La mala suerte se ceba con Aranburu: pierde su victoria en ‘casa’ en una rotonda y le echan de la Itzulia por doble amarilla

Actualizado Miércoles, 9 abril 2025 - 18:39

Alex Aranburu (Ezkio-Itxaso, 1995) ha vivido en apenas cinco minutos la alegría desbordante de la victoria y la frustración de ser descalificado por un nimio error. Casi a las puertas de su casa, Aranburu ha levantado al cielo sus dos brazos cuando ha atravesado la pancarta de meta de la tercera etapa de la Itzulia. Una victoria que se ha desvanecido cuando los jueces han decidido sancionar al ciclista de Cofidis porque en los últimos metros de la carrera ha girado incorrectamente en la última rotonda del recorrido. Sancionado con su segunda tarjeta amarilla en esta edición de la Vuelta al País Vasco, Aranburu no podrá continuar en carrera mañana y será suspendido durante una semana.

Aranburu llegaba a Beasain y nadie en el pelotón conocía mejor los últimos seis kilómetros entre la cima de Lazkaomendi y la meta. El esprinter de Cofidis ha lanzado su ataque después de que el grupo encabezado por el líder Maximilian Schachmann (Soudal Quick-Step) coronara el último de los siete puertos de la jornada. Detrás solo Joao Almeida (UAE) parecía capaz de darle caza. Pero Aranburu ha apretado en cada curva de aproximación a Beasain hasta que al llegar a una rotonda se ha encontrado con una señal y dos miembros de la organización que cerraban el carril derecho de la bajada e indicaban el lado contrario.

Nada más superar la rotonda, Aranburu se ha girado para observar a sus perseguidores y, ya de nuevo sobre el trazado compartido, ha afrontado las dos últimas curvas para cerrar una emotiva victoria ante los suyos. Feliz y con unos segundos para recrearse en el triunfo, el ciclista de Cofidis ha levantado los brazos al cielo.

Pero su alegría ha durado tan solo unos minutos. Los jueces han advertido que Aranburu ha utilizado el carril de desvío de los coches de organización y de equipos y decretado su descalificación. Roman Gregoire (Groupama-FDJ) que ha encabezado el grupo ha recibido el trofeo y las flores de ganador mientras la indignación crecía en el seno de Cofidis.

«La sensación es muy mala. En el libro de ruta marca claramente que es por la derecha y no sé por qué alguien ha puesto una flecha a la izquierda. Los jueces dicen que ha cogido la rotonda por el lado más corto, pero el libro de ruta pone claramente que es por la derecha», ha señalado el director de Cofidis Bingen Fernández. La sanción de Aranburu puede acarrear, además, una segunda tarjeta amarilla y su descalificación de la carrera. El ciclista guipuzcoano y actual campeón de España vio ayer su primera tarjeta amarilla en la carrera por "obstruir para impedir el movimiento de otro corredor" durante la etapa que unió Pamplona con Lodosa (Navarra). El alemán Maximilian Schachmann mantiene el maillot amarillo de la Itzulia con tan solo 54 segundos de ventaja sobre Joao Almeida (UAE).

La redención de Simone Biles en el Olimpo de París

Actualizado Sábado, 27 julio 2024 - 23:07

Es la gimnasta con más títulos: cuatro oros olímpicos, ha hecho saltos y movimientos que nadie había logrado antes, hay cinco que llevan su nombre y quiere añadir un sexto en estos Juegos de París. Pero en su medallero olímpico, al mismo nivel que todo lo logrado en lo deportivo, cuenta también su renuncia en los Juegos de Tokio hace tres años: retirarse a tiempo de una competición y admitir que un atleta no es un ser invencible y que, también para ellos, la salud mental está por encima de la resistencia física.

Simone Biles (Ohio, 27 años) es en estos Juegos de París 2024 como una diosa que vuelve al Olimpo. Es una de las grandes estrellas llamadas a triunfar en el evento, de las deportistas que más expectación genera, tras su retirada en los Juegos de Tokio. La prensa francesa no escatima en elogios a la atleta, a la que llaman «la superstar de la gimnasia, la mejor de todos los tiempos», como la aclama el periódico Les Echos, económico. El deportivo L'Équipe aborda también el retorno de Simone Biles, a la que se refiere como «un icono en vías de redención», que en París se vengará del lado amargo que vivió en Tokio.

La atleta estadounidense no estuvo presente en la ceremonia de inauguración que se celebró en el Sena. Ausente en el barco de su delegación bajo el diluvio universal del viernes, la prensa francesa sigue atentamente cada uno de sus movimientos. Como su entrenamiento el pasado jueves en el Arena Bercy, donde arrancan hoy las pruebas de gimnasia artística.

Un nuevo movimiento

De momento, la gimnasta norteamericana va a intentar apropiarse de un nuevo movimiento, y así bautizar seis con su nombre: se trata de una pirueta realizada por otro deportista. Campeona olìmpica, quiere rizar el rizo, y si completa limpio este giro, será nombrado en su honor.

Hoy se hace selfies en los entrenamientos y luce sonrisa renovada, pero estos últimos años no han sido fáciles para la gimnasta estadounidense. Se retiró en los Juegos de Tokio por un bloqueo psicológico que le llevó a padecer los llamados «twisties». Esto sucede cuando los deportistas pierden el sentido del espacio y de la dimensión cuando están girando en el aire. Cabeza y cuerpo se desconectan. En una de las pruebas de Tokio, Biles tuvo problemas para aterrizar y fue entonces cuando decidió abandonar para centrarse en su superación mental.

«Si piensas en todo lo que he tenido que pasar durante los últimos siete años, te das cuenta de que nunca debí haber formado parte de otro equipo olímpico (...) No quiero que ningún otro atleta olímpico pase por esto», dijo la deportista entonces.

A esto se añade que la estadounidense tuvo que testificar, junto con otras tres deportistas, por los abusos sufridos por Larry Nassar, ex médico del equipo de gimnasia femenino de EEUU. «He ganado en total 25 medallas en Mundiales, siete en Juegos Olímpicos, y soy una superviviente de abuso sexual». Así se presentó Biles ante el comité del Senado estadounidense que investigaba el escándalo.

Biles, sobre la barra de equilibrios del Bercy Arena.

Biles, sobre la barra de equilibrios del Bercy Arena.AFP

La declaración prosiguió entre lágrimas. Acusó a la Federación de Gimnasia de Estados Unidos (USAG), y al comité olímpico y paralímpico de EEUU de saber desde «mucho antes» que había sufrido abuso. En 2018 la atleta ya había confesado haber sido víctima del ex médico, que ha sido condenado por abusos cometidos durante décadas a más de 200 gimnastas.

«recordarme que aún puedo hacerlo»

Estos tres años su futuro ha sido una incógnita, pero decidió volver: «En realidad, nadie me obliga a hacerlo», explicó la deportista al anunciar que regresaba a París. «Me levanto todos los días y elijo trabajar en el gimnasio y rendir sólo para recordarme a mí misma que todavía puedo hacerlo».

La competición femenina arrancará este domingo en el citado Arena de Bercy, con las pruebas clasificatorias, y seguirá el próximo martes con la final por equipos, antes de la decisión del concurso general individual que tendrá lugar el jueves.

Considerada como la mejor gimnasta de todos los tiempos y ganadora en total de 37 medallas, Biles tiene una poderosa trayectoria deportiva. Al poner sobre la mesa los problemas de salud mental que afectan a los atletas, se coloca la más grande de sus preseas: la de evidenciar que otro de los valores de un deportista olímpico no está en presumir de las fortalezas, sino en reconocer las propias vulnerabilidades.

McLemore, escolta del Breogán, se defiende tras su detención en EEUU: "No violé a esa mujer, no soy un abusador sexual"

McLemore, escolta del Breogán, se defiende tras su detención en EEUU: “No violé a esa mujer, no soy un abusador sexual”

Actualizado Martes, 16 abril 2024 - 11:10

El escolta estadounidense Ben McLemore, jugador del Río Breogán, defendió su inocencia a través de un comunicado en el que negó las acusaciones de abuso sexual que pesan sobre él.

"No violé a esa mujer, no soy un abusador sexual. Nunca he buscado una relación sexual si entendía que la mujer no estaba interesada en mí", afirma el jugador breoganista.

El jugador fue arrestado el pasado martes 9 de abril por unos hechos supuestamente acontecidos en octubre del 2021 en la ciudad de Portland (Oregón), cuando defendía la camiseta de los Portland Trail Blazers, de la NBA.

La oficina del sheriff del condado de Multnomah (Oregón, EEUU) detalló que McLemore se enfrenta a cargos por un presunto delito de violación, penetración sexual ilegal en primer grado y abuso sexual en segundo grado.

"No me acusan de usar fuerza física para violar a alguien. Me acusan de participar en actos sexuales con alguien que ahora afirma que no dio su consentimiento", explica el jugador.

Además, McLemore afirma estar colaborando "completamente" con la Justicia de EEUU para aclarar lo sucedido porque él se siente inocente.

"Les he trasladado que estoy interesado en declarar ante el gran jurado pero se me ha negado esa posibilidad", lamentó el jugador del Breogán, que cuestiona que la Fiscalía no le haya aportado "ninguna información" a su defensa sobre los cargos que le atribuyen.

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