El Oviedo es de Primera: adiós a 24 años en el lodo entre descensos administrativos, líos municipales y amagos de desaparición

El Oviedo es de Primera: adiós a 24 años en el lodo entre descensos administrativos, líos municipales y amagos de desaparición

Los jóvenes asturianos que han nacido en este siglo nunca han visto al Oviedo en Primera División. Han sido 24 años en el lodo superando todo tipo de desgracias administrativas, futbolísticas y económicas, pero este 21 de junio de 2025 ya se puede decir que la penitencia ha terminado en la capital del Principado.

Lo ha conseguido el equipo de Cazorla, la plantilla de Paunovic y la institución financiada por el Grupo Pachuca. Cada factor es importante dentro del hito que ha conseguido el conjunto carballón. La ilusión que trajo el hijo pródigo, la garra del entrenador serbio y la tranquilidad económica de la empresa mexicana han terminado por lograr algo que la temporada pasada se escurrió entre los dedos con la derrota en Cornellá.

Le terminó pesando al descarado Mirandés de Alessio Lisci -que va camino de Osasuna- el vértigo de pisar la máxima categoría del fútbol español, algo que no ha conseguido en su historia, pese a vencer en Anduva, en el encuentro de ida de esta eliminatoria a cara de perro. Pero los ovetenses hicieron un fortín de un Tartiere a reventar. 30.000 almas empujaron recordando los añitos que han pasado en el infierno.

Eso sí, no pudieron esquivar el sufrimiento. Se les alejó un poco más Primera en el minuto 16 cuando Panichelli cabeceó un centro de Iker Benito para agrandar el 1-0 de ventaja que logró el Mirandés en la ida. No tuvieron más remedio que tocar arrebato para encontrarle el agujero en la casi perfecta tela de araña que tejió Lisci. Entonces llegó un rebote a la mano de Reina en el área y Cazorla, desde el punto de penalti, no falló. Habían logrado igualar en el minuto 37, aunque seguían necesitando más y el Mirandés se lo intentaba complicar. Se agarraron entonces al guardameta Aarón para seguir vivos. Voló para salvar una falta directa de Izeta y atajó otro remate de Panichelli.

El Tartiere seguía respirando ilusión y estalló nada más arrancar la segunda parte cuando Ilyas, tras un ataque comandado por Hassan y dos rechazos de la defensa jabata, logró no solo igualar la eliminatoria, sino agarrarse a la ventaja que eso le daba para el ascenso: eliminados los penaltis, acabar 120 minutos en igualdad mandaba al Oviedo a Primera por mejor clasificación.

A eso jugó Paunovic, a un empate pese a que quedara más de una hora de partido, mientras la grada hiperventilaba, incluido el piloto Fernando Alonso, porque el Mirandés se descaraba. Pudo aliviarlos Alemao en una contra en el 84 que mandó al fondo norte. Había que encomendarse a la prórroga, donde bastaba con aguantar. Pero apareció Portillo para acabar con el miedo y plantar al equipo en Primera. En el añadido hubo dos expulsados, uno por equipos, Costas y Egiluz. Nada importaba ya. El objetivo, largamente deseado por los asturianos, estaba cumplido.

Un sinfín de problemas desde 2001

Se acabó un calvario que comenzó en 2001 con la caída a Segunda División de la mano del difunto Radomir Antic, un técnico que el año anterior ya había bajado con el Atlético. Después llegó el descenso administrativo a Tercera por los impagos a jugadores y el conflicto con el ayuntamiento que desembocó en el cisma futbolístico de la ciudad, con el consistorio apoyando la creación de un 'nuevo' Oviedo, rebautizando al Astur como Oviedo Astur Club de Fútbol.

Entonces, los aficionados recondujeron la situación alcanzando el mayor número de abonados de la categoría, superando los 10.000. Se arregló la disputa con el consistorio y desapareció la dualidad de clubes. No obstante, las deudas de la entidad la pusieron al borde de la desaparición en 2012 hasta que una campaña liderada por los periodistas Sid Lowe y Paco González consiguió introducir nuevos inversores en el club, entre ellos el multimillonario mexicano Carlos Slim.

Hace precisamente una década que el club milita en la Segunda categoría del fútbol profesional. Un periodo en el que los azulones siempre han transitado en mitad de tabla, con algunos años rozando el playoff de ascenso, hasta que la entrada de más capital mexicano, concretamente del Grupo Pachuca, les ha dado el empujón para asaltar esa ronda eliminatoria.

El liderazgo de Cazorla

El Oviedo se ha impuesto a la edad de Cazorla, una estrella en su etapa final que quería vivir este momento «esté o no en el campo». «Es el partido más especial de mi carrera», dijo el doble campeón europeo con la selección española. Se ha impuesto a la designación de Sesma Espinosa, un árbitro, el riojano, con el que nunca habían podido ganar. Hasta este sábado. Y también a la opinión de Javier Tebas, que opinaba que el ascenso del Mirandés sería «un relato histórico que no sé cuántos años tardaríamos en ver».

Los ovetenses han roto también la maldición del tercer puesto, esa que desde 2018 dejaba a los equipos que perdían el ascenso directo la doble decepción de no conseguirlo tampoco en el playoff. El último había sido el Getafe en 2017. Contra maldiciones, contra desgracias, contra malas gestiones, contra enfrentamientos municipales, contra viento y marea, el Oviedo acompañará al Levante y al Elche a Primera División. La pregunta es si Cazorla seguirá vistiendo de blanquiazul. De momento, el sueño propio y de la capital del Principado lo ha cumplido.

Melendi se emociona en la previa del partido por el ascenso entre el Oviedo y el Espanyol cantando 'Volveremos'

Melendi se emociona en la previa del partido por el ascenso entre el Oviedo y el Espanyol cantando ‘Volveremos’

Actualizado Lunes, 17 junio 2024 - 09:37

Los hinchas del Oviedo están viviendo un momento muy emocionante por su doble duelo ante el Espanyol por una plaza en la primera división de LaLiga. Y uno de los aficionados más especiales del combinado asturiano, Melendi, se vio totalmente desbordado durante el primer choque en el Carlos Tartiere.

El cantante era el encargado de animar la previa del partido, que no pudo ser más emotiva, con un estadio lleno cantando a pleno pulmón el himno de Asturias primero y después, ya con Melendi sobre el césped del estadio, el 'Volveremos' que tan famoso se hizo en la capital del Principado hace ya más de diez años.

"Volveremos a Primera División, porque nos lo merecemos. El equipo y su afición", dice la letra de la canción, que coreaba la afición dejándose la garganta ante la imposibilidad de Melendi de cantar parte del tema por su gran emoción.

La puesta en escena fue espectacular, con decenas de gaiteros y bailarinas ataviadas con el traje popular asturiano sobre el césped. Además, el cantante realizó su actuación con una camiseta con el '9' y el nombre de un ídolo oviedista, Borja Bastón.

Todo un espectáculo que se tradujo en una victoria del Oviedo por la mínima, 1-0, que ahora se jugará el soñado ascenso en el campo del Espanyol el próximo domingo 23 de junio. Seguro que Melendi no se lo pierde.

Sufrimiento con premio para el Espanyol

Sufrimiento con premio para el Espanyol

Actualizado Jueves, 13 junio 2024 - 23:16

Al Espanyol le tocó sufrir. El Sporting acosó su portería durante todo el duelo y tuvo que defenderse con uno menos en una recta final de altísima tensión que, al final, encontró el desenlace esperado por los blanquiazules. Nadie logró que el marcador mostrara un resultado diferente al del 0-0 inicial y, a la postre, los periquitos lucharán con el Oviedo para conseguir el retorno a Primera en una final del playoff de ascenso en el que, gracias a la eliminación del Eibar por parte de los asturianos, tendrán de nuevo la ventaja de su mejor clasificación en la fase regular.

Durante los primeros 45 minutos, el equipo que buscó con más insistencia la portería rival fue, cómo no, el Sporting. No en vano, el conjunto asturiano necesitaba marcar al menos un gol para forzar que el duelo llegara a una prórroga en la que los locales iban a partir también con ventaja. Al Espanyol, con su triunfo del pasado domingo en El Molinón y su mejor clasificación en la liga, le bastaba incluso con perder por la mínima para consumar su pase a la final. Los de Miguel Ángel Ramírez tuvieron llegadas muy claras, sobre todo las firmadas por Otero y Mario, pero sus disparos no lograron encontrar la portería de un Joan García que se mostró de nuevo muy seguro en los centros desde las alas de sus rivales.

La mayor insistencia del Sporting, no obstante, no evitó que el Espanyol tuviera también algunas aproximaciones para complicarles un poco más las cosas a los asturianos. Sobre todo, por medio de un Braithwaite tremendamente incisivo. En su caso, pese a que si encontraron portería, sus intentos carecieron de la potencia necesaria para sorprender a un atentísimo Yáñez, con el que el danés tuvo un breve rifirrafe sobre el terreno de juego. Ni unos ni otros, con esas premisas, lograron romper el empate sin goles en el marcador en una primera parte marcada también por la tensión entre dos rivales obsesivamente pendientes de no cometer ningún error que, a estas alturas, podía tener un coste muy alto.

El portero del Sporting Rubén Yáñez durante el partido.

El portero del Sporting Rubén Yáñez durante el partido.Enric FontcubertaEFE

Tras el descanso, cambiaron las tornas. En el arranque de la segunda parte, el equipo que más veces rondó el área rival fue un Espanyol que, a pesar de todo, pareció contagiarse un poco de la falta de puntería del Sporting. La ocasión más clara en esos primeros 20 minutos la tendría Braithwaite, con un disparo que se estrelló en el poste izquierdo de la portería de un Yáñez que, casi acto seguido, vería también como un potente remate de de Brian Oliván terminaba por perderse no muy lejos en este caso de su poste derecho. Los visitantes, pese todo, no se amilanaron. La respuesta más inmediata, del ex blanquiazul Campuzano, acabaría en manos de Joan Garcia. Otero, poco después, se entretendría demasiado tras plantarse en el área blanquiazul prácticamente solo. Y Djuka, cuando el duelo encaraba ya los últimos 15 minutos del tiempo reglamentario, intentó al verse en ventaja un remate parabólico que se perdió por encima del travesaño del arco blanquiazul.

En la recta final volverían a acumularse las ocasiones visitantes. La tendría de nuevo Otero, con un disparo desde fuera del área brillantemente respondido por Joan Garcia. Al Espanyol no le quedaba otra que apretar los dientes y tratar de defenderse con orden, pero, aun así, encontró un gol en una acción desgraciada de los visitantes finalmente anulado por posición adelantada de Braithwaite. Omar, con roja directa por una dura entrada sobre Campuzano, obligó a los locales a fajarse aún más en defensa para alcanzar, tras seis minutos de añadido, el desenlace deseado.