Alcaraz pasa un mal rato en su estreno en la Laver Cup como pareja de Zverev

Alcaraz pasa un mal rato en su estreno en la Laver Cup como pareja de Zverev

"No meto un resto dentro", se quejaba Carlos Alcaraz en uno de los descansos de su primer partido en la Laver Cup, perdido, visiblemente disgustado. La competición que enfrenta a tenistas de Europa contra tenistas del resto del mundo debía ser un entretenimiento para él, pero empezó este viernes con un mal rato. Haciendo pareja con Alexander Zverev, el actual número dos del mundo, el español cayó ante el dúo estadounidense formado por Ben Shelton y Taylor Fritz por 7-6(5) y 6-4.

Los titubeos con el saque de Alcaraz y, sobre todo, los problemas de Zverev en la red condenaron al equipo europeo que pese a ello salvó la jornada. Gracias a las victorias de Stefanos Tsitsipas ante Thanasi Kokkinakis y de Grigor Dimitrov ante Alejandro Tabilo se terminó con empate a dos después de que en el primer partido Francisco Cerúndolo superara a Casper Ruud. Este sábado, Alcaraz ya disputará un encuentro de individuales, con el doble valor de los puntos, y lo más probable es que repita el domingo, cuando los puntos valen triple.

RONNY HARTMANNAFP

Ganar o perder la Laver Cup no es importante, pero en este momento de la temporada Alcaraz necesita acumular alegrías en el torneo que organiza Roger Federer. Y de momento no lleva ninguna. Pese a que el español disfrutó del show previo y de sentirse la estrella de la competición, sobre la lenta pista negra del Uber Arena de Berlín estuvo desacertado. Por varias razones, lo tenía difícil. Esta temporada ha jugado dobles en los Juegos Olímpicos con Rafa Nadal y en la Copa Davis con Marcel Granollers, pero igualmente su experiencia en la especialidad es escasa. Y además no tenía ninguna sintonía con su compañero, Zverev.

Pareja para el espectáculo, sin partidos ni entrenamientos previos, ambos se notaban incómodos e incluso en sus mejores juegos -como cuando consiguieron forzar el tie-break del primer set- no llegaban a conectar. Al otro lado, en cambio, la pareja estadounidense se lo pasaba pipa. Con otro compatriota, Francis Tiafoe, lanzando continuas bromas desde su banquillo, ambos sacaron su mejor versión, especialmente un Shelton imparable. A sus 21 años, confirmado como uno de los mejores sacadores del circuito, ayer en la Laver Cup anunció que también domina la red y que si logra estabilizar su juego en el futuro habrá que contar con él para los títulos más importantes.

¿Puede sobrevivir la Laver Cup? Federer como gancho y Alcaraz como nueva imagen

¿Puede sobrevivir la Laver Cup? Federer como gancho y Alcaraz como nueva imagen

Un raro partido de dobles; a un lado de la pista estaban Alejandro Davidovich y Arthur Fils y al otro, Christopher Eubanks y Milos Raonic. Podría ser la primera ronda de un torneo ATP 250 cualquiera, pero fue el cierre de la última Laver Cup con todo lo que ello suponía: escasa audiencia, escasa repercusión, escaso público en el Rogers Arena de Vancouver pese a la presencia de Raonic. El torneo de exhibición que enfrenta a Europa y el resto del mundo agonizaba el año pasado y, por eso, esta temporada la inversión es mayor, mucho mayor.

Con el enorme Uber Arena de Berlín como sede, la organización a cargo de Team 8, empresa de Roger Federer, ha conseguido juntar un cartel de los que sólo se ven en Grand Slam y Masters 1000. Pese a la ausencia de Jannik Sinner y Novak Djokovic, entre hoy y el domingo se enfrentarán en encuentros de individuales y de dobles tenistas como Carlos Alcaraz, Alexander Zverev, Daniil Medvedev, Taylor Fritz o Frances Tiafoe para tratar de reanimar la Ryder Cup del tenis y mantener su atractivo.

«A todos los tenistas les gustan las competiciones por equipo y queremos crecer, que la Laver Cup tenga un nuevo horizonte. Al principio, cuando empezamos, había mucha incertidumbre: ¿Iba a gustar? ¿Iban a venir los jugadores? ¿Iban a venir el público? Pero ahora creo que hay una hermandad que rinde tributo a la generación anterior y forma un concepto que funciona», comentaba Federer en la previa señalando una evidencia: la Laver Cup sobrevive gracias a él.

La imagen es él, los patrocinadores son los suyos -Rolex, Mercedes, incluso el Gobierno suizo- y la historia de la competición es la suya propia. En la primera edición, en 2017, la Laver Cup se dio a conocer gracias a la pareja de dobles que formaban Federer y Rafa Nadal y, con los mismos protagonistas, vivió su momento álgido con aquellas lágrimas compartidas en 2022 por la retirada del suizo. Entre ambas, buenos momentos, como aquellas charlas de Nadal y Federer al alocado Fabio Fognini o aquellas señas incomprensibles de Nadal a Stefanos Tsitsipas cuando jugaban juntos un dobles, y otros momentos no tan buenos. En 2021, ya sin Nadal y Federer en pista, sufrió su primer bajón y el año pasado, su mayor chasco.

La competición de otros torneos

Como siempre, es cosa de dinero. Pese a las apreturas del calendario ATP, los tenistas se entregan a exhibiciones, pero la competencia es dura para los organizadores. Las ofertas de los países árabes, especialmente de Arabia Saudí, son elevadísimas, como muestra el próximo Six Kings Slam y en Estados Unidos cada vez se montan más saraos, como el reciente Alcaraz-Nadal en Las Vegas. La Laver Cup tiene a Federer como gancho, pero igualmente necesita mucho capital para aguantar. Oficialmente reparte 250.000 dólares a los jugadores del equipo ganador y 125.000 dólares a los del equipo perdedor, aunque todos los tenistas negocian aparte un fijo según su caché.

El año que viene la competición se irá a San Francisco y, la siguiente, volverá a Europa, con Barcelona como opción. Para entonces ya se verá si la Laver Cup sobrevive. De momento, este viernes Alcaraz (alrededor de las 21.00 horas, Eurosport) volverá al dobles para enfrentarse junto a Alexander Zverev a la pareja yankee formada por Fritz y Ben Shelton.

España cierre su semana perfecta con una victoria ante Australia y evitará en la Final a 8 de la Copa Davis a Italia y EEUU

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El sol brilla en el camino por el que España debe caminar para celebrar una Copa Davis, otra Copa Davis, la séptima de su historia. El objetivo esta semana en la fase de grupos de Valencia era la clasificación para la Final a 8, nada más, nada menos, pero el equipo de David Ferrer lo hizo tan bien que mereció un mayor premio. Su primer puesto de grupo después de vencer a Australia por 2-1 le alejó de las dos principales favoritas, Italia y Estados Unidos, y le colocó en un cuadro más favorable.

En la lucha por la Ensaladera que tendrá lugar en Málaga del 19 al 24 de noviembre, España no deberá enfrentarse a Jannik Sinner ni medirse a cualquiera de los cinco yankees entre los 20 mejores del ranking ATP. Su rival en cuartos de final puede ser la Alemania de Alexander Zverev, pero también Países Bajos o Brasil, dos conjuntos de menor entidad. Diga lo que diga el sorteo de la semana próxima, el mejor de los escenarios posibles antes de empezar la competición.

De hecho, ni el propio Ferrer se planteaba la lucha por el primer puesto como una máxima y cuando llegó tampoco le otorgó mucha importancia. Ante Australia, otra selección ya clasificada, España apareció sin sus dos mejores tenistas, Carlos Alcaraz -que incluso pudo ir a Murcia a una boda el día anterior- y Roberto Bautista y pese a ello triunfó. Pablo Carreño venció a Jordan Thompson por 2-6, 6-2 y 7-6(3); Pedro Martínez cayó ante Alexei Popyrin por 6-4 y 6-4; y en el dobles definitivo, Marcel Granollers se unió a Martínez para derrotar en remontada a Matthew Ebden y Max Purcell por 5-7, 6-4 y 6-4.

El desaire de la pareja australiana

Lejos de la sensación de intrascendencia que podía sobrevolar La Fonteta, ambos conjuntos salieron a ganar y el ambiente estuvo cargado. Ayudaron las palabras el día anterior de Purcell, uno de sus doblistas. "La pareja española no me preocupa. Nosotros ganamos a República Checa bastante rápido y ellos casi pierden así que somos el equipo más fuerte de la eliminatoria", asumió y nada mejor que un desaire para multiplicar la motivación.

Al partido decisivo, de hecho, Granollers y Martínez se presentaron con más ánimos que experiencia; nunca habían jugado juntos. Pese a que Ebden y Purcell formaban una pareja más que rodada, campeones juntos del Wimbledon de 2022 y finalistas del Open de Australia de ese mismo año, los españoles no renunciaron a la victoria, más bien todo lo contrario. Con errores de coordinación y Granollers como claro líder -sobre todo en la red-, ambos fueron encendiendo al público y construyendo las razones de una victoria quizá crucial. Porque España todavía experimenta y busca su pareja de dobles para la Copa Davis y pueden ser ellos perfectamente. Sin ninguna dupla en el circuito, el puesto de Granollers parece fijo y Ferrer deberá hacer un casting para conocer su acompañante en Málaga. Porque otro aspirante es Pablo Carreño.

Pese a sus problemas con el codo derecho y a su crisis de resultado, el español levantó un encuentro ante Thompson, el número 29 del mundo, y lanzó un mensaje. No será el tenista que apuntaba años atrás con aquellas semifinales en el US Open, pero todavía, a sus 33 años, puede vencer a cualquiera. Con él, con ellos, por supuesto con Carlos Alcaraz y Roberto Bautista, y quizá también con un Alejandro Davidovich herido, el sol brilla en el camino por el que España debe caminar para celebrar una Copa Davis, otra Copa Davis, la séptima de su historia.

Alcaraz se sacude la angustia con dos victorias y España se acerca a la fase final de la Copa Davis

Alcaraz se sacude la angustia con dos victorias y España se acerca a la fase final de la Copa Davis

Sobrevuelan las dudas sobre Carlos Alcaraz, aquellas que nacieron en Estados Unidos y quizá no queden resueltas esta semana en Valencia, pero esta España es otra España. Si el año pasado conoció la decepción en la Copa Davis, una eliminación temprana, un feo fracaso, este miércoles el equipo empezó con una victoria ante República Checa y jugará ante Francia (viernes) y Australia (domingo) para confirmar su clasificación para la fase final.

En el primer partido, Roberto Bautista impuso su veteranía por 7-6(1) y 6-4 ante Jiri Lehecka; en el segundo, Alcaraz se encontró con una victoria rarísima por 6-7(4), 6-1 y retirada del joven Tomas Machac; y en el tercero, de dobles, Alcaraz y Marcel Granollers remontaron ante Jakub Mensik y Adam Pavlasek por 6-7(2), 6-3 y 7-6(2) para un pleno crucial. Sólo la debacle de todas las debacles podría dejar ya a España fuera de la lucha por el título que tendrá lugar en Málaga a finales de noviembre.

Alcaraz despierta, Machac se electrocuta

Sobre la pista dura de la Fonteta, con un lleno de público de los que tanto le cuestan a la Copa Davis, este miércoles todo fue una fiesta, aunque a ratos no lo pareció. En el encuentro estrella de la jornada, durante demasiados minutos Alcaraz no fue Alcaraz y sus errores cubrieron la luz de las tres victorias, tan buenos resultados. Después de sus repentinas derrotas en el Masters 1000 de Cincinnati y el US Open, el líder de España tenía que brillar en la competición por equipos y sólo lo hizo un ratito. Se quedó corto. Aunque en realidad no fue culpa suya.

En el segundo set de su partido ante Machac, Alcaraz se reencontró con su juego e incluso dejó un golpe para los highlights de la temporada, una volea mágica, inexplicable, irrepetible y justo en ese instante el checo se agarrotó. El número tres del mundo estaba mejorando, sonriendo, soltando la raqueta, pero le faltó rival para continuar en esa progresión. A sus 23 años y pese a su currículo -este año venció a Novak Djokovic en el ATP 250 de Ginebra-, la reacción de Alcaraz provocó a Machc un calambrazo en el gemelo derecho y ya no se movió más. Lo intentó, pidió unos minutos con el fisioterapeuta, incluso se marchó al vestuario a recibir tratamiento, pero nada: tuvo que retirarse. La posibilidad de ganar le había derrotado.

Y eso que hasta ese momento el checo, actualmente el número 35 del ranking ATP, había jugado a un nivel notable. Con sus característicos pantalones muy cortos y su tenis agresivo, de puerta grande o enfermería, había sorprendido sin respuesta desde el otro lado. Aún peleado con su primer servicio y con muchos errores no forzados -21 en el primer set-, Alcaraz aguantó el primer set como pudo hasta el tie-break, pero ahí volvió a fallar. El capitán español, David Ferrer, le reclamaba calma y sus consejos parecían funcionar en el segundo periodo hasta que el partido se interrumpió.

Mejores sensaciones en el dobles

"Necesitaba la victoria después de las derrotas en Estados Unidos y de las malas sensaciones del inicio", confesaba Alcaraz al acabar su partido con una ventaja: le quedaban más de dos horas sobre la pista. Con su triunfo individual tan accidentado, el número tres del ranking mundial aceptó el desafío, participó junto a Granollers en el partido de dobles y ahí recuperó su tenis. Nuevamente errático en los primeros compases, la ayuda de Granollers, actual número uno de la especialidad, fue esencial para sostener a la pareja española en el marcador y poco a poco Alcaraz fue mejorando.

Aunque los rivales, Mensik y Pavlasek, concedían pocas opciones con su saque -sólo cedieron dos breaks en todo el partido-, los dos españoles también estuvieron muy serios con su servicio -79% de primeros- y todo se decidió en un tie-break final eléctrico. Con la maestría de Granollers, muy acertado en el resto, Alcaraz se fue a la red sin miedo y allí disfrutó con sus voleas, sus movimientos y sus contradejadas.

Bautista, notable escudero

Ahí España cerró un 3-0 que había empezado a construir muchas horas antes, justo después del mediodía, cuando Roberto Bautista hizo su parte. Pese a sus 36 años y a su lesión la temporada pasada mientras montaba a caballo, quien fuera Top 10 de la ATP demostró que en esta fase de grupos puede ser el escudero de Alcaraz.

En su encuentro ante Lehecka, de 22 años, un tenista con más piernas y más potencia, Bautista tuvo la paciencia suficiente para sobrevivir hasta el tie-break del primer set y en esa muerta súbita fue puro temple. Su tranquilidad, en contraposición a los nervios de su adversario, fue crucial, más cuando en el segundo set consiguió un break que hizo que el checo se rindiera. Bautista, que ya decisivo en la última Copa Davis que celebró España, en 2019, con Rafa Nadal como referente, está preparado para cumplir con el mismo papel.

Amigos, Fórmula 1 y la Davis: la fórmula de Carlos Alcaraz para recuperar la motivación después de la derrota en el US Open

Amigos, Fórmula 1 y la Davis: la fórmula de Carlos Alcaraz para recuperar la motivación después de la derrota en el US Open

Carlos Alcaraz nunca ha ocultado su afición por la Fórmula 1. Más allá de felicitar a Fernando Alonso y Carlos Sainz por sus éxitos, ha utilizado expresiones propias como el "undercut de manual" con el que celebró una victoria en el Masters 1000 de Canadá de 2023 y ha jugueteado en redes sociales con el 33, número esencial en el vocabulario alonsista. Pero hasta este septiembre nunca había vivido un Gran Premio en persona. El calendario ATP no da respiro y, por motivos logísticos, es imposible que un Grand Slam y una carrera coincidan en la misma ciudad, incluso en el mismo país. Por eso para visitar el Gran Circo el español tuvo que esperar a una derrota, la que sufrió en segunda ronda del US Open ante el holandés Botic van de Zandschulp, y volar hasta Italia, al circuito de Monza. Ahí, entonces sí, el pasado domingo 1 se estrenó como espectador en la Fórmula 1 y, entre el olor de la gasolina, respiró.

Después de un verano en el que encadenó Roland Garros, Wimbledon y Juegos Olímpicos de París, Alcaraz aprovechó su tropiezo en Nueva York para pasar unos días con los amigos en Murcia, disfrutar de su afición por el automovilismo y por fin desconectar. Un descanso, un respiro. Seguramente aún sienta la carga de la temporada, pero ya puede afrontar su recta final con otra cara. "Se trataba de hacer cosas que me gustaran y me divirtieran, tuve unos días para calmar mi mente", aceptó ya de vuelta.

Opciones de que juegue el dobles

Este miércoles Alcaraz regresará a las pistas como líder de España en la fase de grupos de la Copa Davis que se disputará en Valencia hasta el domingo. Por segunda vez en el torneo después de su debut en 2022 -sumó dos victorias y una derrota-, el ya ganador de cuatro Grand Slam buscará un éxito que la selección no celebra desde 2019, entonces con Rafa Nadal como referente.

Kai FörsterlingEFE

"Tengo muchas ganas de sentir el cariño de la gente, de vivir otra Davis, ya que no he podido jugar muchas. Mentalmente estoy con muchas ganas y motivado para seguir mejorando. Físicamente he hecho un buen trabajo desde que perdí en Nueva York para estar a un nivel óptimo para afrontar esta competición y lo que viene", comentó el español que después de la Fórmula 1 retomó sus entrenamientos a las órdenes de su entrenador, Juan Carlos Ferrero. Primero en la Academia Equelite de Villena y después ya en La Fonteta, sede con pista dura de la Copa Davis, el número tres del ranking mundial se preparó para una fase en la que será doblemente exigido.

En individuales deberá jugar todos los partidos y en dobles también podría aparecer. Como pareja de Marcel Granollers, el número uno del mundo en la especialidad, Alcaraz posiblemente repetirá la experiencia que ya vivió en los últimos Juegos Olímpicos junto a Nadal y así podrá ganar para España los puntos más difíciles. Serán necesarios. Porque el equipo lo tendrá complicado para clasificarse para la fase final que se disputará en Málaga del 19 al 24 de noviembre.

Mala suerte con el grupo

"Nos ha tocado el grupo más difícil de todos, lo sabemos", reconocía David Ferrer, el capitán, antes de la batalla. En el nuevo formato de la Copa Davis, la fase previa la forman cuatro grupos de cuatro países y se clasifican los dos mejores para la fase final. Los enfrentamientos son al mejor de tres partidos, dos individuales y un dobles, y todo se juega en la misma semana. Por ejemplo, España se mide a República Checa este miércoles, a Francia este viernes y a Australia este domingo.

Con el ranking ATP en la mano, el equipo español es favorito gracias a la presencia de Alcaraz, a la experiencia de Granollers en el dobles y a la variedad de opciones en el otro partido de individuales: Pedro Martínez, Roberto Bautista o Pablo Carreño. Pero los rivales son peligrosos. República Checa, con Jiri Lehecka, Tomas Machac o Jakub Mensik, ya dejó a España fuera de la fase final el año pasado; Francia aparece con dos Top 30, Ugo Humbert y Arthur Fils; y Australia, aunque no podrá contar con Alexde Miñaur, es la vigente subcampeona del torneo. "He visto muy bien al equipo, muy buen ambiente que siempre es fundamental. Soy muy consciente de que el calendario está muy ajustado con cambios horarios y viajes, muchos de ellos arrastran muchos partidos este año, así que les doy las gracias por estar aquí", comentaba Ferrer, con Alcaraz como receptor de su agradecimiento. Después de descubrir la Fórmula 1, el número tres del mundo ya está listo para liderar a España en la Copa Davis.

Carlos Alcaraz y el complicado reto de ganar sin ganas: "Es su trabajo y no puede tener tantos descansos como querría"

Carlos Alcaraz y el complicado reto de ganar sin ganas: “Es su trabajo y no puede tener tantos descansos como querría”

Elegido por los dioses que reparten el talento y ahora ya maestro de todos los golpes, el desafío de Carlos Alcaraz en los próximos días, en los próximos meses y en los próximos años no es mejorar un determinado aspecto técnico, ni tan siquiera leer mejor la táctica. A los 21 años, con cuatro Grand Slams en sus vitrinas, ya ha demostrado que en sus mejores días es casi imposible derrotarle; si acaso puede hacerlo un rival de altura de Novak Djokovic en misión histórica, como pasó en los Juegos Olímpicos de París. Pero en la extensa carrera que le queda por delante a Alcaraz se le presenta un reto que es más difícil, mucho más difícil, que sacar más fuerte, golpear a la línea o ajustar más una dejada.

Hay un aspecto casi sobrehumano que diferencia a las leyendas de los mejores, a aquellos tenistas que celebran más de 10 títulos 'grandes' de los que no los tienen: ganar sin ganas. A su edad se le presume una hambre infinita, una voracidad violenta, pero no deja de ser una persona, un joven, un chaval como cualquier otro.

CHARLY TRIBALLEAUAFP

Y no es difícil entender que después de ganar Roland Garros y Wimbledon de forma consecutiva y de alcanzar una final olímpica necesite más descanso que tres días en barco por Mallorca con su hermano mayor, Álvaro, y un par de amigos.

Su peor partido en un Grand Slam

"He estado jugando muchos partidos en los últimos meses, con Roland Garros, Wimbledon y los Juegos Olímpicos, pero no quiero ponerlo como excusa. Me tomé un descanso después de los Juegos que posiblemente no fue suficiente, pero también debo aprender de ello. Quizá soy un jugador que necesita parones más largos para afrontar los torneos importantes. Tengo que reflexionar sobre ello", comentaba este jueves después de caer en segunda ronda del US Open contra el neerlandés Botic van de Zandschulp por 6-1, 7-5 y 6-4.

Desconectado, desganado y desacertado vivió su peor partido en un Grand Slam, aunque no fue más que la confirmación de su crisis. En las entrañas de Roland Garros, mientras se disputaban los Juegos, ya se le veía hastiado de la rutina de la competición -los partidos, los entrenamientos, los calentamientos, las entrevistas, los estiramientos, las comidas...- y en la gira estadounidense sólo ha acentuado ese cansancio. De la raqueta rota en el Masters 1000 de Cincinnati a la desazón este jueves en la Arthur Ashe.

Durante el partido, de hecho, señalaba a su equipo con gestos que su cabeza no funcionaba, que no había manera de recuperar su nivel. Está agotado y requiere un tiempo. En las próximas semanas ha prometido su presencia en la fase de grupos de la Copa Davis, la Laver Cup, el ATP 500 de Pekín, el Masters 1000 de Shanghai, un torneo de exhibición en Arabia Saudí, el Masters 1000 de París-Bercy, las ATP Finals y las finales de la Davis, pero raramente seguirá ese plan. Al fin y al cabo la temporada pasada ya le pasó algo parecido, ya intentó jugarlo todo y sufrió dos meses para el olvido.

El ejemplo del 2023

Después del US Open, Alcaraz desconectó, olvidó su juego y llegó a encadenar tres derrotas seguidas, lo nunca visto, para olvidarse del número uno del ranking ATP y acabar el 2023 con las peores sensaciones Como explicaba su equipo a EL MUNDO, después de unas vacaciones ya se presentó a la pretemporada con la mejor de las predisposiciones y así construyó el camino que le llevó a este verano glorioso, pero aquella racha ya señaló un punto débil.

CHARLY TRIBALLEAUAFP

El propio Alcaraz lo trabajó con su psicóloga, Isabel Balaguer, y lo asumió como una de sus tareas pendientes. "Debo crecer en 2024. Darme cuenta que la temporada sigue hasta noviembre. He trabajado con un profesional que me ha ayudado en ello", declaraba el español en México, donde pasó parte del invierno. En esos mismos días su entrenador, Juan Carlos Ferrero, incidía en esa misma consideración y le pedía más: "Tiene que aprender que la temporada es larga, que es su trabajo y no puede tener tantos descansos como le gustaría. Si quiere ser el mejor tiene que actuar como el mejor y ser profesional todo el año". Ganar sin ganas, el desafío que debe afrontar Alcaraz en los próximos días, en los próximos meses y en los próximos años.

Alcaraz, perdón al público de Nueva York, los gestos a Ferrero y una confesión: "Siento que he dado pasos hacia atrás a nivel mental y no entiendo por qué"

Alcaraz, perdón al público de Nueva York, los gestos a Ferrero y una confesión: “Siento que he dado pasos hacia atrás a nivel mental y no entiendo por qué”

Queda en el recuerdo la imagen de Carlos Alcaraz saliendo a hombros de la Arthur Ashe cuando en 2022 se proclamó campeón del US Open con sólo 19 años como quedará su imagen marchándose hundido este jueves después de caer en segunda ronda ante el neerlandés Botic van de Zandschulp. Llevaba tres años sin perder tan pronto en un Grand Slam, pero su pena no venía de la derrota. A veces llega, el deporte es así. Alcaraz se lamentaba por la imagen que había ofrecido hasta el punto de llegar a pedir perdón al público de Nueva York por su juego y, sobre todo, por su actitud. En algún torneo menor, incluso algún Masters 1000, había sufrido alguna desconexión parecida, pero nunca se le había visto tan descentrado en una plaza grande.

"Ha sido una lucha contra mí mismo, contra mi mente. En el tenis necesitas estar lo más tranquilo posible para pensar bien durante el partido. Hoy he sentido muchas emociones que no he sabido controlar. Estaba en una montaña rusa: en algunos puntos estaba arriba y en otros abajo. Si quiero conseguir grandes cosas no puedo jugar así. Debo mejorar, tengo que aprender sobre ello", confesaba Alcaraz, nuevamente muy autocrítico después de una derrota. Como sucedió al caer en cuartos de final del Open de Australia ante Alexander Zverev, el español se castigó por no saber redirigir la situación y apartó el cansancio como razón de su desdicha.

"He estado jugando muchos partidos en los últimos meses, con Roland Garros, Wimbledon y los Juegos Olímpicos, pero no quiero ponerlo como excusa. Me tomé un descanso después de los Juegos que posiblemente no fue suficiente, pero también debo aprender de esos. Quizá soy un jugador que necesita parones más largos para afrontar los torneos importantes. Tengo que reflexionar sobre ello", comentaba después de un revolcón con consecuencias. El objetivo que apuntaba para este final de temporada, alcanzar el número uno del ranking ATP que ocupa Jannik Sinner, ya está imposible y al final del US Open verá hasta dónde cae en la lista. Con Alexander Zverev aupado al número dos, Alcaraz incluso podría terminar como el cuarto del mundo si Novak Djokovic o Daniil Medvedev son los campeones en Queen's.

La comunicación con su equipo

En todo caso, la preocupación ahora de Alcaraz debe ser rehacer su calendario y recuperar el camino hacia la victoria. Ante Van de Zandschulp fue inefectiva incluso la ayuda de su equipo, siempre tan cercano. Pese a la presencia de todo el conjunto, como es habitual en los Grand Slam, el español no encontró la solución en los ánimos de su entrenador, Juan Carlos Ferrero, o de su agente, Albert Molina. Al contrario de lo que sucede normalmente, en muchos momentos del partido Alcaraz evitaba mirarles y establecer comunicación con ellos. Su apagada gestualidad sólo demostraba muchas ganas de marcharse de la pista.

"No es la primera vez que me siento así. Y siempre que me pasa digo lo mismo: que debo pensar en ello y que debo aprender sobre ello. No lo estoy haciendo y ese es el problema. Siento que he dado pasos hacia atrás a nivel mental y no entiendo por qué. No puedo volver a sentar aquí y volver a decir eso si realmente no aprendo a gestionarlo, si no puedo cambiar durante los partidos, si no sé cómo crecerme cuando me siento así", reconocía Alcaraz que al finalizar el encuentro fue más rápido que nunca. Casi de medianoche en Nueva York, de los vestuarios a la sala de prensa apenas tardó un cuarto de hora y poco después ya estaba saliendo de las instalaciones del US Open para pasar su última noche de hotel antes de volver a España.

"Él [por Van de Zandschulp] ha jugado muy bien, ha jugado un tenis realmente bueno. Pensaba que me daría más puntos, no puntos gratis, pero pensaba que cometería más errores. No lo ha hecho y eso me ha confundido. No he sabido manejarlo y no he podido aumentar mi nivel. ¿Qué puedo decir? No me he sentido bien golpeado la bola, he cometido muchos errores y cuando he intentado remontar ya era demasiado tarde", analizaba Alcaraz después de su derrota más dolorosa en un Grand Slam.

Alcaraz desaparece y pierde en tres sets ante el número 74 del mundo en el US Open

Alcaraz desaparece y pierde en tres sets ante el número 74 del mundo en el US Open

Entre el segundo y el tercer set, Carlos Alcaraz caminaba hacia el vestuario y con sólo dos gestos resumía sus problemas a su equipo. Con el dedo índice se señalaba la cabeza. Y luego, con el mismo dedo, anotaba que no. Todavía no había acabado el partido, pero ya estaba fuera del US Open: desconectado, desanimado, desganado. En su peor actuación en un Grand Slam, Alcaraz perdió ante el neerlandés Botic van deZandschulp, el actual número 74 del mundo, por 6-1, 7-5 y 6-4 y se despidió de Nueva York en segunda ronda.

Como ya avisó en el Masters 1000 de Cincinnati con aquella raqueta rota y en primera ronda del mismo 'grande' ante el australiano Li Tu, Alcaraz confirmó que está agotado después de una increíble racha veraniega -con los títulos en Roland Garros y Wimbledon y la plata en los Juegos Olímpicos de París- y que necesita un descanso. A los 21 años le sobran piernas y el circuito ATP no para, pero no hay mente que aguante tanta exigencia, tantas emociones, en definitiva, tanto tenis. En las próximas semanas ha prometido su presencia en la fase de grupos de la Davis, la Laver Cup, el ATP 500 de Pekín, el Masters 1000 de Shanghai, un torneo de exhibición en Arabia Saudí, el Masters 1000 de París-Bercy, las ATP Finals y las finales de la Davis, pero sería una imprudencia seguir con el plan. Alcaraz precisa olvidar la raqueta más de dos o tres días.

Este jueves en Nueva York quedó a la vista. A Alcaraz no le falló el tenis porque no hubo tenis. Simplemente no estuvo sobre la pista. Desde el primer set, que perdió en sólo media hora sin conseguir ni un solo golpe ganador, no fue él. Fue un tenista que no quería estar sobre la pista, jugar era un suplicio, competir ya era una quimera.

CHARLY TRIBALLEAUAFP

Sólo en dos momentos del encuentro, Alcaraz amagó con despertar. Unos cuantos "¡Vamos!", un par de golpes suyos, incluso alguna sonrisa. Sucedió al principio del segundo set, cuando devolvió con rabia un break a Van de Zandschulp y al final del tercer set, cuando ya no había marcha atrás. Entonces, con su entrenador, JuanCarlosFerrero, insistiéndole para que lo intentara, Alcaraz empezó a jugar con ironía, por diversión y hasta hubo espectáculo, pero para remontar dos sets se necesita mucho más que eso. Al final el neerlandés cerró la victoria y se llevó la ovación de su vida, la más inesperada.

El acierto de Van de Zandschulp

También lo mereció. Si el nivel de Alcaraz estuvo muy por debajo del habitual, el nivel de Van de Zandschulp estuvo muy por encima. Hace nada, en mayo, después de caer en primera ronda de Roland Garros, el neerlandés de 28 años confesaba que estaba planteándose la retirada porque tenía demasiados días malos. Con un puesto número 22 en 2022 como cima de su carrera, en los últimos meses había caído mucho en el ranking y llegaba al US Open con derrotas clamorosas sobre su espalda, como la que sufrió en su debut en el humilde Challenger de Zug.

Ante Alcaraz, Van de Zandschulp desplegó unos recursos muy superiores a esos resultados. Con contundencia en el saque y la derecha, apostó todo a unas subidas de vértigo a la red y le salió bien. Allí ganó 28 de los 35 puntos que intentó, una constante. Desde el primer punto devolvió al español todos sus golpes, le mareó con dejadas, le superó con globos, en definitiva, completó un gran partido y se mereció el triunfo. Alcaraz este jueves no estaba en condiciones de responderle.

Alcaraz olvida las prisas para derrotar al divertido Li Tu y pasar a segunda ronda en el US Open

Alcaraz olvida las prisas para derrotar al divertido Li Tu y pasar a segunda ronda en el US Open

Relataba el australiano Li Tu que hace unos días estaba celebrando en un bar con unos amigos su clasificación para el cuadro principal del US Open, el segundo Grand Slam de su vida, cuando se enteró de que le había tocado Carlos Alcaraz en primera ronda gracias al mensaje de uno de sus 3.000 seguidores en Instagram. Su reacción entonces definió a la perfección su actitud durante el partido: "¡Otra ronda!". Tu, un tenista divertido, extraño, diferente, salió a la Arthur Ashe a disfrutar y tanto disfrute casi le cuesta un susto a Alcaraz.

Al final el español venció por 6-2, 4-6, 6-3 y 6-1, pero por el camino se dejó un set, varios minutos extra de juego y, sobre todo, una posible recuperación después de lo vivido en el Masters 1000 de Cincinnati. El desgaste, el cansancio y hasta el hastío siguen sobrevolando a Alcaraz y tendrá que buscar la frescura perdida en partidos posteriores, como por ejemplo en segunda ronda, el jueves, ante el neerlandés Botic van de Zandschulp.

Los errores ante Tu

Ante Tu no hubo manera. En los primeros pasos en un Grand Slam, normalmente en pistas centrales, ante miles de aficionados, Alcaraz suele encontrarse a tenistas atenazados por los nervios o encogidos en ese escenario, pero Tu fue todo lo contrario. A sus 28 años y con sólo una victoria en ATP, se propuso jugar y lo hizo. Subidas a la red, golpes arriesgados -¡Incluso intentó un saque por abajo!-, en definitiva, un tenis atrevido que Alcaraz supo responder como siempre hasta que dejó de hacerlo. De repente, después de un primer set arrollador, al español le entraron las prisas y todo se volvió pesado, muy peeeesaaaadoooo. Ante un rival con ganas de fiesta, de celebrar, de levantar al público, el español quiso vencer de la manera más fácil posible y el triunfo se torció. En ese segundo periodo, sumó cuatro doble faltas y hasta 18 errores no forzados para conceder a Tu un honor inesperado. Alcaraz pasó de un 4-3 con break a favor a perder 4-6 sin mucha explicación.

En algunos momentos el número tres del ranking mundial incluso señalaba al reloj de tiempo para evidenciar su desesperación por tener que estar más de dos horas en pista. Luego, en el tercer set, se serenó, recuperó su tenis y resolvió en el cuarto como debía, pero ya quedaba el recuerdo del mal rato.

La rara trayectoria del australiano

"En el primer set él estaba nervioso, pero después ha empezado a disfrutar y me ha sorprendido. Yo he cometido algunos errores que no tenía que cometer, pero él ha jugado muy bien. A partir de ahora le voy a seguir, voy a seguir sus resultados", comentaba Alcaraz en pista mientras Li Tu se llevaba una ovación del público de Nueva York.

Su actuación la merecía, también su historia. Australiano de padres chinos, Tu había abandonado su sueño de ser tenista para centrarse en sus estudios de Marketing, pero después de convertirse en entrenador y abrir una academia la pandemia le invitó a volver a probarlo. Pese a su edad, de future en future de challenger en challenger, se fue abriendo paso en el ranking ATP hasta situarse entre los 200 mejores del mundo en 2022. Ahí empezaron a llegar las invitaciones, como la que recibió del Open de Australia, pero tuvo que volver a parar. Su madre sufría un cáncer de pulmón y debía cuidarla. Sólo meses después, pese a llorar su fallecimiento, Tu jugó de nuevo hasta volver al Top 200 de la ATP, pisar la Arthur Ashe y disfrutar ante un Carlos Alcaraz visiblemente cansado.

El US Open, la prueba definitiva de madurez de Carlos Alcaraz: "Quiero mejorar, estoy preparado"

El US Open, la prueba definitiva de madurez de Carlos Alcaraz: “Quiero mejorar, estoy preparado”

Fue hace una eternidad, exactamente tres años, cuando Carlos Alcaraz descubrió la electricidad de la pista central del US Open y supo que en ningún otro lugar podría disfrutar así. No hay la distinción de Roland Garros, ni mucho menos hay la tradición de Wimbledon. En Flushing Meadows hay diversión, espectáculo, ruido y aquel Alcaraz, con su mayoría de edad recién cumplida, se lo empezó a gozar entonces con una victoria ante Stefanos Tsitsipas y unos cuartos de final de revelación.

Ahora, después de celebrar su primer Grand Slam en el lugar en 2022 y de alcanzar las semifinales en 2023, la situación es muy distinta. Alcaraz ya no es el debutante con hambre que debe gestionar los nervios o el exceso de ilusión; Alcaraz es el ganador de cuatro 'grandes' que debe combatir el cansancio, la presión e incluso la desgana. En el US Open que empieza este lunes, el español está ante su prueba definitiva de madurez.

En segunda ronda del Masters 1000 de Cincinnati, con esa raqueta rota, ya quedó claro el desafío: su 2024 ya es excelente -Roland Garros, Wimbledon y una plata olímpica- y ahora debe buscar entre sus ilusiones para mantener el ánimo. La temporada pasada ya se le hizo larga y eso que llevaba con menos éxitos en la mochila, ¿Y ahora qué?

JAMIE SQUIREGetty Images via AFP

De momento ha encontrado motivación en el ranking. Acabar el año como número uno es muy complicado, debería ganarlo todo de ahora en adelante, pero de eso trata precisamente el deseo. "Uno de mis objetivos es acabar el año como número uno, estoy buscando eso. Debo centrarme en desplegar mi mejor tenis en cada torneo y ascender en el ranking. Quiero mejorar, estoy preparado", comentaba en Estados Unidos, donde ha vivido dos semanas extrañas.

Mallorca y muchos compromisos

Al acabar la final de los Juegos de París ante Novak Djokovic, Alcaraz se marchó a navegar por Mallorca con su hermano mayor Álvaro y amigos como el fisioterapeuta Fran Rubio, pero en pocos días ya se tuvo que poner a preparar la gira norteamericana sobre cemento. Arropado de nuevo por todo su equipo -que no pudo estar en la cita olímpica-, a Cincinnati llegó aún fatigado, como pudo verse, y quedan dudas sobre su estado en el US Open. En Nueva York desde el pasado lunes, ha participado en numerosos actos publicitarios, como un partido de exhibición junto a Djokovic, André Agassi y John McEnroe, eventos de Nike o Babolat o incluso el Kid's Day del torneo en el que celebró un gol como Cristiano Ronaldo, y ha sufrido algún contratiempo en el entrenamiento.

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El sábado, en su sesión junto al argentino Francisco Cerúndolo, se dobló el tobillo y tuvo que retirarse. El dolor fue momentáneo, apenas hubo hinchazón, pero cualquier susto obliga a la precaución. "El tobillo está bien, no hay problema. Después del mal gesto no me sentía cómodo y por eso no seguí entrenando, pero no es importante", explicó después en rueda de prensa Alcaraz, que tampoco tendrá un camino llano para coger carrerilla.

Debut fácil, cuadro difícil

Sólo su debut, la madrugada del martes al miércoles (no antes de las 01.00 horas, Movistar), se insinúa sencillo. Enfrente estará el australiano Li Tu, de 28 años y con sólo una victoria en el circuito ATP, un tenista que colgó la raqueta de joven para centrarse en su estudios de marketing y volvió añorado después de la pandemia. En el segundo partido de Grand Slam de su vida, enfrentarse a Alcaraz ya será un regalo, cosa que no pasará con los siguientes rivales del español.

Entre sus rivales potenciales en las primeras rondas se advierten el canadiense Denis Shapovalov, el británico Jack Draper o el estadounidense Sebastian Korda, todos ellos capaces, más en pista dura. Luego el reto podría pasar por un cañonero como el polaco Hubert Hurkacz y ya en semifinales, otra vez, el número uno actual, Jannik Sinner.

El raro caso Sinner

La polémica por los positivos del italiano en dos controles antidoping ha enrarecido el ambiente en el vestuario del US Open y, después de despedir a parte de su equipo, tampoco está claro cómo reaccionará el propio jugador sobre la pista. Acostumbrado a la absoluta discreción, en el foco de la polémica no disfruta, aunque sus rivales no hayan hecho sangre. Criticado por tenistas modestos, la mayoría de estrellas del circuito han evitado opinar sobre su caso, como hizo el propio Alcaraz.

"Estoy seguro que están siendo momentos difíciles para él. ¿Qué puedo decir? No sé mucho sobre el caso, sobre cómo fue dentro del equipo, sobre todos los detalles. Pero si han dejado que Jannik juegue será por algo", concluyó el español en un requiebro para esquivar la controversia y centrarse ya en el US Open, su prueba definitiva de madurez.