Quique Llopis: "Dejé el fútbol porque sabía que en el atletismo se respiraba otro ambiente"

Quique Llopis: “Dejé el fútbol porque sabía que en el atletismo se respiraba otro ambiente”

Actualizado Viernes, 27 junio 2025 - 01:00

Quique Llopis (Valencia, 2000) es uno de los atletas internacionales de referencia, una de las grandes estrellas de las vallas españolas. Finalista olímpico de 110 metros en los Juegos de París, subcampeón europeo el pasado verano en Roma y campeón de España en 60 metros el pasado febrero, mañana se enfrenta al Campeonato de Europa de selecciones, que se celebra este fin de semana en Madrid, tras la lesión que le impidió disputar la final del Europeo de pista cubierta de Apeldoorn.

¿Cómo ve al equipo español?
Bien, muy bien. Creo que hay alguna baja importante, pero, como en la mayoría de los equipos, al final no puede salir todo perfecto. Tenemos un grupo muy fuerte y podemos estar luchando por estar en ese podio.
Ana Peleteiro fue baja de última hora...
Sí, así es. Tanto Ana como Jordan también han tenido ciertos problemas de lesiones. Pero como digo, creo que la gente que ocupará su lugar lo hará bien.
Y usted, ¿cómo se ve ante este nuevo reto?
Estoy entrenando mejor incluso que el año pasado. Si sale un buen día aquí en Madrid podemos estar luchando esa primera plaza, aunque va a estar complicada.
¿Cómo valora, en comparación con otros deportes, la evolución del atletismo español estos últimos años?
Ha habido un auge muy importante en el mundo del atletismo y eso es algo muy positivo. Al final siempre favorece el apoyo institucional y de empresas privadas.
Ha comentado más de una vez que ha llegado donde ha llegado gracias a la caída que sufrió en Estambul. ¿De qué forma le marcó?
Es verdad que al final, como dicen, o ganas o aprendes. Yo con la caída de Estambul aprendí muchísimo y posiblemente muchos de los logros que he conseguido no los hubiese logrado de no haberse producido aquel percance. Suena un poco raro todo, pero creo que me hizo aprender a cómo afrontar esas competiciones.
¿Qué peso tiene la mente?
Es muy importante. Conozco a mucha gente que quizás tiene unas cualidades increíbles para la hora de competir o la hora de entrenar, pero sin embargo a nivel de cabeza no funcionan tan bien como otros que igual no poseen sus virtudes y acaban destacando o sacando más rendimiento.
Aunque, siendo exactos, primero empezó con el fútbol...
Así es. Estuve unos seis o siete años jugándolo y luego me pasé al atletismo. Esto fue en parte por los problemas que había en el día a día en el fútbol. El tema del atletismo empezó todo por una escuela que hice de verano, cuando aún seguía jugando al fútbol. Me acuerdo de que la escuela la dirigía mi actual entrenador y me decía que me apuntase a atletismo, que veía en mí cualidades. Aun así, regresé al fútbol y a mitad de temporada ya decidí cambiar porque sabía que se respiraba otro ambiente.
¿Qué es lo que más y lo que menos le gusta del atletismo?
Lo que menos, sin duda, algo que todos los atletas odiamos, que es la gente que busca hacer trampas con el tema del dopaje. Es algo detestable porque al final es una persona que ha intentado hacer trampas, y porque va totalmente en contra de los valores del atletismo y de cualquier deporte, claro, pero especialmente el atletismo. Aunque año a año va avanzando la tecnología y se van encontrando nuevas formas de combatir este problema. Y lo que más me gusta diría que es el hecho de alegrarte tanto de la gente que te está ganando, de la gente a la que le están yendo bien las cosas, a pesar de tus resultados. Creo que es algo muy bonito.
¿Qué es lo que más le ayuda de su personalidad en la competición?
A la hora de afrontar las propias competiciones el tener cierta calma o tomarme las cosas desde un punto de vista que quizás no es el normal dentro del mundo del deporte. Somos muy ambiciosos. Yo lo soy, sin ninguna duda, vamos, y cuando no logro algo me da muchísima rabia, pero creo que soy capaz de afrontar las situaciones con mucha más calma y con mucha más normalidad.
¿Su referente?
Dayron Robles, el gran vallista cubano que fue oro olímpico en los Juegos de Pekín. Siempre me ha encantado, así como también Orlando Ortega.
¿Podría vivir sin el deporte?
No. Me subiría por las paredes. Estoy dos, tres semanas de vacaciones y ya tengo ganas de... Bueno, de hecho, cuando estoy de vacaciones no paro, ya sea haciendo tenis, yendo a jugar, a lo que sea. Necesito en mi día a día hacer algo de deporte porque en caso contrario no podría ni dormir por las noches.
Un atleta y un país por prueba en el atletismo de selecciones

Un atleta y un país por prueba en el atletismo de selecciones

Madrid acogerá desde hoy y hasta el domingo el Campeonato de Europa por Equipos de Atletismo, una competición heredera a partir de 2008 de la Copa de Europa, y que premia lo colectivo por encima de lo individual.

Naturalmente, las actuaciones individuales determinan el resultado general. Pero el interés reside y el énfasis se pone en el emocionante y continuo baile de números. Puntos que, entre lo lógico y lo sorprendente, se ganan por aquí y se pierden por allá, para, en el conjunto de las categorías masculina y femenina, determinar qué países ocupan el podio y cuáles, tres también, descienden a Segunda División.

La competición, en Vallehermoso

A la competición le aguarda el jueves un estreno aristocrático con el salto con pértiga, masculino y femenino, en la Plaza de Oriente, frente al Palacio Real. Un marco urbano bellísimo, artístico, promocional de la ciudad y una forma cada vez más frecuente de sacar el atletismo a la calle y acercarlo al ciudadano. El viernes, el sábado y el domingo, la competición se desarrollará en el viejo-nuevo estadio de Vallehermoso, un templo del atletismo español.

La fórmula de un atleta por prueba beneficia a España, que carece del fondo de armario de varias de las 16 naciones participantes: España (cuarta en el año 2023), Alemania, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Países Bajos, Reino Unido, República Checa, Polonia, Portugal, Suecia, Suiza y Ucrania.

Nosotros tenemos algunas bajas importantes. En especial, todavía con molestias, Jordan Díaz, campeón olímpico de triple salto. También, lesionada, Yulenmis Aguilar (jabalina). Y, además, Ana Peleteiro, ausencia de última hora a causa de unas misteriosas razones personales «de fuerza mayor». Muy importantes tienen que ser para que Ana se vea obligada a privar de su concurso al equipo. Incluso una Peleteiro de bajas prestaciones, inferior a sí misma, hubiera aportado al acervo común unos puntos preciosos.

A pesar de las circunstancias, España no carece de recursos ni de posibilidades. Cuenta con Mohamed Attaoui (800), espléndido en este comienzo de temporada, Adrián Ben y Águeda Marqués (1.500), Quique Llopis (110 vallas), Lester Lescay y Fátima Diamé (longitud), Thierry Ndikumwenayo (5.000), Dani Arce (3.000 obstáculos) y los relevos 4x100 femeninos y 4x400 mixtos, con algunas de nuestras «chicas de moda»: Maribel Pérez, Jaël Bestué, Paula Sevilla, Carmen Avilés, Blanca Hervás...

La competición posee el añejo y nostálgico aroma de los enfrentamientos patrióticos. Casi una excentricidad en estos tiempos. En su originalidad a contrapelo, no le sobran estrellas. Pero, desde luego, no le faltan en absoluto, no pocas de máximo nivel olímpico y mundial en carreras, saltos y lanzamientos. No es fácil reunirlas, y menos por estos pagos. En Vallehermoso veremos a Miltiadis Tentoglou, Mattia Furlani, Simon Ehammer, Leonardo Fabbri, Emmanouil Karalis, Konrad Bukowiecki, Daniel Stahl, Julian Weber... Y un lujoso elenco femenino encabezado por Yaroslava Mahuchikh y Femke Bol, escoltadas por Malaika Mihambo, Nadia Batocletti, Ewa Swoboda, Lieke Klaver, Nadine Visser...

Unos países se lo han tomado más en serio que otros. Pero, en cualquier caso, todos poseen la suficiente entidad como para convertir este Campeonato de Europa por Equipos en un acontecimiento relevante. Mucho más en España, deficitaria en eventos atléticos de gran fuste. Un regalo para la vista y un placer para el paladar del buen aficionado.