralluelo trataba de alcanzar su mejor nivel después de que la temporada pasada acabara con peores números de los que esperaba, lo que se confirmó en la Eurocopa, donde su rendimiento estuvo lejos de la mejor versión.

Llamada a Athenea

Como ocurrió con la lesión de Esther, que se produjo después de la primera lista de Sonia Bermúdez, la seleccionadora ha optado por llamar a Athenea del Castillo para que se incorpore a la concentración este lunes y viaje con el equipo a Gotemburgo para el partido de vuelta ante Suecia.

La jugadora del Real Madrid había sido una de las futbolistas que se había quedado fuera de una convocatoria que la entrenadora calificó de "dinámica" y en la que ya ha tenido que hacer dos sustituciones en esta ventana internacional.

El 'homenaje' de Alexia Putellas a Sonia Bermúdez: "Se le ha pegado algo mío del pasado"

El ‘homenaje’ de Alexia Putellas a Sonia Bermúdez: “Se le ha pegado algo mío del pasado”

Sin voz, con una sonrisa que reflejaba tanta alegría como descanso, Sonia Bermúdez soñaba con un debut así: cuatro goles, portería a cero, el plácido regreso de Jenni Hermoso y Mapi y hasta el debut de Lucía Corrales. Hasta Alexia le hizo un 'homenaje' con un magistral lanzamiento de falta que se convirtió en el primer gol de España. "A Alexia se le ha pegado algo mío del pasado", bromeó la seleccionadora, mucho más relajada porque su equipo había estado "soberbio".

"Lo he disfrutado, lo resumo así. Es mi filosofía de vivir: hay que disfrutar, ahora celebrar y ya pensaremos mañana en el siguiente partido", dijo la seleccionadora, que salió de La Rosaleda con la pelota de su debut bajo el brazo, como si aún fuese jugadora —"que es lo mejor del mundo", puntualizó— y quisiera recordar su noche más importante.

Se atrevió hasta a analizar cuestiones tácticas que, hasta ahora, había esquivado para no dar pistas a sus rivales. Una fue la apuesta de Clàudia Pina en la punta cuando Salma Paralluelo tuvo que salir del terreno de juego lesionada a la media hora de partido. "Íbamos a atacar la profundidad con ella, y la idea con Pina era sacarla en la segunda parte por su desborde y su calidad. Pero yo a Clàudia la veo en punta, es capaz de generarnos un cuadrado por dentro con las extremos, tiene gol, puede acelerar el juego y ubicarse en los espacios... ha estado soberbia, como todo el equipo", insistió.

Otro de los matices que se irán viendo de Bermúdez es su elección para la punta de ataque. "Veremos. A veces jugaremos con una referente, otras con un falso nueve, pero tenemos futbolistas que se adaptan muy bien", dijo sin querer apuntar más.

Salma Paralluelo se toca la rodilla tras la entrada de la central sueca.

Salma Paralluelo se toca la rodilla tras la entrada de la central sueca.AFP

De momento, con Salma no se sabe si podrá contar para el partido de vuelta en Gotemburgo el próximo martes. "Estamos esperando a la valoración. Ha recibido una patada por detrás que, para mí, aunque hubiera fuera de juego, es una agresión. Y esa agresividad se puede parar, porque se pueden sacar tarjetas y cortarla", argumentó la seleccionadora, que también se refirió al regreso de Jenni en los instantes finales del partido. "Nos hemos abrazado con todas al final, pero ella se ha emocionado. Le vienen recuerdos, y es que vestir la camiseta de España es increíble", confirmó. "Mapi ha estado muy bien en los duelos, en las vigilancias. Estaba feliz, y nosotros encantados", añadió sobre la central del Barça.

Alexia 'persigue' a Jenni

El debut de Bermúdez se lo endulzó Alexia con esa falta convertida en el primer gol, que ella sintió que iba a acabar al fondo de la red. "Tal cual golpeas ya sabes si le has pegado bien o no. He sentido el balón y, tal y como ha salido, sabía que iba muy bien", explicó. Con ese gol, el 38 con la selección, igualó a Vero Boquete y, luego, la superó. Ahora, solo tiene por delante a Jenni, con 57 goles. "Al final son grandes leyendas que han jugado en la Selección y en activo aún. He tenido la suerte también de compartir un vestuario con ellas y es un honor estar al lado de Jenni", aseguró.

Lo que no hay es pique. "No sé ni cuántos lleva. Yo al final soy mediocentro, es complicado tener muchas ocasiones para marcar goles. Sé que siempre tengo alguna, y por eso trabajo para ser eficaz", matizó. Lo que le encantó fue su regreso. "A todas creo que se nos ha puesto la piel de gallina cuando coreaban su nombre incluso cuando estaba calentando. Tanto ella como Mapi estaban muy felices de poder disfrutar de un partido en casa con la Selección. Si ellas están contentas, nosotras también", zanjó.

Alexia celebra su primer gol de falta.

Alexia celebra su primer gol de falta.RFEF

Ahora Suecia espera de nuevo y no quieren confianzas porque escuece aún haber perdido la final de la Eurocopa. "Duele mucho y es algo que no terminas de olvidar, evidentemente, porque es un shock. Pero eso también sirve para seguir adelante, para no repetir errores. Ahora tenemos una buena ventaja, pero cometemos un error si no vamos con la misma mentalidad que hemos salido en este partido", explicó.

Ahora, su rol es un punto diferente al que tenía. "Sonia me pide ayudar un poco en la salida de balón y ya en tres cuartos pues tener un poco más de esa llegada, esa libertad". De momento, la hace brillar.

La misma España arrolladora golea a Suecia y se encamina a la final de la Nations League

Actualizado Viernes, 24 octubre 2025 - 22:21

Todo puede cambiar alrededor de España, incluso el ruido puede ser, por momentos, ensordecedor, que estas jugadoras construyeron una coraza hace tiempo y viven agarradas a la costumbre de arrollar rivales con un talento demoledor. Puede que no sean imbatibles, porque son humanas e Inglaterra lo demostró hace apenas tres meses, pero con la pelota en juego no parece haber otro rival que las británicas que, siquiera, se acerque a intimidarlas.

A España le duró Suecia lo que tardó en romper a sudar. No hizo falta ni que el primer once de Sonia Bermúdez se reconociera en el campo, porque sobre el césped de La Rosaleda solo estaban dos jugadoras, Olga Carmona y Mariona, que no juegan cada semana juntas con la camiseta del Barça. Una de ellas, Mapi León, que volvió al eje de la zaga. A Jenni Hermoso te tocó banquillo. Y la selección fue la misma de siempre, reconocible en el juego y la voracidad.

Las suecas intentaron adelantar la presión, crearles dudas, como si eso fuera posible mantenerlo en el tiempo. Impedir que España gobierne los partidos es una tarea al alcance de muy pocos, y hace tiempo que las nórdicas no son uno de ellos. En diez minutos, tuvieron que parar a Mariona en falta en la frontal y Alexia, con un guante en la zurda, teledirigió la pelota a la escuadra. Sigue la Reina en un momento dulce.

El gol desató a las españolas, que convirtieron el resto de la primera mitad en un rondo casi infinito, con las suecas persiguiendo sombras y sin oler balón. La idea de Tony Gustavsson era transitar rápido buscando a Blackstenius y fue imposible. De hecho, eso fue lo que hizo España, ya engrasada, con Salma Paralluelo en otra jugada que marcó el duelo. Aitana la lanzó a la carrera al área e Ilestedt la frenó con una entrada terrorífica. No fue penalti, a pesar de que la colegiada rumana Demetrescu lo señaló, porque la aragonesa estaba ligeramente adelantada. Sin embargo, la entrada a la altura de la rodilla dejó secuelas. Salma tuvo que pedir el cambio y retirarse entre lágrimas, dejando a España en shock. Fue el momento en que Blackstenius se escapó y armó un tiro desviado que no encontró portería.

Alexia, tras marcar su segundo gol en La Rosaleda.

Alexia, tras marcar su segundo gol en La Rosaleda.AFP

Con la lesión de la falsa 9 española, llegó la primera decisión de Sonia Bermúdez: optar por Clàudia Pina como punta, una posición un tanto extraña para ella, pero en la que encajó como anillo al dedo. Quizá fuera ese uno de los «matices» que prometió la nueva seleccionadora. No le pudo salir mejor. Pisó área y allí la encontró Ona Battle para filtrarle una pelota que, apenas controló, golpeó al fondo de la red. En ese momento, la selección era absoluta dueña del partido. Con la semifinal a doble partido, el rodillo se puso en marcha para tratar de viajar a Gotemburgo el martes con el billete a la final casi en el bolsillo.

La forma en que las jugadoras españolas hilvanaban pases, con paciencia para buscar, una y otra vez, la manera de pisar área, empezaba a ser insultante para las suecas. Laia Aleixandri recuperaba, Aitana y Alexia marcaban el tiempo y salían cómodas de la presión. Así, con 13 pases consecutivos, como llegó el tercer gol. Colgó Vicky al segundo palo, cabeceó Pina al travesaño y el rechazo lo cazó Alexia para sumar su segundo gol, el 39 con la selección y se impulsa como segunda máxima goleadora de la historia. Con el partido descosido, la única ocasión de España que no fue gol fue un testarazo de Mariona al filo del descanso.

Suecia recordaba la humillación sufrida en Málaga hace dos años con un 5-3 y volvió al campo apretando los dientes. Encontró a Blackstenius rompiendo el fuera de juego, pero Irene Paredes rectificó lo justo para complicar el remate en carrera de la goleadora del Arsenal. No espero más Sonia Bermúdez para acelerarlo con Eva Navarro y Alba Redondo, a quien remató al aire el cuarto tras un regalo de Aitana. Sin embargo, llegó. Las suecas estrellaron un córner olímpico en el larguero pero, ya con Jenni en el campo y aclamada por La Rosaleda, Pina encontró una pelota en el área y su naturaleza fue ponerla en la red.

Cata Coll: “La seleccionadora nos hace sentir más libres, nos comprende como jugadoras”

Actualizado Jueves, 23 octubre 2025 - 20:34

Con 24 años, Cata Coll (Pòrtol, 2001) tiene el peso y la mentalidad de una veterana. Quizá porque llegó a la élite muy joven y a un equipo plagado de estrellas, donde tuvo baches; quizá porque su carácter es de líder, con un puntito canalla. Sobre sus guantes y su toque con los pies empezará a construirse la España de Sonia Bermúdez, con el reto de buscar la final de la NationsLeague ante Suecia con una convocatoria marcada por el regreso de Jenni Hermoso y Mapi León.

Pocos días con la nueva seleccionadora pero ¿qué percibís?
Tenemos muy buen feeling. Al final se nota que ha sido jugadora, que hace poco que se ha retirado y que nos entiende muy bien. Es una etapa nueva en la que empezamos de cero con un objetivo claro: ganar la Nations League. Creo que ella viene en un momento importante de esta selección y confiamos. Lo que nos transmite lo vemos bien y vamos adelante.
¿Qué cambio habéis notado más?
Que venga de ser una gran jugadora se nota. Nos deja libertad para que cada una se gestione como quiera su tiempo libre. Yo creo que también nos hace sentir más libres. Ésa puede ser la mayor diferencia, que nos comprende como jugadoras.
¿La recuerdas en el campo?
Sí, muy buena, muy técnica. Ha estado en clubes como el Barca, el Atlético, Levante, clubes top y hablan muy bien de ella. Si como jugadora era excelente, no dudo que como entrenadora también lo sea.
¿Le ha dicho ya que quiere tirar penaltis?
No, aún no, no hay esa confianza, pero la habrá, la habrá.
¿Qué supone para vosotras ver a Jenni de nuevo con España?
Estamos felices. La vemos contenta de estar aquí, con un poco de jet lag y cansada, pero ha llegado muy bien. Sabemos lo que nos puede aportar, la jugadora que es y estoy contentísima de que esté aquí.
¿Y Mapi, a quien tienes más cerca en el Barça?
Justo antes de la convocatoria le pregunté si iba a venir, y me dijo que estaba disponible, pero que no sabía. Eso ya me puso muy contenta. Como dices, la tengo cerca y la conozco muy bien. Sabemos todo el potencial que tienen Mapi y Jenni y lo vamos a aprovechar.
¿Era el momento del cambio de seleccionadora, del regreso de estas jugadoras?
Puede ser. Creo que hicimos buena Eurocopa, obviamente, pero es verdad que a lo mejor era una manera de cerrar el círculo. A veces hay que cerrar etapas también cuando salen bien. Y no pasa nada, no es nada malo. Es una nueva, con una entrenadora increíble y un staff en el que confiamos mucho. Esperemos que salga bien.
Más de una compañera ha dicho que tú matarías por ellas. ¿En algún momento de estos dos años has pensado: 'ojalá hubiera estallado'?
Bueno, puede ser, pero porque soy de mucho carácter, pero a veces también tienes que guardar un poco las formas. Pero sí, por las mías mato, siempre lo digo, y en el campo más.
Llevas un tatuaje que dice, en catalán, 'Feliz cerca del peligro', ¿por eso pasaste de ser central a portera?
Realmente no sé por qué cambié. Me gustaba mucho esta posición, el sentir esa presión extrema que tiene siempre el portero, ser diferente.
También juegan más...
Bueno, o menos (se ríe). El ser diferente es lo que me gustaba, la presión de ser portera. Al final, en el Barca no me llegan mucho y, cuando lo hacen, hay que intentar pararla. Y jugar bien con los pies, que creo que es lo que mejor domino. Por todo eso creo que dejé de ser central.
¿Te imaginas que un día te pasara como a Molina, que acabó jugando de centrocampista con Clemente?
Ojalá. Hace poco pasó en el Barça B que tenía muchas jugadoras lesionadas y le hicieron una camiseta de jugadora a una portera por si acaso. Y dije, qué envidia, ojalá me pasara. Mi sueño es subir a rematar un córner y meter gol.
Has ejercido de entrenadora en su campus, ¿tienes ese gusanillo?
Sí, me gusta mucho. No sé si sabría mucho de fútbol o no, pero sí que es verdad que me gusta mucho hacer el equipo, liderar. Me gusta estar presente, me gusta comprometerme con lo que hago. Fui al campus y me lo pasé en grande.
Lleva otro tatuaje que dice, también en catalán 'Me das pereza'. ¿Qué o quién le da pereza?
Me lo hice con uno de mis mejores amigos. Somos muy así, de 'quita, que me das pereza'. Es mi personalidad y nos tatuamos, sin más.
¿La lesión de cruzado también tiene un tatuaje?
Llevo 2023 tatuado del revés, de abajo a arriba, porque fue un año que empecé muy mal tras la lesión y acabamos ganando el Mundial. Es una enseñanza de que, por abajo que estés, luego puedes acabar muy arriba.
Supongo que de lo positivo también hay marcas en tu piel.
Sí, tengo la primera Champions, que creo que fue muy importante. También tengo un tatuaje del Mundial.
Ahora no hay nadie sin tatuaje...
El primero fue a los 16 años, con el permiso de mi madre, obviamente. Y ya cuando tenía 18, empecé. Me gusta cómo quedan tanto visualmente, porque estilizan, y también, sobre todo, me marco recuerdos. No me arrepiento de ninguno.
Ese carácter enérgico, ¿es una coraza?
Obviamente. Me considero una tía de carácter, pero intento no enseñar nunca lo que siento de verdad. Si estoy nerviosa, no me lo vas a notar. . Triste, tampoco. Intento siempre ser plana. Eso sí, haciendo bromas. Al final, si no tienes un buen día y te exiges sonreír, ya no es tan malo.
¿Y el puntito canalla, también es para protegerse? (Se ríe)
No, eso viene de serie.
¿Qué te enseñó salir de casa con 17 años?
Que mi madre no estaba, que no había nadie que resolviera los problemas. Me ayudó a ser como soy. Intenté madurar muy rápido. Mallorca es una isla pequeña, donde casi todo el mundo se conoce, y yo firmé por el Barça y me fui cedida a Sevilla, una ciudad grande y totalmente diferente. Eso también me hizo crecer como persona y como jugadora.
Hay debutantes en esta convocatoria, no sé si se hacen novatadas...
Sí, a Clara Serrajordi. Aún no se la hemos hecho, pero ya le he dicho que será peor que la del Barça.
¿Se puede contar?
Claro. Tenían que hacer juegos graciosos y cosas así. Pero ya le he dicho que aquí lo pasará peor.
¿Y a Jenni y Mapi?
Ya veremos, igual tienen que hacer algo. Estaría bien.

España arropa a Jenni Hermoso: “Lo ha pasado muy mal y ahora tiene una sonrisa permanente por ser parte de la Selección”

Actualizado Jueves, 23 octubre 2025 - 19:59

Guarda Sonia Bermúdez todos los detalles sobre cómo será su España, si los "matices" con los que pretende pulir a la subcampeona de Europa se verán en su debut ante Suecia en La Rosaleda, el mismo estadio en el que debutó Luis de la Fuente, "y ojalá nos vaya igual". Dentro, en el vestuario, apenas ha habido cambios. La seleccionadora solo confirmó hace días que Irene Paredes sería la capitana, pero no quiénes la acompañarían. La decisión ha sido sencilla, las mismas cinco de la Eurocopa: Irene Paredes, Alexia, Aitana, Mariona y Olga Carmona. "Es una decisión del staff. Las jugadoras aquí vienen a competir. Tenemos a las cinco mejores capitanas", confesó Bermúdez.

Jenni Hermoso, por tanto, no estará entre las elegidas, lo que no significa que no tenga el foco encima. "Lo ha pasado muy mal y ahora tiene una sonrisa permanente por ser parte de la selección", reconocía Irene Paredes, que no tuvo información privilegiada de su regreso ni siquiera siendo la capitana. "Me enteré de su vuelta en la lista. Me alegro porque sé lo que ha sufrido y las ganas que tenía de estar", añadió.

Ése es el mayor cambio que confiesan las jugadoras: el regreso de la vallecana y de Mapi León, con quien Irene comparte zaga en el Barça. "Es un nuevo comienzo. Hay cambio de seleccionadora y de staff, que viene con mucha ilusión y ganas", se limitó a desvelar.

Del estilo, de qué pretende España, todos guardan silencio. "Si no lo ha dicho la seleccionadora no lo voy a contar yo", bromeaba Paredes. Bermúdez apenas dejó dos pinceladas. "El juego de España es muy reconocible. Tenemos que tener la posesión y vamos a meter matices para mejorar. Me gustaría ver a un equipo que hace muchos goles y no encaja, que trata bien el balón", dijo.

Tanto la seleccionadora como la capitana advirtiendo de lo duro que será Suecia. "Estamos a dos partidos muy duros de jugar otra final ante una selección potente que, en el cómputo general, nos han ganado más veces que nosotras a ellas. No miramos más allá", zanjó Irene Paredes.

La primera revolución de Sonia Bermúdez en la selección femenina: el regreso de Jenni Hermoso y Mapi León

Actualizado Viernes, 17 octubre 2025 - 11:44

Jenni Hermoso y Mapi León se volverán a poner la camiseta de España. Es la primera decisión que toma la nueva seleccionadora nacional, Sonia Bermúdez, marcando así una clara diferencia con su predecesora. El resto de la lista para los dos partidos de semifinales de la Nations League ante Suecia, en Málaga el viernes 24 y en Gotemburgo el martes 28, tiene como base el equipo que, con Montse Tomé, fue subcampéon de la Eurocopa, pero también tiene novedades de jóvenes valores que la nueva entrenadora conoce bien de su etapa en la sub-23 y la sub-19.

El regreso de Hermoso se basa en sus números -13 goles con Tigres en el campeonato apertura mexicano- pero también en la necesidad de marcar un perfil propio, apartándose así de la polémica que siempre rodeó a su predecesora por este caso.

La goleadora madrileña jugó su último partido con la selección el 25 de octubre de 2024. Un amistoso contra Canadá (1-1) en Almendralejo en el que saltó al campo 25 minutos. El siguiente duelo, otro amistoso cuatro días después contra Italia (1-1), lo vio desde el banquillo.

Inmersa desde febrero en el juicio oral contra el ex presidente Luis Rubiales por agresión sexual, Hermoso desapareció por completo de las convocatorias. No estuvo en la fase de grupos de la Nations League ni tampoco en la lista de las convocadas para la Eurocopa.

En el caso de María, Mapi, León, es la única jugadora de las 15 que firmaron aquella renuncia a la selección en tiempos de Rubiales y Jorge Vilda que, pese a haber sido llamada por Tomé en su primera lista, no quiso regresar. Es ahora cuando Sonia Bermúdez, ex compañera de vestuario, la ha convencido para sumarse al proyecto que echa a andar.

A pesar de que en el grueso de la citación prima la continuidad -y que hay ausencias destacadas por lesión como la reciente de Patri Guijarro o la que arrastra Tere Abelleira-, hay futbolistas de la confianza de la nueva entrenadora que empiezan a aparecer. Es el caso de la joven portera del Eibar de 19 años Eunate Astralaga o de Lucía Corrales, la defensa de 19 años del London City.

En el centro del campo reaparece Fiamma Benítez, a quien Tomé ya recurrió en más de una citación durante las ausencias de Alexia. Como sustituta de Guijarro, Bermúdez elige a Clara Serrajordi, otra jovencísima valor de 17 de la cantera del Barça que ya está siendo titular.

Para la delantera, además de Jenni Hermoso, echa mano de Eva Navarro, pero se deja en el camino a Athenea del Castillo, Lucía García y Alba Redondo.

CONVOCATORIA

Porteras: Cata Coll, Eunate Astralaga y Adriana Nanclares

Defensas: Olga Carmona, Ona Batlle, Lucía Corrales, María Méndez, Jana Fernández, Irene Paredes y Mapi León.

Centrocampistas: Laia Aleixandri, Vicky López, Aitana Bonmatí, Clara Serrajordi, Fiamma Benítez y Alexia Putellas.

Delanteras: Clàudia Pina, Salma Paralluelo, Esther González, Eva Navarro, Mariona, Jenni Hermoso y Cristina Martín-Prieto.

Una selección con futuro... ¿y Montse Tomé en el banquillo?: del abrazo de Rafael Louzán a la fecha límite del 31 de agosto

Una selección con futuro… ¿y Montse Tomé en el banquillo?: del abrazo de Rafael Louzán a la fecha límite del 31 de agosto

Ganar la Eurocopa hubiera supuesto para España un triplete que impulsaría aún más a una generación de oro que volverá a llegar en plenitud al Mundial de Brasil 2027. Ese es el objetivo y, aunque hay un grupo de jugadoras que anticipan que el futuro puede ser igual de brillante, el proyecto está en el aire. Montse Tomé acaba su contrato como seleccionadora el próximo 31 de agosto y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) guarda silencio sobre cuál puede ser su futuro, que deberá resolverse prácticamente de forma inmediata, dada la premura de la fecha de caducidad.

No quiso abrirse ese debate después de obtener el billete para la fase final de la Nations League, porque la Eurocopa se echaba encima, pero tampoco lo zanjó cuando España alcanzó la primera final de su historia. Quizá porque se esperaba un título que despejara todas las dudas y se convirtiera casi en una renovación automática.

«Montse Tomé ha hecho un trabajo encomiable y con mucha valentía. En todo momento ha estado a la altura. Se hablará después de su futuro», reconoció el presidente Rafael Louzán en algunos micrófonos, ayer en Basilea. Antes, durante la amarga ceremonia de trofeos, el presidente de la RFEF recibió a Tomé en el podio con un sentido abrazo.

«No es algo en lo que piense»

Louzán, que también habló para TVE en el descanso de la final, cuando España ganaba por un gol de ventaja, no sólo se refirió al juego, sino a la atmósfera y buen ambiente que la entrenadora asturiana había contribuido a crear en el seno de la selección, después de toda la crisis de la que venía el equipo tras la convulsión generada, dos años atrás, por el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, el plante anterior de las 15 y todo lo que sucedió con posterioridad. Para Tomé ha sido como entrenar en arenas movedizas durante este tiempo.

La decisión que debe tomar no puede demorarse mucho porque el contrato expira. «No es algo en lo que piense... y no quiero pensar. Siempre he comentado que es algo que lo lleva mi grupo de trabajo externo», aseguró la seleccionadora, algunas de cuyas decisiones fueron cuestionadas. La primera, el cambio de Alexia Putellas en el minuto 70. La segunda, mandar a Vicky López y Salma Paralluelo al campo cuando apenas había tiempo para evitar la prórroga. Tampoco se entendió que, instaladas en el área rival, no echara mano de una 9 pura rematadora como Cristina Martín-Prieto, que ha sido una de sus incorporaciones y que permanecía esos minutos en el banquillo. Y lo último fue confiarle un penalti a Salma después de la cantidad de ocasiones que no acertó durante los minutos que estuvo en el terreno de juego.

Preguntada acerca de eso en la rueda de prensa posterior a la final, Tomé fue clara: «Todas me dijeron que tenían confianza para lanzar». En su descargo cabe decir que no falló únicamente Salma, ya que también lo hicieron dos de los pesos pesados del equipo, Aitana Bonmatí, doble Balón de Oro y nombrada mejor jugadora del torneo, y Mariona Caldentey, que ha acabado la temporada como mejor futbolista en Inglaterra tras su fichaje por el Chelsea.

Una de las paradas de Cata Coll en la final ante Inglaterra.

Una de las paradas de Cata Coll en la final ante Inglaterra.AFP

En la decisión de renovar o no a Tomé, Louzán estará auxiliado por Reyes Bellver, la directora de fútbol femenino que llegó recientemente a la RFEF, y María Pry, coordinadora deportiva de las selecciones. En la balanza se pondrá que muchas jugadoras, sin estar entregadas a la entrenadora asturiana, que siempre guarda las distancias, si bien han apartado cómo llegó al cargo, no lo han olvidado. Fue la segunda de Jorge Vilda, despedido tras la crisis del beso. Otras, las más jóvenes, ni lo tienen en cuenta.

Y es que esta selección inició una renovación que ya da sus frutos. En Suiza, Irene Paredes, Alexia, Esther y Martín-Prieto han sido las veteranas, pero junto a ellas han ido creciendo Vicky, Pina, María Méndez, Jana, Zubieta o Athenea, y asoman por detrás las campeonas del Europeo sub-20. El futuro es esperanzador, por el relevo y por el dominio que el equipo ha mostrado en el juego durante toda la Eurocopa, mayor al que se observó en el Mundial, aunque entonces ganaran, justamente, a Inglaterra.

generar una afición fiel

Mimbres hay, y fe en ellos, sólo falta quien los teja. Para que este proyecto ganador, nacido en 2023, llegue a Brasil revitalizado dentro de dos años, la RFEF tiene que sostener la estructura de apoyo al fútbol femenino que ha levantado en apenas seis meses. Sobre ello no hay duda. Y eso pasa por dar estabilidad a la selección, algo que no encaja con un cambio de entrenadora cuando en noviembre, y en semifinales ante Suecia, España defenderá su título en la Nations League. Una seleccionadora a la que se le ha reforzado su staff y que cuenta con resultados, aunque se haya escapado el título más jugoso delos dos últimos años, para el que España ejercía como favorita.

El sostenimiento en la pelea por todos los títulos había provocado que la RFEF se fijara como prioridad cuestiones más allá del césped, como generar una afición fiel que siga a la selección femenina de manera militante, y no sólo al calor de la expectativa que generan los títulos y que llene estadios, como ha sucedido en esta Eurocopa ejemplar en Suiza. La tarea no parece fácil. Y menos si se sacuden unos cimientos que parecen asentados.

Las lágrimas de rabia, la seriedad extrema de Alexia y la sinceridad de Patri Guijarro: “Debimos meter un gol antes”

Actualizado Lunes, 28 julio 2025 - 02:22

Los ojos de Aitana Bonmatí estaban enrojecidos. Como los de Patri Guijarro y los de Irene Paredes. Era fruto de un estado de ánimo que se movía entre la rabia y el llanto. Lágrimas hubo muchas sobre el césped, con una desconsolada Mariona y una rota Athenea, y en el vestuario, a donde la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, acompañadas por la ministra de Deportes, Pilar Alegría, bajaron para dar consuelo a las jugadoras por una gran Eurocopa. "Por suerte, hemos ilusionado", decía Guijarro.

Ninguna podía quitarse de la cabeza qué había pasado para que, jugando mejor y creando más ocasiones que las inglesas, hubieran tenido que jugársela a cara o cruz en una tanda de penaltis con un rival que llegó a la final a golpe de fe... y suerte.

Para saber más

No la tuvo España. Aitana, con la cabeza aún baja, pedía perdón por el penalti fallado, por la decisión "en una décima de segundo" que hizo que su disparo los desviara Hannah Hampton. Ni siquiera le consuela haber sido elegida mejor jugadora de la Eurocopa.

"nunca hay que darlas por muertas"

Desfilaban las jugadoras camino del autobús con un hondo pesar. Irene Paredes seguía dándole vueltas a lo cómodas que estuvieron las inglesas, incluso cuando España más las atacaba. Se acordó de las pérdidas de tiempo, y de cómo se permiten para cortar el ritmo de los rivales. Todo con la medalla al cuello. "No me la pienso quitar, porque tiene mucho valor", destacaba la capitana conteniendo el llanto. Y es que alzar la Eurocopa hubiera una bonita manera de cerrar si etapa internacional.

La cabeza más fría la tuvo Patri Guijarro, en el campo y después. "Debimos meter un gol antes. A las inglesas nunca hay que darlas por muertas", recordó. Porque, aunque España fue mejor, ellas revivieron. "Así es el fútbol, ya lo sabíamos. En la mayoría de los momentos hemos tenido el control, hemos tenido muchas ocasiones. No he visto las estadísticas, pero quiero verlas porque hemos tenido muchas ocasiones. Nos veréis con cara de rabia porque duele. Es una pena que no haya entrado el balón, pero hay que darle valor a lo que hemos hecho porque no es nada fácil", destacó la mallorquina.

Hubo una jugadora que no rompió a llorar, pero acabó el partido con una mirada que helaba. Alexia Putellas salió del campo en el minuto 70. Fue el primer cambio de Montse Tomé para poner en el campo a Clàudia Pina. Una decisión valiente que apartó en los minutos decisivos a una de las mejores jugadoras del mundo. Cierto es que no estaba siendo determinante, pero ese cambio puede tener consecuencias porque a la jugadora no le agradó.

Aitana, cariacontecida, con su trofeo de MVP de la Eurocopa.

Aitana, cariacontecida, con su trofeo de MVP de la Eurocopa.AFP

Acabó el partido con rabia Cata Coll, que vio a Chloe Kelly guiñarle un ojo y celebrar en su cara el último penalti que las hacía campeonas. Distinto el gesto de Sarina Wiegman, que fue a buscar a Montse Tomé para saludarla antes de lanzarse a bailar con sus ayudantes y con la grada, pero alejada de las jugadoras.

A las dos selecciones les toca mirar al futuro, al Mundial. A las inglesas se lo pidió Carlos III. "Bien hecho, Leonas. La próxima tarea es traer a casa la Copa del Mundo en 2027, ¡si es posible!", escribió en redes sociales. A los españoles se lo prometió Aitana Bonmatí: "Volveremos".

Madrid convirtió el Parque de Berlín en su Basilea improvisada: una marea roja latió al ritmo de la final, contuvo la respiración y se rompió con los penaltis

Madrid convirtió el Parque de Berlín en su Basilea improvisada: una marea roja latió al ritmo de la final, contuvo la respiración y se rompió con los penaltis

Actualizado Domingo, 27 julio 2025 - 21:21

A las seis menos cuarto ya no cabía un alfiler en torno a la pantalla gigante. El Parque de Berlín era una grada improvisada, una fiesta sin techo, un pulmón colectivo en rojo y amarillo que latía al ritmo de una ilusión que llevaba años fraguándose. Daba igual el calor pegajoso de los 35 grados, las chanclas, las sillas de playa o el sudor en la frente.

Hoy —y solo hoy— todo eso era secundario. Porque España jugaba la final de la Eurocopa femenina contra Inglaterra. Porque era el día en que los sueños de muchas niñas, que un día chutaron balones en campos de tierra, podían coronarse con el único gran título internacional que faltaba en la vitrina de la selección.

"¡Vamos, España!, ¡A por ellas!", estallaron al unísono las centenares de personas congregadas en el parque. Y con el himno, también las miradas al cielo. Un himno que sonó a decibelios ensordecedores, inundando el aire, retumbando en los árboles, llenando de orgullo el pecho de todos.

No era Basilea, pero poco le faltaba. En Chamartín se vivía con la misma tensión. Las calles aledañas comenzaron a cortarse antes de las cinco de la tarde. Desde la boca del Metro de Concha Espina, emergía una riada de camisetas rojas: el 6 de Aitana, el 11 de Alexia, el 7 de Olga. Era una marea humana con destino claro: el corazón de Madrid palpitaba fútbol femenino.

Fanny y Lola estaban sentadas en una toalla de playa con Unai, su hijo de tres años. "Hemos visto toda la Eurocopa. Como no podemos ir a Suiza, ¿qué mejor que vivirlo desde casa?', decía Fanny. "Las inglesas son muy buenas, pero estamos convencidas de que vamos a ver triunfar a las chicas", añadía Lola.

La primera parte fue un nudo en el estómago. Inglaterra salió con todo, obligando a Cata Coll a emplearse a fondo bajo palos. Pero España aguantó el chaparrón y no dejó de mirar hacia delante. Yen el minuto 25, llegó el estallido.

Mariona Caldentey conectó un potente remate de cabeza tras un centro medido desde la derecha, haciendo vibrar el Parque de Europa con un grito seco, eléctrico, que pareció agitar hasta las hojas de los árboles.

En primera fila, a pie de pantalla, también se dejaban llevar por la emoción la alcaldesa en funciones de Madrid, Inma Sanz, y la concejala de Deportes, Sonia Cea Quintana. Aplaudían, saltaban y cantaban como dos aficionadas más.

No hubo que lamentar ningún incidente grave, más allá de algún tirón ocasional que hizo que más de uno se quejara con el aliento contenido al ver la imagen congelada o al escuchar el micrófono del presentador fallar entre chasquidos.

El descanso se hizo eterno, y el gol de la británica Alessia Russo en el 57 dejó un regusto amargo. Hasta los que estaban tumbados en la arena, lejos ya del bullicio, se levantaron con un respingo y se acercaron a la pantalla como si pudieran cambiar el rumbo con la mirada.

La prórroga trajo un nuevo brío para España, un cambio de ritmo que despertó los pulmones del parque. "¡A por ellas!", "¡No os metáis atrás!", "¡Que esta final es nuestra!", se escuchaba entre sudor, nervios y esperanza. Pero los zarpazos de Inglaterra helaban la fiesta: los aficionados se apretaban contra las vallas, inclinados hacia la pantalla como si pudieran entrar en ella para despejar el peligro.

Por suerte, para cualquiera a quien la emoción pudiera jugarle una mala pasada, los operativos policiales y los equipos de emergencias del Samur estuvieron durante todo el partido rodeando a la multitud.

Y el partido se fue hasta los temidos penaltis, esa ruleta cruel que hace contener el aliento y romper corazones. Inglaterra marcó el primero y el golpe fue seco. Pero cuando repitieron y fallaron, volvió la esperanza. Las palmas marcaban el ritmo mientras Patri Guijarro tomaba carrera para clavar el primero de España. Después, todo fue un vaivén: España falló, Inglaterra también. Los errores se encadenaban y la tensión era una losa. Cada lanzamiento era un mundo, una bocanada de nervios y silencio.

Hasta que, al final, Inglaterra se coronó campeona. Y el trago fue amargo.

Entonces solo hubo dos reacciones: quienes se marcharon en silencio, cabizbajos, y quienes se quedaron inmóviles, incrédulos, como si aún esperaran un giro imposible. Pero incluso en la derrota, hubo algo que celebrar.

"No han ganado, pero siguen siendo nuestras campeonas", comentaba una aficionada, aún con los ojos húmedos.