El Dinamo de Zagreb, zona cero croata en la última batalla de ‘Los hijos de la guerra’: “Jugar aquí es sagrado”
Esta noche, en el Red Bull Arena de Leipzig, a las nueve y contra Italia, los últimos 'Hijos de la Guerra' resolverán su suerte en esta Eurocopa. Será su batalla final, insistiendo en la misma analogía bélica que les ha acompañado durante la última década. La última trinchera de un grupo histórico cuyo corazón, su zona cero, nace en Zagreb, en el Estadio Maksimir, propiedad del Dinamo, su club, la academia en la que se ha construido gran parte del éxito de una selección única.
«Ahí todos quieren ser el 'nuevo' Modric», explica a este periódico Alen Halilovic, una de las últimas grandes promesas salidas de la cantera del club. Por ella o el primer equipo del Dinamo de Zagreb pasaron Suker, Boban, Prosineki y nueve jugadores más de la plantilla que casi toca el cielo en el Mundial del 98, donde cayeron en semifinales contra Francia.
El récord del Dinamo
Por la cantera o el primer equipo del Dinamo de Zagreb pasaron Modric, Mandzukic, Lovren, Brozovic, Kovacic, Kramaric y siete futbolistas más del vestuario que, otra vez, casi toca el cielo en el Mundial de 2018, perdiendo la final, cosas del destino, también ante Francia. En ese partido, el Dinamo batió el récord de jugadores de un mismo club en la pelea por la Copa del Mundo: 14 en total.
Y de nuevo, por la cantera o el primer equipo del Dinamo de Zagreb han pasado Majer, Gvardiol, Baturina y otros jóvenes que ahora, en Alemania, forman la columna vertebral de una selección que no quiere dejar caer a la generación que les ha guiado hasta aquí. En esta Eurocopa vuelven a ser 14 futbolistas criados en el conjunto de la capital croata o que alguna vez han vestido su camiseta.
Un éxito que no parece tener fin. El juvenil es un fijo en la Youth League cada temporada y el primer equipo ha vuelto a ganar la Primera División de Croacia superando al Rijeka y el Hajduk Split, sus principales rivales. Siempre con la ayuda de los éxitos de la selección. La presencia de la selección en la final de 2018 le dio más de dos millones de euros al Dinamo, que ve recompensado así su esfuerzo local en competiciones internacionales.
«Se entrena muchísimo en esa cantera. Yo me acuerdo cuando tenía 11 o 12 años y ya era como un jugador profesional. Cada día dos entrenamientos. No te da mucho tiempo para ir a la escuela, te aprietan, pero cuando tienes 17 años ya estás preparado», explica Halilovic.
La 6º cantera de Europa
Según el último estudio del Observatorio CIES, el Dinamo de Zagreb es el 10º equipo del mundo y el 6º de Europa en la clasificación de clubes que han formado a más jugadores en activo en el mundo. Sólo le superan Ajax, Benfica, Sporting Lisboa, Dinamo Kiev y Barça en el viejo continente y Defensor de Uruguay, Nacional de Uruguay, River Plate y Boca Juniors en el resto del planeta.
Acumula 74 jugadores, por 86 del Ajax, el que más, 77 del Barça, 67 del Real Madrid, 58 del PSG, 47 del Manchester United y 45 del Manchester City, por poner otros ejemplos de clubes punteros que le superan en presupuesto, instalaciones y número total de jóvenes futbolistas en sus canteras. Da igual. El conjunto croata realiza campus de verano por todo el mundo, desde Australia a Canadá, a 175 dólares eldía. Es lo que tiene el éxito mundial.
El de Croacia es un vestuario rejuvenecido, que mira menos a la guerra y más al siglo XXI, con menos experiencia y, veremos, quizás menos fútbol. Eso explica la realidad de su selección, superado por España en la primera jornada, incapaz de ganar a Albania en su segundo encuentro y necesitada de un triunfo ahora para pasar a octavos. Por el fútbol y por el orgullo patrio. «Jugar en esta selección es sagrado», repite Luka Modric en la zona mixta de la Eurocopa. Él lo sabe mejor que nadie.
A sus 38 años, que serán 39 en septiembre, nadie se atreve a pronosticar el final de su carrera con su país. Que no le extrañe a nadie volver a leer las frases de este artículo en el Mundial de 2026.
Modric, que continuará una temporada más en el Real Madrid, es el último cimiento de esos 'Hijos de la Guerra'. El capitán croata que escapó de las bombas, como tantos otros de sus compañeros. Ahí está también Domagoj Vida, central de 35 años que entró en la lista pero no cuenta para Dalic; y Perisic, también de 35, apurando sus últimos minutos con su país mientras juega en Split. Ellos son los veteranos, con Brozovic, Kovacic y Budimir a medio camino entre la vieja y la nueva generación. La batalla, de todos.