¿Por qué Japón robó al Caribe su dominio del béisbol? "Lo que hacen sólo lo pueden hacer asiáticos por su disciplina"

¿Por qué Japón robó al Caribe su dominio del béisbol? “Lo que hacen sólo lo pueden hacer asiáticos por su disciplina”

Cuando estos días le piden al legendario David Ortiz que explique lo que piensa de Sohei Ohtani, dos veces seguidas MVP de la liga y ya para muchos el más grande beisbolista de todos los tiempos, a Big Papi se le encienden los ojos. Dice que nunca ha visto algo así, que es «un unicornio, una bestia», un «extraterrestre», algo sin precedentes. Un «tremendo tipazo, humilde, el mejor bateador del planeta y entre los 10 lanzadores más dominantes». Martínez sabe de lo que habla. Ha jugado contra los mejores de la historia y se ha ganado un puesto no solo entre ellos, sino entre los comentaristas televisivos.

Big Papi, como Pedro Martínez o Vladimir Guerrero (padre e hijo) representan mejor que nadie a todas esas generaciones de peloteros dominicanos, cubanos y venezolanos que han transformado las grandes ligas. Ahora en deportes como el baloncesto es normal que extranjeros, los Nikola Jokic, Luka Doncic o Victor Wembanyama compitan de tú a tú con los astros locales y los superen. En el béisbol la revolución llegó mucho antes. Pero lo de Ohtani es algo excepcional, único.

Batea como nadie, lanza como los elegidos, corre como los más rápidos, roba bases como los más pillos. Todo en uno. «Ohtani tiene la habilidad de controlar las dos posiciones. Por 700 millones, los Dodgers firmaron a dos jugadores en uno. Pero lo que él hace, sólo lo pueden hacer un asiático, por la disciplina de ellos. No pueden ser tan bueno sin esa disciplina», dice Big Papi. «La disciplina de este hombre lo es todo. Las rutinas de los jugadores son largas y complicadas, a mí no me daba tiempo y sólo era jugador de posición. Lo que él hace... de donde él viene, llega programado», insiste

El talento de Yamamoto

Los Ángeles Dodgers ganaron las Series Mundialel sábado pasado por segunda vez consecutiva, algo que nadie había logrado desde la era de los Yankees de finales del siglo pasado. Ohtani rompió récords, hizo cosas que nadie había hecho antes, pero el MVP de las finales no fue él, sino su compatriota Yoshinobu Yamamoto, que se subió al montículo del pitcher en la novena entrada del último partido, el lugar más solitario del planeta. Y lo hizo tras haber lanzado la noche anterior nada menos que 96 veces. Su brazo tenía que estar destrozado, los ligamentos al límite, pero Yamamoto, incluso lejos de su mejor momento, logró cerrar el partido.

Junto a ellos, celebró el trofeo el jovencísimo Roki Sasaki, la próxima generación. Primera vez que tres japoneses ganan un título de la MLB, pero probablemente no la última. Un deporte asociado siempre a EEUU, al Caribe, contempla ahora la eclosión de los asiáticos. Cuando se le pregunta a los expertos dicen que la progresiva japonización del juego es lógica. Que la pasión en Japón es extraordinaria. Que hay una liga muy competitiva, hay pasión, decenas de millones de fans y niños con guantes en sus casas, pero que tienen, sobre todo, «una cultura de la disciplina y la dedicación».

EDUARDO LIMAEFE

Hay estudios que han analizado cómo puede haber tantos buenos lanzadores japoneses. Explorando sus diferencias biomecánicas, cómo explotan más las piernas y caderas que los codos, lo que les permite recuperar más rápido entre partidos. O cómo su trabajo físico, más centrado en la elasticidad, la movilidad y el control del cuerpo entero (los vídeos de Yamamoto haciendo pino puente son espectaculares) que en las pesas. Nada importa más en los lanzadores que la longevidad y la recuperación, dada su exposición que suele conllevar el paso por quirófano.

Hasta 2.000 millones de dólares

Los jugadores, desde el campo, dicen en realidad que todo es cuestión de cabeza. De disciplina. De ser capaces de dominar las rutinas imposibles de un juego caótico. Se concentran, se aferran al plan y no dejan que las distracciones, los nervios, se interponga. Ohtani tiene a todo su país detrás, añadida a la presión del deporte profesional, o a los escándalos personales, después de que su amigo e intérprete fuera condenado por robarle millones de dólares aprovechando su buena fe. Y nada de eso, ni las lesiones, le han perturbado.

Han pasado 30 años desde que Hideo Nomo llegó por primera vez a Estados Unidos, precisamente con los Dodgers. Y han pasado 24 desde la irrupción de Ichiro Suzuki, que fue rookie del año y será el primer japonés del Hall de la Fama.

Mark J. TerrillAP

En la liga profesional estadounidense hay ahora mismo 12 jugadores nacidos en Japón. Sin contar siquiera a Yamamoto y Ohtani, estrellas como Seiya Suzuki, Kodai Senga, Tomoyuki Sugano, Yusei Kikuchi y Kenta Maeda tienen contratos que combinados rozan los 2.000 millones de dólares. Y la cantera parece inagotable. Hasta el manager de los Dodgers, Dave Roberts, nació en Okinawa, ya que su padre era militar allí.

Las virtudes de la escuela japonesa

Los estudiosos del juego dicen que una de las grandes diferencias entre americanos en general, del norte o del Caribe, y asiáticos es la paciencia. Y ésta es fruto de esa disciplina mencionada. El béisbol estadounidense es mucho más físico, con muchísimos más partidos, y más agresivo. Los bateadores intentan sacar del estadio todas las bolas, mientras que la escuela de pensamiento japonesa boga por cansas y desesperar al pitcher. Esperar todo lo que sea necesario.

Hiro KomaeAP

Japón lleva años esperando este momento. Son los grandes dominadores del béisbol internacional en las últimas décadas, incluyendo Juegos Olímpicos. Es el deporte nacional y nadie ha invertido más que ellos, fuera de EEUU. Los clubes japoneses disponen de los mismos dispositivos que los norteamericanos, y pueden captar y formar talento de una forma más sistemática. El béisbol es un deporte de momentos estelares y un país extranjero los está monopolizando.

Ohtani lleva a los Dodgers a las Series Mundiales con la mejor actuación individual de la historia del béisbol

Actualizado Sábado, 18 octubre 2025 - 07:06

Shohei Ohtani es el mejor jugador de béisbol que jamás haya pisado el diamante. Decirlo en el deporte de Babe Ruth, Willie Mays, Lou Gehrig o Mickey Mantle, es mucho decir. Sostenerlo en el país de los Barry Bonds, Joe Di Maggio o Randy Johnson habría sido una blasfemia hasta hace poco. Pero el jugador japonés, que todavía necesita un intérprete para expresarse, y para el que todas las categorías se quedan cortas, ha roto los esquemas y doblegado la resistencia de puristas, escépticos y nacionalistas.

Este viernes, el pitcher de Los Angeles Dodgers, aunque a estas alturas reducirlo a una sola posición en el campo resulta casi ofensivo, selló la que seguramente sea la mejor actuación individual en la historia de los playoffs, llevando a su equipo a la victoria de la Liga Nacional y a disputar, un año más, las Series Mundiales.

Y lo hizo con una proeza indescriptible, lanzando y bateando, con resultados explosivos, insultantes para el resto de los mortales. Hasta tres home runs en un mismo partido (convirtiéndose en el duodécimo jugador en la historia de las Grandes Ligas en conectarlos) de la mano de seis entradas limpias desde el montículo eliminando uno detrás de otro a 10 rivales, sin darles ninguna opción de anotar.

10 años por 700 millones de dólares

Un talento sin equivalentes que ha reescrito desde la modestia y el silencio los límites del juego. Una fuerza ante la que se inclinan compañeros y rivales, casi incapaces de asimilar lo que ven en el campo. El 17 de los Dodgers está acostumbrado a batir todo tipo de récords. Llegar directo a las grandes Ligas desde Japón, rookie del año, tres premios al jugador más valioso de la liga y el contrato más estratosférico del deporte, cuando firmó 10 años por 700 millones de dólares para dejar los Angels e irse a los Dodgers, en la misma ciudad californiana.

Casi 300 millones de dólares más que otra de las grandes megaestrellas de la la MLB, Mike Trout. Unos 10 millones de dólares más al año que Damian Lillard, de los Milwaukee Bucks de la NBA. Mucho más que las decenas de millones que cobra Leo Messi en Miami.

Ohtani tenía un desafío imposible. No sólo llevar el equipo a títulos, ni romper las estadísticas ni abrir los mercados asiáticos. Sino redefinir la relación entre el béisbol y el negocio del deporte profesional, llevando la ilusión a los fans, el interés a los menos aficionados y las noticias a la prensa de todo el planeta. Y lo ha conseguido. Los Dodgers son el primer equipo en ganar dos títulos consecutivos en su 'conferencia' desde Filadelfia en 2009. Los Ángeles llegan así a las Series Mundiales por quinta vez en nueve temporadas e intentará convertirse en el primer equipo en revalidar su 'campeonato mundial' desde que los Yankees de Nueva York ganaron tres Series Mundiales consecutivas entre 1998 y 2000.

Ohtani, en un 'home run' durante el partido ante los Brewers.

Ohtani, en un 'home run' durante el partido ante los Brewers.EFE

El viernes, por segunda temporada consecutiva desde su fichaje, los Dodgers consiguieron el banderín de campeones de la Liga Nacional al derrotar a los 'Cerveceros' de Milwaukee y se verán las caras la semana que viene con el que salga vencedor del duelo entre Seattle Mariners y Toronto Blue Jays.

Si en su primera temporada una lesión limitó su talento como lanzador, pero afiló su instinto como bateador (primer jugador con 50 home runs y 50 bases robadas en un año), ahora complementa ambas como nadie en la historia.

Acallando las críticas

Anoche lo demostró con tres bolas sacadas del campo con violencia, seis entradas dejando en blanco al rival y 10 bateadores eliminados. Un dominio total, abrumador, con bolas rápidas por encima de las 100 millas por hora. Y justo cuando su equipo más lo necesitaba. Cuando él más lo necesitaba, tras un bajón evidente en su rendimiento tras el final de la temporada regular que había puesto nerviosos a los entrenadores y a su propio entorno.

En toda la historia de la MLB sólo un jugador, Ohtani, ha logrado múltiples home runs y más de 10 strikeouts en toda su carrera en los playoffs. Y lo ha hecho en un mismo partido. Acallando las críticas de quienes decían que no daba el nivel para lanzar y batear al mismo tiempo, o que no era un jugador dominante en playoffs, tras sus años en los Angels. O que su falta de carácter (y su escaso inglés después se tantos años en el país) limitaban su leyenda.

"Esta noche hemos sido parte de una actuación icónica, quizás la mejor actuación individual en un partido de postemporada", se resignó ayer el mánager de Milwaukee, Pat Murphy. "No creo que nadie pueda discutirlo. Un tipo que ha eliminado a 10 y conectado tres home runs".

Nezza canta el himno de EEUU en español en el estadio de los Dodgers y se convierte en el nuevo símbolo de las protestas contra las redadas de inmigrantes de Trump

Nezza canta el himno de EEUU en español en el estadio de los Dodgers y se convierte en el nuevo símbolo de las protestas contra las redadas de inmigrantes de Trump

Actualizado Jueves, 19 junio 2025 - 12:08

La cantante Nezza interpretó el himno nacional de Estados Unidos en español el pasado sábado por la noche durante un partido de béisbol en el Dodger Stadium, un gesto que generó reacciones divididas entre los aficionados y abrió un nuevo capítulo en el debate sobre la representación de las comunidades inmigrantes en el deporte profesional.

La artista de pop latino y R&B, de 30 años, interpretó una versión oficial del himno —"El Pendón Estrellado", traducida en 1945 por la compositora Clotilde Arias— frente a una multitud vestida de azul Dodger. La presentación, de apenas 90 segundos, fue celebrada por muchos, pero también despertó cuestionamientos después de que Nezza compartiera un video en redes sociales donde un empleado del equipo le pedía cantarlo en inglés.

"Este es mi momento para mostrarles a todos que estoy con ellos, que tenemos una voz y que todo lo que está pasando no está bien. Estoy super orgullosa de haberlo hecho. No me arrepiento", declaró la cantante.

El equipo de los Dodgers no ha emitido una declaración oficial sobre el contexto migratorio ni las redadas recientes del ICE en vecindarios cercanos al estadio. Sin embargo, en respuesta a la polémica, un portavoz aseguró a AP que "no hubo consecuencias ni resentimientos por parte de los Dodgers respecto a su actuación. No se le pidió que se fuera. Estaríamos encantados de tenerla de vuelta".

Pese a ello, Nezza afirma que tras su presentación, su mánager recibió una llamada de un empleado no identificado indicando que ella y su equipo no eran bienvenidos nuevamente.

Numerosas celebridades, como Becky G, Kehlani, Chiquis, Ava DuVernay y Jason Mraz, salieron en defensa de Nezza. "Piensen en quién llena su estadio", expresó Becky G a través de Instagram, en un mensaje dirigido al equipo.

El jugador puertorriqueño Kiké Hernández también expresó su indignación por la situación migratoria en redes sociales. "No puedo soportar ver a nuestra comunidad siendo violada, perfilada, abusada y destrozada", escribió en una publicación en inglés y español.

El Dodger Stadium se encuentra en el histórico barrio de Chávez Ravine, donde cientos de familias —en su mayoría mexico-estadounidenses— fueron desplazadas en los años 50 para dar paso a la construcción del estadio. Aunque el equipo ha sido símbolo de inclusión en otras etapas, como al firmar a Jackie Robinson o Fernando Valenzuela, la relación con la comunidad latina ha sido ambivalente.

Actualmente, la franquicia cuenta con una base de aficionados mayoritariamente latina, ofrece transmisiones en español y celebra eventos de herencia hispana, como 'La Noche de Los Dodgers'. Sin embargo, algunos fans consideran que estas iniciativas no compensan el silencio del equipo ante temas sociales de relevancia.

Llamados al boicot y alegaciones de censura

Usuarios en redes sociales han llamado al boicot del equipo, señalando una aparente incoherencia en su postura pública. Citan, por ejemplo, que los Dodgers emitieron un comunicado en 2023 condenando los ataques de Hamas, pero han permanecido en silencio ante las redadas migratorias recientes.

También circulan en redes videos donde empleados de seguridad piden a los aficionados cubrir camisetas con mensajes políticos o retirar pancartas. Una de las afectadas fue Emeli Ávalos, quien portaba una camiseta con la frase "Abolish ICE" y afirmó que fue obligada a cubrir parte del mensaje.

Según las políticas del estadio, se prohíben "carteles o pancartas de cualquier tipo" y vestimenta considerada ofensiva o política a criterio exclusivo del club.

Nezza, aunque agradecida por el respaldo, asegura que no planea regresar al estadio. "Esto simplemente me ha mostrado cuánta fuerza hay en la comunidad latina", dijo. "Tenemos que ser la voz ahora mismo".

Así es el 'Torpedo', el bate revolucionario creado por un ingeniero eléctrico con el que los Yankees asombran al béisbol mundial

Así es el ‘Torpedo’, el bate revolucionario creado por un ingeniero eléctrico con el que los Yankees asombran al béisbol mundial

Para alcanzar los límites del deporte, batir récords y enganchar todavía más a la audiencia, hay que exprimir cada aspecto del mismo, desde el cuerpo de los atletas a las herramientas que utilizan en los partidos. Botas de fútbol, zapatillas de baloncesto, tecnología en camisetas... Y en Estados Unidos ahora las miradas están puestas en el béisbol y en el nuevo e innovador diseño de un bate llamado Torpedo que ha revolucionado la primera semana de la mayor competición del país y del mundo, la Major League Baseball.

La idea del béisbol es sencilla: un jugador, denominado pitcher, lanza una pelota al bateador del equipo rival y éste debe enviarla lo más lejos posible. En esa acción, más allá de la fuerza, elasticidad y talento de ambos deportistas, el bate y la pelota son los elementos extra. La pelota tiene poco en lo que evolucionar, pero los expertos, y en concreto uno que pertenecía a los New York Yankees, han descubierto que un cambio en el diseño del bate ha terminado transformando los números de varios bateadores, que acumulan récords de golpeo en los primeros encuentros del curso.

¿En qué consiste este cambio revolucionario? Normalmente, el bate de los jugadores va creciendo en diámetro desde el mango hasta el extremo, teniendo la mayor cantidad de masa al final. Durante los más de 100 años de vida del béisbol, y salvo alguna excepción, ha sido así. Han cambiado los colores o el tipo de mango, pero la idea de ir de menos a más en cuanto al peso y la masa del palo siempre ha estado ahí. Hasta ahora.

El creador

El año pasado, Aaron 'Lenny' Leanhardt, analista de los Yankees, licenciado en ingeniería eléctrica en la Universidad de Michigan y doctor en física por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, se inventó el bate Torpedo. La idea nació hace tres años tras algunos comentarios de los jugadores. Estudió el tipo de golpeo de sus bateadores y vio que la mayoría impactaba la pelota desde la mitad del palo y no desde el extremo, así que decidió probar algo bastante simple: si golpean desde la mitad, ¿por qué no ponemos más masa en esa zona? Así nació el Torpedo, denominado así por su forma y porque a los americanos todo lo suene bélico les enamora.

El Torpedo es legal, confirmada su validez por la propia liga. Sigue siendo «una sola pieza de madera maciza, lisa y redonda», como manda a artículo 3.02 de las normas de la MLB (Major League Baseball). Pesa lo mismo que el modelo anterior, entre 900 gramos y un kilo, y no supera el límite máximo de 6,6 centímetros de diámetro y de 106 de longitud máxima (los bates que utilizan los profesionales miden entre 85 y 90 centímetros). Lo que cambia es la zona que pesa más y tiene más madera.

«Se trata simplemente de hacer el bate lo más pesado y gordo posible en la zona donde intentas golpear la pelota de béisbol en la mayoría de ocasiones», explicó recientemente Leanhardt, la persona más famosa de la liga ahora mismo. «Es un proyecto que ha tardado dos años en hacerse realidad», insistió,

Los datos

La idea de 'Lenny', que durante el cambio de temporada ha dejado los Yankees y se ha convertido en coordinador de campo de los Miami Marlins, ha situado a los Yankees como el equipo con más home runs de la primera semana. Acumulan 19 en sólo cinco partidos, llegando hasta nueve, récord histórico de la franquicia, en el duelo contra los Milwaukee Brewers, el cuarto de la temporada. Ese día batieron el récord de home runs en las primeras cuatro jornadas de competición. Tienen el mejor ratio de bases conseguidas por bateo y su promedio de home runs por encuentro es de 3,80. Para que se hagan una idea, los Dodgers, segundos en este apartado, acumulan 2,25 y los Cardinals, terceros, 1,83. Es decir, los Yankees consiguen el doble de home runs cada noche que la mayoría de franquicias de la liga.

Los récords van contagiando poco a poco al resto de la liga, donde ya se va probando el Torpedo. Algunos se niegan, contentos con sus números con el modelo anterior, pero para otros es una revolución. «Lo están empezando a usar en toda la liga», aseguró Cody Asche, el entrenador de golpeo de los Baltimore Orioles. «Es horrible, aunque veremos lo que dicen los datos. Nunca he visto algo así», aseguró Trevor Megill, pitcher de los Brewers.

De momento, las estadísticas van cargando de razón a Leanhardt. El Torpedo puede revolucionar el béisbol, y apenas parece cuestión de tiempo que el nuevo artilugio termine siendo moneda de uso común para todos los equipos.

Muere a los 63 años Fernando Valenzuela, legendario lanzador de los Dodgers e icono del béisbol mexicano

Muere a los 63 años Fernando Valenzuela, legendario lanzador de los Dodgers e icono del béisbol mexicano

Actualizado Miércoles, 23 octubre 2024 - 09:23

La 'Fernandomania' llegó a Los Ángeles de la mano del mexicano Fernando Valenzuela, emblemático lanzador de los Dodgers y de las Grandes Ligas, quien ha fallecido este martes a los 63 años, informa Efe. "Los Dodgers lamentan el fallecimiento del legendario lanzador Fernando Valenzuela. Fernandomanía por siempre, Fernandomanía forever", publicó el equipo angelino en la red social X con una imagen del pícher zurdo.

La MLB también se hizo eco de la pérdida irreparable del símbolo del béisbol latinoamericano, quien con el dorsal 34 y apodado 'el Toro' se convirtió en un ídolo en Los Ángeles. "Nos entristece profundamente enterarnos del fallecimiento del ex gran jugador de los Dodgers, Fernando Valenzuela", publicó en un comunicado la MLB.

Nacido el 1 de noviembre de Navajoa, Valenzuela falleció este martes por presuntas complicaciones hepáticas que habrían causado un colapso multiorgánico.

El fallecimiento de Valenzuela se produce a solo tres días del inicio de la Serie Mundial, en la que sus amados Dodgers enfrentarán a los Yanquis de Nueva York.

Más allá de las 11 temporadas en las que mostró su talento en el terreno para los Dodgers, tras su retiro, Valenzuela tomó el micrófono y por los últimos 22 años como locutor en español del conjunto angelino, que el año pasado retiró el número 34 que utilizó el estelar serpentinero mexicano en su etapa como jugador.

Como pocos peloteros pueden hacerlo, Valenzuela marcó su terreno desde su llegada a las Grandes Ligas en 1981, con la 'Fernandomanía', cuando a sus 20 años comenzó su primera temporada completa con marca de 8-0 y efectividad de 0.50, para terminar con un registro de 13-7, mientras lideró la Liga Nacional en aperturas (25), juegos completos (11) blanqueadas (8), entradas lanzadas (192.1) y ponches.

Esta actuación lo llevó a conquistar los premios Novato del Año de la Liga Nacional y el premio Cy Young, siendo además una figura determinante para llevar a Los Ángeles a la conquista del título de Serie Mundial en 1981, en una postemporada en la que tuvo marca de 3-1, con 2.21 de efectividad en cinco partidos.

A lo largo de sus 17 temporadas en las Grandes Ligas, Valenzuela dejó un récord de 173-153, con un porcentaje de carreras limpias permitidas de 3.54 en 453 partidos, de los cuales inició 424, compilando 2.930 entradas lanzadas, en las que recetó 2.074 ponches, mientras vistió las franelas de Dodgers, Padres de San Diego, Angelinos de California, Cardenales de San Luis, Filis de Filadelfia y Orioles de Baltimore.

Valenzuela lideró la Liga Nacional con 21 victorias en 1986, mismo año en el que lanzó 20 partidos completos.

El histórico lanzador mexicano fue parte del All Star en las seis ediciones que fueron celebradas de 1981 al 1986.

La camiseta de la leyenda del béisbol Babe Ruth se vende por más de 21 millones de euros en EEUU

La camiseta de la leyenda del béisbol Babe Ruth se vende por más de 21 millones de euros en EEUU

Actualizado Lunes, 26 agosto 2024 - 07:45

Una camiseta del legendario jugador de béisbol Babe Ruth pulverizó el récord de la venta deportiva más cara jamás vista en una subasta.

La camiseta, con los colores de los Yankees de Nueva York, fue comprada por más de 21 millones de euros, incluidos comisiones y gastos, en una venta organizada por la casa de subastas Heritage Auctions.

La subasta en línea duró varias semanas. Desde finales de julio se daba por hecho que la túnica del "Bambino", uno de los apodos de Babe Ruth, rompería el récord.

La prenda destronó a una carta de béisbol de otro jugador de los Yankees, Mickey Mantle, vendida por más de 11 millones de euros en agosto de 2022, en otra subasta organizada por Heritage Auctions.

En lo que respecta a equipamiento usado en uno o más partidos, el récord lo estableció en septiembre de 2022 la camiseta que vistió Michael Jordan en el primer partido de la final de la liga de baloncesto NBA de 1998. Se vendió por más de 9 millones de euros en una subasta de Sotheby's.

Símbolo del auge de este mercado, antes de 2022 ningún objeto deportivo de colección había sobrepasado el techo simbólico de más de 9 millones de euros.

Babe Ruth (1895-1948) vistió la camiseta subastada en un histórico encuentro contra los Chicago Cubs en la final de la Serie Mundial de 1932.

Muere a los 93 años Willie Mays, legendario jugador de béisbol de los Giants

Muere a los 93 años Willie Mays, legendario jugador de béisbol de los Giants

Willie Mays, el electrizante jugador de beisbol cuya combinación singular de talento, actitud y expresividad lo convirtió en uno de los deportistas más queridos y destacados en la historia de Estados Unidos, ha fallecido a los 93 años. La familia de Mays y los Gigantes de San Francisco anunciaron conjuntamente que el ex jugador había muerto el martes por la tarde en el área de la Bahía de San Francisco.

"Mi padre ha fallecido en paz y rodeado por sus seres queridos", anunció su hijo Michael Mays, en un comunicado que emitió el club. "Quiero agradecer a todos ustedes, desde el fondo de mi corazón roto, por el amor incondicional que le han mostrado durante años. Ustedes han sido la inspiración de su vida", añadió.

El ex jugador era el miembro más longevo del Salón de la Fama que seguía con vida. Su forma de atrapar la pelota con el guante y sus recorridos por las bases mientras su gorra salía volando simbolizaron su alegría por jugar.

Fue elegido al recinto de los inmortales en 1979, su primer año de elegibilidad. En 1999 quedó sólo detrás de Babe Ruth en la lista de The Sporting News sobre los principales astros en la historia del deporte.

Los Giants retiraron su número 24 y edificaron su AT&T Park en San Francisco sobre la Plaza Willie Mays. Mays murió dos días antes de un partido entre los Giants y los Cardinals de San Luis, en el que se honraría a las Ligas Negras en el Rickwood Field de Birmingham, Alabama.

"Todo el béisbol de las Grandes Ligas está de luto hoy, cuando nos preparamos para reunirnos en el mismo parque donde comenzó una carrera y un legado como ningún otro", expresó el comisionado Rob Manfred. "Willie Mays llevó su brillantez en todos los aspectos desde los Black Barons de la Liga Negra Americana hasta la franquicia histórica de los Gigantes, de costa a costa en Nueva York y San Francisco.

"Willie inspiró a generaciones enteras de jugadores y aficionados a medida que este deporte creció y se ganó de verdad su lugar como nuestro pasatiempo nacional... Sus logros y estadísticas increíbles apenas sirven para comenzar la descripción de la maravilla que era ver a Willie dominar el béisbol en cada forma imaginable. Nunca olvidaremos a este verdadero Gigante, dentro y fuera del terreno".

A lo largo de 22 temporadas, casi todas con los Giants de Nueva York y luego de San Francisco, Mays logró 660 jonrones, completó 3.283 golpes, anotó más de 2.000 carreras y ganó 12 Guantes de Oro.

Por encima de sus números, Mays fue el jugador utilizado como barómetro para medir la grandeza en el diamante. Cuando algún jugador empezaba a despuntar en las décadas de los 50 y 60, se solía decir, "pero no es Willie Mays".

Mays, sin embargo, declaró alguna vez que siempre tuvo ayuda de su compañero, y después su manager Alvin Dark, quien solía darle señales por la espalda. "Mostraba un dedo cuando el lanzamiento era una recta... dos cuando era rompiente", relató Mays. "Así podía adelantarme a la pelota".

Cuando le preguntaron una vez su secreto para ser tan buen bateador, Mays dijo que había copiado todo. "Lo aprendí observando a Joe DiMaggio", señaló. "Siempre lo imité".

Mays fue el Novato del Año de la Liga Nacional en 1951, y su Jugador Más Valioso en 1954 y 1965. Además, es uno de pocos jugadores que conectaron más de 50 cuadrangulares más de una vez, y uno de 16 (hasta 2014) con cuatro bolas sacadas del campo en un mismo partido, una gesta que consiguió el 30 de mayo de 1961 en Milwaukee.

"Honestamente, puedo decir que nunca traté de batear un jonrón a propósito", dijo una vez. "De hecho, sé que si tratara de hacerlo, probablemente saldría un elevado de out".

Mays fue más que sus cifras, y será recordado por la espectacular manera en que jugó. De hecho, su increíble atrapada que ayudó a los Gigantes a ganar el primer partido de la Serie Mundial de 1954 es una de las jugadas defensivas más famosas en la historia del béisbol.

Los Gigantes y los Indians de Cleveland estaban empatados 2-2 en la octava entrada en el estadio Polo Grounds de Nueva York, cuando Vic Wertz conectó un batazo que recorrió unos 400 pies hacia el jardín central, con dos hombres en base. Mays corrió hace el muro, de espaldas al plato, y atrapó la pelota por encima del hombro.

La atrapada ayudó a mantener el empate, y Dusty Rhodes conectó un jonrón por el jardín derecho para ganar el encuentro 5-2 en 10 innings. Los Gigantes barrieron la serie en cuatro duelos, sorprendiendo a unos Indios que habían ganado 111 compromisos en la temporada regular.

Después de siete años en Nueva York, Mays y los Gigantes se mudaron a San Francisco tras la temporada de 1957. Luego regresó a Nueva York para terminar su carrera con los Mets en 1972-73.

Cuando se retiró, Mays estaba entre los líderes históricos en varias categorías. Además de sus cuadrangulares, era quinto en carreras con 2.062, sexto en turnos al bate con 10.881, sexto en partidos jugados con 2.992, séptimo en remolcadas con 1.903, noveno en hits con 3.253 y décimo en slugging con 577.

Mays ganó el título de bateo de la Nacional en 1954 con promedio de .345. Esa fue una de las 21 ocasiones que su nombre apareció en el primer puesto en la categoría importante de bateo.

"Estoy peor que devastado y rebasado por las emociones. No tengo palabras para describir lo que significaste para mí", dijo Barry Bonds, exfigura de los Gigantes y el máximo jonronero de la historia.

Premiado por el presidente Barack Obama con la Medalla de la Libertad en 2015, Mays dejó recuerdos imborrables a sus admiradores.

"Willie Mays no fue sólo un deportista singular, bendecido con una combinación sin paralelo de gracia, talento y poder", escribió Obama el martes en la red social X. "Fue también una persona maravillosamente cálida y generosa, e inspiró a toda una generación".