Alcaraz resiste contra el muro para derrotar a Paul y clasificarse para semifinales de Wimbledon

Actualizado Martes, 9 julio 2024 - 20:09

Carlos Alcaraz no está en el mundo para sufrir. Es un disfrutón. Juega al tenis porque lo pasa bien, se lo goza, incluso en los peores momentos se divierte si un punto se alarga y puede trastear con su rival, ahora aquí, ahora allá, una dejada, un globo. Por eso este Wimbledon está siendo extraño. En su camino hacia semifinales, donde el próximo viernes se enfrentará a Daniil Medvedev, el español ha resistido más que disfrutado y su victoria este martes en cuartos de final ante Tommy Paul por 5-7, 6-4, 6-2 y 6-2 fue un claro ejemplo.

No quedará en el archivo fotográfico toda una colección de grandes celebraciones, puños al aire y sonrisas de oreja a oreja. Para derrotar al estadounidense, como ya le pasó en cuarta ronda ante Frances Tiafoe y en octavos ante Ugo Humbert, Alcaraz tuvo que ponerse el mono de trabajo y aguantar, aguantar y aguantar. "¡Vamos!", gritaba camino al triunfo, pero no era de alegría, era de alivio. No podía ganar al ataque, así que le tocó afinar otras artes.

Ante los golpes larguísimos de Paul que le empotraban contra el muro, le impedían respirar y por supuesto le negaban la posibilidad de juguetear, Alcaraz exageró sus movimientos defensivos y corrió de lado a lado. El desafío le impuso dos prioridades. Por una parte, conservar su saque, cosa que hizo a base de servicios durísimos, como los seis aces que acumuló sólo en el segundo set. Y por otra parte, presionar al estadounidense. Si Paul podía cargar su derecha, buscaría la línea de fondo de inmediato y le haría la vida imposible, pero si también recibía la bola a sus pies, no tendría más remedio que ceder terreno.

Su tenis es otro, más variado, más bonito, más cambiante, pero era lo que tocaba. Pronto lo entendió. En el primer set, aún perdido, se enganchó en intercambios que duraban una eternidad y que demasiadas veces acababa igual: Paul tiraba muy fuerte y muy lejos y el español erraba. Pero a partir del segundo set todo fluyó de otra manera.

Las bolas de break, punto débil

Con la resistencia como máxima, el encuentro se fue más allá de las tres horas, pero podía haber durado menos si Alcaraz hubiera aprovechado más sus oportunidades. Es una constante en su tenis, pero hay partidos especialmente crudos en ese sentido. Más allá de sus desconexiones mentales, que tienen lugar en las primeras rondas y que rara vez le cuestan partidos, seguramente es su único punto débil: la conversión de bolas de break. Ante Paul dispuso de hasta 27 y sólo convirtió ocho, un 30% influido por su mejora al final. En los primeros sets el ratio llegó a estar por debajo del 20%, un número realmente pobre.

Sin alcanzar la barbaridad de Rafa Nadal, el mejor de la historia en esa estadística, con un 45% de puntos de break convertidos, los rivales habituales de Alcaraz, Jannik Sinner, Novak Djokovic y Daniil Medvedev suelen utilizar entre el 44% y el 43% de sus opciones de break mientras él está en un 41% en toda su carrera. Este año, con su Roland Garros triunfal, había mejorado ostensiblemente, pero ante Paul resbaló en la misma piedra.

"Tenía que sufrir"

"Él ha jugado un gran tenis, ha sido un partido difícil. En el segundo y tercer set sabía que tenía que ser fuerte mentalmente, que resistir, que sería un partido largo. Tenía que sufrir para encontrar soluciones y eso he hecho", comentaba el español que ahora repetirá las semifinales del año pasado. Otra vez, ante Medvedev, que este martes se impuso a Jannik Sinner por 6-7(7), 6-4, 7-6(4), 2-6 y 6-3 en un partido en el que hubo de todo, incluso un vahído del italiano.

"Espero que se repita el resultado del año pasado", deseó Alcaraz aún sobre la hierba de la pista 1 del All England Club, antes de abalanzarse sobre la ducha y correr a la casa que tiene alquilada cerca para poder ver las semifinales entre España y Francia en la Eurocopa. "Creo que me voy a poner más nervioso que aquí jugando", finalizó.

Alcaraz ya saca los pasos prohibidos en hierba: "He empezado a deslizar antes que nunca"

Alcaraz ya saca los pasos prohibidos en hierba: “He empezado a deslizar antes que nunca”

Un, dos, tres, un, dos, tres... baila Carlos Alcaraz en la pista central de Wimbledon como si fuera su escenario porque realmente es su escenario. Aunque fuera hace frío y llueve a cántaros, dentro la gente guapa de Londres imagina que es verano mientras el vigente campeón ofrece su danza, tan veloz, tan dominada, tan suya. Allá donde va la bola está él, siempre está él. En las tres rondas anteriores del torneo, Alcaraz buscaba su sitio: en su segundo encuentro ante Aleksandar Vukic a ratos pareció encontrarlo, pero después ante Frances Tiafoe hubo cierta desorientación. Este domingo, en octavos de final ante Ugo Humbert, el español finalmente volvió a su lugar para vencer por 6-3, 6-4, 1-6 y 7-5 en tres horas de juego.

Como hizo hace un año, cuando acabó siendo campeón en una final antológica contra Novak Djokovic, ya ha encontrado los movimientos propios de la hierba, esas carreras de vértigo, ese deslizamiento lateral, y con eso cualquier cosa es posible. A partir de este martes, cuando se medirá en cuartos de final al bombardero Tommy Paul -que superó a Roberto Bautista por 6-2, 7-6 y 6-2, ya sabe los pasos que debe seguir en el camino al título.

«Aquí lo más importante es sentirte cómodo, moverte bien. Colocarte me parece más determinante que golpear. Y en ese sentido cada vez me estoy encontrando mejor. Me acuerdo de mis sensaciones del año pasado y este año he empezado a deslizar antes, me siento con más confianza, por eso me puedo defender mejor», analizaba Alcaraz después de un encuentro en el que dejó varios highlights de su temporada, quizá de su vida.

Especialmente memorable y significativo fue el punto con el que ganó el segundo set: pese a que Humbert le tuvo sometido, Alcaraz corrió de lado a lado, se movió hacia delante y hacia atrás, se levantó del suelo, y al final se impuso. Con todo el público en pie, el francés resoplaba y miraba al infinito, desesperado, incrédulo. Después del partido, el equipo del español recordaba que, dos años atrás, en las semifinales del US Open ante Jannik Sinner ya protagonizó un ejercicio de resistencia muy parecido. «Me gusta luchar cada bola, cada punto y que mi rival sepa que pase lo que pase yo estaré ahí intentando responder», proclamaba Alcaraz.

La reacción ante Humbert

Con su buen posicionamiento como principal argumento, el hoy número tres del ranking mundial dominó el primer set y resistió en el segundo, pero en el tercero desconectó. Humbert, un excelente restador, como Tiafoe, le negó los espacios y Alcaraz se entregó a la complacencia de quien ya se sabe ganador. Entonces estuvo realmente en peligro. En el cuarto set con 3-4 en el marcador y un 0-40 en contra se asomó al quinto set, otro quinto set, con el riesgo que conlleva. «¡No sé qué hacer!», le gritaba a su palco, en su constante comunicación con su entrenador, Juan Carlos Ferrero, y éste le respondía tranquilo: «Sigue jugando». Eso hizo. En un día con muchos problemas con su servicio, encadenó varias detonaciones con su saque y salvó la situación en un visto y no visto.

«Una cosa son las desconexiones y la otra es la lucha. Yo sigo luchando siempre, aunque me haya ido un poco del partido. Para esos momentos tensos, además, tengo planificado jugar más agresivo, ir a por ello, aprovechar cualquier oportunidad para atacar. 'Ve a por ello, ve a por ello', me repito porque sé que, si va mal, al menos sabré que lo he intentado», aseguraba Alcaraz en un torneo que avanza sin sorpresas.

Como en el último Roland Garros, los cinco mejores del mundo han llegado a la segunda semana y planean encontrarse. Este domingo, junto a Alcaraz, pasaron a cuartos Jannik Sinner, que venció a Ben Shelton en tres sets, y Daniil Medvedev, que se benefició de la lesión en el primer set de Grigor Dimitrov. Este lunes será el turno de Alexander Zverev (sobre las 16.30 horas, contra Taylor Fritz) y Novak Djokovic (sobre las 19.00 horas, ante Holger Rune).

Alcaraz sabe sufrir para derrotar a Humbert y meterse en cuartos de Wimbledon

Actualizado Domingo, 7 julio 2024 - 18:12

Carlos Alcaraz salva un golpe ganador a su derecha revolcándose por el suelo, pero se levanta y corre hacia la izquierda para lanzar un globo de defensa y, sin descanso, regresa a la derecha para mantener el punto con vida desde la red. Al final su rival, el francés Ugo Humbert, se desespera y envía la bola a tomar vientos. El intercambio sirve para que el español gane el segundo set, pero la escena se repetirá prácticamente calcada en el desenlace del cuarto set.

Alcaraz, más sufridor que nunca: sonrisa guardada, cabeza templada, muchos sudores. Alcaraz, tan vencedor como siempre: este domingo superó a Humbert por 6-3, 6-4, 1-6 y 7-5 en otras tres horas de juego y consiguió su pase para cuartos de final de Wimbledon, donde se enfrentará este martes al vencedor del duelo entre Tommy Paul y Roberto Bautista.

"Intento pelear cada bola, cada punto, sin importar dónde esté en la pista, para mantenerme vivo todo lo que pueda. Quiero que mi rival asuma que voy a estar siempre ahí pase lo que pase", proclama Alcaraz, en otra mejora de sí mismo. Porque más allá de cualquier aspecto técnico, la conversión del actual número tres del mundo en una leyenda pasa por su adaptación al sufrimiento y en este Wimbledon está dando un máster sobre ello.

Como ocurrió en octavos ante Frances Tiafoe e incluso en los primeros sets ante Aleksandar Vukic y Mark Lajal, ante Humbert Alcaraz no fue el mejor todo el rato, estuvo dominado, tuvo que sobrevivir y, sin embargo, ganó. En otro día feo del verano inglés, bajo el techo de la pista central del All England Club, hubo largos intercambios, hubo 'passing shot' de los que tanto disfruta, hubo dejadas e incluso golpes por debajo de las piernas, pero el espectáculo estuvo en verlo ahí de pie, siempre de pie, pese a las dificultades que afrontaba.

El momento clave

"¡No sé qué hacer!", le gritaba a su palco, en constante comunicación con su entrenador, Juan Carlos Ferrero, en el momento más delicado del partido. En el cuarto set, en plena remontada de Humbert, con 3-4 en el marcador parcial, Alcaraz tuvo que proteger tres bolas de break, un 0-40 en contra. Si se hubiera inquietado, si hubiera fallado, hubiera tenido que jugar otro quinto set, con lo que el riesgo consecuente. Pero, en cambio, se levantó. En un día con muchos problemas con su servicio, encadenó varias detonaciones con su saque y salvó la situación.

Entonces sí, Humbert se dio por vencido. El francés había aparecido atenazado por los nervios sobre la hierba más famosa del mundo, pero en el segundo set se convirtió en un rival muy peligroso. Como hizo Tiafoe dos días antes, se metió en la pista para atacar en cada resto y arriesgó en cada drive, en su caso, con la zurda. A partir de ese momento Alcaraz padeció. Más allá de una de sus ya famosas desconexiones, el partido se complicó por la liberación de Humbert, que no tenía nada que perder, y pese a ello el español supo salir airoso. Lleva seis Grand Slam consecutivos disputando los cuartos de final, el Alcaraz más sufrido sigue ganando.

Nadie puede con Alcaraz en un Grand Slam: tumba a Tiafoe en el quinto set y ya está en octavos de Wimbledon

Nadie puede con Alcaraz en un Grand Slam: tumba a Tiafoe en el quinto set y ya está en octavos de Wimbledon

Hay veces en las que Carlos Alcaraz batalla contra su propia mente. La complacencia le ataca, se entrega al espectáculo, incluso llega a distraerse. Ocurre en los partidos plácidos, en las primeras rondas, cuando su tenis es mucho mejor que el tenis del rival. Pero cuando las victorias le exigen al máximo es infalible. Hasta 13 veces en su vida ha disputado un quinto set en un Grand Slam y ha ganado en 12 de ellas, una estadística bárbara. La última ocasión fue este viernes en tercera ronda de Wimbledon ante Frances Tiafoe, donde ganó por 5-7, 6-2, 4-6, 7-6(2) y 6-2 en casi cuatro horas de tensión.

¿Podrá Alcaraz acercarse a los 24 'grandes' de Novak Djokovic, a los 22 de Rafa Nadal o a los 20 de Roger Federer? El debate es osado y el listón está en los cielos, alto, altísimo, pero a sus 21 años se puede sostener que lo logrará con su carácter como argumento. Para tumbar a Alcaraz en una plaza histórica, en Melbourne, París, Londres o Nueva York no sólo hay que jugar mejor, también hay que hacerlo rápido, en tres sets, porque en el desenlace es letal.

Tiafoe, de hecho, hizo este viernes casi todo lo que tenía que hacer. Talento generacional con una biografía 'hollywoodiense' -su padre era responsable de mantenimiento del club de tenis de Maryland, en Estados Unidos, y él aprendía viendo las clases de los niños ricos-, llevaba un año para el olvido, con más derrotas que victorias, y de repente, ¡tachán! Ante Alcaraz se convirtió en un virtuoso. Con su más fuerte saque, su derecha enroscada y mucha capacidad para subir a la red, sorprendió con un resto hasta ahora escondido.

El tie-break decisivo

Alcaraz apareció en la pista central del All England Club pensando que el desafío era romperle el servicio a Tiafoe y descubrió que, en realidad, lo más difícil sería mantener el suyo propio. En el cómputo total del encuentro, el estadounidense gozó de más bolas de break que Alcaraz -10 contra ocho- y eso que el último set ya estaba deshecho.

El triunfo se decantó en el tie-break del cuatro periodo. Hasta ese momento, el español había sido dominado en los intercambios e incluso había sentido cierta desesperanza. Las cosas no le salían, lamentaba en las conversaciones ante su equipo. Había vencido en el segundo set, aprovechando la alegría de Tiafoe por su remontada en el primero, pero en el tercero estuvo muy perdido. Sólo le quedaba trabajar, aguantar, sufrir. Y lo hizo. En el cuarto set no concedió opciones de rotura y en la muerte súbita desplegó su mejor juego.

Demoledor en el saque, jugó como quiso con los nervios de Tiafoe y lo puso a bailar por toda la pista. El estadounidense, ahora número 29 del ranking mundial, lamentó la oportunidad perdida y en el quinto set sólo pudo empezar a encajar la eliminación. Como le ocurrió dos años atrás en las semifinales del US Open, había llevado a Alcaraz al borde del abismo, pero finalmente había caído él.

Alcaraz, rápido para ver el fútbol

"¿Cómo va España?", preguntó Alcaraz al acabar el encuentro que le impidió ver la primera parte de los cuartos de final de la Eurocopa contra Alemania. Había pedido a la organización de Wimbledon que le colocaran en el primer turno para poder seguir el fútbol, pero la dilatación de su partido le arrebató ese placer. Igualmente recogió rápido sus raquetas y corrió al vestuario para enchufarse al móvil.

"Hoy ante Frances he tenido muchos problemas, muchos. Siempre es un gran desafío jugar contra él, se merece estar entre los mejores y luchar por los títulos grandes. He tenido que ir adaptando mi juego para encontrar soluciones, para ponerle en problemas. En los tie-breaks siempre intento ser más agresivo, jugármelas todas, eso he hecho en el cuarto set y ha salido bien", analizaba el número tres del mundo, que se enfrentará el domingo en octavos de final al vencedor del partido entre Ugo Humbert y Brandon Nakashima que se tuvo que suspender por la lluvia cuando el francés podía sentenciar en el cuarto set.

Alcaraz escapa de una trampa y vence en su debut en Wimbledon

Alcaraz escapa de una trampa y vence en su debut en Wimbledon

Actualizado Lunes, 1 julio 2024 - 17:26

Jugar Wimbledon ya era un éxito -¡su primer Grand Slam!- y por eso mientras se sorteaba el cuadro del torneo Mark Lajal decidió apuntarse al tour para visitantes del All England Club. No quería saber su rival en primera ronda. Número 269 del ranking ATP, de 21 años, procedente de Estonia y de padre motero -su madre le apuntó al tenis para que se alejara de la gasolina-, si le tocaba enfrentarse a un Top 10 la experiencia sería maravillosa, pero también podían asignarle otro 'qualy'. Por eso no deseaba verlo.

El pasado viernes al mediodía, durante la ceremonia, paseó por las pistas exteriores del recinto londinense, visitó el museo, las pistas 1, 2 y 3 y cuando llegó a la pista central, el guía que le acompañaba ya no pudo contenerse más: "¡Jugarás aquí el lunes contra Carlos Alcaraz!". Lajal se quedó congelado, alucinado, rompió a llorar. Con sólo cinco partidos en el circuito profesional, dos victorias y tres derrotas, llegaba por fin el momento por el cual a los 15 años dejó su Tallin natal para instalarse en la academia de Patrick Mouratoglou al lado de Niza.

Lejos de los torneos challengers y los futures, su rutina hasta ahora, pisaría uno de los grandes escenarios del tenis. ¡Qué emoción! Por eso el público tampoco esperaba mucho de él. En una de las muchas tradiciones de Wimbledon, el vigente campeón, Alcaraz, estrenaba la pista central y ante un rival así lo esperable era un duelo desequilibrado, rápido, intrascendente. No lo fue. Con un tenis muy por encima de su ranking, un estilo propio de la hierba y una mentalidad más hecha de lo supuesto, Lajal planteó un desafío y Alcaraz lo superó. La historia guardará otra primera ronda resuelta en tres sets, 7-6(3), 7-5 y 6-2, pero en realidad hubo un interesante intercambio durante dos horas y 24 minutos y, sobre todo, la certeza de que el español está listo.

La candidatura de Alcaraz

Después de su hito en Roland Garros y de su derrota prematura en Queen's, su salto a la hierba era una incógnita, también incluso su motivación en Londres con los Juegos Olímpicos de París tan cerca, pero ya no hay dudas. Ante un adversario muy digno, Alcaraz presentó su candidatura para su segundo Wimbledon consecutivo, un éxito al alcance de pocos.

En el tercer set la montaña a escalar ya era demasiado alta, pero en los dos primeros Lajal discutió a Alcaraz hasta la resolución. Con maestría en el saque-volea, en ambos periodos obligó al español a remontar un break en contra y a asomarse al abismo de la derrota. Al contrario que en Roland Garros, donde debutó contra un tembloroso J.J.Wolf, esta vez Alcaraz tuvo que correr desde el principio.

"Mark me ha sorprendido porque no lo había visto jugar mucho. Tiene nivel para ascender mucho en el ranking. Es muy joven, es de mi edad, estoy seguro que jugaré con él más a menudo", elogió el hoy número tres del ranking ATP, que aceptó que aún se pone nervioso cuando arranca un torneo como Wimbledon y que tuvo que crecer durante el partido, especialmente con su primer saque, para seguir adelante sin un rasguño. En segunda ronda, el próximo miércoles, le espera el vencedor del duelo entre el australiano Aleksandar Vukic y el austriaco Sebastian Ofner. Será un reto, aunque después de Lajal ya está alerta.

Alcaraz en busca de su segundo Wimbledon: un 'reset' en Ibiza, la casa de Londres y un brazo libre

Alcaraz en busca de su segundo Wimbledon: un ‘reset’ en Ibiza, la casa de Londres y un brazo libre

Nunca una derrota es deseada, pero tampoco fue un drama. Antes de su debut este lunes en Wimbledon (14.00 horas, Movistar +), Carlos Alcaraz ganó un partido en hierba y perdió el segundo, hace 10 días en Queen's ante Jack Draper. Una sorpresa, una decepción y, al mismo tiempo, una bendición.

Un año atrás el español apareció en el All England Club en plena racha sobre la superficie verde, con ese 'feeling' tan ansiado, afinados todos los golpes, dueño de los llamados automatismos y ahora eso no pasa. Pero la inercia también es triunfal.

Después de levantar su primer Roland Garros, Alcaraz necesitaba un descanso y, con el calendario en contra, Draper le hizo el favor. La fiesta-terapia de tres días en Ibiza junto a amigos como el futbolista Sergio Reguilón no era suficiente. De hecho, tan fresca estaba su victoria en París, que Alcaraz se presentó en Queen's ante Draper con el mismo conjunto Nike que utilizó en la tierra batida.

En cuanto perdió, el ahora número tres del mundo tuvo que tomar una decisión. O volver a su casa en Murcia para entrenarse sobre la hierba natural de las pistas de atletismo Monte Romero y sobre la hierba artificial de la Ferrero Tennis Academy de Villena o quedarse en Inglaterra para prepararse allí. O, también, despejar la mente de tantísimo tenis o sumergirse de nuevo en la competición. Pese a las muchas semanas acumuladas en el extranjero escogió la segunda opción. Las ganas de revalidar su título en Londres son exageradas.

Rutinas establecidas

De hecho, en las últimas semanas, Alcaraz apenas se ha concedido días libres. Sin permiso de la organización para pisar las pistas oficiales de Wimbledon más que dos horas -una de ellas en la Central, donde venció a Daniil Medvedev por 6-2 y 1-0-, el español se recluyó en las pistas de entrenamiento del Aorangi Park.

Si acaso, como siempre, planeó alguna excursión a un parque natural, en este caso al Bushy Park de Richmond. Pero poco más. Tenis, tenis y tenis. Con sparrings como Stan Wawrinka, junto a quien se ejercitó dos días, en su equipo aseguran que ya ha alcanzado un nivel óptimo.

Después de dos semanas viviendo al sur de Londres, la adaptación a la hierba no debería ser problema. Y las rutinas para Wimbledon están más que establecidas. Como hizo el año pasado, Alcaraz ha alquilado una casa de dos plantas muy cerca del All England Club que le permitirá ahorrarse los 40 minutos de desplazamiento hasta los hoteles oficiales de Earl's Court y todos los miembros de su staff ya están a su alrededor.

Si en Queen's estuvo asistido por el entrenador Samuel López, en Wimbledon volverá a tener a Juan Carlos Ferrero en su palco y tampoco faltarán su agente, Albert Molina, su médico, Juanjo López, su fisioterapeuta, Juanjo Moreno y su preparador físico, Alberto Lladó. Entre todos han acordado que Alcaraz deje de utilizar la malla protectora que vistió en Roland Garros en su brazo derecho y que así se libere del todo. En hierba, desde el debut, necesitará su mejor drive.

Amenaza italiana

Entre días calurosos en Londres, donde se esperan máximas de 25ºC o 26ºC durante el torneo y poca lluvia, Alcaraz divisa en el horizonte otro enfrentamiento en semifinales ante Jannik Sinner, pero antes tiene trabajo. Su estreno debería ser amable, ante el estonio Mark Lajal, un tenista de 21 años, número 262 del ránking, que apenas acumula cinco partidos ATP, pero luego habrá curvas. El australiano Aleksandar Vukic, el estadounidense Frances Tiafoe o el francés Ugo Humbert le esperan antes de un hipotético enfrentamiento en cuartos ante el estadounidense Tommy Paul, reciente campeón en Queen's, posiblemente su adversario más duro hasta las citas decisivas.

Pensar en otra final ante Novak Djokovic es todavía osado, más teniendo en cuenta el estado físico del serbio. Operado de su rotura de menisco en Roland Garros, su presencia en Londres se antoja un milagro. Aún parece una incógnita cómo se encontrará en su debut este martes ante el checo Vit Kopriva, procedente del torneo clasificatorio. O en los partidos sucesivos.

Uno de ellos, de hecho, podría ser ante Alejandro Moro, el español que venció en la qualy, y que completó la lista de ocho miembros de la Armada junto a Alcaraz, Alejandro Davidovich, Pedro Martínez, Jaume Munar, Roberto Carballés, Roberto Bautista y Pablo Carreño. En el cuadro femenino habrá cinco representantes, con Sara Sorribes, Cristina Bucsa, Jessica Bouzas, Rebeka Masaroba y Paula Badosa como líder, pese a sus problemas de espalda y su complicado debut ante la checa Karolina Muchova.

El camino de Alcaraz en Wimbledon: una primera semana tranquila y una trampa antes de Sinner

El camino de Alcaraz en Wimbledon: una primera semana tranquila y una trampa antes de Sinner

Hubo más nervios semanas atrás en Roland Garros cuando casi le toca debutar contra Rafa Nadal, pero Carlos Alcaraz igualmente tenía motivos para la inquietud ante el sorteo de Wimbledon. Después de caer al número tres del ranking mundial le esperaban Jannik Sinner o Novak Djokovic en semifinales y, más allá de ellos, en las primeras rondas amenazaban un puñado de especialistas en el golpeo que tanto luce sobre hierba. Al final, este viernes, en el larguísimo acto celebrado en el All England Club hubo un poco de todo para el español.

En el camino para revalidar su título en Londres, Alcaraz divisa a lo lejos un enfrentamiento con Sinner, posiblemente el peor posible, más teniendo en cuenta el estado físico de Djokovic, pero hasta entonces sólo se advierte un obstáculo de auténtica altura. En la primera semana, el ya campeón de tres Grand Slam se medirá a adversarios que a priori puede derrotar sin exigirse al máximo y eso es una bendición. Después de su temprana eliminación en Queen's tendrá en un principio un camino llano para ir cogiendo ritmo.

Su debut será el próximo lunes a las 14.00 horas ante el estonio Mark Lajal. De 21 años como él, número 262 del ranking mundial y procedente de la previa, Lajal apenas ha disputado cinco partidos en el circuito ATP con dos victorias -una de ellas ante Jaume Munar- y tres derrotas. Debutará en Wimbledon y, de hecho, debutará en hierba por lo que no debería ser adversario para el vigente campeón en Londres. En segunda ronda, un posible enfrentamiento ante el australiano Aleksandar Vukic sería algo más duro, no en vano está en semifinales del ATP 250 de Eastbourne, y más tarde, le esperan el estadounidense Frances Tiafoe -o el italiano Matteo Arnaldi, sensación en París- y el francés Ugo Humbert.

Ambos supondrían un desafío, pero ninguno como su hipotético rival en cuartos de final. Más allá de Casper Ruud, el favorito por ranking, en ese escalón Alcaraz podría medirse con el estadounidense Tommy Paul, reciente campeón en Queen's, un jugador peligroso. También finalista en el ATP 250 de Eastbourne el año pasado, su tenis se adapta muy bien a la hierba y, en caso de encontrarse, reclamará al español su mejor versión. Luego, entonces sí, vendrían Sinner en semifinales y Djokovic en la final para un segundo éxito consecutivo que sería histórico.

Jack Draper destrona a Carlos Alcaraz

Jack Draper destrona a Carlos Alcaraz

Actualizado Jueves, 20 junio 2024 - 18:55

La corona de Carlos Alcaraz en Queen's cayó. Aún no tiene dueño, pero Jack Draper, la gran esperanza británica, desarmó al campeón en un partido brillante y corta la magnífica racha del murciano, por 7-6 (3) y 6-3.

Alcaraz volvió a paladear la derrota casi dos años después. Muchos meses han pasado desde que el murciano cayera en los octavos de final de Wimbledon en 2022 frente a Jannik Sinner. Por el camino, dos títulos, en Queen's y Wimbledon, y trece victorias consecutivas que tocaron a su fin este jueves, cuando Draper hizo uno de los mejores partidos de su carrera.

Reciente campeón en Stuttgart y desde la posición de ser el mejor tenista británico del momento, Draper hizo un partido estratosférico, sobre todo con el servicio, con el que perdió solo catorce puntos para desestabilizar al campeón.

En un primer set espeso, con ambos jugadores muy seguros al servicio, Alcaraz, en lugar de hacerse grande bajo presión, en el 'tie break', se deshizo a base de errores y cuando quiso corregirlos, el 6-1 con el que contaba el británico era imbatible.

Este, además, siempre sacó de la chistera un saque imponente cada vez que tenía problemas, la mejor solución en su superficie favorita y ante un Alcaraz que tenía la desventaja de nunca haber jugado en hierba contra un zurdo. Practicó con Cameron Norrie y con un 'sparring' del torneo para aclimatarse a las condiciones, pero Draper, como es obvio, resultó ser un nivel mucho más avanzado.

Con el primer set en el bolsillo y un nutrido público que quería que el encuentro acabara rápido para poder irse a ver el Dinamarca-Inglaterra, Draper lejos de bajar el nivel, solo lo incrementó en el segundo parcial, para romper a Alcaraz en la primera oportunidad que tuvo, salvar una bola de 'break' por el camino ycerrar el partido en apenas hora y 39 minutos tras cuatro puntos de partido desaprovechados.

El primer reto importante de Alcaraz sobre hierba se saldó con derrota, no sorprendente, por el rival, pero sí que le lleve probablemente a alterar sus planes estos días, ya que, de no apuntarse a alguna exhibición la semana que viene -jugó Hurlingham en 2022 y 2023-, llegará con solo dos partidos en la superficie a Wimbledon.

La derrota, además, le hace perder parte de los 500 puntos del año pasado y caer de la segunda posición del ránking, algo que no debería ser preocupante para Wimbledon, ya que, ante la baja de Novak Djokovic, seguirá siendo segundo cabeza de serie y evitará a Sinner hasta la final.

Draper se medirá en los cuartos de final de Queen's a Tommy Paul, que pudo con el chileno Alejandro Tabilo en dos sets.

Críticas al nuevo cronómetro

Carlos Alcaraz cargó contra la nueva regla del reloj de saque y dijo que es "una locura", que es "malo para los jugadores" y que hablará con la ATP sobre ello.

En los torneos de esta semana, Halle y Queen's, la ATP decidió poner a correr el reloj de saque cuando acaba el punto, no cuando el árbitro lo canta, lo que provoca que los jugadores tengan menos tiempo entre punto y punto.

"El juez de silla me ha dicho que es una nueva regla, el reloj nunca para, después de que el punto acaba empieza el reloj. Es malo para el jugador. Acabo el punto en la red y no tengo tiempo para ir a por las pelotas. No hablo de ir a por la toalla, no, no. No tengo tiempo ni para ir a las pelotas. Es una locura. Nunca lo he visto en el tenis", dijo Alcaraz, que confirmó que no ha hablado aún con la ATP sobre esto, pero que lo hará.

Alcaraz inicia con victoria ante Cerúndolo la defensa del título en Queen's

Alcaraz inicia con victoria ante Cerúndolo la defensa del título en Queen’s

Hace un año, Carlos Alcaraz se presentó en Queen's sin demasiadas pretensiones. Se trataba de probarse sobre una superficie casi desconocida, de afinar la raqueta y llegar en la mejor disposición posible a Wimbledon. Tras un comienzo difícil frente a Arthur Rinderknech, ganó el torneo. Poco después asaltaba el All England Club y derribaba en la final a Novak Djokovic. Este martes, en su primer partido tras levantar la copa en Roland Garros, el número dos del mundo inició la defensa del título en el torneo que le servirá de prólogo para Wimbledon ante el argentino Francisco Cerúndolo, con quien había peloteado recientemente, antes de conocer que el azar les haría confjuir de inicio. Sde impuso por 6-1 y 7-5, en una hora y 18 minutos y jugará este jueves en segunda ronda ante el vencedor del partido entre Mariano Narvone y Jack Draper, que se disputa este miércoles.

El español despegó como un tiro y se llevó el primer parcial en un suspiro, pero encaró después dificultades inesperadas. No le bastó con recuperar en el noveno juego el servicio perdido en los comienzos del parcial, pues fue a continuación, con su propio saque, cuando se topó con tres bolas de set adversas, ninguna de las cuales fue capaz de convertir el jugador argentino.

Acompañado por Samuel Sánchez, como ya sucediera en el venturoso 2023, Alcaraz cuenta ya con la experiencia adquirida. La hierba consiente menos distracciones que cualquier otra superficie, y bien pudo haberle cobrado la irregularidad en el segundo set, sobre todo tras una doble falta y una dejada que murió en la cinta. Aprovechó la puerta que le abrió su rival, incapaz de sostenerse con su saque en el tramo que se reveló definitivo.

"El primer partid en cada torneo nunca es sencillo, menos aún en hierba. Tenía que responder a las expectativas. Estoy contento con lo que he hecho. He superado situaciones comprometidas tanto con el saque como con el resto. Aún estoy aprendiendo cómo moverme y desenvolverme en esta superficie", comentó a pie de pista.

Nadal y Alcaraz, juntos en dobles, y Badosa renuncia a los Juegos Olímpicos

Nadal y Alcaraz, juntos en dobles, y Badosa renuncia a los Juegos Olímpicos

Actualizado Miércoles, 12 junio 2024 - 13:31

El exnúmero uno del mundo Rafael Nadal; el actual número dos de la ATP, Carlos Alcaraz; el último medallista olímpico del tenis español, Pablo Carreño; así como Alejandro Davidovich (32 de la ATP) y el número 1 en el ranking de dobles, Marcel Granollers, son los cinco jugadores preseleccionados para representar a España en los Juegos Olímpicos de París, según anunció este miércoles el seleccionador español, David Ferrer, en el RCT Barcelona-1899.

Los cuatro primeros disputarán el cuadro individual y Granollers únicamente la modalidad de dobles, en la que Nadal y Alcaraz formarán además una de las dos parejas que representarán a España en el torneo.

"Rafa y Carlos van a estar jugando juntos en París si nada lo impide, y aunque tengo una idea clara de quién formará la segunda pareja, aún no estoy seguro al cien por cien", declaró Ferrer, que todavía no tiene totalmente decidido quién acompañará a Granollers, número uno del ranking mundial de la especialidad junto a su pareja habitual en el circuito, el argentino Horacio Zeballos.

La Real Federación Española de Tenis (RFET) dará a conocer la lista definitiva para París 2024 el próximo 4 de julio, coincidiendo con el torneo de Wimbledon. Y, si no hay imprevistos de última hora, Nadal disputará a sus 38 años y con ránking protegido (número 9 de la ATP) sus cuartos Juegos Olímpicos.

Y es que el balear ya estuvo en Atenas 2004, Pekín 2008, donde logró la medalla de oro en individuales, y Río de Janeiro 2016, cuando conquistó otro oro, esta vez en la modalidad de dobles junto a Marc López. En París, volverá al escenario donde ha hecho historia ganando 14 veces Roland Garros.

También con ranking protegido (número 18) estará en la capital francesa Pablo Carreño, quien ya se encuentra totalmente recuperado de la lesión en el codo que ha arrastrado durante año y medio y en su día le obligó a pasar por el quirófano.

Carreño, presente en el acto celebrado en el RCT Barcelona-1899, explicó que Tokio 2020, donde consiguió la medalla de bronce tras derrotar al número 1 de aquel momento, el serbio Novak Djokovic, "es uno de esos recuerdos que no se olvidarán nunca".

El gijonés quiere volver a vivir esas sensaciones en un torneo olímpico y ha trabajado duro para poder disputar otros Juegos, a los que llegará con 33 años recién cumplidos.

"La cita de París ha sido superimportante para mantenerme motivado y constante en mi recuperación. Y de aquí a las Olimpiadas creo que podré jugar los partidos suficientes para coger este ritmo que necesito y superar ya definitivamente la lesión", sentenció.