La predicción de Alcaraz sobre Sinner y los elogios entre dos amigos: “Gracias a él me esfuerzo cada día”

Actualizado Miércoles, 5 junio 2024 - 11:30

En noviembre del año pasado, antes de las ATP Finals de Turín, Jannik Sinner todavía no había triunfado en ningún Grand Slam y era el número cuatro del ranking ATP, pero Carlos Alcaraz ya predijo su despegue hacia los cielos. "Va a ganar un grande, no tengo ninguna duda. Y creo que va a ser número uno del mundo en 2024 o, como mínimo, va a estar cerca de conseguirlo", advirtió el español entonces. Amigos desde que se enfrentaron en 2019 en primera ronda del challenger de Alicante, aquellas palabras de Alcaraz podían parecer una cortesía hacia Sinner, puro colegueo, incluso una defensa, pero tenían mucho tenis detrás.

Ambos se habían enfrentado el mes anterior, en octubre del año pasado, en las semifinales del Masters 1000 de Pekín y el español había podido advertir el cambio físico y mental del italiano. De aquel chaval que no aguantaba y sufría muchos altibajos durante los partidos al dominador del circuito actual.

Thibault CamusAP

Este martes, debido a la retirada de Novak Djokovic en Roland Garros, se cumplió el pronóstico de Alcaraz, Sinner ascendió al número uno del ranking ATP, y pocas horas después el español se presentó mismo como su primer desafío. El italiano estrenará su corona en el ranking ATP ante su rival generacional, el adversario junto al que marcará una época. ¿Puede haber mejor escenario?

"Es el mejor del mundo"

"Será un desafío realmente complicado. Es el mejor jugador del mundo en este momento, el nuevo número uno del mundo y, además, el que mejor está jugando", comentaba Alcaraz que iba más allá. Después de la victoria de Sinner ante Grigor Dimitrov y de su victoria ante Stefanos Tsitsipas en tres sets, es decir, después de que los dos convirtiera los cuartos de final de Roland Garros en un trámite, quedó en evidencia que están muy por encima de la clase media del tenis. Se tienen el uno al otro para motivarse. Si alguno de los dos no estuviera, a ver de dónde sacaban las ganas.

"Gracias a él me esfuerzo cada día para ser mejor, me levanto por las mañanas para seguir trabajando", confesó Alcaraz que este miércoles no entrenará. Como hizo después de la primera ronda del Grand Slam francés, cuando ya tuvo dos días de descanso, hará una excursión con su equipo y, de hecho, es probable que vuelvan al Palacio de Versalles.

Los dos grandes favoritos al título en París ya se han enfrentado en ocho ocasiones, con cuatro victorias para cada uno. El último precedente favorece a Alcaraz, la victoria en semifinales del último Masters 1000 de Indian Wells, pero sólo se han medido una vez en arcilla, en la final de Umag de 2022, y el triunfo fue para Sinner. "Tengo ganar de tener el balance a mi favor, pero creo que esta vez el favorito es él. Ahora es el número uno, no me puedo sentir favorito ante el número uno", aseguró Alcaraz, a las puertas de su primera final en Roland Garros.

Alcaraz tumba a su rival preferido, Tsitsipas, y se medirá a Sinner en semifinales de Roland Garros

Actualizado Martes, 4 junio 2024 - 22:52

Una sonrisa debe aparecer en el rostro de Carlos Alcaraz cuando se sortea el cuadro de un torneo, sea el que sea, sobre la superficie que sea, haya techo o se vea el cielo, y en su camino puede leer el nombre de un rival concreto: Stefanos Tsitsipas. El resto de estrellas de la ATP le han derrotado en alguna ocasión, saben cómo responderle -o al menos cómo intentarlo-, pero el griego no tiene ni la más mínima idea. En seis ocasiones se han enfrentado, en seis ocasiones no ha habido discusión. No sólo es que Alcaraz haya ganado siempre; Tsitsipas sólo le ha robado tres sets de 21.

Este martes, en el último episodio de tan descompensada rivalidad, el español venció en cuartos de final de Roland Garros por 6-3, 7-6(3) y 6-4 y se clasificó para las semifinales del viernes, donde le espera Jannik Sinner. El italiano, nuevo número 1 del ranking mundial, será el primer rival a la altura de Alcaraz, que vuela sobre la tierra batida de París rumbo a un posible título, a muy posible título.

Alcaraz celebra un punto ante Tsitsipas

Alcaraz celebra un punto ante TsitsipasALAIN JOCARDAFP

Porque desde el año pasado en Wimbledon no se veía un Alcaraz tan agresivo, tan dominador, tan concentrado. Partido a partido ha ido elevando su tenis de manera evidente. Si empezó con miedo a golpear con su derecha, ahora noquea en cuanto puede. Si empezó afinando su nuevo saque, ahora todos van dentro, con un 73% de primeros que llegó a ser un 85%. Si empezó con algunos despistes, ahora está sumergido en el juego, ni un punto concede. Si empezó perdonando muchas opciones de break a su favor, ahora es letal, este martes cuatro rupturas de seis oportunidades. Y así todo.

Los ánimos a Tsitsipas

"Stefanos, Stefanos", gritaba una y otra vez el público francés y no era para alentar la victoria de Tsitsipas, era simplemente para que hubiera partido. El griego había saltado a la pista con la intención de recortar de los intercambios, de ser muy ofensivo, de evitar que Alcaraz le dominara con su derecha sobre su revés y su planteamiento no funcionaba. Su carácter, luchador como pocos, era la esperanza de los aficionados. Y en algún momento esos ánimos funcionaron. A mediados del segundo set Tsitsipas aprovechó sus primeras bolas de break contra Alcaraz para romperle el servicio, devolver la igualdad al marcador, forzar el tie-break y soñar con un partido largo. Pero Alcaraz también controló esa muerte súbita. Entre quejas a la jueza de silla porque el español gritaba demasiado, Tsitsipas se hundía, se hundía, se hundía.

Christophe EnaAP

En la previa el griego recordaba aquella tarde en la que Rafa Nadal le descubrió el miedo. Fue en la Laver Cup de 2019 y Alcaraz sólo tenía 16 años, y todavía no había jugado un partido en ATP, y tenía un cuerpo todavía por hacer. Pero Nadal avisó a Tsitsipas: 'Será muy bueno'. Y éste supo en aquel mismo instante que tenía un problema. "Pensé que Nadal seguramente tenía razón y que ese chaval sería uno de mis grandes rivales en el futuro. Mi predicción resultó ser correcta", comentaba entre la broma y el disgusto. Entre sus armas para derrotar a Alcaraz por primera vez en su vida estaban los precedentes. El griego pensaba que, con un balance tan desequilibrado entre ambos, asumidos los papeles de dominador y dominado, el español podía saltar a la Philippe Chatrier con un exceso de confianza.

El desgaste de Alcaraz

Su plan era lógico: arrebatarle el primer set con un juego muy directo y luego luchar, agarrar la victoria con las uñas y los dientes. Pero no fue así. En sus cuatro partidos anteriores en París, Alcaraz había empezado dormido y había entregado su primer saque al rival. De inicio, break. Pero esta vez pasó lo contrario. El número tres del mundo no sólo le arrebató a Tsitsipas su juego, también se llevó el suyo propio y, además, lo hizo en blanco.

La Philippe Chatrier, durante el duelo entre Alcaraz y Tsitsipas.

La Philippe Chatrier, durante el duelo entre Alcaraz y Tsitsipas.EMMANUEL DUNANDAFP

Su excelente progresión en Roland Garros le permitirá ahora llegar a semifinales muy fresco, más teniendo en cuenta que contará con dos días de descanso hasta medirse a Sinner. El peor encuentro, ante el holandés Jesper de Jong, la única vez que cedió un set, se fue más allá de las tres horas: el resto han durado poco. Si ante un rival tan peleón como Tsitsipas venció en sólo dos horas y 14 minutos de juego, el cómputo total sólo puede ser muy favorable. En total suma poco más de 12 horas. Con esa ligera mochila, después de tumbar otra vez a su rival preferido, está preparado para enfrentarse al nuevo número 1, Jannik Sinner, el adversario más complicado posible.

Djokovic se retira de Roland Garros por una lesión de rodilla y entrega el número 1 a Sinner

Djokovic se retira de Roland Garros por una lesión de rodilla y entrega el número 1 a Sinner

Cojo, roto, destrozado. Así sobrevivió Novak Djokovic durante dos horas este lunes en su encuentro de octavos de final de Roland Garros ante Francisco Cerúndolo y lo extraño fue lo que pasó después: se rehizo, voló y venció en cinco sets para clasificarse para cuartos. Al acabar, el serbio explicó que un ibuprofeno le había salvado, que había olvidado un rato el dolor, pero este martes la lesión ya era intratable. En cuanto visitó a un médico, estaba decidido: no más tenis durante unas semanas. Ahora la duda es si llegará a Wimbledon y, sobre todo, si disputará los Juegos Olímpicos, su gran objetivo, el único título que le falta.

"Por culpa de un desgarro de menisco en su rodilla derecha, descubierto en una resonancia magnética realizada hoy, Djokovic debe abandonar el torneo", informó por la tarde la organización, que se quedará sin uno de los partidos de cuartos de final. El serbio iba a enfrentarse a Casper Ruud, finalista en los dos últimos años, y ese duelo quedará desierto.

El ascenso de Sinner

Peores serán las consecuencias para el mismo Djokovic. Al retirarse cedió su trono como vigente campeón de Roland Garros -perdió la opción de levantar su Grand Slam número 25- y, a la vez, el número uno del ranking ATP. Haga lo que haga en lo que queda de torneo, el próximo lunes Jannik Sinner se convertirá en el vigésimo noveno líder de la lista de la historia, el primer italiano, y empezará un reino que apunta a largo.

Thibault CamusAP

Sinner, de hecho, celebró su nueva posición con una victoria ante Grigor Dimitrov por 6-2, 6-4 y 7-6 que le colocó en semifinales -donde podría medirse a Carlos Alcaraz- y alargó su ventaja en la lista. Como mínimo acabará Roland Garros con más de 1.000 puntos sobre Djokovic y 2.000 sobre Alcaraz y no mucho que defender: en el último Wimbledon cayó en semifinales y en el último US Open se quedó en octavos de final. Ante los problemas físicos de Djokovic, sólo una lesión o una racha triunfal de Alcaraz podría apartar a Sinner del número uno antes de que acabara el año.

"Es un orgullo convertirme en numero 1, pero nadie quería que Novak tuviera que retirarse. Es una pena. Le deseo una rápida recuperación. Intento no pensar mucho en el ranking porque estoy en un torneo muy importante, pero está claro que es una alegría para mí y para Italia", comentó Sinner al acabar su encuentro, cuando quedó claro que conocía de antemano la retirada de Djokovic, Aunque el comunicado fue emitido mientras disputaba el tercer set ante Dimitrov.

"Llevo un par de torneos con ello"

En realidad los problemas de Djokovic con la rodilla eran conocidos en el torneo desde hace unas semanas. En varios entrenamientos en las pistas anexas a Roland Garros había aparecido con un vendaje y ya se había quejado de molestias en tercera ronda, ante Lorenzo Musetti, la madrugada del sábado al domingo, cuando también necesitó cinco sets para ganar. "En las últimas semanas llevo teniendo un pequeño malestar en la rodilla derecha, pero no es una lesión como tal. Llevo ya un par de torneos jugando con ello", comentó Djokovic tras su victoria ante Cerúndolo, sin querer cargar excesivamente contra el torneo por obligarle a jugar a horas intempestivas.

"Lo de hace dos días no me ayudó, desde luego. Pero antes del partido [ante Cerúndolo] me encontraba bien", reconocía el serbio que se había quejado amargamente de la pista. Según su parecer, resbalaba. Pero la juez de silla, Amelie Tuerte, y Cerúndolo lo negaron. Visto en perspectiva, su inestabilidad podía deberse a su lesión en la rodilla derecha.

Un mal año de Djokovic

Visto en perspectiva, su estoicismo ante Cerúndolo fue osado, un riesgo innecesario. Pero Djokovic construyó su palmarés entre riesgos parecidos. En el Open de Australia, dos veces sufrió un desgarro muscular, en 2021 y 2023, en el abdomen y en el cuádriceps, y dos veces aguantó para llevarse el título.

Este año, en cambio, las cosas no les salen, ni con sufrimiento ni sin él. A su derrota ante Sinner en semifinales del Open de Australia, añadió una gira americana fugas y muchos problemas en la gira europea de tierra batida. Sin finales este año, incluso se apuntó al ATP 250 de Ginebra para coger ritmo, pero allí recibió un botellazo involuntario de un aficionado y perdió en semifinales. Ahora, pese a su aguante, en su horizonte sólo se divisan nubes.

Juanjo López, el médico de Alcaraz y su cambio de hábitos de vida: “Apenas podía moverme y dije: ‘Hasta aquí'”

Actualizado Lunes, 3 junio 2024 - 22:42

Cuenta Juanjo López, traumatólogo y médico de Carlos Alcaraz, que hace unos años tocó fondo. Mucho estrés, poco ejercicio, mucho sueño... y al final la espalda crujió. «Sufrí una lumbalgia aguda, apenas podía moverme. Estábamos en el pueblo de mi mujer, embarazada de ocho meses, y tenía que ayudarme su abuela, la bisabuela de mis hijos. Entonces dije: 'Hasta aquí'. Pedí una excedencia de mi trabajo en la sanidad pública y cambié de hábitos: empecé a entrenar más, a cuidar mi alimentación, a descansar mejor», recuerda López que ahora publica un libro 'Hábitos para ser el número 1' (Espasa, 2024), donde ofrece consejos, recuerda su proceso de transformación y relata lo que vino después: ahora viaja con Alcaraz y está centrado en sus cuidados.

Si el tenista, que este martes se enfrenta a Stefanos Tsitsipas en cuartos de Roland Garros (no antes de las 20.15 horas, Eurosport), sufre algún dolor, ahí está López para ayudarle.

Trabajaba como traumatólogo infantil, experto en anomalías como el pie zambo, y ahora cuida de Alcaraz. ¿Cómo fue el cambio?
Muy progresivo. Cuando sólo era un niño, a los ocho años, le hice su primera revisión. Su padre era mi profesor de tenis, yo era residente de traumatología y venía al hospital [el Virgen de la Arrixaca de Murcia] para que lo valorara. Por supuesto no sabía que iba a ser tenista. A los 14 años, cuando logró sus primeros puntos ATP, pasé a ser parte de su equipo. Recuerdo que ya le hicimos unas plantillas para que su pisada fuera perfecta, que su desgaste físico fuera simétrico.
¿Sufrió Alcaraz en la adolescencia? Suele ser una época de dolores.
Es cierto, lo es, pero no, Carlos no sufrió dolores de crecimiento. Tan sólo recuerdo que pasó por una patología de rodilla habitual en adolescentes que se llama Osgood-Schlatter. Ocurre cuando el cartílago está todavía abierto y se inflama de forma episódica por culpa de la tracción repetida. Le obligó a parar un tiempo. Pero sobre los 16 años ya le cambió el cuerpo y con el trabajo de fuerza, se hizo el tenista que es. También le ayuda mucho la genética privilegiada que tiene. P. ¿Tuvo claro
¿Tuvo claro dejar su plaza en el hospital para empezar a viajar con Alcaraz?
No, no, no lo tuve claro. Siempre había querido trabajar en el ámbito del deporte, pero cuando haces una residencia en un hospital y obtienes una plaza, abandonar esa plaza es complicado. Pedí la excedencia antes de que Carlos ganara el US Open de 2022, fue una apuesta. Pero quería dar una medicina de calidad y cada vez me costaba más. En el hospital llegué a atender a 69 niños en un mismo día, así es imposible hacer buena medicina. Afectaba al paciente y me afecta a mi. De ahí vinieron mis problemas de espalda.

Un rival le lanza una dejada y Alcaraz corre a salvar la bola. ¿Cierra los ojos para no mirar?
Alguna vez sí. Sufro en cada carrera, la verdad. Si Carlos tiene una lesión me siento responsable. Pero hay cosas que no puedo controlar. Ni yo ni Carlos. Si se tuerce el tobillo sólo podemos tratarlo y que se recupere bien lo más rápido posible.
Rafa Nadal ha jugado infiltrado, Paula Badosa lo ha hecho este mismo Roland Garros. ¿Se puede ser profesional y no vivir con dolor?
Es difícil. Deporte profesional y dolor van cogidos de la mano. Pienso en la prótesis de cadera de Andy Murray y en cómo afectará a su vida. Por eso con Carlos pensamos en el corto plazo, pero también en el medio y el largo. Es importante que dispute este Roland Garros, pero también que esté sano para Wimbledon y los Juegos Olímpicos y que, cuando acabe su carrera, dentro de muchos años, pueda vivir con salud. Hay que tenerlo todo en cuenta.
¿Fue difícil tratar la reciente lesión en el antebrazo derecho de Alcaraz?
Fue un proceso duro, siempre es difícil. Cuando actúo yo es porque algo malo está pasando. Para mí el torneo ideal fue el último Open de Australia: no tuve que darle a Carlos ni un analgésico, no sufrió ningún problema. Hay que tener en cuenta que los jugadores tienen una serie de compromisos con los torneos y los sponsors y esos compromisos a veces chocan con su salud. Mi papel es mirar por la salud de Carlos.

Carlos ha confesado muchas veces que abusa del móvil, un mal de estos tiempos. En su libro explica cómo combatir esa adicción.
Precisamente Carlos está ahora leyendo mi libro, tratamos de instaurarle el hábito de la lectura porque es un gran remedio. Él sabe que el robo del tiempo es tremendo y que el descanso es básico para el rendimiento. Son cosas a mejorar. Lo ideal es dejar de tocar el móvil dos o tres horas antes de dormir, aunque para los jóvenes eso es muy difícil porque la vida fluye por esa vía. Además la dopamina que generan los vídeos causa adicción. Pero Carlos sabe que eso es negativo y está cambiando el hábito.
Todo el equipo de Alcaraz es una piña, siempre van juntos, siempre se animan. Es inhabitual en el circuito.
Totalmente. Con Carlos todo es muy familiar, muy sencillo, es un buen chico, es divertido y hace que creas en el proyecto. Todos en el equipo remamos en la misma dirección, se nota la unidad. Además, todos estamos cediendo muchas cosas a favor de Carlos. Echamos mucho de menos a la familia, nos perdemos cosas en casa y estar juntos nos ayuda.
Cuentan que usted de joven se asomó al tenis profesional.
No, no, fui cabeza de ratón. Gané algún torneo a nivel de club, simplemente. En cuanto jugué dos previas de torneos future me dieron por todos los lados. Me lo pusieron fácil, me enviaron a estudiar.

Djokovic sobrevive cojo a otra odisea de cinco sets y carga contra Roland Garros: “Me habéis fastidiado la rodilla, resbalo todo el rato”

Actualizado Lunes, 3 junio 2024 - 21:11

Cuentan que el domingo, justo después de vencer en cinco sets a Lorenzo Musetti en tercera ronda de Roland Garros, Novak Djokovic salió de las instalaciones del bosque de Boulogne poco antes de las seis de la mañana y llegó a su hotel cuando ya había amanecido en París. El caos organizativo del Grand Slam parisino le había llevado a jugar de madrugada y, sin descanso, entre partidos de tanta exigencia, le había expuesto al riesgo. Este lunes, 'crac'.

En octavos de final ante el argentino Francisco Cerundolo, el serbio sólo aguantó sano un set, se rompió al empezar el segundo y tuvo que sobrevivir cojeando para vencer otra vez en cinco tiempos por 6-1, 5-7, 3-6, 7-5 y 6-3.

BERTRAND GUAYAFP

Durante más de tres horas, Djokovic ofreció muestras de dolor en la parte anterior de la rodilla derecha, pidió ayudó a los fisioterapeutas en repetidas ocasiones, renunció a devolver varias dejadas, pero finalmente venció. Con uñas y dientes salvó su trono como vigente campeón y, a la vez, el número uno del ranking ATP. Todavía sostiene ese honor ante el empuje de Jannik Sinner.

A veces, veloz; a veces, roto

Los gestos de Djokovic en la pista central, a ratos inmóvil, fueron la mayor denuncia hacia la dirección del torneo, aunque él se extendió en protestas hacia el juez de silla por motivos diversos. "Me habéis fastidiado la rodilla. La tierra no está bien. Estoy resbalando todo el rato. Te digo que tenéis que limpiar los fondos más a menudo", reclamó el serbio a la árbitra, Aurelie Tourte, que le replicó que la arcilla no se podía barrer más. Era el inicio del segundo set.

Hasta entonces Djokovic parecía lanzado hacia una victoria plácida, una jornada tranquila. A partir de entonces, fue un ejercicio de resistencia muy propio, tantas veces visto. Durante mucho rato, parecía una alma en pena. Al final del encuentro volaba por la pista. "Las luces están muy fuertes y todavía es de día", se quejaba también Djokovic a Tourte, que ya no sabía qué contestar.

Djokovic reclama a la juez de silla, este lunes.

Djokovic reclama a la juez de silla, este lunes.EMMANUEL DUNANDAFP

A mediados del cuarto set, con un break en contra, Djokovic pasó su peor momento, dominado, derrotado. Cerúndolo llegó a las puertas de la mayor victoria de su carrera, de alcanzar por primera vez los cuartos de final de un Grand Slam, pero entonces dudó. Un par de fallos dieron vida a Djokovic y ya no hubo perdón. El serbio se volvió a convertir en un tenista salvaje, en el mito que es, y se llevó el encuentro sin dudarlo.

Cuando acabó el encuentro, en la habitual ronda de preguntas sobre la pista, Djokovic no quiso hablar de su dolencia, agradeció su ayuda al público de la Philippe Chatrier y se marchó con su enfado. Si los tenistas normalmente permiten tres o cuatro preguntas, él se fue tras la primera. No quería extenderse en su denuncia. Cojeando, con dolores, había sobrevivido a otra odisea de cinco sets y, esta vez sí, esta vez a una hora lógica, podía marcharse a descansar.

¿Por qué Alcaraz ha cambiado su saque? “Me permite pegar más arriba”

Actualizado Domingo, 2 junio 2024 - 23:18

«Te has fijado, eh. Se nota que tienes buen ojo», le reconoce Carlos Alcaraz a Mats Wilander, tres veces campeón de Roland Garros y ahora comentarista para Eurosport, cuando éste le pregunta por el último cambio que ha hecho en su juego. A sus 21 años y con dos trofeos de Grand Slam en las estanterías de su casa, ya no hay lugar para revoluciones, con su actual derecha y su actual revés irá al final del mundo, pero hay un golpe que ha mejorado en las últimas semanas: el saque. Hasta llegar a París, Alcaraz detenía dos veces el ascenso de la raqueta para llegar al golpeo y ahora sólo hace una parada. Por eso todo el movimiento es diferente. Por eso todo el movimiento es más efectivo y más fuerte.

ANNE-CHRISTINE POUJOULATAFP

Como hizo en el partido previo ante Sebastian Korda -cuando llegó a sacar a 217 km/h-, este domingo en su victoria en octavos de final ante Félix Auger-Aliassime por 6-3, 6-3 y 6-1 elevó el número de puntos ganados con su primer servicio. Del 71% de media a lo largo de su carrera a un 75% que le ayudó a completar un partido redondo, magistral, perfecto. Este martes ante todo un Top 10 del ranking mundial, Stefanos Tsitsipas, pondrá a prueba su nueva arma, aunque es un cambio a largo plazo. El propio Alcaraz lo explicaba.

¿Por qué es diferente este nuevo saque?
Ahora no hago una parada y el movimiento me permite ir un poco más arriba. Tanto de piernas como de brazos todo es más dinámico. Es un cambio que me viene bien para impactar a la bola más arriba y así ganar dirección y potencia. Me permite mejorar todo un poquito.

En el tenis de formación muchas veces se enseña un saque con dos paradas porque es más sencillo de ejecutar y permite más control de la raqueta, pero en el tenis profesional varios jugadores lanzan el golpe con sólo una parada para exagerar su peligro. «Siempre es mejor sacar en un tiempo que en dos porque así el saque es más fluido, hay más balance, más fuerza. Normalmente se hace el cambio buscando más agresividad, aunque al final también lleva a menos errores. Si no te fijas no te das cuentas, pero es un cambio que le puede venir muy bien a Carlos», analiza Jordi Arrese, que en París llegó hasta cuatro veces a tercera ronda, antes de pasar a ser entrenador, capitán de la Copa Davis y ahora, también comentarista en televisión.

Trabajo durante la lesión

Entre todas las fortalezas de Alcaraz, el saque siempre se ha considerado el aspecto de su juego con más margen de mejora y ahora está en ello. Le ayudó su lesión en el antebrazo derecho, por muy raro que parezca. En los dos meses entre el Masters 1000 de Miami y Roland Garros, Alcaraz estuvo semanas sin poder golpear en los entrenamientos y sólo pudo jugar una semana, en el Mutua Madrid Open, así que tuvo tiempo para descubrir el nuevo movimiento y repetirlo y repetirlo y repetirlo. En una temporada normal hubiera tenido que esperar al invierno para pensar en cambios. De los malos momentos sacó algo bueno.

Thibault CamusAP

«Estoy muy contento por el nivel que estoy mostrando, sin bajones en todo el partido, me siento muy bien», analizaba Alcaraz sobre su victoria ante Aliassime, al que pasó por encima de principio a fin. En una profunda crisis de confianza y con ciertas molestias físicas -reclamó el fisioterapeuta en segundo set-, el canadiense apenas peleó. Si lo hubiera hecho seguramente hubiera perdido contra la derecha ganadora del español, sus continuas dejadas, sus increíbles 'passing shots', pero el espectáculo hubiera sido otro. Tampoco le ayudaron las continuas rachas de viento. En los primeros seis juegos, tiró 11 'drives' fuera, un desatino del que no se recuperó: al final, hizo 39 errores no forzados y 11 'winners'.

Al final, un duelo plácido para Alcaraz que ahora espera a Tsitsipas, su rival preferido. Hasta cinco veces se han enfrentado y cinco veces ha ganado el hoy número tres del ranking ATP en todas las superficies, en todas las situaciones. Desde aquel triunfo en el US Open de 2021 cuando era sólo un niño, el dominio de Alcaraz se ha ido exagerando hasta llegar a los encuentros del año pasado. Tanto en la final del Trofeo Conde de Godó como en los cuartos de final del último Roland Garros -precisamente la misma ronda-, el español venció sin conceder ni un set al griego. «Sé cómo ganarle, sé cómo hacerle daño, pero eso no quiere decir que pueda jugar al trantrán. Tendré que dar mi 100% porque está haciendo un gran tenis», finalizó Alcaraz con uno de sus instrumentos, el saque, todavía más afinado.

Nadie discute al mejor Alcaraz: disfruta ante Aliassime y ya está en cuartos de Roland Garros

Actualizado Domingo, 2 junio 2024 - 16:32

"Cada vez somos más peligrosos", proclama Carlos Alcaraz y habla de Novak Djokovic y Jannik Sinner, que van avanzando rondas, pero también habla de él mismo. Cada partido que juega, cada partido que gana, es más rápido, afina más sus golpes, en definitiva, es más Alcaraz. Ya es el mejor Alcaraz. Por culpa de su lesión en el antebrazo derecho, llegaba a Roland Garros con "bajas expectativas", pero con una semana de entrenamientos multiplicaba su confianza y después de su debut reconocía que el sol asomaba en el horizonte. Ahora no hay duda: el título en París es su único objetivo.

Después de vencer en octavos de final a Félix Auger-Aliassime por 6-3, 6-3 y 6-1 en dos horas y 20 minutos ya no puede evitar ser el favorito.

Los otros dos grandes aspirantes, Djokovic y Sinner, han mostrado más dudas, pero a Alcaraz nadie le discute. Sólo en segunda ronda, en aquella extraña desconexión ante Jesper de Jong, vivió una mínima sensación de peligro. Desde entonces, ante dos Top 30 de su generación como son Sebastian Korda y Aliassime, dos demostraciones de su excelso tenis. El próximo martes, en cuartos de final, se enfrentará ante Stefanos Tsitsipas, el primer tenista entre los 10 mejores de la lista contra el que se mide en Roland Garros.

Dos tareas pendientes de Alcaraz

Pese al balance contra el griego (cinco victorias, la última en Roland Garros 2023, y cero derrotas), encontrará seguro más competencia. Porque frente a este Alcaraz, ante el mejor Alcaraz, sólo se puede responder con mucho talento y mucha lucha y este domingo Aliassime sugirió lo primero, pero no lo segundo. Aquel jugador que deslumbró en 2021 ha ido desapareciendo por la falta de confianza y en la Philippe Chatrier apareció para aceptar la derrota.

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Con ciertas molestias físicos -reclamó el fisioterapeuta en segundo set-, apenas peleó. Si lo hubiera hecho seguramente hubiera perdido contra la derecha ganadora del español, sus continuas dejadas, sus increíbles 'passing shots', pero el espectáculo hubiera sido otro. Al canadiense tampoco le ayudaron las continuas rachas de viento. En los primeros seis juegos, tiró 11 'drives' fuera, un desatino del que no se recuperó: al final, hizo 39 errores no forzados y 11 'winners'.

En la lista de posibles mejores de Alcaraz, ahora sólo quedan dos. La primera suele ser anecdótica, pero en un duelo ajustado podría no serlo. En sus cuatro partidos en Roland Garros ha perdido su primer servicio; de entrada, siempre, un break en contra. En todas las ocasiones ha recuperado pronto el empate, pero el peligro está ahí. Y su segunda tarea pendiente son las oportunidades de ruptura. Es un cometido en el que ya trabaja, pero este domingo ante Aliassime volvió a evidenciarse esa necesidad. De las siete primeras sólo convirtió una, luego todo fue más sencillo. "Cada vez somos más peligrosos", proclama Alcaraz y habla de los mejores, pero el más peligroso de todos es él.

El caos organizativo de Roland Garros obliga a Djokovic a ganar a Musetti a las tres de la madrugada: “Si hay alguna fiesta me apunto”

Actualizado Domingo, 2 junio 2024 - 07:06

"Veo que todavía hay niños por aquí. ¿Qué hacéis aquí? Deberíais estar durmiendo. A mi me va a costar mucho dormir con la adrenalina que llevo, así que si hay alguna fiesta me apunto". Eran las 3:08 de la madrugada en París cuando Novak Djokovic, feliz por seguir vivo en Roland Garros, bromeaba ante el público de la Philippe Chatrier y salvaba así a la organización del torneo.

En aquel instante, después de salvar su partido ante el italiano Lorenzo Musetti, cualquier cosa hubiera podido pasar. En caso de derrota quizá el serbio habría puesto el grito en el cielo. Si Iga Swiatek, la número uno de la WTA, se quejó por el ruido en las gradas... ¿Qué hubiera dicho de jugar plenamente de madrugada? Pero Djokovic, alegre, juguetón, simplemente hizo un chiste con la hora. En la pista central del Grand Slam parisino, en un ambiente de after, los aficionados celebraron sus palabras, aunque previamente habían empujado a Musetti.

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Porque el italiano de 22 años estuvo cerca, muy cerca, muy, muy cerca de la victoria de su vida. Como en otras ocasiones, Djokovic se asomó al abismo, sonrió y saltó. Musetti llegó a ganarle dos sets, pero el serbio aceleró entonces para llevarse el encuentro por 7-5, 6-7(6), 2-6, 6-3 y 6-0 en cuatro horas y 29 minutos. La actuación del todavía número uno del ranking ATP es imposible de analizar.

En los primeros sets se le notó cansado, exhausto, jadeando después de los intercambios largos, incapaz de poder seguir el ritmo. Desde hace días se especula sobre alguna lesión o alguna dolencia oculta que provoque sus extraños movimientos, pero él lo niega. Y razón tendrá pues en los últimos sets volvió a ser el Djokovic de cerca, un tenista iracundo, el amo del circuito. El serbio necesita levantar su 25 Grand Slam para no perder el número uno ante Jannik Sinner y ahora no se puede descartar que lo haga.

El set de Dimitrov

Más bien todo lo contrario. Si es capaz de remontar así puede ser capaz de cualquier cosa. En octavos de final se enfrentará al argentino Francisco Cerúndolo, aunque antes deberá recuperar del tute al que le obligó la organización de Roland Garros. Porque su partido se alargó, es cierto, pero se jugó de madrugada por otro motivo: empezó justo antes de que tocaran las 23.00 horas.

Por culpa de la lluvia incesante, el torneo lleva días añadiendo partidos a los horarios de las dos pistas centrales, la Philippe Chatrier y la Suzanne Lenglen, y este sábado se la jugaron a todo o nada. Antes de que empezara el Djokovic-Musetti había un hueco de un par de horas y colocaron ahí el enfrentamiento interrumpido entre Zizou Bergs y Grigor Dimitrov. Si el búlgaro vencía en tres sets todo iría rodado, pero lo hizo en cuatro y el planning se descuadró. Años atrás, antes de que existiera la sesión nocturna, la única que emite en Francia la tele de pago -Amazon Prime-, los partidos en Roland Garros se interrumpían a la medianoche. Este sábado Djokovic casi empieza a esa hora. Suerte que se lo tomó con humor.

Badosa recuerda quién es antes de perder ante Sabalenka en una Philippe Chatrier abarrotada

Actualizado Sábado, 1 junio 2024 - 16:36

«Estoy en el camino. Es un proceso largo, pero estoy intentando disfrutar del camino. Mi tenis está ahí y, si me respeta la espalda, ojalá pueda volver arriba», reclamaba Paula Badosa y en ese condicional está ahora su carrera. Si le respeta la espalda, si le aguanta el físico, si su cuerpo le permite seguir. La española, ahora 139 del ranking WTA, ya confesó que estaba jugando infiltrada en Roland Garros, como hizo en el Masters 1000 de Roma, que su fractura en la cuarta vértebra le martiriza, pero si puede convivir con ese dolor, le sobra tenis para discutir a las mejores. Aquella Badosa que fue número dos del ranking WTA en 2022 sigue sobre la pista.

En tercera ronda del Grand Slam francés lo confirmó ante la bielorrusa Aryna Sabalenka, su mejor amiga en el circuito y su mejor rival, pues comparten estilo de juego. Perdió por 7-5 y 6-1 en una hora y 16 minutos, pero demostró que no se ha olvidado de moverse, de golpear, de luchar como hizo antes de que empezara su calvario. «El año pasado estaba en casa viendo Roland Garros por la tele, tumbada en el sofá, y estoy agradecida por esta oportunidad. He jugado un buen primer set», analizaba y en efecto.

BERTRAND GUAYAFP

El marcador engaña, como tantas otras veces, pero Badosa pudo vencer a la actual número dos del mundo, la campeona del último Open de Australia. En el primero tuvo un 3-5 con saque a favor para llevarse el periodo. Hasta ese momento se había visto una Badosa pletórica. Al contrario que en sus duelos de primera y segunda ronda ante Katie Boulder y Yuliya Putintseva, entró en la pista con una concentración plena. El patrón de juego estuvo definido desde entonces: dos tenistas pegando golpes desde el fondo de la pista, a ver quién pegaba más duro, a ver quién pegaba más fuerte. Sabalenka, maestra en la materia, cometió algunos fallos y Badosa le castigó y le castigó y le castigó. Con el saque como condena y no como privilegio, la española convirtió las tres opciones de break que tuvo mientras la bielorrusa dejaba pasar hasta ocho en ese periodo.

El momento de Sabalenka

Luego el partido cambió por completo. Frente a la cima de la victoria, Badosa se frenó y, ante el abismo de la derrota, Sabalenka aceleró. La actual número dos de la lista, la única que discute el dominio de Iga Swiatek, demostró los motivos de ese estatus y a base de golpes, ¡bum!, ¡bum!, ¡bum!, ¡bum!, lo giró todo. Del 3-5 se pasó al 7-5 y Badosa, ya desanimada, sólo pudo salvar la honra en el segundo set. Pese a todo se mostró serena. «En ese momento decisivo me han empezado a caer winners por todos los lados, me he puesto un poco nerviosa y una jugadora del nivel de Alyna te hace pagar estos fallos», reconoció la española, tranquila tras el encuentro. Si en las dos rondas anteriores había pasado de la angustia a la euforia y de la euforia al cabreo, este sábado fue en el primer set la Badosa concentrada que levantaba títulos.

Le ayudaba no tener nada que perder, pues no era la favorita. La ayudaba verse en un escenario como la Philippe Chatrier, una pista central que no pisaba desde la primera ronda de hace dos años ante Fiona Ferro, una pista central que se llenó para animarla. Ahora disputará el dobles mixtos con su pareja, Stefanos Tsitsipas, parte de su recuperación, según indicó. «Tenemos una relación muy bonita. El tenis puede ser muy duro y se vuelve más humano, más divertido, si lo compartes con alguien a quien quieres», exponía Badosa, atada ahora mismo a un condicional. Si el físico le aguanta, le sobra tenis para discutir a las mejores.

El silencio se rompe en el tenis. ¿Cómo acostumbrarse al ruido? “Hasta me han escupido un chicle”

Actualizado Sábado, 1 junio 2024 - 13:33

David Goffin alzó la voz: «Algunos seguidores están aquí para molestar y no para animar. Los jueces de silla deberían intervenir, hoy uno me ha escupido un chicle. Muchos jugadores se quejan, hay ese sentir en el vestuario». Iga Swiatek, la número uno del mundo, le replicó dirigiéndose a la grada de la Philippe Chatrier: «Por favor, no gritéis durante el juego. Esto es serio para nosotras, estamos jugando por mucho dinero y puntos. Espero no convertirme ahora en una de esas jugadoras que no les gustan y a las que la abuchean». Y finalmente Novak Djokovic, también número uno, cerró la denuncia: «Quiero que los aficionados animen, que canten, pero a veces se pasan de la raya, es irrespetuoso. He vivido lo que vivió Goffin y apoyo sus quejas, hay que plantar cara a esos espectadores».

Christophe EnaAP

Roland Garros no es una caldera. Está muy lejos del ruido de cualquier partido de fútbol, de baloncesto, está lejos incluso del ambiente de la antigua Copa Davis. Pero los tenistas están acostumbrados al silencio absoluto. Y éste en París a veces se rompe, cada vez más. En su partido de segunda ronda ante Casper Ruud en la Suzanne Lenglen, Alejandro Davidovich se encontró con una aficionada que le daba indicaciones siempre que se acercaba al lateral a secarse el sudor y, al final, el español avisó del palique al juez de silla. El árbitro no hizo nada. Pero la mujer, entonces sí, avergonzada, calló. El debate es casi tan antiguo como el mismo tenis, pero con tantos deportes ruidosos, con gritos del público en cada jugada y música de los altavoces en cada parón, cada vez es más conveniente. ¿Realmente puede sobrevivir el silencio?

Más allá de Wimbledon, donde el mutismo está tan arraigado como vestir de blanco y comer frutas con nata, el US Open siempre ha dejado fluir el bullicio y el Open de Australia lleva el mismo camino. En las últimas ediciones, de hecho, permite la libre circulación de los aficionados -sin tener que esperar a entrar y salir en los descansos- e incluso ha montado un bar, el AO Courtside Bar, desde el cual se puede seguir la acción de la pista 6. El follón es considerable. El éxito del establecimiento, también.

El alcohol prohibido (un poco)

«Nos encanta que haya emoción y que la gente se exprese. Pero seremos inflexibles en cuanto al respeto por los tenistas y el desarrollo de los partidos. Si no te portas bien o lanzas cosas a los jugadores, te expulsaremos», amenazaba Amelie Mauresmo, directora de Roland Garros, en un encuentro organizado expresamente con los enviados especiales de otros países. El objetivo era frenar la idea de que el Grand Slam parisino es un desmadre y, para eso, anunció una medida: ley seca, prohibido el alcohol. En un principio parecía que no habría más cerveza, ni champán, ni vino en todo el recinto, pero en realidad sólo se ha vetado su venta en el interior de los estadios. La mayoría de aficionados comen y beben fuera antes de entrar a las pistas así que el veto es limitado.

Si hay un problema no será la solución. Pero... ¿Realmente hay un problema? En dirección contrario a Goffin, Swiatek o Djokovic, otros tenistas ya han comentado que el alboroto no les molesta, más bien todo lo contrario. Paula Badosa, que ha jugado sus dos partidos en las pistas pequeñas anexas a la Suzanne Lenglen, donde hay ruido por todos lados, defendió la libertad del público de gritar. «Ella [Swiatek] tiene suerte de jugar todos los partidos en la Philippe Chatrier, donde no molesta el ruido de otras pistas. Pero, dicho eso, a mi no me molesta el público, todo lo contrario. Me motiva. Hace unos años fue muy difícil jugar sin público por culpa del covid y ahora estoy muy contenta con afición», aseguró la tenista que este viernes se enfrentará a Aryna Sabalenka (sobre las 14.00 horas, Eurosport) precisamente en la Philippe Chatrier, la pista central.

CAROLINE BLUMBERGEFE

En su misma línea se han pronunciado la mayoría de tenistas estadounidenses, siempre entregados al show, como Coco Gauff:«La mayoría de aficionados son respetuosos y yo cuando veo un partido como espectadora también quiero hacer ruido. Entiendo que sea difícil si alguien grita de repente, pero a mí me gusta que haya bullicio». ¿Realmente puede sobrevivir el silencio?