Las lágrimas de rabia, la seriedad extrema de Alexia y la sinceridad de Patri Guijarro: “Debimos meter un gol antes”

Actualizado Lunes, 28 julio 2025 - 02:22

Los ojos de Aitana Bonmatí estaban enrojecidos. Como los de Patri Guijarro y los de Irene Paredes. Era fruto de un estado de ánimo que se movía entre la rabia y el llanto. Lágrimas hubo muchas sobre el césped, con una desconsolada Mariona y una rota Athenea, y en el vestuario, a donde la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, acompañadas por la ministra de Deportes, Pilar Alegría, bajaron para dar consuelo a las jugadoras por una gran Eurocopa. "Por suerte, hemos ilusionado", decía Guijarro.

Ninguna podía quitarse de la cabeza qué había pasado para que, jugando mejor y creando más ocasiones que las inglesas, hubieran tenido que jugársela a cara o cruz en una tanda de penaltis con un rival que llegó a la final a golpe de fe... y suerte.

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No la tuvo España. Aitana, con la cabeza aún baja, pedía perdón por el penalti fallado, por la decisión "en una décima de segundo" que hizo que su disparo los desviara Hannah Hampton. Ni siquiera le consuela haber sido elegida mejor jugadora de la Eurocopa.

"nunca hay que darlas por muertas"

Desfilaban las jugadoras camino del autobús con un hondo pesar. Irene Paredes seguía dándole vueltas a lo cómodas que estuvieron las inglesas, incluso cuando España más las atacaba. Se acordó de las pérdidas de tiempo, y de cómo se permiten para cortar el ritmo de los rivales. Todo con la medalla al cuello. "No me la pienso quitar, porque tiene mucho valor", destacaba la capitana conteniendo el llanto. Y es que alzar la Eurocopa hubiera una bonita manera de cerrar si etapa internacional.

La cabeza más fría la tuvo Patri Guijarro, en el campo y después. "Debimos meter un gol antes. A las inglesas nunca hay que darlas por muertas", recordó. Porque, aunque España fue mejor, ellas revivieron. "Así es el fútbol, ya lo sabíamos. En la mayoría de los momentos hemos tenido el control, hemos tenido muchas ocasiones. No he visto las estadísticas, pero quiero verlas porque hemos tenido muchas ocasiones. Nos veréis con cara de rabia porque duele. Es una pena que no haya entrado el balón, pero hay que darle valor a lo que hemos hecho porque no es nada fácil", destacó la mallorquina.

Hubo una jugadora que no rompió a llorar, pero acabó el partido con una mirada que helaba. Alexia Putellas salió del campo en el minuto 70. Fue el primer cambio de Montse Tomé para poner en el campo a Clàudia Pina. Una decisión valiente que apartó en los minutos decisivos a una de las mejores jugadoras del mundo. Cierto es que no estaba siendo determinante, pero ese cambio puede tener consecuencias porque a la jugadora no le agradó.

Aitana, cariacontecida, con su trofeo de MVP de la Eurocopa.

Aitana, cariacontecida, con su trofeo de MVP de la Eurocopa.AFP

Acabó el partido con rabia Cata Coll, que vio a Chloe Kelly guiñarle un ojo y celebrar en su cara el último penalti que las hacía campeonas. Distinto el gesto de Sarina Wiegman, que fue a buscar a Montse Tomé para saludarla antes de lanzarse a bailar con sus ayudantes y con la grada, pero alejada de las jugadoras.

A las dos selecciones les toca mirar al futuro, al Mundial. A las inglesas se lo pidió Carlos III. "Bien hecho, Leonas. La próxima tarea es traer a casa la Copa del Mundo en 2027, ¡si es posible!", escribió en redes sociales. A los españoles se lo prometió Aitana Bonmatí: "Volveremos".

De Sídney a Basilea, España busca con la Eurocopa sellar su legado más allá del fútbol: "Llevan luchando con mucha energía en muchos lugares. Se lo merecen"

De Sídney a Basilea, España busca con la Eurocopa sellar su legado más allá del fútbol: “Llevan luchando con mucha energía en muchos lugares. Se lo merecen”

Cuando Olga Carmona soltó un zurdazo en el minuto 29 de la final del Mundial que sorprendió a la portera inglesa Mary Earps, España volvía a hacer historia. Eran campeonas del mundo contra viento y marea, gracias al talento de sus jugadoras, que ya acumulaban tres Balones de Oro, y su capacidad de guardar bajo la alfombra los desprecios. Muy poco había cambiado desde que, un año antes, un grupo de ellas levantara la voz contra unas condiciones de trabajo inmerecidas. Algunas estaban en Sídney, en un ejercicio de resiliencia y olvido forzado; otras estaban en casa. Pero aquello que apartaron para jugar al fútbol lo sacudió un beso, una agresión sexual de Rubiales a Jenni Hermoso que escandalizó al mundo. «Se acabó». Una frase de Alexia Putellas que fue principio y final de todo.

En Sídney nació la España campeona que hoy volverá a pelear por un título que no tiene, la Eurocopa, de nuevo ante Inglaterra, dejando un reguero de elogios por su fútbol y su talento. Pero el legado supera al hecho histórico. «Sabéis todo lo que hemos pasado, todo lo que hemos luchado, siempre manteniendo el foco en el fútbol. Y eso es muy complicado. Esta Eurocopa ha sido muy tranquila, cosa que agradecemos, y creo que eso también ha ayudado a sacar nuestra mejor versión. Siempre es más difícil jugar cuando tienes cosas externas», reflexiona Aitana. Esa resiliencia, que por momentos no fue eso sino un amargo trágala, les hizo más fuertes. «Este equipo es mucho más maduro, tiene mucha más experiencia y sabe competir en los partidos», añade la jugadora.

Montse Tomé tiene claro por qué España merece ganar la Eurocopa, y va más allá del fútbol. «Somos un equipo, una selección, unas jugadoras, que llevan luchando, trabajando y esforzándose con mucha energía en muchos lugares. Y ahora hemos sido capaces de que la tuvieran en lo importante, que es el fútbol», sentenció la seleccionadora.

Una reconstrucción difícil

«Esto ha hecho tener un bagaje increíble de todas y que todos los que acompañamos a la selección podamos disfrutar de la profesión pura. Que pueda sentarme aquí y que todas las preguntas sean de fútbol es de las cosas más grandes que habla del cambio que estamos consiguiendo. Por todo el esfuerzo, el equipo se lo merece», añadió.

El camino de reconstrucción no ha sido fácil. El despido de Jorge Vilda y la inhabilitación de Luis Rubiales -en medio de un clamor político y social sin precedentes que terminó también en una condena judicial-, no cerraron las heridas. Con un presidente interino, Pedro Rocha, sin demasiada capacidad de maniobra y con desconfianza absoluta en Montse Tomé, segunda de Vilda, la selección echó a andar tras una larga noche de reproches y compromisos en el salón de un hotel de Oliva. Todo era tóxico menos el fútbol de España, que dos días después ganó a Suecia y goleó a Suiza en la Nations League.

La campeona se exhibió en la nueva competición, la ganó y, por primera vez, se plantó en unos Juegos Olímpicos. Tomé resistía la pregunta constante sobre las convocatorias de Jenni Hermoso, las que iba y las que no, y fue trabajando un equipo que necesitaba muchos cambios en el staff y algunos en el terreno de juego.

Aitana, Martin-Prieto y Esther, durante el último entrenamiento en Basilea.

Aitana, Martin-Prieto y Esther, durante el último entrenamiento en Basilea.AFP

La RFEF, inmersa en una crisis de imagen, se vio abocada a un camino que imponía la igualdad, el respeto y la atención a sus jugadoras, a las que debía dotar de todos los medios posibles para seguir haciendo su trabajo. El modelo lo tenían en Inglaterra y, más cerca, en el Barcelona. Media docena de jugadoras pasaba de un club hiper profesionalizado, entre los mejores de Europa, a una selección precaria. El fichaje de Markel Zubizarreta empezó a poner en marcha un cambio que, ya sin él, aceleró la llegada a la presidencia de Rafael Louzán. Sólo había que acompañar.

A Montse Tomé, cuyo contrato acaba el 30 de agosto, le han permitido dotarse de un cuerpo técnico amplio y preparado, capaz de analizar rivales y transmitir a las jugadoras dónde están sus puntos débiles, como que Berger se adelanta. Luego Aitana, pura inteligencia en el campo, lo interpreta y lleva a España a una final. Porque en la élite, los detalles marcan diferencias.

a golpe de meritocracia

Tomé ha sabido manejarse con un grupo de jugadoras que desconfiaban de ella, pero a las que ha ido convenciendo. En tres años ha ido moldeando al equipo, primero con las convocatorias, renovando el grupo a golpe de meritocracia sin subvertir el orden natural del vestuario. Dejó en sus manos las capitanías, que volvieron a Irene Paredes y Alexia, y ha ido sumando al centro de mando a nuevas jugadoras que garantizan la cohesión. El bloque no ha cambiado demasiado, salvo la irrupción de jóvenes como Vicky López y Jana y el premio a veteranas como Martín-Prieto.

El legado en el campo es tan fuerte que puede servir para conquistar un título que completaría una triple corona inédita: España sería la primera vigente campeona del mundo que también gana la Euro, pero, además, suma una Nations que puede revalidar en noviembre. En el campo siempre quieren más. «Hemos hecho historia, pero somos ambiciosas, queremos ganar y competir al máximo», recuerda Alexia, brillante de nuevo en este campeonato.

Lejos del césped la huella es casi igual de profunda. Igualdad, respeto, audiencias millonarias... el fútbol femenino ha ganado visibilidad en el deporte y seguimiento. Aunque el impulso a la Liga F ha sido limitado, estas jugadoras son iconos nacionales y mundiales. Empezando por Alexia y Aitana, las dos balones de Oro, y siguiendo por aquellas que han dado el salto a otras competiciones, como Esther o Mariona, cuyas experiencias enriquecen la selección. Es el círculo virtuoso de un éxito que se labró en Sídney con un gol y muchas lágrimas.

Sin bebés a bordo: sólo una de las 92 jugadoras semifinalistas de la Eurocopa es madre

Actualizado Domingo, 20 julio 2025 - 22:12

Mateo y Jara también ganaron el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, aunque no aparecieran en las fotos oficiales con el trofeo. Fueron el primer gran triunfo de las jugadoras de España, que lograron algo inédito hasta entonces: poder estar acompañadas por sus hijos en las largas concentraciones de estos torneos. En Suiza no está Jara -porque no está su mamá, Ivana Andrés- pero sí Mateo. Su madre, Irene Paredes, capitaneará a España en la semifinal ante Alemania y él será el único hijo de una futbolista. Entre las 92 jugadoras -españolas, inglesas, alemanas e italianas- no hay ninguna madre que pueda beneficiarse de una lucha que ha sido global.

En el hotel Royal Savoy de Lausana él es la alegría de la concentración. La RFEF acordó en mayo de 2023 crear un fondo económico para el desplazamiento de familiares directos a los torneos y, en especial, para que las jugadoras con hijos menores de tres años pudieran compartir tiempo diario de calidad con ellos durante las concentraciones. Mateo está con su otra mamá, Lucía Ybarra, ex jugadora de hockey internacional, en otra zona del hotel, pero tienen un espacio para encontrarse con Irene con comodidad, con juegos, pequeños cochecitos azules y dibujos para colorear, entre ellos el de un león que ya han acabado. «Nos hemos preocupado mucho por que sea un espacio muy accesible para las jugadoras, en este caso para Irene. Que lo tenga cerca y que no tenga que perder tiempo en ir a otro hotel, porque eso no es conciliación», explica a ELMUNDO Reyes Bellver, la directora de Fútbol Femenino.

Es un logro que ya disfrutaron las alemanas durante la Eurocopa 2022, cuando la actual guardameta del Wolfsburgo, Almuth Schult, estuvo acompañada por sus gemelos. Ella, junto a la ex madridista Melanie Leupolz y Tabea Sellner fueron las tres futbolistas que apostaron por la maternidad gestante. Las tres están ahora retiradas y nadie en la selección germana les ha tomado el relevo.

¿Por qué se aplaza la maternidad?

La razón de por qué las jugadoras no tienen hijos hay que buscarla en una combinación de factores. El primero, la edad. En la Unión Europea, la media de edad a la que las mujeres deciden vivir su primer embarazo estaba en 2023, según el Instituto de la Mujer, en 31 años. Cada vez se retrasa más la maternidad. En Alemania se acercan a esa cifra e Inglaterra la tiene en 30 años, pero en España e Italia aún se eleva más: 32 años y medio. Cuando el promedio de las jugadoras de estas cuatro selecciones no alcanza ni los 28 años de las italianas y se rebaja a menos de 26 en las alemanas, no es extraño concluir que no sienten que ha llegado su momento para tener hijos.

Irene Paredes, con su hijo Mateo en el Mundial de 2023.

Irene Paredes, con su hijo Mateo en el Mundial de 2023.I. PAREDES

La élite lo complica todo. La exigencia física, anímica y el saturado calendario de competiciones, que obliga a continuos viajes, hace que muchas esperen al final de sus carreras. «Será otro capítulo emocionante de mi vida», reconocía la británica Alessia Russo en declaraciones a la BBC. «Hay quien espera a terminar su carrera para quedarse embarazada. Y a mí me parece una pena, porque en otro trabajo te quedarías embarazada antes. Pero ves la hostilidad de la situación... El embarazo se asocia a tener una lesión o peor, porque lo estás eligiendo. Si te rompes el cruzado es qué pena, y si te quedas embarazada, te juzgan», decía Irene Paredes en Mother&Footballer, un podcast realizado por el FC Barcelona.

«Debería tener un hijo y volver a jugar?»

La inglesa Ella Toone, que tiene un novio con un hijo, puso sobre la mesa ese debate antes de esta Eurocopa. «¿Debería tener un hijo y volver a jugar? ¿Podré volver? ¿Y si trato de tener éxito y luego dejo el fútbol?», se preguntaba en voz alta por cuestiones que rondan la cabeza de las jugadoras. No siempre es fácil volver de la maternidad si está en la élite.

«Se confía más en una jugadora lesionada que en una que regresa de una baja por maternidad», reflexionaba la alemana Almuth Schult, que en 2024 tuvo su cuarto hijo y sigue en activo. No siempre es así de fácil. El ejemplo español es Marta Corredera, que tuvo un embarazo complicado cuando era jugadora del Real Madrid y ha confesado muchas veces que se sintió «abandonada».

Y es que el trabajo para facilitar que las jugadoras puedan tomar una elección personal está en los clubes. Las selecciones visibilizan, aunque cueste cada vez más que haya madres en activo.

¿Quién frena a España? Una máquina de ataque: más goles, más disparos y hasta más saques de esquina

Actualizado Martes, 8 julio 2025 - 21:10

España llegó a la Eurocopa de Suiza con un histórico de goles que marcaba 16 en las cuatro fases finales que había disputado. Tanto ha cambiado esta selección, que luce parches de títulos conquistados en su camiseta y Balones de Oro en su once, que en solo dos partidos ha marcado 11, cinco a Portugal y seis a Bélgica. Siete jugadoras han batido a las porteras rivales, en tres ocasiones Alexia Putellas y Esther González, que se 'retan' en cada partido para ir sumando tantos, con los que, con 37 y 36 goles como internacionales, dar caza a Vero Boquete, que logró 38 y está en el segundo peldaño de un podio que encabeza Jenni Hermoso con 58.

Estas «bestias del gol», como las definió Vicky López, lideran todas las estadísticas de ataque en el ecuador de la primera fase. De los 34 goles que se marcaron en Suiza hasta el pasado lunes, las españolas habían logrado el 41,7%. Aparecen no solo en cabeza de la tabla de goleadoras, sino también en la de disparos (57), asistencias y tiros a puerta, con cinco intentos de Claudia Pina. 14 saques de esquina ha botado la jugadora del Barça, la que más del torneo, y otros cuatro Vicky. España ha vivido volcada en la portería rival. Y no es novedad.

«El equipo está teniendo una efectividad muy alta. Tenemos ocasiones y las materializamos. El equipo está fresco y elegimos bien», analizaba Montse Tomé tras la victoria ante Bélgica. Desde que la seleccionadora Tomó las riendas en septiembre de 2023, España ha disputado 28 partidos oficiales entre Nations League -hasta la fase final de 2024 y la clasificación para la próxima en octubre-, el camino a esta Eurocopa y los Juegos Olímpicos de París. En ellos ha marcado 84 goles, lo que arroja una media de tres goles por partido. En esta etapa, la selección solo se ha quedado dos partidos sin ver portería: frente a Alemania jugando por la medalla de bronce olímpica (1-0) -donde Alexia falló un penalti-y en el penúltimo enfrentamiento ante Inglaterra en Wembley en la Nations League (1-0).

Cifra con truco

La continuidad en el rendimiento de jugadoras como Esther y el crecimiento de jóvenes como Pina, Salma Paralluelo, Vicky o Cristina Martín-Prieto, sumado a los tantos que siempre aportan Alexia, Aitana o Mariona, y a los que llegan desde la defensa. La vocación ofensiva de este equipo se refleja en el papel de Olga Carmona y Ona Batlle en los carriles. Son las claves para engordar una estadística que ya se venía apuntando en la etapa anterior, pero que ahora ha eclosionado con fuerza.

En el año entre la Eurocopa 2022 y la final del Mundial, España disputó 19 partidos y marcó 75 goles, aunque la cifra tiene truco. En ese tiempo, la selección disputó la clasificación para la Copa del Mundo ante rivales como Islas Feroe, Hungría, Ucrania y Escocia. Endosó una goleada tras otra y el balance fue de 51 tantos a favor y ninguno en contra.

Tanto en la Eurocopa de Inglaterra como en el Mundial, su rendimiento fue menor. Hasta cuartos del torneo continental logró seis goles, mientras que se proclamó campeona del Mundo con 18, una cifra que podría mejorar en Suiza pese a que el torneo tiene un partido menos.

Disparo de Vicky López durante el partido ante Bélgica.

Disparo de Vicky López durante el partido ante Bélgica.AFP

En Australia fue máxima goleadora la delantera japonesa del Manchester United, Hinata Miyazawa, con cinco goles y en la última Euro lo fueron, al alimón, la inglesa Beth Mead y la alemana Popp con seis. En 2017 y 2013 se entregó con cinco. Por eso, aunque ni Alexia ni Esther quieren mencionarlo, la posibilidad no está tan lejana. Aún queda el duelo ante Italia, que España quiere ganar para ser primera de grupo, pero le valdría el empate, y el cruce de cuartos.

Cara B: los goles encajados

A Tomé le gusta que el equipo domine el juego y genere ocasiones, y la cara B es que recibe con facilidad. Desde el partido de la fase de grupos de los Juegos ante Brasil hasta el enfrentamiento ante Portugal, España no había conseguido mantener su portería a cero. De hecho, en la etapa de la asturiana en el banquillo solo lo ha logrado en nueve partidos y ha recibido 32 goles en contra.

En esta Eurocopa ya lleva dos y, si miramos al Mundial, allí encajó siete. «Tuvimos fases del partido descontroladas y eso tendremos que ajustarlo. No queremos encajar goles en los partidos», advertía la capitana Irene Paredes, que también se estrenó como goleadora en Thun. De hecho, su tanto, un testarazo tras un córner, le convierte en la jugadora española más veterana en marcar en una Eurocopa, un récord que había fijado Esther en el estreno ante Portugal en 32 años y 207 días. Paredes cumplió 34 años el pasado viernes 4 de julio en la concentración de Lausana y ayer logró su gol número 14 con España en 117 partidos.

La capitana es también la jugadora española con más partidos disputados en una Eurocopa. Desde su debut con España en 2011, ha estado en las últimas cuatro ediciones y ha jugado13 partidos. Se estrenó en 2023 en Suecia, una convocatoria en la que también estaba Alexia Putellas, pero la lesión que le apartó de Inglaterra en 2022 le impidió compartir el dato.

España también destroza a Bélgica y pone un pie en cuartos: que pasen las siguientes

Actualizado Lunes, 7 julio 2025 - 20:17

No hay quien frene a España. Lo pueden intentar algunos rivales durante algunos minutos, pero en esta Eurocopa parece imposible que alguiensujete tanto talento. Porque es desde ahí desde donde la selección de Montse Tomé construye su superioridad. Cometen errores, sí, encajan goles, más de los que quisieran, pero suman hambre, esfuerzo innegociable y el talento de jugadoras como Alexia Putellas, capaz de convertirse en invisible para destrozar rivales. Si Portugal se llevó la primera goleada (5-0), Bélgica sumó la segunda (6-2). Italia ya se conjura para no ser la siguiente.

España pone un pie en cuartos con un partido que, de inicio, fue cómodo. Todas las selecciones están ya avisadas de que, si la dejan respirar, España es letal. Por eso las belgas, que soñaban con la utopía de arrebatarle la pelota, se refugiaron en su área tratando de tejer una tela de araña en la que atrapar el talento de la selección en cuanto pisaba el área.

Durante muchos minutos consiguieron incomodar, mordiendo en las bandas y esforzándose porque Alexia y Vicky López nunca anduvieran sueltas en zona de peligro. Fue la joven jugadora del Barça la que avisó en el minuto 2 de que quería ser de nuevo protagonista. Esther González aguantó y le dejó franco un disparo que era el primer aviso. Bélgica también enseñó pronto sus bazas, que se resumían en una: pases largos a la espalda de la defensa, y a correr. Un pase larguísimo de la central Cayman cogió a Olga en desventaja con la veloz Wullaert como Toloba retaba continuamente a Ona Batlle y a Irene Paredes le tocaban andar pendiente de Eurlings. Apenas volvieron a intentarlo en toda la primera parte, porque apenas tuvieron balón. España se lo apropió y empezó a amasar su juego buscando cómo desenmarañar la propuesta del rival.

Sin perder la fe

Instaladas en campo contrario, por momentos a las españolas les faltó claridad. Lo intentó Olga Carmona con dos zurdazos, uno rozando la escuadra, pero el gol llegó 'a la española'. Pisó área Patri Guijarro y se apoyó en Vicky, que vio a Alexia en posición de armar su pierna izquierda y batir a Lischtfus. En apenas dos palmos de césped había fabricado España su ventaja.

No habían acabado de saborear el gol cuando se vieron con el empate. El único córner que sacaron las belgas en los primeros 45 minutos lo envió al fondo de la portería de Nanclares la gigante Vanhaevermaet. Imposible siquiera obstaculizar el 1,85 metros de la delantera del Everton. Tocaba volver a bregar y España se arremangó sin perder ni una pizca de fe en su juego.

Buscó una y otra vez la manera de percutir en el área belga, pero faltaba la última chispa. Intentó Montse Tomé activarla con la movilidad de Claudia Pina y Mariona Caldentey, pero llegó en un córner, cuando voló Paredes para marcar el segundo tanto para la selección. Se desesperaba Wullaert, la capitana belga, porque eran incapaces de mantener la posesión. La ventaja al descanso puedo ser mayor si no hubieran sacado bajo palos un remate de Vicky. Fue la última jugada, porque se quedó en el vestuario para que saliera Aitana Bonmatí en la segunda parte.

El disparo de Claudia Pina que valió el 5-2 en Thun.

El disparo de Claudia Pina que valió el 5-2 en Thun.EFE

Con tantas ganas lo hizo que su primer contacto con pelota fue un zurdazo ajustado al poste. De la ocasión, al golpe. Se escapó Eurlings a la carrera en una posición ajustada que tuvo que validar el VAR y batió sin piedad a Nanclares. De nuevo, poco duró el empate, porque Alexia sacó la varita y dejó sola a Esther ante la guardameta belga. La killer del Gotham no falló y, con su gol, España se desató.

Las belgas ya eran incapaces de contener la revolución que desató España, que logró el cuarto gol en un saque de esquina que peinó Irene al segundo palo, quiso cazar de nuevo Esther y Mariona ratoneó para enviar el balón a la red. Aquello desinfló más a las belgas ante un vendaval. Con virguerías en una baldosa de Aitana, Alexia o Mariona, que no dudaban en armar disparos desde cualquier posición, la selección hilvanó una danza a la que pareció que ponía el colofón Claudia Pina con un cañonazo desde fuera del área, pero faltaba la magia de Alexia, con una maravilla de gol con el exterior.

Una Eurocopa para cerrar la catarsis del fútbol femenino: “Ahora nos sentimos más libres, más seguras”

Actualizado Martes, 1 julio 2025 - 23:24

El 20 de julio de 2022, España caía en la prórroga de los cuartos de la Eurocopa femenina ante Inglaterra (2-1) y aquella dolorosa derrota en los malditos cruces abrió una herida que, paradójicamente, se hizo enorme cuando se proclamaron campeonas en el Mundial 2023. Ahora, dos años después, se puede decir que es una cicatriz curada. Tras mucho dolor, pero sanadora. En aquel campeonato de Europa estuvieron 12 de las 23 jugadoras que buscarán desde mañana en Suiza el primer título continental para una selección revitalizada y mucho más arropada, en los estadios y en las entrañas de la Ciudad del Fútbol. Por primera vez, este grupo se siente fuerte y valorado, capaz de ser «sólo futbolistas». La enorme tormenta que se desató en Australia no sólo las hundió, sino que cambió el fútbol español por completo y abrió los ojos de la sociedad ante una agresión sexual televisada en directo. La gota que colmó el vaso.

La condena judicial a Luis Rubiales (18 meses de multa por el beso a Jenni Hermoso) llegó hace apenas unas semanas, pero la catarsis sin precedentes ni vuelta atrás nació aquel 20 de agosto de 2023. Las jugadoras habían apartado de sus mentes cómo nadie las escuchó -ni Rubiales ni Jorge Vilda- cuando pidieron mejoras tras la Euro 2022. Ante esta situación, 15 de ellas, entre las que estaban las hoy capitanas Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey, firmaron una carta que la RFEF interpretó como una renuncia.

Sólo hubo ligeros cambios, pero la ilusión por disputar la Copa del Mundo provocó que algunas de ellas aparcaran la lucha. Aquello fue un ejercicio de resiliencia que parecía acabar en explosión de júbilo con el gol de Olga Carmona ante Inglaterra. España era, por segunda vez, campeona del mundo. Pero Rubiales besó a Hermoso sin consentimiento en la entrega del trofeo y se desató una tormenta que ha durado dos años.

«más libres, más seguras y arropadas»

Pese a los intentos del ex presidente de normalizar un abuso y de su intento de resistencia en aquella bochornosa asamblea, ellas, las campeonas, tuvieron el respaldo social y político. Rubiales se vio inhabilitado por la UEFA y forzado a dimitir; Jorge Vilda, despedido. Las riendas las tomó entonces su segunda, Montse Tomé. Ella y la propia RFEF, con el Consejo Superior de Deportes de interlocutor, lucharon contra una desconfianza que hoy ha desaparecido.

«Ahora nos sentimos más libres, más seguras y arropadas», confesaba hace unos días Alexia Putellas. Hasta la relación con Tomé, que se inició muy tensa en aquella reunión en Oliva (Valencia), se ha destensado. La seleccionadora, con pausa, ha ido moldeando al equipo, incluso superando al inicio algún enfrentamiento con lideresas como Aitana -en diciembre de 2023 en el vestuario del España-Italia (2-3)-, o errores en los cambios que le hicieron jugar algunos minutos con una menos (en ese mismo partido ante Italia).

Hasta la informática falló al subir a la plataforma UEFA una convocatoria equivocada sin Irene Paredes, Ivana Andrés, Esther González y Mariona Caldentey. Eso y la eterna pregunta por Jenni Hermoso en cada una de las convocatorias en las que la madrileña, inmersa en el proceso judicial contra Rubiales, no ha sido llamada y lo ha cuestionado abiertamente en redes, algo que empieza a molestar a la RFEF.

El beso de Rubiales a Jenni Hermoso sentenciado como agresión sexual.

El beso de Rubiales a Jenni Hermoso sentenciado como agresión sexual.rtve

La asturiana ha ido haciéndose con las riendas y en lo que no ha flaqueado es en su apuesta por revitalizar al equipo con jóvenes, aunque sólo hayan vestido la camiseta nacional en una decena de ocasiones. Las capitanas volvieron a ser las veteranas Alexia y Paredes, que disputan en Suiza su cuarta Eurocopa, pero a ellas se acaban de sumar Aitana y Mariona.

Larga maldición de los cuartos

En el huracán, España logró proclamarse campeona de la Nations League, clasificarse para esta Eurocopa y para disputar la fase final de la próxima Nations League. El único lunar fueron los Juegos de París. Nunca había estado en una cita olímpica y Alemania le arrebató la medalla de bronce.

A la Eurocopa llegan como favoritas para sacudirse la maldición que las ancla en cuartos. España no alcanza una semifinal desde 1997. En la fase de grupos se medirán a Portugal, Bélgica e Italia, pero para ser campeonas tendrán que cruzarse en algún momento con Inglaterra, Francia o Alemania.

En el campo base de Lausana nadie se fija objetivos, pero tampoco límites. Se espera a Aitana, recuperándose de la meningitis vírica que ya la deja tocar balón y es duda para los primeros partidos. También se cuida a la portera Cata Coll, que sale de unas anginas.

Montse Tomé vuelve a dejar fuera a Irene Paredes y Misa Rodríguez: "Tengo claro lo que quiero dentro y fuera del campo"

Montse Tomé vuelve a dejar fuera a Irene Paredes y Misa Rodríguez: “Tengo claro lo que quiero dentro y fuera del campo”

Actualizado Martes, 19 noviembre 2024 - 17:57

La seleccionadora española, Montse Tomé, explicó que las jugadoras convocadas para los dos próximos amistosos son las que necesita el equipo «dentro y fuera del campo» y que la relación de convocadas se ajusta a «lo que tiene que ser la convivencia» en el grupo. Tomé esgrimió estas razones para justificar la lista de 24 futbolistas citadas para los amistosos ante Corea del Sur y Francia, previstos el próximo día 29 en Cartagena y el 3 de diciembre en Niza, respectivamente.

De la nómina de citadas, destaca la vuelta de Aitana Bonmatí y Claudia Pina, ambas del Barcelona, y las ausencias de Jenni Hermoso, Irene Paredes y Misa Rodríguez. «No quiero poner la etiqueta del cambio de ciclo. No cerramos la puerta a ninguna jugadora. Todas las futbolistas que están tienen el nivel y el rendimiento para estar en la selección. En cuanto a lo que necesitamos tanto dentro del campo como fuera, estas 24 futbolistas nos lo dan», comentó Tomé en una rueda de prensa en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

Respecto a la anterior citación, se 'caen' la defensa del Manchester City Laila Aleixandri por lesión y también la delantera del Real Madrid Athenea del Castillo, operada de la clavícula derecha, junto a la centrocampista del Tigres mexicano Jenni Hermoso, que disputa la fase final de su liga, y la del Utah Royals estadounidense Ana Tejada, citada por primera vez con la absoluta el mes pasado.

«Compañerismo» y «saber estar»

Igual que para los partidos jugados entonces contra Canadá (1-1) e Italia (1-1), vuelven a quedar fuera Paredes y Rodríguez, así como sus compañeras en el conjunto blanco Oihane Hernández y Eva Navarro, que sí jugaron hace unos días el clásico de Liga que ganó el Barça (0-4).

Tomó puntualizó que la ausencia de las veteranas responde al proyecto que está construyendo desde que asumió el cargo en lugar de Jorge Vilda. «No quiero decir que esas jugadoras no hayan cumplido (...) Simplemente, tengo claro cómo quiero que sea la selección dentro y fuera del campo, insisto mucho en dentro y fuera del campo, y lo que tiene que ser la convivencia en la selección. Esa colaboración, ese compañerismo, ese saber estar», incidió, informa Efe.

Tomé puso como modelo de compartamiento a la selección absoluta masculina: «Es un auténtico ejemplo de equipo, de convivencia fuera del campo, y todo eso tiene rendimiento y dice mucho». «Queremos lanzar esa línea de trabajo y ahí vamos a poner la mirada de las futbolistas que vamos a traer. El único camino aquí es la autoexigencia. Cada día tienes que trabajar para estar al máximo nivel. Estar en la lista de la selección es un auténtico regalo y venir a la selección es un premio, y nuestra responsabilidad es valorar eso», enfatizó tras insistir en que no hay fijas y nadie tiene la puerta cerrada.

El equipo de moda en España, la selección femenina de fútbol, se desploma ante Brasil

Actualizado Martes, 6 agosto 2024 - 23:28

La fábula de la selección de moda en España se apaga. Lo hace bruscamente, con un desplome. Queda el bronce, pero un bronce no colma a quienes se sienten en la cima del mundo desde hace un año, campeonas del mundo, de la Liga de Naciones, campeonas de su propia revolución tras un beso robado, mientras se pasan de una a otra el Balón de Oro. A eso sólo se da continuidad con más oro, objetivo unívoco de un equipo que ahora debe mentalizarse para luchar por el bronce frente Alemania, en Lyón. Ellas no llegarán a París. Brasil, mejor que España en Marsella, lo hará por el oro frente a Estados Unidos.

El destino tiene caprichos. Uno fue que las dos heroínas de la remontada ante Colombia, Cata Coll e Irene Paredes, hicieran la carambola del inesperado gol en propia puerta que abría el partido. Erró la portera y el balón golpeó en su compañera para alcanzar la red. Sin embargo, el destino no es el culpable de esta inesperada derrota ante una selección a la que España había ganado en la fase grupos. No. La explicación está en el juego errático de la selección frente a un rival que supo explotar muy bien las debilidades defensivas de las jugadoras de Montse Tomé.

La seleccionadora española perdió la partida táctica con su homólogo, Arthur Rivas. La espalda de sus laterales, en especial Olga Carmona, era un solar por el que Brasil desplegó su contraataque, lanzado por Ludmila y Gabi Portilho. El técnico brasileño, además, dispuso marcajes individuales por todo el campo, con mucha intensidad y anticipación, algo para lo que Tomé no supo encontrar los anticuerpos.

Putellas y Guijarro, suplentes

La realidad es que España no se ha encontrado con su mejor juego desde el inicio del torneo olímpico. La semifinal frente a Colombia tuvo similitudes con el duelo con Brasil, aunque esta vez ni siquiera pudo forzar el empate para llegar a la tanda de penaltis. Brasil pudo cerrar el choque mucho antes, dadas las ocasiones que tuvo a la contra en el primer periodo. Priscila erró un mano a mano frente a Cata Coll al que llegaba sola. Lanzó fuera. España respiraba, pero sin dar respuesta en el área contraria, más allá de un disparo de Jenni Hermoso.

Después de haber sido suplente ante Colombia y de haber dicho que no comprendía esa situación, Jenni entró en un once en el que Tomé realizó cambios en busca de la fluidez y el gol que no había encontrado. Ello llevó a Alexia Putellas y a Patri Guijarro a quedarse en el banquillo. Las soluciones no dieron frutos y la seleccionadora tuvo que agitar de nuevo el equipo tras el descanso, porque en el tiempo añadido de esa parte, cuando la selección buscaba el empate, se repitió el guion y Gabi Portilho culminó con gol una de las incesantes contras. Lo merecía Brasil.

La cosa pudo ser peor para las españolas, ya que la tendencia fue la misma tras regresar al campo, pero Brasil falló tres ocasiones consecutivas. Cata Coll decidió quitarse la careta. Era momento de correr todos los riesgos. Un gol más habría sido una losa prácticamente definitiva, pero al fallarlos, Brasil dio esperanzas a las jugadores de Tomé de repetir lo que habían logrado ante Colombia en cuartos, cuando también llegaron a ir dos goles por detrás hasta el último cuarto de hora. Ni Jenni ni Aitana Bonmatí, las líderes, aparecieron.

Caldentey, desolada tras uno de los goles de Brasil.

Caldentey, desolada tras uno de los goles de Brasil.EFE

Si entonces fue Jenni la futbolista clave en la remontada, al marcar el primer gol tras saltar desde el banquillo, esta vez la jugadora del Tigres mexicano encontró menos situaciones. Salma Paralluelo lo hizo, por dos veces, cuando la esperanza se había agotado. Lorena detuvo los dos disparos con más intenciones de Jenni. Tomé llamó entonces a Guijarro. Putellas continuaba en el banquillo.

Las decisiones tomadas por el técnico brasileño influyeron más sobre el juego. La prueba fue Adriana, autora del tercer tanto en una llegada que demostró los despropósitos de España. Sólo entonces entró Alexia para revolucionar mínimamente el final, goles de Salma, uno con ayuda, incluidos, pero sin poder evitar ya el cuarto de Brasil. Fue tarde.

España tira de orgullo y remonta a Dinamarca en el descuento para sellar la clasificación

España tira de orgullo y remonta a Dinamarca en el descuento para sellar la clasificación

Actualizado Martes, 4 junio 2024 - 23:38

Mismo rival, distinto partido. España certifica su pase a la Eurocopa de 2025 con una heroica remontada, pero con un aviso para el futuro. La selección de Montse Tomé saltó al Heliodoro Rodríguez con tres cambios en el once y con la confianza de afrontar un encuentro similar al de hace cuatro días en tierras danesas, pero nada mas lejos de la realidad.

Solamente hicieron falta cuatro minutos para comprobarlo. Los que tardó Thompsen en rematar dentro del área un centro de Snerle desde la izquierda. Misa Rodríguez, que volvía a ocupar la portería en su tierra, no pudo hacer nada. Un jarro de agua fría que no cambió a una selección que siguió con su filosofía.

María Méndez no llegó a rematar un peligroso saque de esquina y Salma Paralluelo no conseguía finalizar los acercamientos al área de España. Dinamarca estaba jugando su partido saliendo a la contra con gran velocidad mientras que la selección estaba con falta de claridad y precisión. Unas características de las que no había carecido en este clasificatorio, pero para todo había una primera vez.

Ni Athenea por la derecha, ni Eva Navarro por la izquierda. España apretaba y no tenía problemas para robar en campo rival, pero nada hacía presagiar el empate antes del descanso. Además, Laia Alexandri tuvo que ser sustituida en el descuento al encontrarse mareada después de un golpe con Bruun.

Nada funcionaba

Ya en la segunda mitad, Montse Tomé movió el banquillo con Lucía García y Mariona Caldentey para darle la vuelta al encuentro pero, de nuevo, Dinamarca comenzó avisando. Harder, estrella y capitana de las nórdicas, mandaba al palo un disparo cruzado desde el interior del área. Era el minuto 50. Oihane también probó con una volea desde la frontal tras un saque de esquina, pero el disparo se marchó muy desviado.

Una y otra vez, España llegaba la portería rival aprovechando la velocidad de sus delanteras, aunque Dinamarca seguía sin sufrir en exceso. Nada salía. La luz hizo acto de presencia en el 67 cuando un pase de Alexia con el exterior tocó en la mano de la zaguera danesa, pero Bay detuvo el penalti de Mariona con una buena estirada a su derecha.

Y como dice el clásico, del posible empate al 0-2. Una salida rápida desde su portería dejó de nuevo a Thompsen sola ante Misa en el minuto 72. Parecía la sentencia, pero España sacó su orgullo con un remate de volea de Irene Paredes a la salida de un córner apenas dos minutos después.

Llegó el milagro

El balón parado daba oxígeno a España y en el 76, de nuevo, la central del Barcelona ponía de cabeza el ansiado empate con una jugada prácticamente idéntica. De la nada al todo es posible en un abrir y cerrar de ojos. Solo puede ser fútbol. Y España, como no podía ser de otra forma, creyó.

La selección no se resignó a perder y en los últimos minutos quiso llevarse la victoria con la misma estrategia, pero fue hasta el 92 cuando Lucía García aprovechó un pase extraordinario de Abelleria para colar el balón en la portería danesa. Alivio y exaltación a partes iguales.

Con el reparto de puntos entre Bélgica y República Checa, España estará en el próximo campeonato de Europa, para el que se posiciona como clara candidata al título.

Irene Paredes, capitana de la selección española: "Jenni ha sufrido y sufre muchísimo"

Irene Paredes, capitana de la selección española: “Jenni ha sufrido y sufre muchísimo”

Es uno de los tres vértices que forman el triángulo del equipo español. Alexia Putellas y Jenni Hermoso son los otros dos. Antes de poder cerrar una semana perfecta, Irene Paredes (Legazpi, 1991) atiende a ELMUNDO para analizar no sólo al rival, Francia, contra el que podrían obtener su segundo título con la selección sino también la situación actual del combinado nacional tras el terremoto Rubiales.

Menuda semana cerrarían si ganan a Francia, llevan 13 partidos sin perder.
Ojalá, es lo que queremos. Son de las mejores del mundo, llevan muchos años pudiendo ganar títulos y, por lo que sea, no lo están haciendo, pero por capacidad no es. Creo que tienen muchas ganas de levantar su primer título y va a ser un partidazo. Los dos equipos nos encontramos bien.
De su época del PSG las conocerá bien.
Sí, he jugado con algunas y al resto las he tenido de rivales, así que es un equipo que conozco bastante bien a pesar de que no nos hemos enfrentado a ellas hace años.
¿En qué situación se encuentra hoy la selección?
Buena, bien preparadas física y anímicamente. Confiando en el equipo porque sabemos de lo que somos capaces. También muy conscientes de la dificultad que tiene jugar estos partidos porque el otro día lo hicimos muy bien, pero hay muchas cosas que se hicieron mal y a veces los pequeños detalles te pueden dejar fuera. Estamos serenas, confiando mucho en el equipo, pero sabiendo que va a ser un partido muy difícil.
¿Cree que con Montse Tomé ha llegado la estabilidad a la selección?
Llevamos mucho tiempo con el foco fuera del fútbol y poco a poco lo vamos retomando, que es lo que queremos y para lo que estamos.
Aún así: Oliva, la convocatoria de Alexia, el cambio de sede... la polémica les persigue, ¿por qué?
Ha habido chorradas y no chorradas, pero es verdad que hay cosas a las que no tenemos que entrar. Nos queremos centrar en jugar, venimos aquí para rendir y el resto es ruido del que nos tenemos que evadir.
Irene Paredes, futbolista de la selección femenina absoluta.

Irene Paredes, futbolista de la selección femenina absoluta.Angel NavarreteMUNDO

Pese al ruido, campeonas mundiales y clasificadas para los Juegos Olímpicos.
Hay muchos motivos para sonreír. Eso está ahí y llevamos hablando mucho tiempo de algo que hasta hace poquito era impensable. Dentro del vestuario confiábamos mucho y sabíamos que lo podíamos hacer, pero no lo acabábamos haciendo, especialmente en partidos importantes. Lo estamos logrando ahora y queremos que siga.
¿Cómo consiguen rendir con todo lo que les ha rodeado?
Al final lo que nos gusta es jugar. Cuando estás dentro del campo te olvidas de todo y es lo que te hace disfrutar y cuanto mejor lo haces es como que entras en un bucle, te picas más y quieres superarte. Tenemos un equipo muy competitivo, todas queremos ser cada día mejores y eso se está notando.
Creo que dijo Jenni que eran una generación irrepetible, ¿coincide con ella?
Puede ser. Yo confío en que a partir de ahora las chicas que vengan crean que esto es sólo el principio, pero es verdad que la generación de ahora es difícil mejorarla.
Hábleme de la foto suya junto a Jenni y Alexia en La Cartuja tras la clasificación a los JJOO.
Llevamos muchos años juntas. Desde el principio hemos vivido todo el cambio, hemos pasado circunstancias muy difíciles dentro y poder tener momentos tan bonitos como ganar un Mundial o clasificarte para los Juegos nos hace especial ilusión y es algo muy chulo compartirlo con ellas.
Alexia, Irene y Jenni tras la clasificación de España para los JJOO.

Alexia, Irene y Jenni tras la clasificación de España para los JJOO.Jose BretonAP

Es increíble su rendimiento y más el de Jenni, que es la que más ha vivido todo este torbellino, ¿cómo lo consigue?
Ha sufrido y sufre muchísimo lo que pasa es que se ha hecho una coraza muy grande y se ha rodeado de gente que le ha ayudado a gestionarlo todo muy bien. Al final lo que le gusta es jugar a fútbol, donde no se acuerda de nada, se evade, muestra su magia y eso es lo que lo que la libera, pero es de admirar el cómo rinde con toda su situación.
Cuando se retire, ¿qué le contará con más orgullo a su hijo, la estrella que consiguió o el haber liderado el cambio en el fútbol femenino, el #SeAcabó?
No creo que se acuerde de nada, pero le recordaré que fue pieza clave en El Mundial. Estuvo con el equipo y nos aportó mucha felicidad. También le explicaré lo que haya que explicarle, pero confío que haya muchas situaciones que le suenen a una película, que para cuando él sea mayor, las cosas hayan cambiado. De momento a él ya le parece normal y ve mucho más fútbol de chicas que de chicos, así que ojalá crezca en otra realidad.
De todo lo pasado, ¿se arrepiente de algo o lo habría hecho diferente?
No, creo que las cosas pasan siempre por algo y hay que aceptarlas y tirar para adelante.
Tiene 32 años y habla con el aplomo de una veterana.
Creo que he sido siempre bastante sensata y cabal. Todo lo que hago lo pienso mucho y creo que es lo mejor.

Orígenes

¿Cuénteme sus orígenes futbolísticos en Legazpi?
Vuelvo a menudo porque tengo familia, amigas y me gusta. Muchas veces es un refugio donde sentirme segura y tranquila. Son mis inicios, es donde empecé y lo recuerdo con mucho cariño, aunque el fútbol fue difícil. Jugaba desde que tengo uso de razón y hasta los 14 años no pude hacerlo en un equipo porque no había de chicas. Entonces, siempre jugaba en la calle. Eso ha cambiado y me gusta volver al pueblo y ver cómo hay más equipos de chicas y cada vez se fomenta más. Además, tengo un campus en verano y me hace especial ilusión aportar ese granito de arena.
A esas edades, ¿quién soñaba ser?
Era muy de la Real Sociedad y veía a los chicos, pero no soñaba con ser nadie porque sabía que no era una posibilidad. Entonces, cuando no existe una posibilidad, tú no sueñas con ser nada de eso, ni jugar al fútbol, ni ser profesional ni nada. Eso son puertas que se me han ido abriendo a posteriori. Y de ahí la importancia de que se nos visibilice, que se normalice y que todas esas niñas vean que se puede ser futbolista profesional y ganar un Mundial o jugar unos Juegos Olímpicos. Cuantas más niñas haya jugando, más aumentará el nivel. Mejores serán las que lleguen y jueguen con la selección y mayor será el espectáculo.
Irene Paredes en uno de los campos de entrenamiento de Las Rozas.

Irene Paredes en uno de los campos de entrenamiento de Las Rozas.Angel NavarreteMUNDO

Hace falta en España porque en el Barça son un rodillo.
Siempre se puede mejorar. Aunque seamos un referente sigue costando que las niñas puedan tener igualdad de oportunidades, que se valore igual. Bueno, hay trabajo que hacer, pero es verdad que el que se está haciendo es muy bueno y cuando ganas es verdad que enganchas a más gente.
Con la selección ya más de 100 partidos, ¿quién se lo hubiera dicho?
Cuando empecé parecía difícil. Ha llovido un poquito, pero feliz de haber llegado a esa cifra y de poder seguir siendo parte de esto.
¿Cuánto cristal le queda al techo de fútbol femenino?
Sí queda, queda mucho, pero estamos en el buen camino y esperemos que sea el inicio de cosas buenas. Nosotras nos centramos en jugar, en seguir ganando, que eso engancha y da razones para seguir empujando.
¿Escuchó las palabras de Rafa Nadal sobre las remuneraciones entre chicos y chicas? ¿Qué le parecieron?
Prefiero no entrar a valorar esa conversación.
Además de Paris, ¿cuáles son sus planes para verano?
No lo he pensado. Ahora solo tenemos entre ceja y ceja ganar el miércoles. Luego también habrá una lista y el objetivo será estar en ella y llegar en buenas condiciones.
¿Qué le gusta hacer fuera del fútbol?
Me gusta mucho pasar tiempo con Lucía, con Mateo y con la perra. Relajarnos mucho en la naturaleza, visitar cosas, tranquilidad.

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