Decepción en el taekwondo español: "No sé qué ha pasado"

Decepción en el taekwondo español: “No sé qué ha pasado”

Eran la esperanza del taekwondo español: Los adrianes, Adriana Cerezo y Adrián Vicente, 20 y 25 años, madrileños ambos y con hambre de oro. Los cuartos de final en París rebajaron las expectativas de obtener medalla, al quedar eliminada ella, mientras que él, que competía en la categoría de menos de 58 kilos, lograba acceder a la repesca. Al final, y tras ganar un combate más, cedió en el combate por el bronce ante el tunecino Khalil Jendoubi, número 1 mundial.

Las reglas de este deporte permiten optar al bronce a los que han sido derrotados en cuartos siempre y cuando sus respectivos rivales pasen a la final. Esto dio esperanzas a Vicente, bronce en el campeonato mundial de 2023 ante un público, el del palacio del Gran Palais, que le coreaba. Durante un rato, el taekwondo soñó con evitar el fiasco en su gran día. No lo logró.

La jornada arrancó amarga con la derrota de Adriana Cerezo, que fue plata en los Juegos de Tokio con sólo 17 años. Soñaba desde entonces con llevarse a casa el metal dorado en estos de París y llegaba como una de las opciones de medalla más claras de toda la delegación española. Llevaba días diciendo que estaba preparada y que iba a por todas, pero perdió frente a la iraní Mobina Nematzeadeh. La madrileña arrancó mal y se quedó fuera en el primer asalto.

El hecho de ir con el marcador en contra ya la lastró. Ella misma reconoció que la dejó tocada: «No estoy contenta. No tengo sensaciones muy claras de lo que ha pasado en el combate, pero no he hecho lo que tenía que hacer», dijo la española.

A los pocos minutos, casi como si fuera víctima de esa mala inercia, le sucedió lo mismo a Adrián Vicente. Se enfrentaba al azerbayano, Gashim Magomedov. Su combate estuvo más igualado e intentó llegar a la cabeza del contrincante a la desesperada, pero finalmente fue derrotado. En el taekwondo, los participantes hacen un gran uso de las piernas, porque si dan un puñetazo en el tronco del adversario con la pierna, vale dos puntos, pero son tres puntos si alcanzan con el pie la cabeza. Si, además, hay un giro previo al golpe, se añaden puntos.

Vicente intentó, como él mismo explicó después, agotar al rival para poder pillarle en un momento de renuncio. «Sabía que era muy explosivo, y la idea era mantener el ritmo hasta cansarlo, pero él ha estado muy bien», señaló al acabar la prueba. Además de la afición española, el Rey Felipe VI, que había acudido al Grand Palais, el palacio de cristal donde se celebra el taekwondo, había estado animándolos minutos antes de que comenzaran a competir. Pero nada salió bien.

Vicente venía a París con credenciales: un bronce en el Europeo de este año, otro en el Mundial de 2023 y el oro en los Juegos Europeos 2023. El madrileño había quedado noveno en los Juegos de Tokio, pero estos eran sus Juegos... Debían serlo.

Como los de Cerezo, que no tuvo ni la opción de optar al bronce en la repesca, dado que fue eliminada también su rival iraní. Con la mentalidad de ganadora que tiene, este salvavidas tampoco le convencía: «Me da rabia depender del trabajo de otra persona para optar a un bronce», había dicho la española, antes de la derrota de la iraní.

Desde que llegó a París, Cerezo se había mostrado confiada en sus capacidades para llevarse el oro, sobre todo después del rendimiento que demostró en los Juegos de Tokio. Los pudo disputar gracias a la pandemia, que obligó a retrasarlos. Ella tenía entonces 17 años. Hizo una competición soberbia y sólo cayó en la final, contra la tailandesa Panipak Wongpattanakit, por un despiste en los últimos segundos. Siempre ha dicho que, desde que empezó a hacer taekwondo, ha querido ganar un oro y ser la mejor del mundo.

Tendrá que esperar, aunque tiene tiempo. Con sólo 20 años tiene una larga carrera por delante, pero ayer nada de eso era consuelo. «No sé qué ha pasado», repetía. Y el taekwondo español asentía apesadumbrado.

500 euros nada más salir del hotel, 10 por una copa de vino… la factura de un día en los Juegos de París

Actualizado Miércoles, 7 agosto 2024 - 00:01

Clément, Anne y su hijo vinieron hace un par de días a París desde Grenoble para poder disfrutar de unos días olímpicos. El chico juega al tenis y querían ir a ver a Rafa Nadal, pero no pudieron acudir a ninguna de las pruebas porque los billetes «estaban por las nubes». «Preferíamos ir a varias competiciones y así ver distintos espacios olímpicos en lugar de gastar todo el presupuesto en una sola cosa», dice este francés, que viene de desayunar:

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El bonito gesto de Biles con Rebeca Andrade, la hija de una limpiadora que le arrebató el oro

El bonito gesto de Biles con Rebeca Andrade, la hija de una limpiadora que le arrebató el oro

La competición entre ambas ha sido muy ajustada:reñida pero amable, con Simone Biles siempre a la cabeza y Rebeca Andrade a la sombra. Aunque ayer, en el cierre de las pruebas de gimnasia artística, la segunda consiguió abrirse paso. Biles cierra estos Juegos de París (no está claro si también su etapa olímpica)habiéndose redimido de los de Tokio, cuando tuvo que retirarse por problemas de salud mental. Se va con tres oros, pero sin los dos que pensaba añadir ayer: fue plata en el ejercicio de suelo, superada por Andrade, y quedó quinta en el de barra tras caerse.

La brasileña Andrade (Sao Paulo, 25 años) se va con su logro particular:el de haber conseguido superar a Biles al menos en una de las pruebas. La competición ha sido muy reñida entre ambas durante todo el evento deportivo. Fue en la final de suelo de ayer donde logró mejorar a la americana, aunque por unas décimas. Obtuvo una puntuación de 14. 166, frente a los 14.133 de Biles, que penalizó 0,6 por poner los pies fuera del tapiz en dos diagonales. El bronce fue para la norteamericana Jordan Chiles. Al recoger la medalla, las dos americanas se agacharon, en un bonito gesto de reconocimiento Andrade.

El ejercicio de barra de equilibrio, que precedió al de suelo, se les atragantó a casi todas las atletas. Fueron pocas las que no se deslizaron de la viga o tropezaron. Incluida Biles, que se cayó de la barra cuando llevaba la mitad de su prueba. Quedó quinta. Andrade, cuarta.

El podio excluyó a las favoritas. Fue la italiana Alice D'Amato la que ganó el oro, con una nota de 14.366. La plata fue para la china Zhou Yaquin, con 14.100, y el bronce para la italiana Manila Esposito (14.000). Es el primer oro en este aparato para Italia.

«Obviamente, no fue mi mejor ejecución», dijo Biles después de las pruebas. «Pero al final del día, quien obtuvo una medalla, obtuvo una medalla, y eso es lo que es tan emocionante, porque nunca se sabe, es gimnasia». «He logrado mucho más que en mis sueños más locos, no sólo en estos Juegos, sino en el deporte, así que no puedo disgustarme con lo que hago. Hace un par de años, ni lo pensaba», añadió la gimnasta a la prensa.

Hubo cierta polémica porque alguna delegación se quejó de que, durante el ejercicio en la barra de equilibrio, había un excesivo silencio, que las desconcentraba. La propia D'Amato reconoció sin decirlo que había sido «una final un poco extraña, porque competir con gimnastas como Simone o Rebeca y ganar...».

"Estoy emocionado por ella"

De estos Juegos de París se concluye que Rebeca Andrade sería la mejor gimnasta actual si Simone Biles no hubiera vuelto. Pero ha vuelto. Ambas comparten trayectoria: Andrade es una más de siete hermanos. Su madre limpiaba casas y, a falta de tiempo para poder cuidarla, la mandaba al gimnasio. Los padres de Biles eran adictos y ella se crio con sus abuelos. La gimnasia para ellas ha sido una bendición. «Rebeca es increíble. Ella ha hecho que mi rendimiento en estos Juegos fuera mejor, estoy muy contenta de ver lo que ha logrado. Estoy emocionada por ella», dijo sobre el oro de su rival.

"Es asombrosa, era un podio completamente de raza negra, así que fue muy emocionante para nosotras y luego Jordan dijo '¿deberíamos inclinarnos ante ella?' y yo dije 'por supuesto', por eso lo hicimos", explicó Biles, sobre el gesto de arrodillarse ante Andrade.

Esta sufrió tres lesiones de rodilla, rotura del ligamento cruzado anterior. Ha contado que en su peor momento, una tal Simone Biles se acercó y le animó a continuar.

A pesar de que no se fue ayer con dos doradas más, París ha confirmado a Biles como la gimnasta más laureada de todos los tiempos. Llegó sin saber cómo le iría, tras su retirada en Tokio por problemas de salud mental. Y se va de París con tres oros (por equipos, el individual y el de salto)y una plata. Un periodista le preguntó sobre uno de los legados que deja:el de haber normalizado hablar de la salud mental en el deporte. Ella contestó: «Creo que poner tu salud mental por delante y dedicarte tiempo, practiques deporte o no, crea longevidad. Es muy importante que lo pongamos por delante», dijo.

Biles no ha dejado claro si estos serán sus últimos Juegos Olímpicos o irá a Los Ángeles, próxima sede en el año 2028: «Nunca digas nunca, pero me estoy haciendo mayor», respondió el sábado, tras haber ganado el oro en salto. Tiene 27 años y es la gimnasta de mayor edad de la competición. Sumará 31 para la próxima cita. «Tenéis que dejar de preguntarnos qué viene después de ganar una medalla. Dejadnos disfrutar del momento por el que hemos trabajado toda una vida».

De Saint Denis al ‘Grand Paris’ o la herencia de los Juegos: “También son nuestros”

Actualizado Martes, 6 agosto 2024 - 00:12

Junto a la parada de metro más cercana a la villa olímpica, en el barrio de Saint Denis, hay un ambiente que no se veía unas semanas antes:Nabil y sus amigos están sentados en la plaza, en los poyetes de las macetas y farolas que sostienen las indicaciones para llegar a la villa de los atletas. Estos chicos rondan los 18-20 años, han nacido en Francia, pero son negros o de origen magrebí. A unos metros, hay un par de terrazas a rebosar: gente con

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Sorpresa en gimnasia: a Simone Biles se le escapa el podio en barra tras una caída y obtiene la plata en suelo

Actualizado Lunes, 5 agosto 2024 - 15:33

Las de hoy eran sus dos últimas finales, la opción a sumar dos oros más en estos Juegos de París en los que estaba brillando. La barra de equilibrio traicionó a Simone Biles, que tropezó y la dejó en quinta posición en la prueba, y en la final de suelo, donde siempre ha bía sido la reina fue superada esta vez por la brasileña Rebeca Andrade, la única rival a su altura en estos Juegos.

Ambas, tanto Biles como Andrade, venían de haberse quedado fuera del podio en barra, pero en suelo una Andrade sonriente, la segunda en salir, hizo un ejercicio redondo, clavando cada pirueta en el suelo. Se notaba que se lo estaba pasando bien. Obtuvo una puntuación de 14.166, por encima de los 14.133 de Biles, que se salió del tapiz en dos de las diagonales.

La competición entre las dos rivales y amigas, que se conocieron en los Juegos de Río, ha sido ajustada en estos Juegos: en la competición individual Biles, de 27 años, ganó el oro y Andrade, de 25, la plata. La propia Biles dijo tras la prueba: "Rebeca me hace moverme", dijo.

A Biles se le escapa así la opción de rematar estos Juegos de París con dos oros más. Se lleva tres y una plata.

La de barra ha sido una prueba atropellada, donde prácticamente todas las atletas tropezaron en la barra, y donde se premió a las únicas que no lo hicieron. Biles fue la penúltima en salir, cuando ya había visto a la mayoría de sus rivales resbalar en la viga. Cuando estaba a más de la mitad de su ejercicio, en una de las piruetas, sus piernas dudaron, no pudo mantener el equilibrio y cayó sobre la lona. Los miles de espectadores presentes en el estadio Arena Bercy suspiraron. Biles volvió a subir a la barra, entre los aplausos del público.

La gimnasta americana torcía el gesto mientras esperaba el resultado, que se hizo esperar. Sabía que el oro se le había escapado, pero no que iba a quedar fuera del podio. El jurado le dio una nota de 13.100, algo inusual en la estrella acostumbrada en estos juegos a rozar casi los 15.000.

El podio fue inesperado, y dejó fuera a las favoritas. La italiana Alice D'Amato ganó el oro con la máxima puntuación, 14.366. La plata fue para la china Zhou Yaquin, con 14.100, y el bronce para la italiana Manila Esposito (14.000). Se trata del primer oro en barra para Italia. Las favoritas al metal dorado eran Biles y la brasileña Rebeca Andrade. Esta no tropezó pero el jurado le dio una puntuación de 13.933 y quedó cuarta.

Las de hoy son las últimas pruebas de gimnasia artística. En estos Juegos, y a falta de realizar la prueba de suelo, Simone Biles ha logrado tres oros, el que consiguió por equipos, el del concurso individual y el de salto.

Se consagra, a pesar del tropezón en la barra de hoy, como la mejor gimnasta, con solo Andrade al nivel. También confirma su redención tras haberse tenido que retirar de los Juegos de Tokio por problemas de salud mental. La barra de equilibrio que hoy le ha jugado una mala pasada fue el único aparato en el que Biles logró una medalla (de bronce) entonces, antes de abandonar.

Tiene siete oros (tres en París más los cuatro de Río) y se queda cerca del récord de la soviética Larissa Latynina, que logró nueve entre 1956 y 1964. La nadadora Katie Ledecky entró en este podio el sábado pasado.

Así es el 3×3, el baloncesto callejero donde España busca hoy una medalla

Actualizado Domingo, 4 agosto 2024 - 23:45

Khaled y Kevin acaban de salir del estadio, un poco decepcionados por la derrota de Francia, pero entusiasmados por el hecho de haber podido ver en directo y en competición el deporte al que juegan a diario en Aubervilliers, el barrio donde viven en la periferia parisina: "Queríamos ver esta competición, nos habían dicho que hay muy buen ambiente. Nosotros no vamos a nadar a las piscinas ni jugamos al tenis. En nuestro barrio es o el basket de ca

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Ray Zapata, una cerveza pese al diploma por una “penalización justa” y la cicatriz de la última lesión: “Siempre creí en mí”

Actualizado Sábado, 3 agosto 2024 - 23:54

«He cumplido mis sueños de niño: llegar a unos Juegos, conseguir una medalla y ahora un diploma olímpico». Ojalá todo el mundo asumiera la decepción como Ray Zapata. El gimnasta español, de 31 años, se mostraba sinceramente satisfecho con el séptimo puesto en la final de suelo celebrada ayer en París. No logró la tan ansiada medalla, la que diera continuidad a la plata conseguida en Tokio, pero sonreía. «Venía de una lesión, pero he creído en mí,

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Simone Biles gana la medalla de oro en salto, la tercera en los Juegos de París

Actualizado Sábado, 3 agosto 2024 - 18:35

La gimnasta americana Simone Biles conquistó su tercera medalla de oro en estos Juegos de París, en la categoría de salto femenino, tras haber logrado la medalla dorada por equipos el martes y el jueves también en la competición individual.

La estadounidense, que firmó dos vuelos insuperables, hizo 15.300 puntos en el ejercicio de suelo. Ejecutó el Biles II, el salto que lleva su nombre y que ninguna otra mujer se atreve a ejecutar. La brasileña Rebeca Andrade fue plata (14.966) y el bronce, para la también estadounidense Jade Carey (14.466).

Se trata del décimo metal olímpico para Biles, que confirma así su resurrección deportiva tras su retirada en los Juegos de Tokio por problemas de salud mental. Ganadora de 23 títulos mundiales a sus 27 años, Biles supera ya en títulos olímpicos a la leyenda de la gimnasia, la rumana Nadia Comaneci.

Biles es la segunda mujer que se corona dos veces en el salto con el oro. La otra fue Vera Casalavska, quien encadenó los títulos en 1964 y 1968. La gimnasta podría aumentar el total de medallas el lunes, si termina entre las tres primeras en barra de equilibrio y ejercicio de suelo.

A Ray Zapata se le escapa la medalla y queda séptimo en la final de suelo

Actualizado Sábado, 3 agosto 2024 - 17:01

El gimnasta español Ray Zapata no ha logrado finalmente la tan ansiada medalla en la final de suelo de los Juegos de París celebrada este sábado en el estadio de Bercy. Quedó en séptima posición, con una puntuación de 14.333. El oro fue para el filipino Carlos Edriel, que tuvo la mejor nota 15.000, la plata se la llevó el israelí Artem Dolgopyat, con 14.933 de nota, y el bronce fue para el británico Jake Jarman.

Abrió el ejercicio el español, que obtuvo 14.333 puntos. Con una nota de 6.200 dificultad y de 8.233 en ejecución. Le siguió en orden el atleta israelí, con 14.466, y el filipino. Ahí Zapata ya sabía que se le escapaba la medalla.

"He cometido un error, en la segunda serie he caído muy agachado", admitió con honestidad, recordando que también había traspasado los límites reglamentarios en el aterrizaje de su última diagonal.

"He creído en mí"

"No puedo decir que me han robado, que todo el mundo esté tranquilo, que estoy contento", confesó el único español en la final. Logró clasificarse tras obtener la tercera posición en el ejercicio de suelo, con una clasificación de 14.600. "Estoy muy contento porque hace dos meses estaba con una bota puesta. He creído en mí, me llevo un diploma olímpico", afirmó el gimasta de origen dominicano.

A sus 31 años, estos son sus terceros Juegos. Acudió a los de Río 2016, firmó una gran plata en los de Tokio 2020 y en París buscaba otra medalla. Zapata ha pasado gran parte de 2024 recuperándose de una lesión de gemelo. Antes de su metal en Tokio, el heredero de Gervasio Deferr ya se repuso de una lesión en el tendón de Aquiles en 2017.

París se rinde al espíritu olímpico: "Pensábamos que sería un caos, pero ojalá la ciudad siempre así"

París se rinde al espíritu olímpico: “Pensábamos que sería un caos, pero ojalá la ciudad siempre así”

Había dudas e incertidumbre e incluso críticas anticipatorias. Se auguraba caos e inseguridad. Primero fue el París pandémico: calles blindadas e inaccesibles, rodeadas de barras metálicas, restricciones, códigos QR y lluvia. Céline Dion cantó a los pies de la Torre Eiffel el himno al amor casi a medianoche y salió el sol, las calles se liberaron, llegaron las medallas, se glorificó a Léon Marchand, y el espíritu olímpico conquistó por fin París y hasta a los parisinos, muy escépticos y críticos con estos juegos.

La ciudad se ha transformado en esta primera semana de deporte: hay mucho tráfico, pero no es de coches sino de bicis o de gente paseando, luce el sol, los turistas, ausentes los días previos a los Juegos, ya invaden los estadios y espacios deportivos al aire libre. Hay policías en las calles, sí, pero ya no intimidan. Estos días se hizo viral un vídeo en el que un gendarme bailaba con una turista latinoamericana. Ella con su sombrero mexicano, él con su chaleco antibalas.

La tensión de los días previos a la ceremonia de apertura ha dado paso al buen ambiente. "Yo, que nunca me han interesado los Juegos, estoy enganchado. He sucumbido al espíritu olímpico", dice Thibaut. Lejos de ser caótico, "se respira buen rollo. Ojalá París así siempre", señala desde una de las fan zone que el ayuntamiento ha instalado en la ciudad para ver las pruebas.

El primer fin de semana de Juegos más de 150.000 personas han disfrutado del ambiente olímpico en alguno de estos 26 espacios propuestos por la alcaldía. Acudieron 80.000 el domingo, el segundo día de competiciones. La alcaldesa, Anne Hidalgo, "celebra el éxito popular de estos primeros días de competiciones".

Hasta los franceses, que habían renegado de estos Juegos, se han rendido al espectáculo que supone ver a las grandes figuras del deporte en el marco de la monumentalidad de París. "¡Como para perdérselo!", dice Thibaut. Las medallas de Francia, que ya lleva 28, han influido. También la ceremonia de apertura, muy francesa y cuyo colofón (Céline Dion, que lleva años fuera de los escenarios, versionando a Édith Piaf) no dejó a nadie indiferente.

"Al margen de los conservadores, que se han horrorizado cuando han visto aparecer a las drag queen en la ceremonia de apertura, todo el mundo ha quedado muy sorprendido en el buen sentido, tengo la sensación", explica Víctor, que se fue de París el fin de semana pasado, pensando que sería un caos, y al final ha decidido volver para no perderse la fiesta.

"ESTE ES OTRO PARÍS"

La llama olímpica, instalada en el jardín de las Tullerías, es uno de los reclamos que más atrae, hasta el punto de que Hidalgo ha pedido que se quede como herencia olímpica. Hasta los parisinos más renegados han sucumbido a la tentación. Como Guillaume: "Pensé en irme de París estas semanas porque me parecía insoportable la idea de ver los transportes llenos y todo plagado de turistas, pero al final decidí quedarme y no me arrepiento. Este es otro París", dice.

Había dudas sobre si podrían celebrarse las pruebas de triatlón sobre el Sena. Se hicieron y se pudo ver una estampa única: los atletas zambullidos en el emblemático río, 100 años después de que se prohibiera el baño en sus aguas.

Se preveía la llegada de 15 millones de turistas. Habrá que esperar aún para saber si se han cumplido las expectativas, pero los sitios olímpicos están llenos: el estadio de volley, a los pies de la Torre Eiffel; el Grand Palais, el palacio con su impresionante cúpula de cristal donde se celebra la esgrima, o Versalles, donde tiene lugar la hípica.

"Es curioso, porque pensábamos que iba a ser un caos y resulta que las cosas funcionan mejor durante los Juegos que en el día a día", explica Eric.

En París Bercy, donde se hace la gimnasia artística, tres americanos celebraban el jueves por la noche el oro conseguido por Simone Biles. "Estamos aquí por trabajo, pero decidimos aprovechar para ver a Biles. Ahora ya estamos poseídos por el espíritu olímpico", bromea uno de ellos.

Este ambiente no sólo se extiende por París. Sofía está en Marsella, ha ido a ver la Vela, y cuenta por teléfono cómo se vive allí. "El ambiente es buenísimo. Ya estoy ahorrando para poder ir a Los Ángeles. La gente está muy motivada. Siendo la vela un deporte tan minoritario, haya tanta gente. El ayuntamiento de Marsella ha instalado zonas gratuitas con actividades para niños y adultos. Está muy bien organizado. No puede dejar de ver deporte", dice.